Decálogo-Manifiesto-Profecía de Alfonso Sastre para acompañar su drama «Ulalume» en la puesta en escena de Juan Carlos Pérez de la Fuente
Alfonso Sastre
- Tengo que confesar desvergonzadamente que ¿Dónde estás, Ulalume, dónde estás? es un drama situado en la mejor tradición del teatro europeo y americano.
- Mi profecía es que volverá a haber en el mundo «occidental» un Drama digno de aquella tradición literaria que fue desde Sófocles a Bertolt Brecht pasando por Shakespeare, Ibsen, O'Neill y Pirandello.
- Creo que volverá a haber grandes autores dramáticos; que su historia tampoco ha terminado.
- Habrá un Drama que volverá a intervenir en la vida social y en la historia del pensamiento.
- Un Drama que volverá a ser un juego peligroso, o sea, una actividad poética.
- Un drama que volverá a ser una actividad política, naturalmente crítica de la política profesional y sus corrupciones; o sea, un teatro crítico.
- Un Drama que volverá a ser una seria y divertida investigación (exploración) de la realidad.
- Un Drama que exaltará la vida humana como una praxis negadora de toda agonía entendida como un absoluto (un Drama contra el ilustre legado de Samuel Beckett, digámoslo así), y también y al mismo tiempo y con el mismo objetivo de persecución de la complejidad, como una agonía negadora de cualquier activismo a ultranza (contra el falso legado de los discípulos de Bertolt Brecht).
- La historia del Drama, pues, no ha terminado; y ello por la misma razón por la que la posmodernidad empieza a ser hoy una antigualla. Esta historia del Drama continuará seguramente en pequeñas salas, desde las que se proyectará una luz siempre renovada sobre la vida social.
- Nosotros acompañamos hoy casi apologéticamente a nuestro héroe irrisorio, Edgar Allan Poe, en su muerte histórica y en su continua resurrección, también histórica. Esta es la lucecita que ahora encendemos en este escenario que nosotros situamos, con nuestra agonía y nuestra praxis, o sea, con nuestra praxis y nuestra agonía, a la altura de nuestro tiempo.