Escena I
|
|
SMITH componiendo
una maleta, y BETY limpiando el polvo de las sillas.
|
SMITH | ¡Cuánto siento, señorita, | | que os
ocupe la limpieza | | de este cuarto! ¿No hay criados | | en
la fonda? |
|
|
BETY | Mejor
fuera | | que vos lo hicierais por mí; | 5 | ya que la
maldita nueva | | de que viene vuestro amo | | me trae esta
impertinencia. | |
|
|
SMITH | ¿Con que es tan mala noticia | | que
venga Sidney? |
|
|
BETY | Que
venga, | 10 | a mí no me importa nada: | | su esposa
Nancy pudiera | | temer su vista, pues sólo | | vendrá
a renovar sus penas. | | ¡Infeliz mujer!, ¡qué poco
| 15 | su virtud y su inocencia | | merece Milord Sidney! | | Él no puede conocerla, | | y así no sabe apreciarla.
| | Yo sí; que por la experiencia | 20 | del tiempo que
en mi posada | | ha vivido, estoy bien cierta | | de que ningún
hombre es digno | | de gozar alma tan bella. | |
|
|
SMITH | Bravo,
señorita Bety; | 25 | vuestro elogio me hace fuerza.
| | Yo no la he servido mucho, | | porque siempre mi carrera
| | hice al lado de Milord; | | y aunque a la verdad pudiera
| 30 | presumir que las mujeres | | se apoyan por conveniencia,
| | no quiero entraren disputas; | | me sobra vuestra defensa,
| | para que yo la venere | 35 | sin replicar. |
|
|
BETY | ¡Qué
sospecha!... | | (Aparte.) | No necesita Milady
| | (A él.) | que yo la apoye o defienda: | | sin que fuese virtuosa
| | vos respetarla debierais, | 40 | que sois al fin su criado;
| | y si puede vuestra lengua | | hablar bien de alguno, nadie
| | lo merece mejor que ella. | |
|
|
SMITH | Pues porque soy su criado,
| 45 | es forzosa consecuencia | | que hable mal de mis señores.
| | Mas decidme: ¿qué os empeña | | en vituperar
mi estilo? | | Vos sois una posadera, | 50 | y las más
de vuestra clase | | regularmente se emplean | | en saber por
los criados | | las mañas malas o buenas | | de sus
amos; que los trae | 55 | a la posada; y cuál sea | | su genio en punto a dinero, | | para formarles la cuenta:
| | mas no exaltan sus virtudes, | | que a ellos nada le interesan.
| 60 |
|
|
BETY | No extraño, señor Smith, | | que si
son de su ralea | | los criados, a los amos | | desacrediten
por fuerza: | | pero sabed que en mi clase, | 65 | y en las
demás, hay quien tenga
| | honradez, bondad, silencio,
| | y más que todo vergüenza. | |
|
|
SMITH | ¡Preciosos
y extraños nombres! | | Pero hablemos con franqueza.
| 70 | ¿Queréis ser en vuestro estado | | vos excepción
de la regla? | | Ya veis que no es regular; | | no andemos
en etiquetas. | | Yo os contaré de mi amo | 75 | las
tramoyas, las empresas, | | las aventuras galantes; | | y os
prometo, que no sea | | la historia sobre este punto | | muy
corta, ni muy añeja; | 80 | porque es joven del gran
tono, | | modelado a la moderna: | | vos me contaréis
a mí, | | por modo de recompensa, | | qué hace
Milady en Windsor; | 85 | de qué vive, y en qué
piensa; | | qué solicita del Rey; | | quién la
acompaña o corteja; | | y este último punto,
amiga, | | es de mucha consecuencia: | 90 | porque dicen que
Milord | | Nelson, no obstante que peina | | algunas canas,
pretende
| | por medio de sus riquezas | | favorecer la virtud
| 95 | desgraciada; y no pudiera | | emplearlas mejor, que haciendo
| | feliz una joven bella. | |
|
|
BETY | (Cogiendo una silla.) | ¿Sabéis que estoy por romperos | | señor Smith,
la cabeza | 100 | con esta silla? |
|
|
SMITH | (Deteniéndola.) |
No: basta | | con la intención, y se aprecia. | |
|
|
|
Escena III
|
|
NANCY.
BETY.
|
BETY | ¿Por qué no dejáis que
vaya | | yo a serviros? Sois muy buena; | 130 | y este bribón
no merece | | ni aun que le mandéis siquiera. | |
|
|
NANCY |
No, Bety mía; bastante | | os ocupa mi asistencia.
| | Jamás por vuestros criados | 135 | habéis
querido que sea | | servida; y viendo que os debo | | esta
noble preferencia, | | ¿extrañáis que yo no
abuse | | de vuestro afecto? ¿Pudiera | 140 | mandaros continuamente,
| | quien como amiga os aprecia? | | ¡Ah, Bety! Siempre en
mi pecho | | grabadas vuestras finezas | | estarán;
y quiera el cielo, | 145 | que recompensarlas pueda. | |
|
|
BETY |
Vos me avergonzáis, Milady; | | ¿Necesita recompensa
| | quien ampara las virtudes?
| | ¡Ojalá que yo pudiera
| 150 | haceros feliz! |
|
|
NANCY | Entonces
| | os pagaría la deuda | | de mi gratitud. |
|
|
BETY | Dejemos
| | por ahora esta materia; | | y decidme, ¿si teméis
| 155 | con la inesperada vuelta | | de Milord algún
peligro? | | Smith, que trajo esta nueva, | | quizá
se adelantó, sólo | | para hacer pesquisas necias.
| 160 |
|
|
NANCY | Ay, Bety, yo bien recelo | | que Milord, por la
violencia | | de su carácter altivo, | | todo el buen
concepto pierda | | que he granjeado en la corte; | 165 | y
todas mis diligencias | | en su favor no consigan | | más
fruto que la vergüenza... | | Pero Nelson
| (Mirando adentro.) | me
retiro, | | por si vuestro hijo despierta; | 170 | que en mi
cama se ha quedado | | dormido como una piedra, | | cuando
volvió de paseo. | |
|
|
NANCY | Avisadme si es que empieza
| | a llorar. |
|
|
|
|
(Se va.)
|
Escena IV
|
|
NANCY, NELSON.
|
LORD NELSON |
¿Quién
es un bestia | | de un criado, que en mi cuarto | | ha entrado,
haciéndome señas | | misteriosas, para darme
| | el recado de que venga | 180 | a veros? |
|
|
NANCY | El
mayordomo | | de mi esposo.
|
|
|
LORD NELSON | Buena
pieza | | parece el tal personaje; | | no es extraño
que en la escuela | | de Sidney haya aprendido | 185 | el oficio
de trae y lleva. | |
|
|
|
LORD NELSON | Lo
digo, | | porque se puso a la puerta | | a observar si estaba
solo; | | vio que sí, y mil reverencias | 190 | afectadas
entró haciendo: | | yo le pregunté ¿quién
era?, | | y él mirando a todas partes, | | temiendo
que alguien le viera | | cumplir con su comisión, | 195 | al oído me dio cuenta | | de vuestro recado, y fuese
| | corriendo como si fuera | | un delito su embajada: | | me
enfadó esta impertinencia. | 200 |
|
|
|
LORD NELSON | (Sentándose, y arrimando silla
para NANCY.) | Al
caso.
| | Ya estoy sentado, y quisiera | | saber qué
es lo que mandáis. | | Sentaos también porque
pueda | | escucharos y serviros. | 205 | Ya conocéis
mi franqueza. | |
|
|
NANCY | (Sentándose.) | ¡Ah! Nelson:
vos no ignoráis | | mis desgracias; pues apenas | |
por la muerte de mi padre | | empezaron, cuando adversa | 210 | la fortuna, que hasta entonces | | se me mostraba halagüeña,
| | hizo de mi vida el blanco | | de su inconstancia. Ya es
fuerza | | revelaros el secreto, | 215 | que en medio de mi
pobreza | | me obliga a seguir la corte. | | Mi esposo, que
en breve llega | | a Windsor... |
|
|
LORD NELSON | (Levantándose.) | ¿Qué
estáis diciendo? | | ¿Aquí viene el calavera
| 220 | de Sidney?, abur, señora. | | (Quiere irse.) |
|
|
NANCY | (Le detiene.) | Oídme por piedad siquiera. | | Vuestro
favor es preciso
| | que a Milord Sidney proteja. | | Nelson,
no tengo otro amparo | 225 | que vuestra amistad. |
|
|
LORD NELSON | (Con
viveza.) |
¿Por ella | | queréis que a un hombre egoísta,
| | que a todo el mundo desprecia, | | que ha malgastado sus
bienes, | | que sumergió en la indigencia | 230 | a su
esposa y a su hijo; | | y que, a la naturaleza | | insensible,
ha desterrado | | toda sombra de vergüenza, | | apoye
un hombre de honor, | 235 | como Nelson? Bueno fuera, | | que
la mano, que pretende | | aniquilar en la tierra | | esta raza
de malvados, | | fuese quien los protegiera. | 240 | No, señora.
|
(Quiere irse y ella lo detiene.)
|
|
|
|
LORD NELSON | Nunca, jamás; si pudiera
| | sepultarlos en la nada, | | ¡oh con qué placer lo
hiciera!
| |
|
|
NANCY | Pero escuchadme por Dios; | 245 | ved que
no tienen mis penas | | otro consuelo que el vuestro. | |
|
|
LORD NELSON |
¿Y por qué con tal reserva | | me habéis ocultado
siempre | | lo que a seguir os empeña | 250 | la corte?
Aunque no es preciso | | que yo el motivo supiera | | de la
pretensión que os trae | | para serviros, se queja
| | mi amistad de ese secreto; | 255 | yo os vi nacer; la cautela
| | no debéis usar conmigo. | |
|
|
NANCY | Tenéis razón;
pero es esta | | mi disculpa. Amo a Sidney; | | y mis amores
os llenan | 260 | de indignación. |
|
|
LORD NELSON |
Claro
está, | | si es un bribón. |
|
|
NANCY | Que
lo sea. | | Él es mi esposo, y pretendo | | a costa
de mis finezas | | ver si consigo que pague | 265 | de mi cariño
la deuda. | |
|
|
LORD NELSON | (Sentándose.) | ¡Qué
virtud! (Aparte.) Decid, Milady, | | si alguna esperanza os
queda | | de conseguirlo, y contad | | con que, aunque él
no lo merezca, | 270 | por veros feliz haré | | por mi
parte cuanto pueda. | |
|
|
NANCY | (Se sienta.) | De vuestro honor
no lo dudo. | | Escuchadme con paciencia, | | y compadeced
la suerte | 275 | de un amor sin recompensa. | | Yo, obedeciendo
a mi padre, | | y a la inclinación secreta | | que tuve
a Sidney, la mano | | le di, y le entregué con ella
| 280 | un corazón puro, un alma, | | que ocupaba su
terneza, | | él ingrato, en breve tiempo | | arrastrado
por la fuerza | | del mal ejemplo de otros, | 285 | me olvida,
ultraja y desprecia; | | y no hubo exceso, ni infamia, | |
en que no incurriese; de ellas | | apenas lo separaba
| |
mi amor, cuando en otras nuevas | 290 | lo encontraba sumergido;
| | finalmente, de mis penas | | llegó el colmo por
muerte | | de mis padres, y en la tierra | | quedé abandonada
y sola, | 295 | sin que algún temor hubiera | | que contuviese
a Sidney. | | En breve de mi opulencia | | desapareció
el engaño; | | y en breve la lisonjera | 300 | multitud
de amigos falsos | | huyó de nuestra indigencia. | | Mi esposo agotó mis bienes, | | empeñó
todas mis rentas, | | y aun, la ropa y las alhajas | 305 | precisas
a mi decencia. | | Dejome al fin con mi hijo, | | de mi amor
única prenda, | | en mi quinta de Glocester | | desamparada,
y expuesta | 310 | a sufrir de sus contrarios | | los insultos
y las quejas. | | Vino a Londres, y en los brazos | | de Milady...,
mi prudencia | | no me permite nombrarla, | 315 | olvidó
mi pasión tierna. | | Yo le seguí...
|
|
|
|
NANCY | No me interrumpáis, que llega
| | el momento de que implore | | todas las piedades vuestras.
| 320 | Llegué a Londres; se negó | | a vivir
conmigo; y esta | | ingratitud me empeñó | |
en contrastar con finezas | | aquel corazón de mármol.
| 325 | Adulé su ambición ciega, | | proponiendo
conseguirle | | por medio de alguna oferta | | de una parte
de mis bienes, | | cierta dignidad que anhela | 330 | hace mucho
tiempo. |
|
|
LORD NELSON | Vaya;
| | ya me falta la paciencia. | | ¿Y cuál es? |
|
|
NANCY |
Es
un gobierno | | en las colonias inglesas | | de la India.
|
|
|
LORD NELSON | ¡Pobres
gentes! | 335 | Las que gobernadas sean
| | por un egoísta.
|
|
|
NANCY | ¡Ah,
Nelson! | | Yo espero que la dureza | | de su corazón
se cambie | | en otro suelo; que sea | 340 | adulado su capricho
| | del brillo y de la grandeza; | | y en fin, que siempre
ocupado | | en las precisas tareas | | de su cargo, para otros
| 345 | placeres tiempo no tenga. | | Quizá al verse
respetado | | de un pueblo, su pecho pueda | | ser esposo agradecido,
| | y ser buen padre. |
|
|
LORD NELSON | ¡Quimeras
| 350 | de una pasión exaltada | | por el desprecio,
que piensa, | | allanando lo imposible, | | mudar la naturaleza!
| | ¡Un gobierno! ¿Y para quién? | 355 | ¿No era mejor
que le dieran | | un fusil, espada y gorra, | | uniforme y
cartuchera? | | Pero decidme, ¿en qué estado | | va
la pretensión? |
|
|
NANCY | La
hubiera | 360 | ya concedido el Ministro, | | según mis
votos anhelan; | | mas su enfermedad retarda | | el despacho,
y yo quisiera | | aventurarla. Sidney | 365 | me avisa, que
porque tenga | | buen éxito a Windsor viene, | | asistiendo
a la Duquesa | | de Cumberland. |
|
|
LORD NELSON | ¿Qué
decís? | | ¿Lady Cumberland se empeña | 370 |
por vuestro esposo? Lo extraño | | de su juicio: es
mi parienta; | | y no sé cómo se aviene | | con
la mucha ligereza | | de Sidney; pero, Milady, | 375 | si ella
lo protege, cierta | | podéis estar de que logre | | sin mi mediación su idea. | |
|
|
NANCY | No obstante, Nelson,
yo espero, | | que por vuestras diligencias | 380 | a mi favor,
se consiga. | |
|
|
|
(Se levantan.)
|
Escena V
|
|
DICHOS. BELFORD.
|
MILORD BELFORD | Gracias
a Dios que hallé abierta | | vuestra habitación,
Milady: | | he estado veces diversas | | a ponerme a vuestros
pies; | 385 | pero siempre hallé la puerta | | impenetrable,
y no pude | | conseguirlo... Mas ¡qué seria | | os habéis
puesto! Si acaso | | os interrumpe o molesta | 390 | mi rendimiento...
|
|
|
NANCY | Belford,
| | extraño vuestra franqueza. | | Sin avisar ¿en mi
cuarto | | os entráis de esa manera? | |
|
|
BELFORD | ¿Por
qué no? ¿Será Nelson | 395 | a quien sólo
se concedan | | confianzas, porque tiene | | más navidades
acuestas | | que yo? |
|
|
LORD NELSON | Y
bien, ¿quién os concede
| | tampoco a vos la licencia
| 400 | de ajustarme a mí los años? | |
|
|
MILORD BELFORD |
Nuestra amistad. Porque es fuerza | | que seamos muy amigos
| | por concomitancia cierta. | | Vos vivís en esta
fonda; | 405 | pues yo también vivo en ella. | | Vos
obsequiáis a Milady; | | yo la amo, y la preferencia
| | me concederá el marido; | | porque los dos sin reserva | 410 | somos uña y carne. |
|
|
LORD NELSON | Basta.
| | En vuestra mucha insolencia | | se conoce un fiel amigo
| | de Sidney. A mi prudencia, | | y al respeto de Milady, | 415 | agradeced que la lengua, | | con que insultáis
su virtud, | | no os arranque. |
|
|
MILORD BELFORD | ¡Qué
simpleza! | | ¿Y por qué? |
|
|
NANCY | Por
atrevido. | | No volváis en mi presencia | 420 | a poneros,
si queréis | | que alguna, atención os deba.
| |
|
|
Escena
VII
|
|
DICHOS. La MARVOD en traje de camino.
|
JENNY MARVOD | ¿Es
esta | | mi habitación?, mas ¡qué veo! | | Acércate,
| (A BELFORD agarrándole del brazo.) | buena
pieza; | | ya no extraño que te olvides | 445 | de tus
amigas, ni seas | | para escribir perezoso, | | si tienes aquí
tan bella
| | compañía (Por NANCY.) ¿Es esta
acaso | | la favorita? |
|
|
NANCY | Vuecencia
| 450 | se explica de un modo impropio | | de su clase, y su
grandeza. | | Milord Belford en mi cuarto | | se ha entrado
sin mi licencia; | | y jamás él, ni otro alguno
| 455 | puede autorizar la ofensa | | que se me hace, injustamente.
| |
|
|
BETY | Milady, si vuecelencia | | quiere seguirme, verá
| | la habitación que la espera. | 460 |
|
|
MARVOD | (A BELFORD.) | ¿Qué dicen estas mujeres: | | las entiendes tú?
|
|
|
BETY | (Aparte.) |
¡Es muy bella | | la crianza de Milady! | |
|
|
MARVOD | (A BETY.) | ¿Tú serás la posadera? | | Se conoce, porque
estás | 465 | en la adulación impuesta. | | Y
tú, | (A NANCY.) | que
echas a perder
| | con tu afectada modestia | | la linda cara
que tienes, | | sabe que es impertinencia | 470 | la hipocresía;
y que yo | | he merecido sin ella | | todos cuantos tratamientos
| | honoríficos se inventan | | en el mundo; y nada
más has hecho | 475 | de más en darme Excelencia.
| | Vente, Belford, me dirás | | quién es: ven
tú, posadera. | |
|
|
|
(Se va llevándose
a BELFORD del brazo.)
|
|
BETY | Milady,
| | yo lo sabré. |
(Se va.)
|
|
|
NANCY |
¡La
duquesa | 480 | de Cumberland es posible | | que tenga tal desvergüenza!
| | Yo estoy confundida.
|
|
|
Escena VIII
|
|
NANCY. NELSON. SIDNEY.
|
LORD NELSON | (A SIDNEY al salir.) | Entrad:
| | ved de disculpar con ella, | | el traer a la Marvod | 485 | en lugar de mi parienta. | |
|
|
|
NANCY | Sidney,
| | dueño mío, amada prenda, | | ¿cómo
tardas en llegar | | a mis brazos? |
|
|
LORD NELSON | (Empujando
a SIDNEY, que la abraza.) | Vaya,
apriesa; | 490 | abrazadla; lo merece, | | Milord: vos debéis
quererla; | | que ella os ama, y sacrifica, | | por veros en
la opulencia, | | todos sus bienes. |
|
|
MILORD SIDNEY | ¿Qué,
vos | 495 | sabéis la pequeña oferta | | que hace
para conseguir | | mi colocación?
| ¡Pequeña
| | decís que os parece, cuando | | con solo ese objeto
arriesga | 500 | lo poco que habéis dejado | | con las
profusiones vuestras | | de su caudal! Pues, Sidney, | | si
yo en su lugar me viera, | | no haría quizá
otro tanto: | 505 | mas, por lo que me interesa | | veros unidos,
ofrezco, | | por mi parte, sin reserva, | | empeñarme
en que se logre | | vuestro destino por ella. | 510 | Perdonad
que os aconseje: | | vos sois joven; mi experiencia, | | y
mi amistad con el padre | | de Milady me franquean | | este
derecho. Pensad, | 515 | que os engaña la apariencia
| | del mundo, que vuestra esposa | | por sus virtudes granjea
| | vuestro corazón; y en fin, | | pues que tenéis
tantas pruebas | 520 | de su amor, de aquí adelante
| | abandonad la carrera | | de los vicios, y en sus brazos
| | vivid feliz; que la enmienda
| | de un joven libre repara
| 525 | de su conducta la mengua. | | Contad con un buen amigo
| | en Nelson; y porque sean | | más dulces vuestras
caricias, | | sin que estorbe mi presencia, | 530 | me retiro.
|
(Aparte al irse, y se va.)
| Quiera
el cielo | | que de su error se convenza. | |
|
|
Escena IX
|
|
NANCY. SIDNEY.
|
MILORD SIDNEY |
Aún no he llegado, y ya tengo | | consejero: tu simpleza
| | llega a tanto, que permites | 535 | me canse de esta manera
| | un viejo, que con los años | | seguramente chochea.
| |
|
|
NANCY | Pero, Sidney, sus consejos | | no te agravian; cuando
muestra | 540 | que en tu favor... |
|
|
MILORD SIDNEY | ¿Pues
qué ha hecho
| | en mi favor a esta fecha? | | Dime,
¿cuándo se despacha | | mi gobierno? |
|
|
NANCY | Ya
estuviera | | conseguido; pero quise | 545 | suspender las diligencias,
| | porque el Ministro, que sabes | | me favorece, se encuentra,
| | enfermo, y se aventuraba | | el buen éxito, si fuera
| 550 | por otra mano. |
|
|
MILORD SIDNEY | Te
engañas; | | pues debe atender cualquiera | | los méritos
de mi padre, | | y del tuyo; y cuando a estas | | razones se
añade el don | 555 | de tus bienes, bueno fuera | | que
se negara: ve luego | | a palacio, y haz que sea | | mi memorial
presentado | | esta noche, y que yo vea | 560 | por la mañana
mi nombre | | de un gobierno por contera. | | Verás,
verás como rabian, | | algunos.
|
|
|
NANCY | Y
a la duquesa | | de Cumberland, que ha venido | 565 | para apoyar
tus ideas, | | ¿por qué, no la dejas tiempo | | de que
interesarse pueda | | por ti? No sé cómo logran
| | mujeres tan desenvueltas | 570 | la protección de
la corte. | |
|
|
|
NANCY |
Pues
ella, | | ¿no es la que vino contigo, | | y aquí tan
sin etiquetas | | se entró? | 575 |
|
|
MILORD SIDNEY | (Riéndose.) | ¡Qué diablura! Vaya; | | si es
terrible la viveza | | de la Marvod. |
|
|
NANCY | ¡Qué
he escuchado! | | (Aparte.) | ¿Esta es la Marvod?
| (A él.) |
|
|
MILORD SIDNEY | ¡Que
seas | | tan rara, que aun no conozcas | 580 | a una mujer de
sus prendas!
| |
|
|
NANCY | (Con ironía.) | Por su fama
mucho. |
|
|
MILORD SIDNEY | Y
bien: | | ¿no es mejor venir con ella, | | que con una Lady
altiva, | | con una habladora eterna, | 585 | que con sermones
y ejemplos | | me rompiese la cabeza | | por el camino? Marvod
| | es una mujer completa, | | y generosa: su bolsa, | 590 |
su casa, su tren, su mesa | | siempre a mi disposición
| | he tenido: tú debieras | | aprender de su gran tono:
| | ya verás cual la cortejan | 595 | todas las gentes
de gusto; | | y ya que se te presenta | | la fortuna de tratarla,
| | mira bien, cómo te ingenias | | para lograr su favor.
| 600 |
|
|
NANCY | (Aparte.) | Cielos, dadme resistencia. | | Sidney,
yo procuraré | | (A él.) | Complacerte. |
|
|
MILORD SIDNEY
| No
cumplieras
| | tu obligación de otro modo. | |
|
|
NANCY |
Pero, esposo, ¿no te acuerdas | 605 | de tu hijo Carlos? Por
él | | no has preguntado siquiera. | |
|
|
MILORD SIDNEY |
Es verdad: ¿cómo está el chico? | |
|
|
NANCY | Voy
por él... Pero se acerca | | Bety, y lo trae. |
|
|
Escena X
|
|
DICHOS. BETY con CARLOS.
|
BETY | (Dejando a CARLOS en la puerta.) | Carlitos,
| 610 | aquel es tu padre: llega, | | y pídele que te
dé | | a besar su mano. |
|
|
CARLOS | Sea
| | mi papá muy bien venido. | | ¡Si vierais con qué
impaciencia | 615 | hemos estado mi madre | | y yo por no tener
nuevas | | vuestras! ¡Ha llorado tanto!... | | La mano, papá,
y tras ella
| | un beso. |
|
|
MILORD SIDNEY | (Dándole
la mano con frialdad.) | Me
haces honor. | 620 | Puede conocer cualquiera | | en tu rostro
los encantos | | de mi figura y belleza. | | ¿Y por qué
no te han vestido | | con más elegancia? Esta | 625 | casaca, este pantalón | | hacen muy maldita mezcla.
| | ¡Qué mal cortado ese pelo! | | Que le hagan una
chaqueta | | de húsar al punto. Tú tienes | 630 | aquel aire que embelesa | | las damas; aire marcial, | |
que es de tu padre la herencia. | |
|
|
CARLOS | ¿Conque tengo aire
marcial, | | mamá? Lo diré en la escuela, | 635 | y rabiarán los muchachos. | |
|
|
NANCY | ¿No preguntas
en qué emplea | | su tiempo Carlos?, ¿qué estudia?,
| | ¿o qué sabe? |
|
|
MILORD SIDNEY | Esas
materias | |
(El niño está jugando con la cadena
del reloj de SIDNEY.)
| no me importan: a mi lado | 640 |
en breve todas las ciencias | | aprenderá... Quita,
niño, | | (Apartándolo con enfado.) | no me
rompas la cadena. | |
|
|
CARLOS | Es tan bonita, papá. | | ¿No me la dais para verla | 645 | yo en mi mano? |
|
|
|
(SIDNEY
enfadado va a la maleta, que trajo SMITH.)
|
MILORD SIDNEY |
Impertinente,
| | consentido, vete afuera. | |
(El niño corre a ponerse
detrás de su madre.)
| Nancy, no tardes en irte
| | a palacio. |
|
|
NANCY | (Aparte.) | Yo
estoy muerta. | |
|
|
CARLOS | (A NANCY.) | Mamá, ¿y es este
mi padre? | 650 |
|
|
|
CARLOS | (A NANCY.) |
No: si lo fuera, | | No habiéndome visto
en tantos | | años, me hiciera mil fiestas, | | me besara,
y al instante | 655 | me daría la cadena.
| | Pero ¡qué
serio!, mamá, | | yo no quiero su chaqueta. | |
|
|
NANCY |
Ven, hijo; y nunca a tu padre | | se atreva a juzgar tu lengua.
| 660 | Para sufrir a un ingrato | | el cielo me dé paciencia.
| |
|
|
|
(Aparte, y se va, llevándose al niño.)
|
Escena XI
|
|
SIDNEY. Después
BELFORD.
|
MILORD SIDNEY | (Sacando un vestido
rico de la maleta.) | Todo mi vestido viene | | de la maldita
maleta | | arrugado; pero luego | 665 | que me lo ponga, por
fuerza | | en la perfección del molde | | adquirirá
gracia nueva. | |
|
|
MILORD BELFORD | (Saliendo, y abrazándolo.) | Dame un abrazo, Sidney, | | y sin que más te detengas,
| 670 | ven al cuarto de Marvod; | | la tienes hecha una fiera
| | desde que vio a tu mujer: | | dice que es más linda
que ella;
| | que tú volverás a ser | 675 | su
novio; que su modestia | | y su virtud afectada, | | tras tantos
años de ausencia, | | podrán en tu corazón
| | conseguir la preferencia; | 680 | y que ella no sufrirá
| | que la desbanque; patea | | de cólera; y ciertamente
| | la rabia la pone fea. | | Ven a sosegarla. |
|
|
MILORD SIDNEY |
Ahora
| 685 | no puedo; voy a la audiencia | | de palacio con mi esposa;
| | y este vestido se estrena | | sólo a este fin.
|
|
|
MILORD BELFORD | Pero,
amigo, | | es preciso que contengas | 690 | a la Marvod; si
la quieres, | | excusa una competencia | | entre las dos, de
que pueden | | las resultas ser funestas | | para ti. |
|
|
MILORD SIDNEY |
Tú
no conoces | 695 | como yo estas bachilleras.
| | Cada una
por su lado | | por mis gracias están muertas; | | pero
yo ni a ellas ni a nadie | | amo en el mundo; mi tema | 700 | es buscar entre las gentes | | las cosas que me convengan
| | para conseguir mis gustos, | | y sacar partido de ellas;
| | dejarlas cuando no sirven, | 705 | sin andar en etiquetas;
| | porque para quedar mal | | no es menester frioleras. | |
|
|
|
MILORD SIDNEY |
Y
sobre todo | | quererme a mí mismo: esta | 710 | es la
gran filosofía | | de un petimetre, que lleva | | como
yo, con su persona | | y su elegancia, la prueba | | de que
su cuerpo y su alma | 715 | son de fábrica moderna.
| |
|
|
MILORD BELFORD | Hombre, me encantas; si vivo | | a tu
lado, con tu escuela | | me verás perfeccionarme | | en un arte, que es la ciencia | 720 | más provechosa;
pues toda | | sensibilidad destierra, | | para que nunca vivamos
| | incomodados... Si vieras | | cuando entró aquí
la aturdida | 725 | de la Marvod... ¡Oh qué escena
| | tan graciosa! | (Riéndose.) |
|
|
|
MILORD BELFORD | Sí; esperándote.
Tu bella | | Nancy, cual perro de casa, | | que ve entrar otro
de fuera, | 730 | y temiendo que el intruso | | sea superior
en fuerzas, | | no atreviéndose a morderle, | | gruñe,
y los dientes le enseña; | | Así estuvo. |
|
|
|
MILORD BELFORD | La segunda parte es esa
| | de mi pintura. |
|
|
MILORD SIDNEY | Prosigue,
| | el perro andante olfatea | | todo el cuarto, reconoce
| | que el de adentro lo respeta. | 740 | Se burla de él,
y enroscando | | su alta cola, se pasea | | por la habitación,
repara | | que no hay que comer en ella. | | Y despreciando
al contrario | 745 | le mira, y toma la puerta. | |
(Los dos se
ríen.)
| Pero vamos a otra cosa. | | ¿De Jenny Marvod
qué esperas? | |
|
|
MILORD SIDNEY | No es nada: que
me regale, | | que en mi lujo me mantenga; | 750 | y que con
lo que otro paga | | yo me festeje y divierta. | | Si no fuera
de este modo | | a mujer tan calavera, | | ¿sacrificara mi
tiempo? | 755 | ¿No debe estar satisfecha | | de tener por su
dinero | | un joven que la contempla? | |
|
|
MILORD BELFORD |
Tú me admiras. Pero dime: | | ¿Cuáles son las
conveniencias | 760 | que esperas de tu mujer? | |
|
|
MILORD SIDNEY |
Esas son más duraderas | | y seguras, si consigo | | el logro de las ideas, | | que tú ignoras; la tolero
| 765 | con esta esperanza; ella | | me fastidia con su llanto,
| | con su ternura y sus quejas; | | piensa como allá
en el tiempo | | del Cid; es una Lucrecia | 770 | en virtud,
y el que la elogien, | | amigo, me desespera. | | Pero al fin,
poco me falta | | que llevar la cruz acuestas | | del matrimonio;
esta noche | 775 | quedaremos dentro o fuera. | | Pero llama
a mi criado | | Smith, para que me venga | | a ayudar mientras
me visto. | |
|
|
MILORD BELFORD | Excusada diligencia: | 780 | yo te ayudaré, que a Smith | | lo entretiene a la
hora esta | | la Marvod con mil preguntas | | allá en
su cuarto. | |
|
|
MILORD SIDNEY | Es
muy necia, | 785 | si juzga tendré un criado, | | que
mis secretos la venda. | |
(Empieza a vestirse; BELFORD le
ayuda.)
| Pero vamos, porque quiero | | disfrutar de la fineza
| | de tu amistad. ¿Y qué tal | 790 | está Windsor
de pequeñas | | aventuras, de paseos, | | de juego y
de concurrencias? | |
|
|
MILORD BELFORD | Miserable. No merecen
| | seguramente la pena | 795 | de jugar las pocas onzas, | | que al faraón se atraviesan: | | los paseos son secantes,
| | muy faltos de concurrencia, | | muy sosos, y sobre todo | 800 | muy insulsas las comedias. | | Pues ¿y las tertulias?
Hombre, | | insoportables; si vieras | | en todas las casas
nobles, | | ¡qué inundación de solteras | 805 | hay, que rabian por marido, | | y andan a quien mejor pesca!
| | Sólo podrás divertirte | | en una partida
nueva, | | donde un grosero irlandés | 810 | ha de aflojar
las monedas | | esta noche. |
|
|
MILORD SIDNEY | Me
alegrara; | | pero es fuerza ir a la audiencia | | para darme
a conocer | | al ministro. |
|
|
MILORD BELFORD | Considera,
| 815 | que si con ese vestido | | llamas la atención,
diversas | | informaciones harán | | de tu conducta;
y te arriesgas, | | porque estas gentes de corte | 820 | el
egoísmo interpretan | | en maldad. |
|
|
MILORD SIDNEY |
Muy
bien reparas; | | mejor es que lo suspenda, | | hasta ver lo
que adelanta | | Nancy... Pero ¿quién se entra? | 825 | (Mirando adentro.) |
|
|