«Historia del emperador Carlos VI como Rey de España»
Antonio María Fabié
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El Sr. Director de nuestra Real Academia se sirvió, designarme para dar cuenta de la obra remitida á esta corporación por el Dr. Marcos Landau denominada Historia del Emperador Carlos VI como Rey de España; y basta anunciar este título para que se comprenda el gran interés que tiene para nosotros un libro que trata de un período relativamente moderno de nuestra historia nacional, y que aun con serlo, no está ni con mucho suficientemente estudiado, á pesar de lo que sobre él han escrito entre otros el marqués de San Felipe, y con mayor riqueza de datos Fr. Nicolás de Jesús Belando, entre los españoles, y Wiliam Coxe entre los extranjeros en sus Memorias, traducidas al francés y adicionadas y anotadas por D. Andrés Muriel. Puede decirse que —170→ todos estos libros están escritos desde un punto de vista que sin impropiedad se debería calificar de borbónico, no tanto por ser como lo son favorables á la nueva dinastía, sino porque se fundan principal y casi exclusivamente en documentos sacados de nuestros archivos. Algunos, que proceden de Francia y de Inglaterra, más especialmente se refieren á la guerra y á las negociaciones diplomáticas; mas el libro del Dr. Landau se funda principalmente en las Memorias y documentos publicados en época reciente, ó bien han sido estudiados por el autor en los archivos de Viena.
Su trabajo, en cierta manera, completa los anteriores, aunque por sí solo no basta para formar idea cabal de los sucesos que narra, y mucho menos del estado social y del espíritu de los españoles en la época en que acontecieron. El libro, que motiva este Informe ó noticia, es una especie de introducción ó preliminar en el plan de escribir la historia del emperador Carlos VI, que el Dr. Landau se tiene trazado, y del que da idea en los siguientes términos:
Bastan estos conceptos para formar idea del espíritu del doctor Landau, sinceramente monárquico, entusiasta de los Habsburgos y en especial de Carlos VI, á quien describe en su juventud fundándose en la relación del embajador veneciano Neriarno, diciendo que con la nobleza y suavidad de su genio, con la viveza y madurez de su entendimiento y con la asidua aplicación al estudio, bajo la dirección del príncipe Antonio de Lichtestemn, atraía las miradas, ganaba los elogios y despertaba las esperanzas de todos. Corroborando este juicio con el de Muzzini, dice que era de alta estatura, de semblante agradable, con el cabello castaño, de noble apostura, de trato afable, de entendimiento lúcido y de sanas costumbres. Ante estos panegíricos no puede menos de surgir en el ánimo el deseo de saber lo que hubiera sido de España bajo el cetro de tal príncipe, en el que se hubieran reunido, como en el fundador de su dinastía en España, los vastos dominios que todavía formaban nuestra nación y el poderoso imperio de Alemania. A evitar esto, más que á dar un trono á su nieto, se dirigió la política de Luís XIV, continuador en ella de la de los Borbones de Francia desde que ocupó el Bearnés el trono de San Luís.
—173→Como el propósito del Dr. Landau, claramente expresado en el prólogo de su obra, es narrar todo lo que con Carlos VI se relaciona, los cuatro libros de que consta abrazan desde su nacimiento en 1685, hasta que á consecuencia de la muerte de su hermano, el emperador José, salió de Barcelona para Italia en Octubre de 1711.
En virtud de lo expuesto, el que suscribe entiende que debe acusarse el recibo de su obra al Dr. Landau en la forma más expresiva y alhagüeña. La Academia, sin embargo, resolverá.
6 de Diciembre de 1889.