Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

1801

Conc. trid., ses. 24, cap. 8.º, de Reform. «Apostolus monet (1.ª ad Timoth., cap. 1.º), publice peccantes palam esse corripiendos. Quando igitur ab aliquo publice et in multorum conspectu crimen commissum fuerit, unde alios scandalo offenses commostosque fuisse non sit dubitandum; huic condignam pro modo culpae poenitentiam publice injungi oportet; ut quos exemplo suo ad malos mores provocavit, suae emendationis testimonio ad rectam evocet vitam. Episcopus tamen publicae hoc poenitentiae genus in aliud secretum poterit commutare, quando ita magis judicaverit expedire.»

 

1802

Evangelio de San Marcos, cap. 16, v. 15.

 

1803

Ídem de San Juan, cap. 20, v. 23.

 

1804

Ídem de San Mateo, cap. 28, v. 20.

 

1805

Ídem íd., cap. 18, v. 15.

 

1806

Ídem de San Lucas, cap. 10, v. 16.

 

1807

San Pablo, epíst. a los tesalonicenses, cap. 3.º, v. 14.

 

1808

Ídem íd. a los hebreos, cap. 13, v. 17.

 

1809

Es prueba de que la misión de los apóstoles y de los obispos después no estaba reducida a la predicación del Evangelio, lo que se dice en los Hechos Apostólicos, cap. 15, v. 41: Perambulabat Syriam et Ciliciam... praecipiens custodire praecepta Apostolorum et Seniorum... En el cap. 16, v. 4, se habla también de San Pablo y su discípulo Timoteo, en los siguientes términos: Cum autem pertransirent civitates, tradebant eis custodire dogmata quae erant decreta ab Apostolis, et Senioribus qui erant Hierosolyms. En estos lugares, como se ve bien claramente, no se habla de la doctrina de Jesucristo, sino de los preceptos de los apóstoles, y de los dogmas que habían sido decretados por ellos, porque, como dijimos en el párrafo 27 del libro I, para poner en práctica la doctrina evangélica y organizar la naciente sociedad que acababa de fundar Jesucristo, fue preciso dar leyes, sin las cuales no hubiera podido subsistir, así como en la sociedad civil son necesarias también leyes positivas de parte de los encargados de su gobierno para promover la observancia de la ley natural.

 

1810

Ídem 1.ª a los corintios, cap. 4.º, v. 21.