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ArribaAbajoPensamientos afines

Not dead, but gone before.


ROGERS, Human life50                


Es la vida un dolor en que se empieza el de la muerte, que dura mientras dura ella... Antes empiezas a morir que sepas qué cosa es vida.


QUEVEDO51                



Une fois, il vit dans le cimetière
une tombe neuve, un nouveau cyprès;
il comprit pour quoi; la nuit tout entière
il pleura sa mié, et mourut après.


RONSARD, La Ballade de Roland52                



La voilà, j'ai coupé seulement ces deux tresses
dont elle m'enchainait hier dans ses caresses,
et je n'ai gardé que cela!


LAMARTINE53                



Seigneur, je reconnais que l'homme est en dèlire
s'il ose murmurer;
je cesse d'acusser, je cesse de maudire;
mais laissez moi pleurer!


VÍCTOR HUGO54                


...Y morir es muy distinto de lo que todos suponen y más feliz. ¿Alguien ha pensado que nacer es una ventura? Me apresuro a manifestarle que morir es igualmente venturoso: Yo lo sé.


WALT WHITMAN55                





ArribaAbajoI


¿Llorar? ¿Por qué?


   Este es el libro de mi dolor:
lágrima a lágrima lo formé;
una vez hecho, te juro por
Cristo, que nunca más lloraré.
¿Llorar? ¿Por qué?

   Serán mis rimas como el rielar
de una luz íntima, que dejaré
en cada verso; pero llorar,
¡eso ya nunca! ¿Por quién? ¿Por qué?

   Serán un plácido florilegio,
un haz de notas que regaré,
y habrá una risa por cada arpegio.
¿Pero una lágrima? ¡Qué sacrilegio!
Eso ya nunca. ¿Por quién? ¿Por qué?






ArribaAbajoII56


«Más que yo mismo»57


   ¡Oh vida mía, vida mía,
agonicé con tu agonía
y con tu muerte me morí.
De tal manera te quería,
que estar sin ti es estar sin mí!

   Faro de mi devoción,
perenne cual mi aflicción,
es tu memoria bendita.
¡Dulce y santa lamparita
dentro de mi corazón!

   Luz que alumbra mi pesar,
desde que tú te partiste
y hasta el fin lo ha de alumbrar,
que si me dejaste triste,
triste me habrás de encontrar.

   Y al abatir mi cabeza,
ya para siempre jamás,
el mal que a minarme empieza,
pienso que por mi tristeza
tú me reconocerás.

   Merced al noble fulgor
del recuerdo, mi dolor
será espejo en que has de verte,
y así vencerá a la muerte
la claridad del amor.

   No habrá ni noche ni abismo
que enflaquezca mi heroísmo
de buscarte sin cesar.
Si eras más que yo mismo,
¿cómo no te he de encontrar?

   ¡Oh vida mía, vida mía!
agonicé con tu agonía
y con tu muerte me morí.
De tal manera te quería
que estar sin ti es estar sin mí.

Febrero de 1912






ArribaAbajoIII


Gratia plena


   Todo en ella encantaba, todo en ella atraía:
su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar...
El ingenio de Francia de su boca fluía.
Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar!

   Ingenua como el agua, diáfana como el día,
rubia y nevada como Margarita58 sin par,
al influjo de su alma celeste, amanecía...
Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar!

   Cierta dulce y amable dignidad la investía
de no sé qué prestigio lejano y singular.
Más que muchas princesas, princesa parecía:
era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar!

   Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía
dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar,
y cadencias arcanas halló mi poesía.
Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar!

   ¡Cuánto, cuánto la quise! Por diez años fue mía,
pero flores tan bellas nunca pueden durar!
Era llena de gracia, como el Avemaría,
y a la fuente de gracia, de donde procedía,
se volvió... como gota que se vuelve a la mar!

Marzo de 1912






ArribaAbajoIV


Puella mea!


   Muchachita mía,
gloria y ufanía
de mi atardecer,
yo sólo tenía
la santa alegría
de mi poesía
y de tu querer59.

   ¿Por qué te partiste?
¿Por qué te me fuiste?
¡Mira que estoy triste,
triste, triste, triste,
con tristeza tal,
que mi cara mustia
deja ver mi angustia
como si fuera de cristal!60

   Muchachita mía,
¡qué sola, qué fría
te fuiste aquel día!
¿En qué estrella estás?
¡En qué espacio vuelas!
¡En qué mar rielas!
¿Cuándo volverás?
-¡Nunca, nunca más!

Marzo de 1912






ArribaAbajoV


Su trenza61


   Bien venga, cuando viniere,
la Muerte: su helada mano
bendeciré si hiere...
He de morir como muere
un caballero cristiano.

   Humilde, sin murmurar,
¡oh Muerte! me he de inclinar
cuando tu golpe me venza;
...pero déjame besar,
mientras expiro, su trenza!

   ¡La trenza que le corté
y que, piadoso, guardé
(impregnada todavía
del sudor de su agonía62)
la tarde en que se me fue!

   Su noble trenza de oro;
amuleto ante quien oro,
ídolos de locas preces,
empapado por mi lloro
tantas veces... tantas veces...

   Deja que muriendo, pueda
acariciar esa seda
en que vive aún su olor:
...¡Es todo lo que me queda
de aquel infinito amor!

   Cristo me ha de perdonar
mi locura, al recordar
otra trenza, en nardo llena,
con que se dejó enjugar
los pies por la Magdalena...

Marzo 19, 1912






ArribaAbajoVI


Escamoteo


   Con tu desaparición
es tal mi estupefacción,
mi pasmo, que a veces creo
que ha sido un escamoteo63,
una burla, una ilusión.

   Que tal vez sueño despierto
que muy pronto te veré,
y que me dirás: «No es cierto,
vida mía, no me he muerto;
ya no llores... bésame!».

Marzo de 1912






ArribaAbajoVII


¿Qué más me da?64

In angello cum libello.


KEMPIS65                



   ¡Con ella, todo; sin ella, nada!
¡Para qué viajes, cielos, paisajes!
¡Qué importan soles en la jornada!
Qué más me da
la ciudad loca, la mar rizada66,
el valle plácido, la cima helada,
¡si ya conmigo mi amor no está!
Qué más me da...

   Venecias, Romas, Vienas, Parises,
bellos sin duda; pero copiados
en sus celestes pupilas grises,
¡en sus divinos ojos rasgados!
Venecias, Romas, Vienas, Parises,
qué más me da
vuestra balumba febril y vana,
si de mi brazo no va mi Ana,
¡si ya conmigo mi amor no está!
Qué más me da...

   Un rinconcito que en cualquier parte me preste abrigo;
un apartado refugio amigo
donde pensar;
un libro austero que me conforte;
una esperanza que sea norte
de mi penar,
y un apacible morir sereno,
mientras más pronto, más dulce y bueno:
¡qué mejor cosa puedo anhelar!

Marzo de 1912






ArribaAbajoVIII


¡Quién sabe por qué!67


   Perdí tu presencia,
pero la hallaré,
pues oculta ciencia
dice a mi conciencia
que en otra existencia
te recobraré.

   Tú fuiste en mi senda
la única prenda
que nunca busqué;
llegaste a mi tienda
con tu noble ofrenda,
¡quién sabe por qué!

   ¡Ay! por cuánta y cuánta
quimera he anhelado
que jamás logré...68
y en cambio, a ti, santa,
dulce bien amado,
te encontré a mi lado,
¡quién sabe por qué!

   Viniste, me amaste;
diez años llenaste
mi vida de fe,
de luz y de aroma;
en mi alma arrullaste
como una paloma,
¡quién sabe por qué!

   ...Y un día te fuiste,
¡ay triste! ¡ay triste!
...pero te hallaré;
pues oculta ciencia
dice a mi conciencia
que en otra existencia
te recobraré.

Marzo 19 de 1912






ArribaAbajoIX


Mi secreto


   ¿Mi secreto? ¡Es tan triste! Estoy perdido
de amores por un ser desaparecido,
por un alma liberta,
que diez años fue mía, y que se ha ido...
¿Mi secreto? Te lo diré al oído:
¡Estoy enamorado de una muerta!

   ¿Comprendes -tú que buscas los visibles
transportes, las reales, las tangibles
caricias de la hembra, que se plasma
a todos tus deseos invencibles-
ese imposible de los imposibles,
de adorar a un fantasma?

   ¡Pues tal mi vida es y tal ha sido
y será!
Si por mí solo ha latido
su noble corazón, hoy mudo y yerto,
¿he de mostrarme desagradecido
y olvidarla, no más porque ha partido
y dejarla, no más porque se ha muerto?

Marzo 25 de 1912






ArribaAbajoX


Metafisiqueos69


   ¡De qué sirve al triste la filosofía!
Kant o Schopenhauer o Nietzsche o Bergson...
¡Metafisiqueos!
En tanto, Ana mía,
te me has muerto, y yo no sé todavía
dónde ha de buscarte mi pobre razón70.

   ¡Metafisiqueos, pura teoría!
Nadie sabe nada de nada: ¡mejor
que esa pobre ciencia confusa y vacía,
nos alumbra el alma como la luz del día,
el secreto instinto del eterno amor!

   No ha de haber abismo que ese amor no ahonde,
y he de hallarte. ¿Dónde? ¡No me importa dónde!
¿Cuándo? No me importa... ¡pero te hallaré!
Si pregunto a un sabio, «¡Qué sé yo!» -responde-.
Si pregunto a mi alma, me dice: «¡Yo sé!».

27-III-912






ArribaAbajoXI


Unidad


   No, madre, no te olvido;
mas apenas ayer ella se ha ido,
y es natural que mi dolor presente
cubra tu dulce imagen en mi mente,
con la imagen del otro bien perdido.

   Ya juntas viviréis en mi memoria71
como oriente y ocaso de mi historia,
como principio y fin de mi sendero,
como nido y sepulcro de mi gloria;
¡pues contigo, nací: con ella, muero!

   Ya viviréis las dos en mis amores72
sin jamás separaros;
pues, como en un matiz hay dos colores
y en un tallo dos flores,
¡en una misma pena he de juntaros!

Marzo 28 de 1912






ArribaAbajoPensamientos afines


Mais elle était du monde où les plus belles choses
ont le pire destin;
et rose, elle a vécu ce qui vivent les roses,
l'espace d'un matin.


MALHERBE73                


Elle este venue; elle a souri: elle a passé.


Epitafio antiguo74                



Vous qui pleurez, venez à ce Dieu, car il pleure.
Votes qui souffrez, venez à lui, car il guérit.
Vous qui tremblez, venez à lui, car il sourit.
Vous qui passez, venez à lui, car il demeure.


VÍCTOR HUGO75                



Je me souviens
des jours anciens
et je pleure.


VERLAINE76                


El más rápido corcel para conducir a la perfección es el sufrimiento.


EL MAESTRO ECKHARDT, Obras, vol. 1, p. 49277                


Death is the crown of life.


YOUNG, High thoughts78                





ArribaAbajoI


El fantasma soy yo


Vivants, vous êtes des fantômes.
C'est nous qui sommes les vivants.

V. H.79                



   Mi alma es una princesa en su torre metida,
con cinco ventanitas para mirar la vida.
Es una triste diosa que el cuerpo aprisionó.
Y tu alma, que desde antes de morirte volaba,
es un ala magnífica, libre de toda traba...
Tú no eres el fantasma: ¡el fantasma soy yo!

   ¡Qué entiendo de las cosas! Las cosas se me ofrecen,
no como son de suyo, sino como aparecen
a los cinco sentidos con que Dios limitó
mi sensorio grosero, mi percepción menguada.
Tú lo sabes hoy todo...; ¡yo en cambio, no sé nada!
Tú no eres el fantasma: ¡el fantasma soy yo!

5 Abril 1912






ArribaAbajoII


Tres meses


   Mi amada se fue a la Muerte,
partió al Misterio mi amada;
se fue una tarde de invierno;
iba pálida, muy pálida.

   Ella que, por su color,
gloriosamente rosada,
parecía un ser traslúcido
iluminado por llama
interna...
¡Qué lividez
aquella, la de mi Ana,
y qué frialdad! ¡Si tenía
hasta las trenzas heladas!

   ¡Se fue a la Muerte, que es
nuestra Madre, nuestra Patria
y nuestra sola heredad
tras este valle de lágrimas!

Hoy hace tres meses justos
que se la llevaron trágica-
mente inmóvil, y recuerdo
con qué expresión desolada
se plañía entre los árboles
el viento del Guadarrama.

   ¡Tres meses de viaje! Nunca
fue nuestra ausencia tan larga!
Noventa días sin verla,
y sin una sola carta...

   Abismo de los abismos,
distancia de las distancias,
hondura de las honduras,
muralla de las murallas,
¿dónde tienes a mi muerta?
¡Dámela! ¡Dámela! ¡Dámela!

   ¡En vano en la noche lóbrega
suena y resuena la aldaba
con que llamo a la gran puerta
del castillo que se alza
en la cima misteriosa
de la fúnebre Montaña!

   Cierto, detrás de esa hostil
fortaleza, alguien se halla...
Se adivina no sé qué,
un confuso rumor de almas...

De fijo nos oyen, pero
nadie nos responde nada,
y resuena solamente,
con vibraciones metálicas,
en los ámbitos inmensos
el golpazo de la aldaba.

   Hoy hace tres meses justos
que se la llevaron, trágica-
mente inmóvil, y recuerdo
con qué expresión desolada
se plañía entre los árboles
el viento del Guadarrama;

y recuerdo también que
al cruzar por las barriadas
de Madrid, me sollozó
una tétrica gitana:
«¡Señorito, una limosna
por la difunta de su arma!».

8 de Abril de 1912






ArribaAbajoIII


Hugueana80


   ¡Ay de mí! Cuántas veces, arrobado
en la contemplación de una quimera,
me olvidé de la noble compañera
que Dios puso a mi lado.

   -¡Siempre estás distraído! -me decía;
y yo, tras mis fantasmas estelares,
por escrutar lejanos luminares,
el íntimo lucero no veía.

   Qué insensatos antojos
los de mirar, como en tus versos, Hugo,
las estrellas, en vez de ver sus ojos,
desdeñando, en mi triste desatino,
la cordial lucecita que a Dios plugo
encenderme en la sombra del camino...

   Hoy que partió por siempre el amor mío,
no me importan los astros, pues sin ella
para mí el universo está vacío.
Antes, era remota cada estrella:
hoy, su alma es la remota, porque en vano
la buscan mi mirada y mi deseo.

Ella que iba conmigo de la mano,
es hoy lo más lejano:
los astros están cerca, pues los veo.

Abril, 9-912






ArribaAbajoIV


Cuando Dios lo quiera


   Santa florecita, celestial renuevo,
que hiciste de mi alma una primavera,
y cuyo perfume para siempre llevo:
¿Cuándo en mi camino te hallaré de nuevo?
-¡Cuando Dios lo quiera, cuando Dios lo quiera!

   -¡Qué abismo tan hondo! ¡Qué brazo tan fuerte
desunirnos pudo de tan cruel manera!81
...Mas ¡qué importa! Todo lo salva la muerte
y en otra ribera volveré yo a verte...
-En otra ribera... ¡sí, cuando Dios quiera!82

   Corazón herido, corazón doliente,
mutilada entraña: si tan tuya era
(carne de tu carne, mente de tu mente,
huesos de tus huesos), necesariamente
has de recobrarla... -¡Sí, cuando Dios quiera!

Abril de 1912






ArribaAbajoV


«Le trou noir»83

Y todos los modernos sobreentienden, quienes más, quienes menos, esa inmortalidad del otro lado del agujero negro.


FLAUBERT, Correspondance84                



   Para el que sufre como yo he sufrido,
para el cansado corazón ya huérfano,
para el triste ya inerme ante la vida,
¡bendito agujero negro!

   Para el que pierde lo que yo he perdido
(luz de su luz y hueso de sus huesos),
para el que ni recobra ya ni olvida,
¡bendito agujero negro!

   ¡Agujero sin límites, gigante
y medroso agujero,
cómo intriga a los tontos y a los sabios
la insondabilidad de tu misterio!

   Mas si hay alma, he de hallar la suya errante;
si no, en la misma nada fundiremos
nuestras áridas bocas, ya sin labios,
en tu regazo, ¡fúnebre agujero!

Abril 4 de 1912






ArribaAbajoVI


Todo inútil


   Inútil es tu gemido:
no la mueve tu dolor.
La muerte cerró su oído
a todo vano rumor.

   En balde tu boca loca
la suya quiere buscar.
Dios ha sellado su boca:
¡ya no te puede besar!

   Nunca volverás a ver
sus amorosas pupilas
en tus veladas arder
como lámparas tranquilas.

   Ya sus miradas tan bellas
en ti no se posarán:
Dios puso la noche en ellas
y llenas de noche están...

   Las manos inmaculadas
le cruzaste en su ataúd,
y estarán siempre cruzadas:
¡ya es eterna su actitud!

   Al noble corazón tierno
que sólo por ti latió,
como a pájaro en invierno
la noche lo congeló.

   -¿Y su alma? ¿Por qué no viene?
¡Fue tan mía...! ¿Dónde está?
-Dios la tiene, Dios la tiene:
Él te la devolverá
¡quizá!85

Abril, 19 de 1912






ArribaAbajoVII


¡Cómo será!


   Si en el mundo fue tan bella,
¿cómo será en esa estrella
donde está?
¡Cómo será!

   Si en esta prisión obscura
en que más bien se adivina
que se palpa la hermosura,
fue tan peregrina,
¡cuán peregrina será
en el más allá!

   Si de tal suerte me quiso aquí,
¿cómo me querrá
en el azul paraíso
en donde mora quizá?
¡Cómo me querrá!

   Si sus besos eran tales
en vida, ¡cómo serán
sus besos espirituales!
¡Qué delicias inmortales
no darán!
¡Sus labios inmateriales,
cómo besarán!

   ...Siempre que medito en esa
dicha que alcanzar espero,
clamo, cual Santa Teresa,
que muero porque no muero;
hallo la vida muy tarda
y digo: ¿cómo será
la ventura que me aguarda
donde ella está? ¿Cómo será!

Abril, 21 de 1912






ArribaAbajoPensamientos afines

Así como entre el eco sordo de las aguas y los diversos rumores que se escuchan cuando se abre un túnel, oímos de vez en cuando el ruido de los barreteros que vienen hacia nosotros del lado opuesto, así también a intervalos escuchamos los golpes de la piqueta de nuestros camaradas, los que se fueron al más allá.


SIR OLIVER LODGE (Rector de la Universidad de Birmingham)86                


El alma, cuando dormimos, tiene ojos de lince.


ESQUILO, Euménides87                


Ils n'ont accepté de la terre que l'effort seul qu'ella nécessite pour s'en détacher.


VILLIERS DE L'ISLE ADAM88                



Oh, Christ, that it were possible
for one short hour to see
the souls we loved, that they might tell us
what and where they be!


TENNYSON, Maud, Pt. IV, III89                





ArribaAbajoI


La cita

Llamaron quedo, muy quedo, a la puerta de tu casa...

VILLAESPESA90                


   ¿Has escuchado?
Tocan la puerta...
-La fiebre te hace
desvariar.
-Estoy citado
con una muerta,
y un día de estos ha de llamar...
Llevarme pronto me ha prometido;
a su promesa no ha de faltar...
Tocan la puerta. Qué, ¿no has oído?
-La fiebre te hace desvariar.

Abril 26 de 1912






ArribaAbajoII


Nadie conoce el bien91


   Había un ángel cerca de mí,
mas no le vi...
Posó las plantas maravillosas
entre las zarzas de mi erial, y
yo, en tanto, estaba viendo otras cosas.

   Cuando, callado, tendió su vuelo
y quedó al irse torvo mi cielo,
mi vida huérfana, mi alma vacía,
comprendí todo lo que perdía.

   Alcé los ojos despavorido,
llamé al ausente con un gemido,
plegó mis labios convulso gesto...

   Mas pronto el ángel dejó traspuesto,
con vuelo de ímpetu soberano,
las lindes negras del mundo arcano,
y todo vano fue... ¡todo vano!

   ¡Quién del espacio devuelve un ave!
¡Qué imán atrae a un dios ya ido!
Dice el proloquio que nadie sabe
el bien que tiene... ¡sino perdido!

Abril, 27, 1912






ArribaAbajoIII


Reparación


   ¡En esta vida no la supe amar!
Dame otra vida para reparar,
¡oh Dios! mis omisiones,
para amarla con tantos corazones
como tuve en mis cuerpos anteriores;
para colmar de flores,
de risas y de gloria sus instantes;
para cuajar su pecho de diamantes
y en la red de sus labios dejar presos
los enjambres de besos
que no le di en las horas ya perdidas...

   Si es cierto que vivimos muchas vidas
(conforme a la creencia
teosófica), Señor, otra existencia
de limosna te pido
para quererla más que la he querido,
para que en ella nuestras almas sean
tan una, que las gentes que nos vean
en éxtasis perenne ir hacia Dios,
digan: «¡Cómo se quieren esos dos!».

   A la vez que nosotros murmuramos
con un instinto lúcido y profundo
(mientras que nos besamos
como locos): «¡Quizás ya nos amamos
con este mismo amor en otro mundo!».

Abril, 28






ArribaAbajoIV


¡Cómo callan los muertos!

   ¡Qué despiadados son
en su callar los muertos!
Con razón
todo mutismo trágico y glacial,
todo silencio sin apelación
se llaman: un silencio sepulcral.

Abril, 29






ArribaAbajoV


Me besaba mucho


   Me besaba mucho, como si temiera
irse muy temprano... Su cariño era
inquieto, nervioso.
Yo no comprendía
tan febril premura. Mi intención grosera
nunca vio muy lejos...
¡Ella presentía!

   Ella presentía que era corto92 el plazo,
que la vela herida por el latigazo
del viento, aguardaba ya... y en su ansiedad
quería dejarme su alma en cada abrazo,
poner en sus besos una eternidad.

Mayo, 4 de 1912






ArribaAbajoVI


Aquel olor...

Era un'amicizia «di terra lontana».


GABRIELE D'ANNUNZIO93                



   ¿En qué cuento te leí?
¿En qué sueño te soñé?...
¿En qué planeta te vi
antes de mirarte aquí?
¡Ah! ¡no lo sé... no lo sé!

   Pero brotó nuestro amor
con un antiguo fervor,
y hubo, al tendernos la mano,
cierta emoción anterior,
venida de lo lejano.

   Tenía nuestra amistad,
desde el comienzo un cariz
de otro sitio, de otra edad,
y una familiaridad
de indefinible matiz...

   Explique alguien (si lo osa)
el hecho, y por qué, además,
de tus caricias de diosa
me queda una misteriosa
esencia sutil de rosa
que viene de un siglo atrás...

Mayo, 7, 1912






ArribaAbajoVII


«Hélas!»94


   Hélas! Je ne suis plus un poète, un artiste.
Je ne suis plus qu'un coeur profondément meurtri;
je ne suis qu'un esprit las et farouche et triste,
qui veut saisir un rêve d'amour évanoui...

   La Mort a mis devant mes yeux ses lourdes voilles,
pour m'empêcher de suivre Celle qui s'envola;
mais mon ame opiniâtre, cherche dans les étoiles,
fouille les noirs abîmes, et la retrouvera.

11-V-1912






ArribaAbajoVIII


Regnum tuum95


   Fuera, sonrisas y saludos,
vals, esnobismo de los clubs,
mundanidad oropelesca.
Pero al volver a casa, tú.

   En el balcón, en la penumbra,
vueltos los ojos al azul,
te voy buscando en cada estrella
del misterioso cielo augur.

   ¿Desde qué mundo me contemplas?
¿De qué callada excelsitud
baja tu espíritu a besarme?

¿Cuál es el astro cuya luz
viene a traerme tus miradas?
¡Oh! ¡qué divina es la virtud
con que la noche nos penetra
bajo su maternal capuz!

   Hasta mañana, salas frívolas,
trajín, ruidos, inquietud,
mundanidad oropelesca,
poligonales fracs, abur.

   Y tú, mi muerta, ¡buenas noches!
¿Cómo te va? ¿Me amas aún?
Vuelvo al encanto misterioso,
a la inefable beatitud
de tus lejanos besos místicos.
¡Aquí no reinas más que tú!

Mayo, 16 de 1912






ArribaAbajoIX


«Nearer to thee»96


   Avant de t'en aller vers le sombre rivage,
chaque jour, chaque instant, te séparait de moi,
car la barque approchait pour l'éternel voyage...
Maintenant, chaque jour nous unit d'avantage,
je suis tous les instants plus près, plus près de toi!

    Aujourd' hui, plus qu'hier, et plus encor demain!
Ainsi, combien de soirs, je pense avec émoi:
«Qui sait si elle me tend déjà la blanche main
pour m'aider à franchir son abîme lointain!».
...Et je me sens plus près, toujours plus près de toi!

21-V-1912