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Los bandos de Lavapiés


Ramón de la Cruz



[Nota preliminar: Edición digital a partir de la de Agustín Durán en Colección de sainetes tanto impresos como inéditos de Ramón de la Cruz, Madrid, Imprenta de Yenes, 1843, dos vols. y cotejada con la edición crítica de José Francisco Gatti, en Doce sainetes (Barcelona, Labor, 1972, pp. 243-264).]



PERSONAJES
 

 
EL ZURDILLO,   majo ordinario del Barquillo.
CANILLEJAS,   majo ordinario del Barquillo.
EL ZANCUDO,   majo ordinario del Barquillo.
MARRAJO,   majo ordinario del Barquillo.
LA PELUNDRIS,    maja ordinaria del Barquillo.
GANGOSA,    maja ordinaria del Barquillo.
TIÑOSA,    maja ordinaria del Barquillo.
ZUNGA,    maja ordinaria del Barquillo.
TÍO MANDINGA,   majo ordinario, padre de LA ZAINA
LA ZAINA,   maja.
CACHIVACHE,   majo ordinario de Lavapiés.
PERDULARIO,   majo ordinario de Lavapiés.
Comparsa de hombres, mujeres y muchachos que no hablan.
 

La escena empieza en el barrio del Barquillo y acaba en el de Lavapiés.

 



 

Calle. Con las voces primeras cae atado de pies y manos el ZURDILLO, de majo del Barquillo, ensangrentado el rostro.

 
PERDULARIO

 (Dentro.) 

Ya que su gran desvergüenza
ha llevado pan de perro,
volvamos a Lavapiés
muy alegres.
ZURDILLO
¡Piedad, cielos!
PERDULARIO

 (Dentro.) 

Este castigo merece 5
quien socarrón y embustero
se anda a caza de gangas
como a caza de conejos.
ZURDILLO
¡Oh pena! ¡Pesia mi padre,
que para mirarme en esto 10
me parió, pues más quisiera
haber nacido camello!
PELUNDRIS

 (Dentro.) 

No habéis de salir.
CANILLEJAS

 (Dentro.) 

Dejadme,
que quiero ver qué es aquello.
PELUNDRIS

 (Dentro.) 

Pues yo contigo saldré, 15
porque también quiero verlo.
CANILLEJAS
Un bruto...
ZURDILLO
No has dicho mal;
que por serlo así me veo.
CANILLEJAS
Tendido en el suelo está,
 

(Salen la PELUNDRIS, con un candil, y CANILLEJAS, con un garrote, de majos del Barquillo.)

 
pero distinguir no puedo 20
si es tinaja racional
o si es viviente pellejo.
¿Quién eres?
ZURDILLO
¡Soy el demonio!
CANILLEJAS
Pues, hijo, vete al infierno.
ZURDILLO
¡Que no pueda levantarme! 25
CANILLEJAS
Es difícil, pues yo creo,
desde que cayó el demonio,
que a levantarse no ha vuelto.
ZURDILLO
¡Válgame Dios!
PELUNDRIS
¡A Dios llama!
¡Demonio es de buen ejemplo! 30
¿Quién eres?
ZURDILLO
Soy el furor,
la ira, la rabia, el veneno
del invencible Barquillo;
que aunque ultrajado me veo,
soy el valiente Zurdillo, 35
conocido por mis hechos.
CANILLEJAS
¡Los valientes y el buen vino
siempre se acabaron presto!
PELUNDRIS
Zurdillo, ¿tú de esta suerte
tirado por esos suelos 40
cuando has sido de este barrio
el baladrón más soberbio?
ZURDILLO
Es que quise a una mujer
y ella causó mi despeño;
que los hombres que os trataron 45
luego de costillas dieron.
CANILLEJAS
Quitémosle los cordeles.
ZURDILLO
¡Sí, porque son triste agüero,
que dan a entender que otros
me pondrán en el pescuezo! 50
PELUNDRIS
Refiérenos tus desgracias.
ZURDILLO
Es preciso para hacerlo
que alborotemos el barrio
y concurran a este puesto
hombres, mujeres y niños, 55
para que todos sabiendo
que a todos toca el agravio,
todos se venguen sangrientos.
CANILLEJAS
¿A todos toca el agravio?
ZURDILLO
A todos, si es que tenemos 60
vergüenza.
CANILLEJAS
Yo no lo sé,
pero lo preguntaremos.
PELUNDRIS
¿Aqueso dudas, canalla?
Vergüenza y mucha tenemos,
pues que jamás la gastamos 65
porque no falte a su tiempo.
CANILLEJAS
Pues siendo así, a convocar
a todos seré el primero
y el primero que en defensa
del Barquillo cruel y fiero, 70
como si fuera un Herodes,
he de tocar a degüello.
PELUNDRIS
Yo, valerosa y altiva,
tomando parte en el cuento,
en corrales, conventillos, 75
en tabernas y los puestos,
convocaré las matronas,
para mostrar que el tremendo
barrio del Barquillo siempre
sabe volver por sus fueros. 80
ZURDILLO
Pues llamadlos. ¡Dura suerte!
CANILLEJAS
No te apures, majadero,
porque tomar pesadumbres
a ninguno hace provecho.
PELUNDRIS
Nobles, heroicas matronas, 85
que en este grande himisferio,
ya morcillas rellenando,
ya tarángana friyendo,
abastecéis a Madrid,
suspended por un momento 90
las haciendas en que estáis,
sean de honra o de provecho,
y venid a este lugar
a enderezar un entuerto.
Noble Gangosa..., gallarda 95
Tiñosilla, Zunga, extremo
del valor, y en fin toítas
las que habitáis en su centro.
CANILLEJAS
Grandes, invencibles héroes,
que en los ejércitos diestros 100
de borrachera, rapiña,
gatería y vituperio,
fatigáis las faltriqueras,
las tabernas y los juegos,
venid a escuchar el modo 105
de vengar nuestro desprecio.
Envidiable Pelachón,
Marrajo temido y fiero,
inimitable Zancudo,
y demás que sois modelo 110
de virtudes, venid todos
para que escuchéis mis ecos...
LOS DOS
¿No venís?
 

(Salen por ambos lados las nombradas y nombrados, pobremente vestidos.)

 
TODOS
¿Cómo faltar
podían nuestros alientos?
ZUNGA
Morcilla, aceite y cazuelas, 115
todo abandonado dejo
para ver lo que nos quieres;
porque en lances como éstos,
aunque una pierda su hacienda,
la honra ha de ser lo primero. 120
MARRAJO
Aunque pierda mi taberna
de tanto honor y respeto,
donde mil hombres de bien
desuellan lobos tremendos,
más importa nuestro punto 125
en casos de tal empeño.
GANGOSA
Mis livianos y mis bofes
y todo el caudal que tengo,
que no es malo, soy capaz
de derrocharlo y perderlo. 130
TODOS
Sepamos a qué nos llamas.
ZURDILLO
Escuchadlo sin rodeos.
Ya sabéis, soy el Zurdillo,
que por mis valientes hechos
he ido a los cuatro presillos 135
sólo a visitar sus templos.
Que las espaldas también
me visitó el regimiento,
tratándome a la baqueta
por ser ligero de dedos. 140
Que en Madril en un borrico
he dado muchos paseos,
y otras muchas aventuras
que se dejan al silencio.
Y cuando libre de todo, 145
discurrí hallar el sosiego,
ese demonio de Zaina,
hija de Mandinga el viejo,
el héroe de Lavapiés,
que allá en sus años primeros, 150
si no me igualó en virtudes,
me excedió en merecimientos;
esta hija de aquel macho,
me fué introduciendo un fuego
que no sé cómo se llama 155
aunque sé cómo lo siento.
Fue el caso que cierto día
vi que entró en casa de Pedro,
el tabernero, y con ella
Perdulario el zapatero, 160
detrás de ellos entré yo;
piden de beber, bebieron;
piden pan, piden sardinas,
y para postre pimientos;
y al pagar el Perdulario 165
dijo: «No tengo dinero;
Zaina, deja tu mantilla
en prendas del gasto hecho».
Yo, porque la Zaina ya
zainamente me había muerto, 170
me llegué y con majestad
dije: «Donde hay caballeros
como yo, no se consiente
con las damas tal desprecio».
Y echando mano a la bolsa, 175
pagué dos reales y medio
que importó todo. Desde este
lance fuime introduciendo
en el amor de la Zaina
con tal fuerza y tal esmero, 180
que ella me quiere a mí más,
aunque yo mucho la quiero.
Esta noche fui a hablarla,
cuando asaltado me veo
de más de treinta personas 185
entre grandes y pequeños.
Púseme luego en defensa
con valor y con arresto...
¡y fueron tantos los palos
y patadas que me dieron, 190
que en un cuerpo tan ruin
yo no sé cómo cupieron!
Me ataron luego las manos,
llenándome de empruperios,
como a todo nuestro barrio, 195
diciendo era sacrilegio
que nenguno de nosotros
tratase de galanteos
en Lavapiés, cuando hay tanta
diferencia en los sujetos; 200
y a moquetes y a empellones,
para más desprecio nuestro,
me trajeron hasta aquí,
donde sin honra me veo,
como para restaurarla 205
no me deis el favor vuestro.
Ésta es mi fuerte congoja,
éste mi duro tormento,
ésta mi cruel fatiga,
éste mi gran sentimiento. 210
A todos toca el agravio;
todos vengarle debemos,
y en Lavapiés con su sangre
hoy nuestras manos lavemos;
para cuya gran empresa 215
hemos de emplear soberbios
todos los cinco sentidos,
aire, agua, tierra y fuego.
TODOS
¡Muera Lavapiés!
ZURDILLO
No puede
Lavapiés morir, jumentos. 220
TODOS
¡Mueran los que están en él!
ZANCUDO
Aquese ya es otro cuento.
CANILLEJAS
¡Pasémoslos a cuchillo!
ZURDILLO
No, mejor es a degüello.
HOMBRES
¡Afrentado nuestro barrio!... 225
MUJERES
¡Tratarnos con tal desprecio!...
TODOS
¡Duele mucho!
ZURDILLO
¡Más me duelen
los palos que a mí me dieron!
ZANCUDO
Pues toma tú la venganza,
que todos te ayudaremos. 230
GANGOSA
Y nosotras, pues verás
acabar con esos perros.
ZURDILLO
¡Mujeres hay que podrán
acabar el universo!
CANILLEJAS
Por general te nombramos 235
para que marchemos luego
a destruir Lavapiés.
ZURDILLO
¡Él con bastantes lo ha hecho!
TODOS
Vamos al punto.
ZURDILLO
Y decid:
¿ofrecéis estar sujetos 240
a mis órdenes?
TODOS
No hay duda.
ZURDILLO
¿Y me dais poder abierto,
especial, bastante, amplio
para acabar este pleito?
TODOS
Sí te damos.
ZURDILLO
Está bien.
245
Pues armaos luego al momento
de furor, ira y venganza.
MARRAJO
¡De cólera estamos ciegos!
ZURDILLO
Pues así veréis mejor
a vuestros pies los trofeos. 250
TODOS
Está bien.
ZURDILLO
Pues yo diré...
TODOS
Todos contigo diremos...
ZURDILLO
Feliz quien vino a ser glorioso empleo
de su venganza y del aplauso vuestro.

 (Vase.) 

TODOS
Feliz quien vino a ser glorioso empleo 255
de su venganza y del aplauso nuestro.

 (Vanse.) 

 

(Casa pobre. Salen cantando y bailando CACHIVACHE, con guitarra, y la GANGOSA con los hombres y mujeres que puedan; y detrás el TÍO MANDINGA y la ZAINA llorando.)

 
CACHIVACHE

 (Cantan.) 

«Al pasar por un convento
hallé la puerta cerrada.
TODOS
Que tira que tira, que sala que sala.
CACHIVACHE
Yo tiré de un cordelito 260
y respondió una campana.
TODOS
Que tira que tira, que sala que sala,
que aferra velacho, que caza la gavia».
MANDINGA

 (Declamando.) 

¿Di, chiquilla desgraciada,
criatura de poco seso, 265
pues cómo ensuciar querías
el solar de tus abuelos?
¡Tú con el Zurdillo hablar!
¿Tú gastabas chicoleos,
siendo acérrimo enemigo 270
de Lavapiés y teniendo
a su barrio declarado
guerra siempre a sangre y fuego?
ZAINA
Pues yo le he jurado paces
y quebrantarlas no puedo, 275
y a pesar de todo el mundo...
MANDINGA
¿Qué, muchacha?
ZAINA
Le quiero
y él me quiere y me requiere.
MANDINGA
Pues yo vengarme prometo,
matando a ese monicaco 280
antes que me infame.
 

(Sale PERDULARIO.)

 
PERDULARIO
Presto
confesémonos a voces
y hagamos los testamentos,
porque vamos a morir.
MANDINGA
Perdulario, ¿pues qué es esto? 285
PERDULARIO
No más que todo el Barquillo
viene a Lavapiés, diciendo
que a todos han de matarnos;
y el Zurdillo como un perro
viene mandando la gente. 290
TODOS
¡Ay, tristes y sin consuelo!
MANDINGA
¡Esta infame tiene culpa;
matémosla!
PERDULARIO
No convengo.
MUJERES
¡Arañémosla!
ZAINA
¡Aspacito;
porque si me desenvuelvo, 295
no me ha de quedar nenguna
que no traiga al retortero!
MANDINGA
¡Por el alma de tu tío,
el que ahorcaron en Pozuelo,
que tú me la pagarás! 300
CACHIVACHE
Formemos todos concejo
de guerra, y veamos el modo
de salir de aqueste aprieto.
PERDULARIO
No hay más concejo que todos
animosos y resueltos 305
salgamos a resistirlos;
y si nos cascasen ellos,
pedirles misericordia
rendidos.
MANDINGA
¿Tú dices eso?
¿Lavapiés se ha de humillar 310
al Barquillo? ¡Santos cielos!
¡Primero morir!
PERDULARIO
Eso es
lo último que hacer debemos.
VOCES

 (Dentro.) 

¡Mueran todos!
PERDULARIO
¡Ya se acercan!
GANGOSA
Pues desechemos el miedo, 315
y las primeras nosotras
a la defensa saldremos
porque viva Lavapiés.
MANDINGA
Ése es el mejor acuerdo:
cada uno tome las armas 320
que pueda y vamos corriendo.
ZAINA
¡Ya lo veréis con Zurdillo!
PERDULARIO
Con Zurdillo lo veremos,
que ha de morir.
ZAINA
Puede ser
que él os deje a todos muertos. 325
TODOS
¡Viva el grande Lavapiés!
ZAINA
¡Viva el Zurdillo mi dueño!

 (Vanse.) 

 

(Calle. A la izquierda una puerta y ventana encima. Salen LOS DEL BARQUILLO con palos y navajas.)

 
ZURDILLO
¡Amazonas valerosas,
noble escuadrón de guerreros,
mueran estos enemigos! 330
Esa casa de frontero
es donde vive la Zaina,
y de esa casa salieron
los motores del agravio
tanto mío como vuestro. 335
CANILLEJAS
¡Matemos la casa!
ZURDILLO
No;
matemos los que están dentro.
TODOS
¡Mueran todos!
ZURDILLO
Aspacito,
y que llegue a cada puerco
su San Martín. Ahora es bien 340
que todos tomen sus puestos.
Póngase la infantería

 (Los muchachos al foro.) 

a este lado y con esfuerzo
gritará, si el enemigo
quisiera a traición cogernos. 345

 (Los hombres a una punta del tablado.) 

Los caballos sois vosotros;
se pondrán aquí impidiendo
que se escape el enemigo,
si se consigue vencerlo.
Los cañones de metralla 350

 (Las mujeres en medio.) 

sois vosotras, pues es cierto
que mayor estrago hacéis
que hace un ejército entero;
el centro ocupar debéis,
pues de todos sois el centro. 355

 (A los muchachos.) 

Si os desbarata el contrario,
al Hospicio a recogeros.

  (A los hombres.) 

Si os rompe, idos a parar
a Sierra Morena luego,
y si a vosotras os daña, 360
curaos y buen provecho.
MANDINGA

  (A la ventana.) 

¿Qué queréis en Lavapiés?
ZURDILLO
Lavar con sangre los nuestros.
PERDULARIO

 (A la ventana.) 

¿Cuántos venís?
CANILLEJAS
Los que estamos;
y sobran muchos al cuento. 365
MANDINGA
¡Hay en Lavapiés mucha honra!
ZURDILLO
Algunos no dicen eso.
PERDULARIO
¡Presto lo veréis!
CANILLEJAS
Mejor
los hespitales lo vieron.
MANDINGA
Pues esperad.

 (Vase.) 

ZURDILLO
Ya esperamos.
370
PERDULARIO
¡Ya lo veréis!

 (Vase.) 

CANILLEJAS
Lo veremos.
ZURDILLO
Ea, amigos, ya llegó
el fiero lance tremendo:
Matar o morir es fuerza.
CANILLEJAS
Pues el matar escogemos. 375
PELUNDRIS
Pero no te ablandes tú.
ZURDILLO
¡Yo ablandarme! ¡Bueno es eso!
No me vencerán demonio
ni mundo.
CANILLEJAS
Mas puede hacerlo
el otro enemigo.
ZURDILLO
No,
380
que yo a ese contrario venzo.
 

(Salen por la puerta LOS DE LAVAPIÉS, embisten a LOS DEL BARQUILLO; CANILLEJAS va siempre siguiendo al TÍO MANDINGA como acechándole, y cuando queda solo le da en la cabeza un golpe; cae en el suelo y el ZURDILLO le va a matar; sale la ZAINA y le detiene.)

 
LOS DE LAVAPIÉS
¡Viva Lavapiés!
LOS DEL BARQUILLO
¡Que viva
el Barquillo siempre!
MANDINGA
¡Ay, cielos,
que me han muerto!
ZURDILLO
Así tendré
de los enemigos menos. 385
CANILLEJAS

 (Embistiéndole y deteniéndose.) 

¡Acábale tú!
ZURDILLO
Allá voy.
ZAINA
No le mates.
ZURDILLO
Ya me tengo.
CANILLEJAS
Que es tu enemigo.
ZURDILLO
¡Bien dices!
ZAINA
Que es mi sangre.
ZURDILLO
Ya lo veo.
CANILLEJAS
Derrámala.
ZURDILLO
Será justo.
390
ZAINA
No hagas tal.
ZURDILLO
Será bien hecho.
CANILLEJAS
Yo, tu amigo, te lo pido.
ZAINA
Yo, tu esposa, te lo ruego.
CANILLEJAS
Es tu mayor enemigo.
ZURDILLO
¡Es verdad, porque es mi suegro! 395
ZAINA
¡Mira que aqueste es mi padre!
ZURDILLO
¡Si no es mentira, es muy cierto!
CANILLEJAS
Mátale.
ZAINA
Perdonalé.
LOS DOS
Resuélvete.
ZURDILLO
Ya resuelvo.
MANDINGA
¿Ha llegado ya mi hora? 400
ZURDILLO
No, que aún no se matan cerdos.
MANDINGA
Pues di, ¿qué he de hacer?
ZURDILLO
Vivir
hasta que te caigas muerto.
CANILLEJAS
¿Eres mi amigo?
ZURDILLO
Sí soy.
ZAINA
¿Eres mi esposo?
ZURDILLO
Es muy cierto.
405
CANILLEJAS
Pues haz lo que digo.
ZURDILLO
Voy.
ZAINA
Pues haz lo que pido.
ZURDILLO
Vuelvo.
CANILLEJAS
Obra como vencedor.
ZAINA
Obra como caballero.
ZURDILLO
¡Eso puede más que todo! 410
Álzate, suegro, del suelo
y vete, para que veas
que los generosos pechos
lidiamos porque lidiamos,
mas no nos aborrecemos, 415
aunque son crueles contrarios
siempre los suegros y nueros.
CANILLEJAS
¿Le dejas ir?
ZURDILLO
Que se vaya.
ZAINA
¿Conque se va libre?
ZURDILLO
Y suelto;
pero en los demás sabré 420
despicar mi enojo fiero,
porque pueda mi venganza
dar que admirar a los tiempos.

 (Vanse con CANILLEJAS.) 

VOCES

  (Dentro.) 

¡A ellos, que huyen!
 

(Salen huyendo LOS DE LAVAPIÉS.)

 
TODOS
¡Corramos,
que nos zurran el coleto! 425
MANDINGA
¿Cómo huís?
PERDULARIO
Corriendo bien.
MANDINGA
¿Y a dónde vais?
TODOS
¡A escondernos
MANDINGA
Es locura.
PERDULARIO
Más locura
será morir sin provecho.
MANDINGA
Pues, ¿qué hemos de hacer?
PERDULARIO
No hay más
430
arbitrio que el que roguemos
a la Zaina de que clame
por todos, pues es muy cierto
conseguirá del Zurdillo
el perdón que pretendemos. 435
TODOS
¡Zaina!...
ZAINA
Zainos sois vosotros.
TODOS
¡Piedad!...
ZAINA
¡Ah, que os entiendo!
TODOS
¡De Lavapiés!
ZAINA
Sólo él
me vence, no vuestros ruegos.
Retiraos todos; que sola 440
llegar al Zurdillo quiero
y sola ganar el lauro
de la victoria que espero.
MANDINGA
Tu madre es el Lavapiés,
mira por su honor y el nuestro. 445
 

(Éntranse en la casa. Sale el ZURDILLO y los suyos.)

 
ZURDILLO
Todo Lavapiés, amigos,
se lleve a sangre y fuego;
que yo el primero...
ZAINA
Zurdillo,
¿es posible que tu aliento
quiera a Lavapiés quemar, 450
estando yo en él? ¡Ay, cielos!
ZURDILLO
Conque a mi casa te vengas,
quedarás libre delriesgo.
ZAINA
¿Yo desampararle? ¿Yo?
¿Pues cómo me dices eso? 455
ZURDILLO
¿Y yo dejar mi venganza?
¿Cómo propones tal yerro?
ZAINA
¡Mira que he de ser tu esposa,
y si prosigues sangriento
tu venganza y me achicharras, 460
no podré llegar a serlo!
ZURDILLO
Si te sucede ese chasco,
tú tienes la culpa, puesto
que si piensas en casarte
estás ya perdiendo tiempo. 465
ZAINA
¿No hay remedio?
ZURDILLO
Mi venganza.
ZAINA
¿Y no hay otro?
ZURDILLO
No le encuentro.
ZAINA
Puesto que voy a morir
dame, pues será el postrero,
un abrazo; y muera yo, 470
ya que tienes gusto en ello.
ZURDILLO
¡Cielos, que la Zaina llora!
¡Maldito sea mi genio,
que en llorando una mujer
al instante hago pucheros! 475
ZAINA
Pues no he de volver a verte,
adiós, Zurdillo, y los cielos
te guarden. ¿Por qué me envías
a morir?
ZURDILLO
Mientes en eso;
que si yo te lo mandara 480
no te irías por lo mesmo,
que hay muy pocas que obedezcan
del marido los preceptos.
ZAINA
¿Conque así me dejas ir?
ZURDILLO
Quédate, que yo te ofrezco 485
serás el dueño absoluto
de todo cuanto yo tengo.
ZAINA
¿Y a Lavapiés le perdonas?
ZURDILLO
¿Perdonar? No hablemos de eso:
¿han de quedar sin venganza 490
las patadas que me dieron?
ZAINA
Sin que llegues a vengarte,
basta para desempeño
que te pudiste vengar.
ZURDILLO
¡No, que mucho me dolieron! 495
ZAINA
Adiós otra vez, que voy
a morir.
ZURDILLO
¡Yo me enternezco!
¡Ah, mujeres, lo que ablandan
vuestros llantos zalameros!
¿Qué quieres, Zaina, de mí, 500
que cumplírtelo te ofrezco?
ZAINA
Sólo que viva triunfante
Lavapiés.
ZURDILLO
Yo lo concedo.
ZAINA
Pues toma en premio mis brazos.
CANILLEJAS
Ya se ha rematado el cuento. 505
ZAINA
¡Lavapiés viva! Y salid
todos libres y contentos.
 

(Salen todos.)

 
TODOS
A tus plantas...
ZURDILLO
Suspended,
que quiero sepáis primero
que sólo con que me deis 510
a la Zaina por mi dueño
y quede paz asentada
entre los dos barrios nuestros,
está todo concluido.
TODOS
Gustosos lo concedemos. 515
ZURDILLO
Pues mientras la tonadilla
logra indulto de los yerros,
vámonos cantando todos,
diciendo por más festejo...
TODOS
«Al pasar por un convento, 520
hallé la puerta cerrada.
Que tira que tira, que sala que sala.
Yo tiré de un cordelito
y respondió una campana.
Que tira que tira, que sala que sala, 525
que aferra velacho, que caza la gavia».



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