Grata sorpresa me causó la vuelta de nuestra común
amiga Nenuca Fernández, con el recado gentil de tus libros de poemas,
para mí en particular, y para tu colegio, al que veo por tus palabras
sentidas que lo tienes aún presente en tus afectos.
GOLPE DE POESÍA, en verdad, como un raudal de fuego y luz,
que me devolvió a un oficio casi olvidado. Estimo que en tus poemas hay
un rescoldo de tierra quemándote las entrañas. La poesía
surge de esa motivación profunda, en el filoso momento de volcarse en
palabra. Palabra que, como dices, no consiste en un palabrerío bordado
en galaxias ajenas a nuestro trajinar gravoso de polvo y estridencias
inútiles.
Me enaltece que pongas como un hito de tu sueño trascendido
este pequeño colegio de tu adolescencia. Aquí no ponemos sobre la
mesa sino el pan de la dignidad
—8→
y el respeto humano. Dejaremos a
disposición de los muchachos tus versos como un mensaje que busca una
precisa respuesta, en el sentir y en el actuar.
Con mis respetos a tus padres, a quienes escasamente conozco, y a
tus hermanos, con quienes ya hemos hilvanado juntos muchos ovillos de tiempo -y
a quienes felicito efusivamente por su triunfo económico- te reitero mis
efusivas expresiones de admiración y fraternal simpatía. Un
agradecido abrazo, y hasta pronto.
 La quimera
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|  Yo quiero un mundo, | | | | un mundo donde los niños jueguen a la paz | | | | y donde todos olviden el significado de la guerra | | | | y donde la vida sea el principio y el fin de todo. | | |
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| Yo quiero un mundo, |
5 | | | un mundo poblado por millones de adultos sonrientes | | | | y donde todos recuerden que el hambre está programado | | | | y donde el pan y el canto deben ser logros de lucha. | | |
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| Yo quiero un mundo, | | | | un mundo como página en blanco, sin rayas ni
márgenes |
10 | | | y donde el trabajo se justifique sólo por la
felicidad | | | | y donde el valor de los hombres no tenga precio. | | |
|
| Yo quiero un mundo, | | | | un mundo sembrado de trigos multiplicables | | | | y donde la herramienta se empuñe para dignificar |
15 | | | y donde el pensamiento halle su vivero de libertad. | | |
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—11→
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| Yo quiero un mundo, | | | | un mundo creado a la medida de los sueños infantiles | | | | y donde las alas de la imaginación ignoren
límites | | | | y donde todos los caminos conduzcan a la
humanización. |
20 | |
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| Yo quiero un mundo, | | | | un mundo trazado en vuelo por palomas pacificadoras; | | | | un mundo pintado por niños de manos temblorosas; | | | | un mundo urdido con aguja de mujeres incansables. | | |
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| Yo quiero un mundo, |
25 | | | un mundo construido sólo y exclusivamente para vivir. | | |
|
 Años negros y azules
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|  Negros los años en que el Paraguay logró su
libertad | | | | y azules, cuando Francia y los López sonreían
dignamente. | | | | Negros los años en que la Triple Alianza arrasó
con mi pueblo | | | | y azules, cuando resucite la patria con su
liberación. | | |
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| Negros los años en que España perdió su
amada libertad |
5 | | | y azules, Lorca, Hernández y Machado cayeron para no
morir. | | | | Negros los años en que la República se fue en
sangre heroica | | | | y azules, los pueblos solidarios se alzaron contra la
Falange. | | |
|
| Negros los años en que Latinoamérica fue invadida
mil veces | | | | y azules, los Martí, Bolívar y Sandino contra el
imperialismo. |
10 | | | Negros los años en que Cuba y Nicaragua lograron su
libertad | | | | y azules, sus pueblos que luchan con sus hermanos
latinoamericanos. | | |
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—15→
|
| Negros los años en que cayó la esperanza en Chile
y Granada, | | | | y azules, los pueblos de Centroamérica que avanzan sin
parar. | | | | Negros los años en que Latinoamérica
extirpará su opresión |
15 | | | y azules, sus hombres, niños y mujeres concretando la
Patria Grande. | | |
|
| Negros los años en que el Paraguay logró su
libertad | | | | y azules, cuando Francia y los López sonreían
dignamente. | | | | Negros los años en que la Triple Alianza arrasó
con mi pueblo | | | | y azules, cuando resucite la patria con su
liberación. |
20 | |
|
 Conciencia del pueblo
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a Rodolfo González,
mártir estudiantil.
|
|  Podrán deshojar un libro y hasta quemarlo, | | | | pero no podrán ni siquiera herir a la cultura. | | |
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| Podrán derribar un árbol y hacerlo astillas, | | | | pero no podrán borrar la montaña del
horizonte. | | |
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| Podrán tronchar una, dos, cien y mil rosas, |
5 | | | -como dijo alguien- pero no detendrán la primavera. | | |
|
| Podrán matar innumerables hombres y desaparecerlos, | | | | pero no podrán nunca aniquilar al pueblo. | | |
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| Podrán violar a las mujeres y condenarlas sirvientas, | | | | pero no podrán evitar que las madres paran
combatientes. |
10 | |
|
| Podrán balear a estudiantes, obreros y campesinos, | | | | pero no podrán nunca contra las ideas esperanzadas. | | |
|
| Podrán asesinar los cuerpos y hasta incinerarlos, | | | | pero no podrán contra la pasión libertaria de los
caídos. | | |
|
| Podrán silenciar las radios, diarios, voces y cantos, |
15 | | | pero no podrán jamás acallar la conciencia del
pueblo. | | |
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 La conjura de los necios
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| «De tiempo y de metal, de pura sangre | | | | a golpes de palabra y agonía | | | | se va haciendo la historia de los débiles, | | | | con sílabas de lámpara cautiva | | | | y un corazón de pie y una paloma». | | |
|
|
|  Cuando todo se volvió insoportable, | | | | el pueblo apuntó al feroz enemigo | | | | y disparó y dio en el blanco. | | |
|
| Pero alguien cambió el rostro al enemigo | | | | y resultó herido otro al parecer; |
5 | | | y el pueblo pasó a ser victimario. | | |
|
| Y ahí nomás la ira de los cielos | | | | y ahí nomás las balas de la tierra | | | | y ahí nomás la bendición de la muerte. | | |
|
| Según de quién o para quién la
violencia |
10 | | | tiene sus octavas, medios tonos y sostenidos: | | | | Solamente cuando viene de abajo es imperdonable. | | |
|
| Cuando viene de arriba se pide reflexión. | | | | Se apela a Dios y sus magnánimos poderes. | | | | Aquí la prudencia es sinónimo de
traición. |
15 | |
|
—21→
|
| Y siempre se encuentra algún inciso aplicable. | | | | Y la ley se toma una gran palangana de Pilatos. | | | | Y los jueces se vuelven burdos Caifás de cuarta. | | |
|
| Pero ¡ay! si el pueblo renuncia a su paciencia | | | | y cuestiona su eterno ajuste de cinturón |
20 | | | y se echa a la calle o empuña su miseria. | | |
|
| Entonces aparece la democracia salvadora | | | | y prohíbe al pueblo pedir más que la libertad | | | | y que no se puede ser libre y comer también. | | |
|
| Porque si no se portan bien volverá el cuco |
25 | | | y nos quedaremos nuevamente sin la democracia | | | | y ya no se podrá gritar libremente la miseria. | | |
|
| Y así vamos entre el hambre y el cuco; | | | | Y así vamos entre democracia y dictadura. | | | | Y así vamos entre sueño y pesadilla. |
30 | |
|
| Pero de vez en cuando el pueblo se cansa, | | | | se cansa de ser pueblo que espera las migajas, | | | | las migajas caídas del pan de su propio trigo. | | |
|
| Pero de vez en cuando el pueblo se cansa, | | | | se cansa y escupe la cara a sus verdugos |
35 | | | y pone pecho para que le siembren de coraje. | | |
|
| Pero de vez en cuando el pueblo se cansa, | | | | se cansa y elige morir de pie como un lapacho | | | | y no agonizar de hambre e impotencia. | | |
|
| Aunque la desesperación es aliada del represor |
40 | | | y es madre también del sueño de los
débiles | | | | y es suegra alcahueta de las luchas populares. | | |
|
—22→
|
| Aunque la verdad conduzca casi siempre al calvario | | | | y la vida entregada pruebe de sobra la honestidad: | | | | la revolución no sólo ganan los que
sobrevivieron. |
45 | |
|
| Aunque la sangre salpique a los indiferentes | | | | y la mentira ensucie a los rabiosos oficialistas: | | | | la historia se encargará de poner bien las patas de la
mesa. | | |
|
| Y así el pueblo se rebeló contra el no poder | | | | y fue considerado vulgar delincuente |
50 | | | y fue encontrado culpable de inestabilidad | | | | y fue masacrado y burlado | | | | y fue engañado por la inteligencia enemiga | | | | -dicen los sesudos comentaristas revolucionarios- | | | | y fue una conjura de los necios |
55 | | | -tituló una revista izquierdosa- | | | | y fue una traición al verdadero pueblo revolucionario | | | | -comentó un diario de avanzada intelectual- | | | | y fue un sabotaje de la CIA imperialista | | | | -aseguró más de un especialista en la materia- |
60 | | | y fue un elemental atentado terrorista | | | | -calificó una destacada fuente castrense- | | | | y fue un clásico accionar de grupos mesiánicos | | | | -aseveró un representante de la democracia
pragmática- | | | | y fue una bofetada iluminista a la vida civilizada |
65 | | | -apuntó el editorial de un periódico fascista- | | | | y fue un escupitajo para la coyuntura actual | | | | -calificó un gritón comentarista televisivo- | | | | y fue un invento de la ultraderecha golpista | | | | -aventuró un político de la ultraizquierda- |
70 | | | y fue una gran equivocación de los compañeros | | | | -opinaron algunos sectores izquierdistas más
piadosos-. | | |
|
—23→
|
| Pero tampoco la equivocación es derecho del pueblo: | | | | está reservada exclusivamente para los de arriba | | | | y es un privilegio más para los represores de turno. |
75 | |
|
| Después de oprimir, desaparecer o encarcelar | | | | -de equivocarse durante años, décadas y
siglos- | | | | periódicamente obtienen perdón y vuelven a
equivocarse. | | |
|
| Y así Herodes se perpetúa como celador de
niños | | | | y no importa que un día estos niños no
amanezcan; |
80 | | | mejor dicho, desaparezcan o amanezcan degollados. | | |
|
| Pero ¡ay! de los niños que no toman la sopa, | | | | no hacen los deberes y se le asoman el moco por la nariz: | | | | Herodes es la ley y los niños deben cumplirla. | | |
|
| Los niños son el pueblo o viceversa. |
85 | | | Herodes, la cruz y la espada del imperio. | | | | La patria, paisaje de niños-pueblo crucificados. | | |
|
| Al imperio le da igual democracia o dictadura: | | | | Eso sí, lo único que exige es que esté
Herodes, | | | | supervisando con la cruz y la espada como siempre. |
90 | |
|
| Entonces los niños-pueblo lloran simplemente. | | | | A veces, cantan, sueñan, piensan o sienten. | | | | Otras, callan y arman una insurrección. | | |
|
| O bien sólo doblan la espalda y trabajan. | | | | O bien renuncian a su esperanza por un momento |
95 | | | y se resignan a no esperar nada del porvenir. | | |
|
| Así pasan los años, trabajando de sol a sol, | | | | muriendo día a día, desapareciendo y callando: | | | | Pero con el pecho y las sienes latentes. | | |
|
—24→
|
| Luego vuelve la esperanza con su canto de siempre |
100 | | | y las manos callosas acarician el cielo | | | | -como si fuera una naranja de oro expandida- | | | | y los hombres retoman su oficio de lucha | | | | y las mujeres de nuevo garantizan la vanguardia. | | |
|
| Pero Herodes duerme sin cerrar los ojos: ¡Vigilante! |
105 | | | Basta una sonrisa o un gesto de vida | | | | y ya advierte la presencia clara del optimismo | | | | y su desvelo se arma para asegurar la tristeza | | | | y los niños no saben de cruz ni espada | | | | -ni CIA, ejército, iglesia, oligarquía ni
imperio- |
110 | | | sólo saben de sueños, libertad y
alegría. | | |
|
| Todo iba normal, dijo apenado un jefe eclesiástico: | | | | Los niños fecundando y Herodes gobernando. | | | | Pero una madrugada los niños rompieron la placenta | | | | y los niños fueron acusados de violentos. |
115 | | | De servir sencillamente al terrorismo internacional | | | | y los hechos bíblicos invirtieron su orden: | | | | Herodes amaneció herido por los niños | | | | y los gavilanes arañados por los polluelos. | | |
|
| Es cierto que los niños dispararon con armas de
fuego, |
120 | | | pero dispararon a Herodes y no al niño que resultó
muerto. | | |
|
| Y Herodes enrojeció de ira por la muerte del
niño | | | | y descargó sobre los niños-pueblo restantes su
ley: | | | | la de combatir la pobreza matando a los pobres; | | | | la de cuidar la paz matando a los pacíficos; |
125 | | | la de vigilar la libertad matando a los libertarios; | | | | la de garantizar el pan quemando los trigales; | | | | la de privilegiar los niños matando a las madres; | | | | la de respetar la vida instruyendo matones. | | |
|
—25→
|
| Y Herodes fue declarado héroe inocente |
130 | | | y los niños se convirtieron en ángeles
exterminadores | | | | y Herodes fue tapa de diarios y revistas | | | | y su hazaña fue televisada en directo | | | | y una vez más los niños-pueblo fueron burlados | | | | -como aquel niño-cristo por otro imperio- |
135 | | | y todos tuvieron el mismo destino de igualdad: | | | | -Negro, Flaca, Antonio, Cabezón, Icho, Pablito y
otros- | | | | Fusilados, desaparecidos, torturados y encarcelados. | | |
|
| Pero Herodes sigue desvelado y vigilante: | | | | Porque no está seguro de que el cadáver sea prueba
de la muerte. |
140 | | | Porque el canto no se acaba con degollar una garganta. | | | | Porque el pensamiento no se termina con reventar un
cráneo. | | | | Porque el sentimiento no se muere con detener un
corazón. | | | | Porque la revolución no se extingue con fusilar
revolucionarios. | | | | Porque la liberación no se aniquila con frustrar
revoluciones. |
145 | |
|
Febrero/Marzo de 1989.
 Carta de amor en plena guerra
|
a favor de Nadita, en su
cumpleaños, y en contra de la Guerra del Golfo.
|
|  Mientras mis palabras pretenden construir un puente | | | | que nos una por lo menos hoy, | | | | la muerte -disfrazada en bandadas de pájaros en
llamas- | | | | está poblando el cielo arenoso del Golfo | | | | y nuestros corazones alejados tiritan de amor y miedo |
5 | | | allá abajo donde la distancia se anida en los huecos | | | | dejados por las toneladas de bombas, | | | | y el dolor rompe sus huevos como empollando | | | | a esos niños fulminados por los relámpagos y
truenos. | | |
|
| Mientras, vos cumplís años y mi poema no
alcanza |
10 | | | para suprimir la geografía que me prohíbe
besarte; | | | | sin embargo, nada podrá impedirme amarte cada día
más, | | | | ni todas las bombas de Occidente imperialista, | | | | que en 2000 años no ha podido con nuestros pueblos, | | | | cuyos corazones están de amor acorazados, |
15 | | | y deben resignarse a hacer defecar sus tecnologías | | | | y religiones del odio infinito sobre nuestras pequeñas
gentes | | | | -pero con una dignidad que tocan las nubes- | | |
—31→
| | y bombardeando a sus vomitivos aviones vándalos | | | | con sus vomitivos |
20 | | | que prestidigitan los enanos nucleares y Atilas de turno. | | |
|
| Mientras, | | | | tu cumpleaños no aparece entre los títulos de los
diarios, | | | | las radios y televisiones tampoco se hacen eco, | | | | porque también ellos tiran sus misiles de mentiras
fatales |
25 | | | y transmiten en directo la guerra que incendia todo: | | | | incendia las noches de pesadillas incandescentes, | | | | incendia la luna como si fuera un barrilete inútil, | | | | incendia el mar, el río y el Golfo | | | | como si fueran sus aguas de petróleo y papel, |
30 | | | incendia el desierto como si sus arenas fuesen
pólvoras, | | | | incendia ciudades y pueblos como si fueran basurales, | | | | incendia la esperanza y la libertad como cartas viejas, | | | | pero incendia también indignación popular que
apagará su fuego | | | | e incendia amores que arrasarán el planeta con la
paz. |
35 | |
|
| Mientras vos cumplís años allá lejos
(dentro de mi corazón) | | | | yo te escribo esta carta en plena guerra | | | | y espero que al recibirla se estalle mi amor en tus manos. | | |
|
 Baladas
|
1 |
|  Esta mañana revolví mi memoria, | | | | porque era el día que alguna vez festejamos, | | | | descubrí que ya nada había de vos; | | | | los gestos, tus besos ni sonrisas. | | |
|
| Y aprendí de una buena vez: |
5 | | | las palabras se quiebran fácilmente, | | | | el amor nace y muere también, | | | | el juramento es otra forma de mentir | | | | y estos versos, un epitafio de amor. | | |
|
|
2 |
| Si la estatua de tu cuerpo ha cedido |
10 | | | es porque su carne de arena quería. | | |
|
| El misterio no está en el amor | | | | sino en la paciencia que todo agrieta. | | |
|
| Nunca pensé que podría socavar tu
«no», | | | | sólo esperé que la gota pudiera con la roca. |
15 | |
|
|
—33→
|
3 |
| No te describiré el mar con sus olas traviesas | | | | ni sus playas con huellas de enamorados. | | |
|
| No bajaré las estrellas de su tranquilo cielo | | | | ni molestaré a las flores esta vez. | | |
|
| No escogeré palabras nuevas del diccionario |
20 | | | ni construiré originales figuras poéticas. | | |
|
| No haré nada sin más explicaciones vanas | | | | ni tampoco me quedaré en silencio: te quiero. | | |
|
|
4 |
| Parezco un árbol lleno de hojas frescas, | | | | pero sin pájaros. |
25 | |
|
| Parezco una noche sembrada de estrellas, | | | | pero sin satélites. | | |
|
—34→
|
| Parezco esos parques cubiertos de juegos, | | | | pero sin niños. | | |
|
| Parezco un circo poblado de maravillas, |
30 | | | pero sin alegría. | | |
|
| Parezco un hombre que nada le falta, | | | | pero estoy sin vos. | | |
|
|
5 |
| Siempre estoy escribiendo el último poema. | | | | Siempre digo que ya nada me hará recordarte. |
35 | | | Y siempre que escribo apareces entre líneas: | | | | arropada en lujosas metáforas de moda, | | | | acostada formando inverosímiles diptongos, | | | | en rastros tuyos sellando puntos suspensivos, | | | | disimulada en acentos, puntos y comas, |
40 | | | exhibida indiscretamente entre comillas, | | | | encerrada desnuda en arbitrarios paréntesis, | | | | subrayada o mirando en mayúsculas letras, | | | | escondida apenas bajo una tachadura legible | | | | o apareces simple y vengativamente así: |
45 | | | en un poema que dice que no hablará más de
vos. | | |
|
|
 Canción de vida
|
|  Si escuchas siempre mi canción | | | | aprenderás filosofía | | | | y el fuego eterno de la vida | | | | surgirá en tu corazón. | | |
|
| No corras que puedes cansarte, |
5 | | | sólo camina y sabrás llegar; | | | | no pretendas nunca puntear, | | | | paciente es el buen caminante. | | |
|
| La cuestión es ser caminante | | | | y que nuestros pies sean buenos |
10 | | | y nunca ser chispa de truenos | | | | sino brillo de un sol amante. | | |
|
| Si escuchas siempre mi canción | | | | aprenderás filosofía | | | | y el fuego eterno de la vida |
15 | | | surgirá en tu corazón. | | |
|
| Siempre fuiste y serás amante, | | | | ser amado es muy doloroso | | | | y el amor mutuo es dudoso | | | | y amando alguien sabrá amarte. |
20 | |
|
—36→
|
| Nunca busques ni pidas amor | | | | antes de entregar lo que tienes, | | | | ni jamás sueñes dejar bienes | | | | si una canción no anida en tu voz. | | |
|
| Si escuchas siempre mi canción |
25 | | | aprenderás filosofía | | | | y el fuego eterno de la vida | | | | surgirá en tu corazón. | | |
|
| No quieras correr a la suerte | | | | ni imagines tocar la aurora |
30 | | | porque la vida es ahora | | | | y un sol en derrumbe, la muerte. | | |
|
| Es poco llorar con los ojos, | | | | como cantar con la garganta, | | | | debes hacerlo con todo el alma, |
35 | | | cuerpo y corazón sin enojos. | | |
|
| Si escuchas siempre mi canción | | | | aprenderás filosofía | | | | y el fuego eterno de la vida | | | | surgirá en tu corazón. |
40 | |
|
—37→
|
| No debe turbarte la guerra, | | | | menos envilecerte la paz, | | | | mas debes conservarte audaz, | | | | sin hacer caso a las dos perras. | | |
|
| Nada se precisa en la vida, |
45 | | | sino una voz y la guitarra; | | | | y nada más que una muchacha | | | | para que te cure la herida. | | |
|
| Si escuchas siempre mi canción | | | | aprenderás filosofía |
50 | | | y el fuego eterno de la vida | | | | surgirá en tu corazón. | | |
|