... victus cum matre Cupido.
- III
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A Jovino, en sus días
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Hoy, pues, ¡oh gran Jovino!, que tu día | ||||
nos vuelve con el año el triste enero, | ||||
démosle todo al gusto y la alegría. | ||||
Arrímese la toga, y el severo | ||||
ejercicio del foro el paso ceda | 5 | |||
al canto de las Musas lisonjero. | ||||
Sobrado tiempo a los cuidados queda, | ||||
ni siempre con su vuelta han de aquejarnos, | ||||
como aqueja a Ixión la triste rueda. | ||||
Tiempo ha de haber en que al descanso darnos | 10 | |||
podamos algún rato libremente, | ||||
y de inocentes gustos recrearnos. | ||||
El espíritu humano no consiente | ||||
que en continuos afanes le ocupemos, | ||||
que es muy estrecho y la fatiga siente. | 15 | |||
Así, en ocio tranquilo, celebremos | ||||
con la Pascua tus años, y un tal día | ||||
con blanca piedrezuela lo notemos. | ||||
¡Oh, si pudiera ser, con qué alegría | ||||
y en cuán sencilla fe lo festejara | 20 | |||
a tu lado, señor, la amistad mía! | ||||
¡Cómo el dulce Mireo sazonara | ||||
el tiempo con Trudina y sus amores, | ||||
aunque Delio severo le notara! | ||||
Yo detuviera el paso a mis dolores, | 25 | |||
y dándome su humor el buen Lïeo, | ||||
también vertiera alegre algunas flores. | ||||
Paréceme esta vez que ya me veo | ||||
con la copa en la mano; ¡oh, y cómo ceba | ||||
con su color dorado mi deseo! | 30 | |||
Delio, cuanto a los labios se la lleva, | ||||
la deja ya con gesto melindroso; | ||||
dame acá, Delio, y déjame que beba, | ||||
que enloquecer en día tan glorioso, | ||||
antes que no a locura y desvarío, | 35 | |||
yo me lo tengo como a caso honroso. | ||||
Luego el cáliz me diera un nuevo brío | ||||
y, aunque con voces trémulas, cantara | ||||
tus loores, señor, el plectro mío. | ||||
¡Oh venturoso aquél a quien ampara | 40 | |||
Apolo, y que benigno le concede | ||||
de Aganipe beber la linfa clara!, | ||||
que el tiempo entretener contino puede | ||||
y el convite alegrar, sin que ninguno | ||||
ni su voz huya ni sus cantos vede; | 45 | |||
y ¡ay del que de las Musas siendo aluno, | ||||
ya cual cansado asnillo cede al peso | ||||
de un dédalo de leyes importuno! | ||||
Cada vez que esto pienso, pierdo el seso; | ||||
¡oh dura esclavitud, do el albedrío | 50 | |||
llora cansado y se lamenta preso! | ||||
Si yo tuviera tiempo y fuera mío, | ||||
o el trato de ignorantes no me hiciera | ||||
zonzo el entendimiento, el numen frío, | ||||
quizá a cantar de nuevo me encendiera, | 55 | |||
y el Tormes con tu voz resonaría, | ||||
cual un tiempo del Ebro la ribera, | ||||
cuando el otro las fieras conmovía, | ||||
y las peñas y chopos levantados, | ||||
al canto de la lira entretenía, | 60 | |||
que al mundo por los dioses fueron dados | ||||
los números divinos porque hiciesen | ||||
estos y otros milagros señalados. | ||||
Ni pienses tú, señor, que me excediesen | ||||
los que benigno inflama el almo Febo | 65 | |||
o que sus dulces voces me venciesen, | ||||
que me diera amistad su blando cebo, | ||||
mi sencilla amistad, porque cantara | ||||
con sonorosa voz y aliento nuevo. | ||||
Luego, porque mejor la voz sonara | 70 | |||
el néctar jerezano al pecho diera | ||||
calor con que la musa se inflamara; | ||||
y algo también de Ciparis dijera | ||||
por darte a conocer la ninfa mía, | ||||
aunque el fuego apagado se encendiera. | 75 | |||
Mas ¿dónde va a parar mi fantasía? | ||||
Detenerla no puedo, que enloquece | ||||
sólo con la memoria de un tal día. | ||||
Pues gózalo feliz, cual apetece | ||||
mi fina voluntad, ya que a tu lado | 80 | |||
mi amor solemnizarlo no merece. | ||||
Diciembre y veinte y tres. |
Tu fiel criado.
- IV
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Batilo, a su amado Jovino
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Deja el mísero llanto y largos ayes | ||||
y blando suspirar a las mujeres, | ||||
y aunque de tierno pecho, no desmayes, | ||||
ni así con encontrados pareceres | ||||
revuelvas en la mente acongojada | 5 | |||
Betis, su alegre orilla y sus placeres. | ||||
La memoria, continuo porfiada, | ||||
nos presenta las cosas que ya fueron, | ||||
y cuanto más nos duelen, más se agrada; | ||||
mas tú, señor, a quien los dioses dieron | 10 | |||
con larga mano de sus claros dones, | ||||
y a quien tan acabado en todo hicieron, | ||||
¿arrastrarás los graves eslabones | ||||
que el ignorante vulgo arrastrar suele, | ||||
cerrado de Minerva a las razones? | 15 | |||
Si Sevilla en el ánimo te duele, | ||||
de Madrid el bullicio regalado | ||||
la fiebre temple y tu dolor consuele. | ||||
«Pero ¿de mis amigos separado...?». | ||||
Puesto en el cabo estoy; ellos lo mismo | 20 | |||
te amarán que en el Betis te han amado. | ||||
«Este mi nuevo empleo es un abismo, | ||||
y sus obligaciones contempladas | ||||
son tantas que no caben en guarismo. | ||||
Tener todas las horas ocupadas, | 25 | |||
ora en el tribunal, ora en juïcio, | ||||
y rondar en las noches más heladas; | ||||
negarme a la piedad en perjuicio | ||||
de la santa justicia...». ¡Duro encargo, | ||||
pesada sujeción, gravoso oficio! | 30 | |||
Pudiera hacer catálogo muy largo | ||||
yo en contra de los bienes que en sí tiene | ||||
y comparar la data con el cargo; | ||||
pero ahora tan largo no conviene | ||||
los vuelos extender; quizá algún día..., | 35 | |||
si con su ayuda Apolo me sostiene; | ||||
mas no me negarás cuánta alegría | ||||
un corazón resiente virtuoso | ||||
por tener así lleno todo el día. | ||||
Del mismo trabajar sale gozoso; | 40 | |||
cuando el que en ocio vive, o más bien muere, | ||||
llega a hacerse a sí mismo fastidioso. | ||||
¡Oh venturoso el hombre que pudiere | ||||
continuo trabajar!, que a sus aldabas | ||||
ni el vicio tocará ni los placeres. | 45 | |||
Tú en tus disgustos el afán te agravas; | ||||
jamás su carga siente, alegre, el pecho, | ||||
ni preso estás si la prisión alabas. | ||||
¿En la orilla del Betis no te han hecho | ||||
mil amigos sencillos y leales | 50 | |||
tu blando trato y tu inocente pecho? | ||||
Pues harante en Madrid ahora otros tales | ||||
(¿quién tratarte podrá que no lo sea?), | ||||
y saldrás ganancioso de tus males, | ||||
como mi fino amor te lo desea, | 55 | |||
hasta que en alto tribunal sentado | ||||
con mis alegres ojos yo te vea, | ||||
cual José, de los pueblos adorado. |
- V
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[Sobre sus amores con Julia]
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¿Qué vale, Julia, que amorosa premies | ||||
mi ardiente llama, que con mil promesas | ||||
estreches la lazada con que el cielo | ||||
tu pecho uniera dulcemente al mío, | ||||
que, ¡ay!, en tus brazos..., entre las caricias, | 5 | |||
los éxtasis de amor, me lo asegures, | ||||
tus albos brazos con felice nudo | ||||
mi cuello atando, mi felice boca | ||||
tu espirtu y tus promesas alentando, | ||||
si un otro, un otro en tu memoria aún vive?; | 10 | |||
un otro cuya imagen importuna | ||||
mis dichas acibara, cuyo nombre | ||||
en tus labios contino claro dice | ||||
que... No, los celos tristes no se hicieron | ||||
para un amor tan puro, para un alma | 15 | |||
que mereció agradarte, do señora | ||||
tú reinas, Julia, y reinarás por siempre. | ||||
¡Ay!, no son celos, no, los que atormentan | ||||
mi amante corazón, los que cubierto | ||||
le tuvieran ayer en negro luto; | 20 | |||
triste, mi bien, te veo, y estoy triste. | ||||
Infeliz tú, no puedo ser dichoso. | ||||
De ti, como la luna del sol toma | ||||
su gracioso esplendor, su clara lumbre, | ||||
así toma mi espíritu el contento, | 25 | |||
la dulce paz, su llena bienandanza. | ||||
¡Ay, si lo vieses!, ¡ay, si la fiel llama, | ||||
la llama inextinguible que devora | ||||
mi corazón, señora, ver pudieses! | ||||
No, nadie, nadie como yo ha sentido; | 30 | |||
nadie te amó como mi pecho te ama, | ||||
no te amará jamás... ¿Y un otro, Julia, | ||||
reina en tu pecho y tu cariño parte | ||||
conmigo...? Un otro... Proseguir no puedo; | ||||
la mano tiembla, el pecho desfallece... | 35 | |||
Todo mi ser en convulsión horrible | ||||
en este punto está... Sé feliz, Julia. | ||||
¡Oh, cuál me cuesta el acabar...! No puedo | ||||
con el adiós fatal... Mi bien, mi vida, | ||||
mi señora, mi amor... Si jamás hombre | 40 | |||
te idolatró cual yo, si para en uno | ||||
nuestras dos tiernas almas formó el cielo, | ||||
salgan, sí, salgan todos de la tuya, | ||||
límpiala de vulgares afecciones, | ||||
conságrala al amor, reine yo en ella, | 45 | |||
reine por siempre y solo, que en la mía | ||||
tú serás soberana, y en mi boca | ||||
será tu nombre el último suspiro; | ||||
las tristes sombras que contino anublan | ||||
nuestra común ventura se disipen | 50 | |||
al fuego del amor, y nada turbe | ||||
en adelante, oh Julia, los placeres, | ||||
las indecibles glorias en que inunda | ||||
él nuestras tiernas almas... Sé felice... | ||||
¡Ay!, selo, Julia, y lo será tu amigo. | 55 |
- VI
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[A Julia, en su desventura]
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[Fragmento]
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¿Por qué a tu amigo, lastimada Julia, | ||||
el secreto celar de tu tristeza? | ||||
¿Por qué afligir nuestros sensibles pechos | ||||
con tu silencio y suspirar profundo? | ||||
¿Es ésta la llaneza, la fe pura | 5 | |||
que te debe y le debes? O las almas | ||||
que arden de la amistad al fuego santo, | ||||
¿tener pueden secretos? Tus disgustos | ||||
yo los debo partir; tus alegrías | ||||
las solas son que pueden alegrarle; | 10 | |||
lo demás todo es tibio, indiferente | ||||
a un pecho apasionado cual el mío. | ||||
¡Oh!, si pudieses verlo o fuese dado | ||||
leer en él la angustia dolorosa | ||||
que tu silencio y padecer le causan, | 15 | |||
cuánto imagina y teme, a qué delirios | ||||
le conduce su ciego devaneo. | ||||
Si este triste callar, Julia, naciera... | ||||
Si a mis males sensible... Mas por esto, | ||||
¿por qué abatirse así...? Vano deseo, | 20 | |||
deslumbrada ilusión; no, mi ventura | ||||
nunca igualó a mi mérito, y no alcanzo | ||||
a hallar la causa amarga de tus males; | ||||
no alcanzo a hallarla, no; todo te ríe | ||||
en torno y en tu suerte se desvela, | 25 | |||
y tu alma amable comunica a todo | ||||
de su virtud el celestial sosiego. | ||||
Pues ¿para qué temer, a qué entregarse | ||||
de la tristeza al tenebroso abismo? | ||||
Siéntanla los malvados, y su azote | 30 | |||
justo los amedrente noche y día. | ||||
Mas la pura virtud, los corazones, | ||||
cual estos nuestros, de entusiasmo llenos | ||||
hacia lo honesto y bueno; mas tú, oh Julia, | ||||
tú, oh Julia, ¿suspirar? ¿De dónde vienen | 35 | |||
eso ayes profundos y abatidos | ||||
que mi afligido espíritu traspasan? | ||||
Duélete de un amigo que padece | ||||
al verte padecer; tu seno le abre, | ||||
que el suyo de lealtad es santuario; | 40 | |||
y si me amas y mi amiga eres, | ||||
sepa tus penas y lloremos juntos. | ||||
¡Qué ayes te vi lanzar sola, llorosa, | ||||
inquieta, distraída, y apoyada | ||||
la mano en la mejilla! Yo a tu lado | 45 | |||
sentado estaba en el vergel ameno | ||||
bajo el jazmín fragante que otras veces, | ||||
¡ah!, con tu dulce voz se conmovía. | ||||
Tu tristeza fatal nubló mi pecho, | ||||
y yo triste también lloré contigo. | 50 | |||
Tu voz, ¿por qué no resonó armoniosa? | ||||
¿Dó huyeron tu viveza y alegría? | ||||
¿Qué es esto, Julia, lastimada Julia? | ||||
Cruel amiga, ¿acaso te complaces | ||||
en vernos padecer? ¿Tu seno escondes | 55 | |||
a tus fieles amigos, siendo el suyo [...] |
- VII
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A Menalio, sobre la ambición
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También yo un tiempo la rodilla humilde | ||||
incliné a la ambición, y fascinado | ||||
vi arder mi juvenil incauto pecho | ||||
por el vano laurel; también la dulce | ||||
libertad puse a precio, con el vulgo | 5 | |||
en el lado y favor del poderoso | ||||
creyendo hallar la suerte más colmada. | ||||
Sí, Menalio, mi crédulo deseo | ||||
cedió también en este vasto océano | ||||
de errores y delirios a los soplos | 10 | |||
de una halagüeña brisa que en mar alta | ||||
mi barquilla infeliz deshecho hubiera. | ||||
Mejor el cielo lo ordenó en mi abono, | ||||
los mismos males trasmutando en bienes. | ||||
Hoy vivo en libertad, ni de pobreza | 15 | |||
sujeto al vil ultraje, ni al fastidio | ||||
mortal de la opulencia, que acibara | ||||
del magnate la mesa suntuosa. | ||||
Hoy vivo en libertad, mirando ledo | ||||
la turbación, los míseros gemidos, | 20 | |||
los votos insensatos, las zozobras | ||||
de los mortales ciegos; y estos campos | ||||
me ven tranquilo en sus repuestos valles | ||||
cultivar mi razón a la luz clara | ||||
de la filosofía, en paz conmigo, | 25 | |||
en dulce paz con todo el universo, | ||||
al miedo superior y a los temores. | ||||
Entero puedo con ingenuo labio | ||||
lo bueno celebrar, enardecerme | ||||
contra lo malo, en la balanza justa | 30 | |||
de la razón el mérito estimando; | ||||
siervo soy de la ley, no del capricho | ||||
ciego del poderoso, y la ley misma | ||||
oso tal vez al tribunal severo | ||||
llamar de la verdad, por la inmutable | 35 | |||
ley que en mí escribió el dedo del Muy Alto | ||||
sus decretos juzgando reflexivo. | ||||
¡Cuántos, Menalio, del error nacieran, | ||||
cuántos del interés! El pobre gime | ||||
bajo una carga que llevar no puede, | 40 | |||
y el rico impune a su miseria insulta; | ||||
triunfa el vicio y el fraude; divididas, | ||||
las clases se combaten, y alza en medio | ||||
su torva frente el variable arbitrio. | ||||
Ven, oh justa igualdad, de la inocencia, | 45 | |||
de la libertad madre; ven y extirpa | ||||
de una vez de entre hermanos esta odiosa | ||||
desigualdad que en tigres y corderos | ||||
a los hombres divide inicuamente. |