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Chabacano. m. Albaricoque y albaricoquero (SALVÁ).

«Andaba con todas, saltando como una cabra, y trepándose á los árboles con más destreza que una ardilla, para tirarles á las niñas los chabacanos más grandes y las peritas más maduras» (PENSADOR, Quijotita, cap. 15). «Cuándo concluía el reinado del trompo y comenzaba el de los huesos de chabacano, el piso y el burro» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 15). ALCEDO, Vocabulario.

Chaca. f. Nombre que el vulgo daba al chacó.

«La chaca levantada hasta media mollera» (Astucia, tom. II, cap. 9, p. 296).

* Chacuaco. m. Horno pequeño para fundir metales.

2. En el Estado de Morelos se da este nombre a las chimeneas de las casas de calderas.

3. En la California hallamos la voz en otro sentido.

«Aplicaban al enfermo en la parte llagada ó condolida el chacuaco, que es un cañuto de piedra negra durísima, y por él chupaban unas veces, y otras soplaban con gran fuerza, creyendo que extraían ó ahuyentaban la enfermedad. Á veces llenaban el cañuto de tabaco cimarrón ó silvestre; y encendido éste hacían la misma maniobra de chupar y soplar con el humo» (Noticia de la California, tom. I, página 111. V. además tom. I, pp. 113, 117; tom. II, p. 393).

Chacualole. m. Dulce de calabaza, hecho con panocha o miel prieta.

«Las calabazas toman proporciones colosales en Noviembre, para el chacualole de los muertos» (FACUNDO, Mariditos, intr.).

Chachacuate. (¿Del mex. chachaquachtic, cosa áspera? MOL.). adj. Lo mismo que cacarizo; hoyoso de viruelas.

«Nada me supone que tu rostro esté chachacuate: así me gusta» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 68).

* Chachalaca. (Del mex. chachachalaca o chachalaca; parlar mucho o gorjear las aves: chachalacani, parlero así. MOL.). f. Ave de México del tamaño de una gallina común; tiene las plumas de la cabeza y del cuello pardas, las del lomo y parte superior de las alas aceitunadas, blancas las del vientre y patas, las de la cola muy largas, anchas, verdes tornasoladas, y amarillentas en la extremidad; no tiene cresta ni barba; sus ojos son rojos, sin pluma ninguna en el contorno; su carne es muy sabrosa; cuando está volando no cesa de gritar desaforadamente, y de ahí le viene el nombre.

«Millares de tordos y de chachalacas, con su plumaje negro y más brillante que la seda,   —139→   volaban formando en el aire figuras fantásticas y caprichosas» (PAYNO, Fistol, tom. III, capítulo 9).

2. met. Persona locuaz.

«¿Adónde anda esa chachalaca de Camila?» (Astucia, tom. I, cap. 11, p. 217).

Costa Rica. FERRAZ, p. 41. En Guatemala dicen chacha. BATRES, p. 196.

Cháchara. f. Baratija; chuchería, adornito, comúnmente de poco valor.

«Esta caja me servía para guardar chacharitas» (Astucia, tom. I, cap. 3, p. 90). «Su caballo rosillo [...] y porción de chacharitas» (Id., tom. I, cap. 5, p. 101). «Cargaron con el Gavilán ensillado y enfrenado, y otras chácharas de D. Luciano» (Id., tom. I, cap. 9, p. 180). «Compraron fruta y algunas chácharas de mercería» (Id., tom. I, cap. 11, p. 220). «Sí, Garduño, vengan esas chácharas» (Id., tom. I, cap. 14, p. 299). «Una canastita de costura hecha de cerda y abastecida de mil chacharitas muy curiosas» (Id., tom. I, cap. 15, p. 360). «Probó á ser cajista, repartidor, revendedor de chácharas, mite en el teatro» (FACUNDO, Mariditos, cap. 3). «D. Pedro estaba preparando á la sordina [...] algunas [compras] de sorpresa y de obsequio á su hija Mercedes, como por ejemplo, una vajilla, unos aretes y otras chácharas» (ID., Chucho, tom. I, cap. 3). «Estaba persuadido de que la bella mitad del género humano es una colección de chácharas para regalo del hombre» (ID., ib., tom. II, cap. 7). (ID., Corrillo en el Olimpo, p. 58).

Hay también CHÁCHARAS de valor.

«Aretes de brillantes, anillos, hilitos de perlas [...] y chacharitas de valor» (Astucia, tom. I, cap. 5, p. 95).

V. BARILLERO. CHAPETA. PLATÓN.

Chile. RODRÍGUEZ, p. 139.

Chagolla. f. Moneda falsa. Dícese también de las cosas despreciables en su clase. Poco usado ya; pero estuvo en boga hace medio siglo, con motivo de la escandalosa falsificación de la moneda de cobre, que entonces se hacía.

Chagollero. m. Fabricante de moneda falsa de cobre.

«Se dirigió violento para la cueva de los chagolleros» (Astucia, tom. I, cap. 4, p. 69).

Chahuistle. (¿Del mex. chiauiztli, humor? MOL.). m. Cierta enfermedad de las gramíneas.

«Después del eclipse de 30 de agosto, cayó en los trigos y maíces una plaga que llamaron chahuistle, que era un gusano en la raíz, con que fueron las cosechas certísimas» (Diario de ROBLES, 1690, tom. II, p. 72). «Miércoles 13 se publicó por patrón de esta ciudad S. Bernardo, contra el chahuistle [...]. Se eligió por patrón de la salud de nuestros reyes, y por el chahuistle que cae al trigo» (Id., 1699, tomo II, p. 232). «Desde entonces se conoció nueva plaga en los trigos, que se llama chahuixtle» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. LVII, n. 3). «En el reino llaman chahuistle á esta enfermedad que acomete á las plantas, arruinándolas y haciendo que los jugos se transpiren y formen en la superficie el polvo de color de ocre. Así dicen chahuistle en los trigos á lo que Plinio llama erugo» (ALZATE, Gacetas de Literatura, 24 de marzo, 1794). «En lo general se cree que el chahuiztle (palabra mexicana) son unos insectos que dañan á la planta. Yo he procurado desengañarme haciendo competentes observaciones. Lo que puedo asegurar es que puesto aquel polvo en un excelente microscopio, no se distinguen más que unos cuerpecillos de figura oval, con muy corta diferencia en el tamaño, sin movimiento y sin los miembros necesarios para la nutrición, mutación de lugar, etc., cosas tan necesarias á los vivientes. El juicio que tengo formado es que la abundancia de humedad chupada por los tubos capilares de la planta es la que rompe dichos tubos y se manifiesta afuera, como la goma ó resina en los árboles [...] Este juicio que tengo formado del chahuiztle puede no ser del todo cierto» (ID., Observ. Meteorológ., 1770, p. 3). «Bobadilla seguía hablando del frío y del calor, de las últimas elecciones, municipales en Chalma, y del chahuixtle recién caído á sus sementeras» (R. BÁRCENA, Noche al raso, II, p. 42).

CAERLE A UNO EL CHAHUISTLE: fr. fig. y fam.: sobrevenirle enfermedades y desgracias que le han puesto débil y abatido.

* Chalate. m. Caballejo pequeño y flaco; matalote.

Chalchihuite. (Del mex. chalchiuitl, esmeralda basta. MOL.). m. Hay dudas acerca de lo que realmente entendían por CHALCHIHUITL los indios de Nueva España. Unas veces se toma como nombre propio de una piedra verde, que se cree haber sido el espato flúor; otras como genérico de diversas piedras. De todos modos, los indios estimaban y usaban mucho el CHALCHIHUITL.

«No dejé de apañar de una petaquilla que allí estaba cuatro chalchihuies, que son piedras muy preciadas entre los indios» (BERNAL DÍAZ, Hist. verd., cap. 128). «Algunos traían chalchihuitl, que quiere decir piedra preciada» (Descr. de Ameca, 1579, MS.). «Hay mucho oro y plata, y todos los metales y piedras de muchas maneras, en especial turquesas,   —140→   y otras que acá se dicen chalchihuitl: las finas de estas son esmeraldas» (MOTOLINÍA, Hist. de los Ind. de N. Esp., trat. III, cap. 8). «Hay otro género de piedras que se llaman quetzalchalchivitl: las buenas de estas no tienen mancha ninguna y son trasparentes muy verdes [...]. Hay otras piedras que llaman chalchivites: son verdes y no trasparentes, mezcladas de blanco» (SAHAGÚN, Hist. Gen., lib. XI, cap. 8, § 2). Véase también A. GERSTE, S. J., Archéol. et Bibliogr. Mexicaines, en la Revue des Questions Scientifiques, Bruxelles, 1887-88.

En Guatemala se usa la palabra con significación de «baratijas ú objetos menudos ó varios» (BATRES, p. 197). Este autor cree que es palabra del idioma cachiquel.

* Chalupa. f. Embarcación hecha de una pieza, sin arboladura alguna, tan pequeña y angosta, que apenas caben en ella dos personas; y si éstas no guardan bien el equilibrio, se vuelca la CHALUPA. Gobiérnase con un solo remo o canalete, y sirve para navegar con gran ligereza entre las chinampas o por las acequias.

«Entonces es delicioso deslizarse en una chalupita ligera sobre esta superficie diáfana y tranquila [...]. Seguíanlas multitud de piraguas y chalupas pequeñas» (PAYNO, Veracruz, I).

2. Torta de maíz gruesa, pequeña y ovalada, con algún condimento por encima. En esta acepción se usa comúnmente el diminutivo chalupitas.


«Gozan con la excelencia
De un plato de sabrosas chalupitas».


(FACUNDO, Versos, «Al Chile pasilla»)                


* Chamagoso, sa. (¿Del mexicano chamactic, cosa gorda y crecida, o cosa basta, como lana gruesa; chamauac, lo mismo que chamactic; chamahuac ichcatl, oveja burda, de gruesa y áspera lana; chamauacatilmaua, persona vestida de jerga. MOL.?). adj. fam. Mugriento, astroso.

2. Mal pergeñado.

3. Aplicado a cosas, vulgar y deslucido.

Chamarra. f. Chaqueta negra de piel de cordero o de felpa rizada a imitación de aquélla, y adornada, por lo común, de cordones, alamares y agujetas. Era traje favorito de guerrilleros y bandidos.

«Aquel de la chamarra con agujetas, sombrero blanco galoneado y calzoneras envinadas, es el cabecilla de los del rumbo de Ameca» (Astucia, tom. I, cap. 12, p. 225). «Al que me rasga la chamarra lo atravieso por el pecho y el pulmón» (Id., tom. I, cap. 12, página 241).

V. CHUECO.

Chambelán. m. V. PULVERIZADOR.

Chambón, na. adj. Según el Diccionario: «De escasa habilidad en el juego». Aquí le hacemos extensivo a todo el que es torpe o chapucero. Úsase también como sustantivo.

«Encargándose cada uno de convidar á algunos conocidos, y D.ª Eufrosina de prevenirles una merienda y músicos que no fueran chambones» (PENSADOR, Quijotita, cap. 35). «Matriculado esté Vd. en el infierno, chambón, indigno, condenado, decía la pobre [al sacamuelas]» (ID., Periquillo, tom. II, cap. 11, p. 188). «¡Qué bueno ha de ser! Si es el [cómico] más chambón que se ha visto» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 510). «El comandante estuvo errando lazos, encuartándose y siendo el más chambón de todos» (Astucia, tom. I, cap. 12, p. 235).


«Te llamo torpe, inútil y chambona».


(FACUNDO, Versos, «La Digestión»)                


Salvó trae nuestra acepción; hállase asimismo en Cuba (PICHARDO, p. 117; MACÍAS, p. 417), y en Canarias (ZEROLO, p. 59); este último dice que es acepción corriente en España y América. ORTÚZAR, p. 102.

Chambonada. f. Chapucería.

«Me plantó una sangría en el brazo izquierdo con tal chambonada, que después de mil puyazos consiguió picarme la vena» (Astucia, tom. I, cap. 9, p. 170).


«Al ver tantas chambonadas,
Me resolví á divertir».


(Chamberín, p. 15)                



«Tiene la tal Natura chambonadas,
Que para ella serán travesurillas,
Y son en realidad chanzas pesadas».


(FACUNDO, Versos, «Por los viejos»)                


ORTÚZAR, p. 102. Cuba. PICHARDO, página 117. Canarias. ZEROLO, p. 59.

Chamiza. f. Según el Diccionario, es una yerba silvestre y medicinal.   —141→   Aquí significa lo propio que chamarasca, y así lo dice Terreros. Corre asimismo en Bogotá: Cuervo (§ 624) considera legítima nuestra acepción. La traen Rodríguez (p. 143) y Solar (p. 43) como usada en Chile, y lo mismo Cevallos (p. 53) en el Ecuador. Ortúzar la califica de prov. de América.

Champada. f. vulg. Acción y efecto de champar.

«Luego luego salen las champadas: que me viste, que me calza, que me mantiene mis vicios» (Astucia, tom. I, cap. 14, p. 299).

Champar. a. vulg. Echar en cara un beneficio.

«No se los recuerdo por champarles mis favores» (Astucia, tom. II, cap. 1, p. 21).

2. Lo mismo que chantar: decir a uno algo cara a cara sin reparo ni miramiento.

«Ya no pude sufrir las hospitalidades, y se la champé!...» (DELGADO, La Calandria, XXIV).

Champurrado. m. Bebida muy usada, compuesta de atole y chocolate.

«El día 13 de dicho, en el cuartel de milicias, la mujer de un soldado que estaba preso en el calabozo le mandó á su marido un jarro de champurrado con veneno» (Diario del ALABARDERO, 1782, p. 140).

V. TECOMATE.

Chamuchina. f. Trae el Diccionario esta voz como provincial del Perú y con la significación de populacho. Lo confirma Arona (p. 154) diciendo que es «plebe, populacho, pópulo bárbaro, y gente ruin y soez». Igual acepción tiene en Chile (RODRÍGUEZ, p. 144), en el Ecuador (CEVALLOS, p. 53), en Guatemala (BATRES, p. 197) y en el Río de la Plata (GRANADA, p. 180). Acá la tomamos, como corrupción de chamusquina, por riña, pendencia ruidosa, alboroto, revolución. Se armó una CHAMUCHINA.

Chamusca. f. Acción y efecto de chamuscar.

Chamuscar. a. fam. Com. Vender efectos a precio menor que el corriente, para hacerse de fondos.

Chancaca. (Del mex. chancaca, mazapán de la tierra. MOL.). f. «Amér. Azúcar mascabado en panes prismáticos» (Dicc.). «p. Am. M. f. Raspadura. || p. Méj. Chincate. || p. Méj. Pan hecho con las zurrapas del azúcar» (SALVÁ). Buscando estas referencias, hallamos que raspadura, es el azúcar moreno que va quedando pegado en la paila, etc., y también unas tortas que llevan el mismo nombre; y chincate «p. Amér. El último azúcar moreno que sale de los calderos». En cuanto a raspadura, estamos, hasta cierto punto, conformes con la primera parte: el chincate no le conocemos por acá, ni le hallo en ninguno de los diccionarios de provincialismos que he consultado; tampoco me son conocidas las zurrapas de la azúcar. La palabra CHANCACA no se conoce en esta capital ni en los Estados vecinos; sospecho que existe en los de occidente, porque Mendoza (jalisciense) la trae, y dice que su acepción actual es la de panocha prieta. La descripción de Arona (p. 154) corresponde exactamente a la interpretación de Mendoza. En Chile, dice Rodríguez (p. 145) que es provincialismo americano de uso corrientísimo. Lo mismo Ortúzar. De suerte que tenemos en CHANCACA una voz mexicana (azteca) que ha llegado al Perú y a Chile. Digamos de paso que la panocha no tiene forma prismática, sino de segmento de esfera, y así lo expresa Arona; ni es azúcar mascabado, como en su lugar se verá.

2. CHANCACO, CA. adj. Color de caballo: es una mezcla de pelo blanco, negro y alazán.

Chanfla. m. Torpe, desmañado; particularmente en el juego del billar.

«¡Vamos, que Vdes. son buenos chanflas (PENSADOR, Quijotita, cap. 5). «Me fui á un billar donde por fortuna mía estaba un chanfla, con quien jugué y le gané cinco pesos» (ID., Catrín, cap. 6, p. 216).

2. Marinero torpe en su oficio (Dicc. Mar.).

Chanflón. m. aum. de CHANFLA.

«¡Anda, chanflón (PENSADOR, Quijotita, cap. 5).

Chango. m. Mono pequeño.

«Sin más compañero que este Chango que viene con nosotros: es desertor, y por su cara   —142→   tan rara y chocante, todos le llamaban así» (Astucia, tom. I, cap. 8, p. 137).

Cuba. «CHANGO, GA. Lo mismo que Machango, ga» (PICHARDO, p. 118). «MACHANGO, GA. [...] Especie de mono de este nombre, una de las más comunes que vienen de África» (ID., p. 230). «Mono originario de África» (MACÍAS, p. 419).

Changüí. «m. fam. Chasco, engaño, vaya. Usase más con el verbo dar» (Dicc.). Aquí le usamos únicamente en la frase dar CHANGÜÍ, que es fingir el buen jugador, que no sabe o que es principiante, dejando ganar a su contrario las primeras jugadas, para descuidarle y sacar después ventajas de ese engaño. Equivale a dar lamedor, que trae el Diccionario.

Igual acepción tiene en Cuba (PICHARDO, p. 118; MACÍAS, p. 419), y en el Río de la Plata (GRANADA, p. 181).

Chapa. f. Cerradura, cerraja. Usadísimo; aunque la CHAPA no sea más que una parte de la cerradura.

«Mariquita abrió una caja vieja que no tenía ni chapa» (Astucia, tom. II, c. 3, p. 71). «Con alguna dificultad logré falsear la chapa del cuarto que ella habitaba» (Id., tom. II, cap. 6, p. 175). «Fué preciso descerrajar y comprar chapas nuevas» (Id., tom. II, cap. 7 bis, p. 230). «No: estas chapas son de pacota [...] no resisten un envión» (DELGADO, La Calandria, XLVI).

ORTÚZAR, p. 103. Bogotá. CUERVO, § 514. Perú. ARONA, p. 156. Chile. RODRÍGUEZ, p. 147. Guatemala. BATRES, p. 201. Cuba. ARMAS, p. 94.

CHAPA DEL ALMA. fr. muy vulgar, por lugar del cuerpo en que una herida es mortal; entiéndese de ordinario por la frente.

«No vaya á hacer el diablo que corresponda yo á tus favores con un pelotazo en la chapa del alma» (Astucia, tom. II, cap. 7, p. 183).


«Y con estas reflexiones
Súpito quedó el mancebo,
Me dió en la chapa del alma,
Repitiendo en sus adentros».


(G. PRIETO, Musa callejera, «Romance fino», p. 155)                


Chapaneco, ca. adj. Variante burlesca de chaparro.

«Ni de chanza consiento que las trates de humillar, chapaneco maldecido» (Astucia, tomo I, cap. 15, p. 342).

* Chaparreras. f. pl. Especie de calzonera sin fondillos, compuesta de dos piernas separadas que se sujetan a la cintura con unas correas. Hácense comúnmente de piel de chivo curtida al pelo, y por eso suelen llamarlas chivarras. Se ponen sobre el pantalón para servir de defensa al jinete contra la lluvia y el lodo. Las hay también de piel de tigre, de gamuza y aun de lona.

«Uno de ellos llevaba chaparreras tagarnas» (FACUNDO, Gentes, tom. II, cap. 4). «Traía unas chaparreras de piel de venado» (ID., ib., cap. 12). «Le anduve por la panza con las chaparreras» (ID., ib., tom. IV, cap. 3).

V. CALZONERA. CORREITA.

Chaparro, ra. adj. Aplícase a la persona de baja estatura: arrancapinos, tozo. Úsase mucho como sustantivo.

«Un mozo chaparro, descolorido». (Diario de México, tom. IV, p. 240). «Mira con qué modito me has echado en cara que soy chaparro. -Pues ser chaparro no es defecto que está en manos de uno remediar» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 508). «Vayan á la casa del Chirimoyó [...] y verán una chaparrita de pelo crespo» (Astucia, tom. I, cap. 2, p. 41). «Las del morado, azul y la otra verde chaparrita, son sus hijas» (Id., tom. I, cap. 8, p. 147). «El Atepocate, que es ese chaparrito que tiene en las calzoneras doble botonadura de medios de plata» (Id., tom. I, cap. 12, página 225). «Era muy chaparro, y la cerca estaba demasiado alta» (Id., tom. I, cap. 15, p. 350).


«Con chaparros carceleros
É con asquerosas casas,
De puertas llenas de hierros
É altísimas las ventanas».


(Don Simplicio, tom. II, n. 33)                


«Pues dependen... ahora verá Vd.... porque Gumesinda, la más chaparrita, la de los ojos...» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 33).

Aplícase también a cosas, para indicar que su altura es menor que la correspondiente a su anchura.

«Señor, venían recio, y ahora empezarán á atravesar el pinal de la cruz chaparra» (Astucia, tom. II, cap. 1, p. 3).

SUERTE CHAPARRA se dice en estilo familiar a la triste y desgraciada.

«No pude menos que llorar mi suerte tan chaparra» (Astucia, tom. II, cap. 1, p. 14). «¡Maldita sea mi suerte tan chaparra» (Id., tom. II, cap. 3, p. 69).

  —143→  

«¡Ay qué suerte tan chaparra!
¿Hasta cuándo crecerá?
Vámosle poniendo zancos,
A ver qué pasitos da».


(Copla popular)                


(V. MACÍAS, p. 421). Costa Rica. FERRAZ, p. 42.

No parece tan descaminada la acepción en que usamos este vocablo. CHAPARRO es, en el Diccionario, «Mata de encina de muchas ramas y poca altura»; y dice también que CHAPARRA es un «Coche de caja ancha y poco elevada, usado antiguamente». Aquí tenemos el CHAPARRO aplicado a cosas bajas respecto a su anchura, y con facilidad pasó a las personas cuya estatura es menor que la regular.

Chaparrón, na. adj. aum. de CHAPARRO. Chaparro y fornido.

«D. Gaspar era un hombre de cincuenta años, chaparrón y grueso» (Astucia, tom. I, cap. 11, p. 204). «Sus ojos entre garzos ó verdiosos [...] su cuerpo chaparrón y doblado» (Id., tom. I, cap. 12, p. 242). «El D. Tranquilino es seis ú ocho años más grande, chaparrón, grueso» (Id., tom. I, cap. 13, p. 285).

Chapeta. f. «dim. de CHAPA» (Dicc.). Por CHAPETA entendemos especialmente una pieza pequeña, redonda, comúnmente de plata, que se pone por adorno en varios lugares de las sillas de montar, en las cabezadas y en las correas de espuela. Las que se ponen a ambos lados de la copa del sombrero jarano, aunque retienen el nombre de CHAPETAS, se hacen de diversas figuras, y con adornos de todas clases.

«Vea Vd., señor, qué sombrero tan charro: tiene sus chapetas» (Astucia, tom. I, cap. 2, p. 23). «Tuvo la necesidad de malbaratar dos de sus mejores mulas [...] y porción de chacharitas, unas chapetas, espada...» (Id., tomo I, cap. 5, p. 101). «A los dos lados de la copa se colocaban las chapetas, que son por lo general dos botones ó florones, que remataban en una bellota ó en un colgajo» (FACUNDO, El sombrero ancho, p. 54).


«Con su sombrero tendido
Y en la toquilla mil dijes,
Las chapetas de oro puro
Con sus granos de rubíes».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romance», p. 298)                


V. CALZONERAS.

* Chapetón. m. aum. de CHAPETA.

«Una espuela lermeña con su chapetón de plata» (Diario de México, tom. II, p. 168).


«En la montura se ostentan
Chapetones y matices».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romance», p. 299)                


2. También se llaman así los florones realzados o bullones de hoja de latón que se usan para recoger cortinas, ocultar las alcayatas de los cuadros, adornar baúles, etc.

V. TIENTOS.

Chapitel. m. «Remate de las torres que se levanta en figura piramidal» (Dicc.). «Armadura que cierra una torre que remata en linterna y aguja» (BAILS). Parece que aquí se daba tal nombre a unas capillitas que al principio se componían de una sola bóveda sobre columnas aisladas, cuyos vanos se cerraron después con muros, como la de los Talabarteros, que existió hasta 1823 en la esquina del Empedradillo y Escalerillas. Hubo varios de esos CHAPITELES cerrados o capillitas, y aun hay calles con ese nombre, como la del CHAPITEL de Monserrate y la del CHAPITEL de Sta. Catarina.

«El chapitel ó capilla que antes cubría el pozo [de Guadalupe] se demolió y echó abajo el día 23 de Noviembre de 1778» (SEDANO, Noticias, tom. I, p. 274). «MONSERRATE (CHAPITEL DE). Este era una capilla dedicada á Ntra. Sra. de la Candelaria, que estuvo inmediata al convento de Monserrate de religiosos benedictinos [...]. Se demolió y profanó en el mes de Junio de 1796, no quedando vestigio de donde estuvo» (ID., ib., tom. II, página 48). «Pidió permiso para construir un chapitel ó techo sostenido sobre pilares, para poner á cubierto la cruz». «El virrey [...] dió su permiso en 11 de Diciembre de 1687 para que se cerrasen los espacios que quedaban entre los pilares que sostenían el chapitel, con lo que quedó formada la capilla [de los talabarteros]» (ALAMÁN, Disertaciones, tom. II, p. 256).

V. BOLETO, en el Supl.

Chapopote. (Del mex. chapopotli. SIM.). m. Asfalto, betún de Judea. El Diccionario le llama chapapote: lo mismo Pichardo (p. 118), Macías (p. 420) y Armas (p. 68); pero nuestra forma CHAPOPOTE es más conforme a la etimología,   —144→   y así le nombra la Farmacopea Mexicana, p. 31, art. ASFALTO. Hernández trata del chapopotli (ed. rom., p. 336); dice que se vendía a vil precio por ser muy abundante en estas regiones, y añade que las indias le mascaban y le tenían con deleite en la boca para limpiar y blanquear la dentadura. Clavigero (lib. I, § 5) le cuenta entre los artículos de que se tributaba a los señores. En Cuba es usado como combustible. Sirve además para hacer, disuelto en aguarrás, una pintura brillante muy propia para piezas de hierro, por tener la propiedad de secarse inmediatamente.

Chapulín. (Del mex. chapulin, langosta. MOL.) m. Langosta, saltón, saltamontes, cigarrón.

Costa Rica. FERRAZ, p. 43. Guatemala. BATRES, p. 204.

Chaqueta. m. y f. Apodo con que eran conocidos, durante la guerra de insurrección y aun después, los partidarios de los españoles.

«Pues si se trata del gobierno español, lo convierto en una famosa chaqueta» (MORALES, Gallo Pitagórico, pp. 9, 10). «Recordarás mi proyecto de matrimonio con una princesa indígena de Guatemala; proyecto que dió margen á las burletas y habladurías de los chaquetas como tú» (ROA BÁRCENA, Noche al raso, VI, p. 118).

Chaquira. f. «Grano de aljófar, abalorio, ó vidrio muy menudo, que llevaban los españoles para vender á los indios del Perú» (Dicc.). Pudiera inferirse de esto, que CHAQUIRA es un vocablo de significación muy circunscrita, y aun anticuado. Por acá es de uso corriente para designar las cuentecillas muy menudas de vidrio de todos colores que se emplean para hacer bordados, sartales, bolsitas, cigarreras, canastillas, etc. Esta acepción consta en Terreros. En Andalucía las llaman mostacilla.

«Está aprendiendo á bordar y á hacer trencitas de chaquira» (PENSADOR, Quijotita, capítulo 6). «¿Quién no se cansará de verlas solamente ensartar, guardando dibujo y proporción, millares de cuentecitas de chaquira, para hacer una trenza, una cigarrera ú otra cosa?» (ID., ib., cap. 12). «Le dió una purera de chaquira muy bien hecha» (ID., ib., c. 17). «A su limpieza, actividad y dedicación, reunía mucha curiosidad para la aguja, trabajaba la chaquira, randas y sedas con primor» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 67). «Su camisa, dejando descubierto mucho de su cuello, estaba bordada con chaquira negra» (PAYNO, Fistol, tom. I, cap. 6). «Aristeo sacó de la bolsa un rosario del que pendían varias medallas y cruces, y especialmente bolsitas bordadas con chaquira, y que contenían reliquias de un prestigio y de un poder ilimitados» (FACUNDO, Jamonas, tom. I, cap. 16).

* Charal. (Del tarasco charare). m. Pececillo de dos pulgadas de largo, muy delgado y espinoso, que se cría en abundancia en las lagunas del Estado de Michoacán, y curado al sol es artículo de comercio.

«Por el oriente se encuentra la laguna de Cuitzeo, que no siendo profunda se explaya mucho trecho por las lluvias. Cría mucho pescado llamado charari, y algún bagre» (BEAUMONT, Crón. de la Prov. de Mich., pte. I, lib. 1, c. 6).

ESTAR HECHO UN CHARAL, estar muy flaco.

V. MEZTLAPIQUE.

* Charamusca. f. Confitura en forma de tirabuzón, hecha de panocha o azúcar ordinaria, mezclada con otras sustancias y acaramelada.

«Pedazos de charamusca» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 16).

Charanga. f. En México es peculiar de la caballería.

Charape. m. Bebida fermentada hecha de pulque, panocha y otros ingredientes.

«Les daba su obsequiada con sendechó, charape, colonche ó chinguirito» (Astucia, tom. II, cap. 8, p. 289).

V. MEZCAL. BEBIDAS (n.º 8).

Charchina. amb. Matalote.

«Ahí va un charchinita rosillo que le destino» (Astucia, tom. I, cap. 2, p. 21). «A ver qué tal lomo tiene esa charchina» (Id., tom. I, cap. 2, p. 27). «Yo merqué un charchinita para mí» (Id., tom. I, cap. 4, p. 83). «Apurando sus charchinas con pies y manos» (Id., tom. I, cap. 8, p. 150). «En una mala charchina tomó el camino» (Id., tom. I, capítulo 12, p. 252). «Pues mientras, yo le traeré una charchina, y aquí nos juntamos» (Id., tom. I, cap. 13, p. 273). «Volví á mi casa en un charchina flaco» (Id., tom. II, cap. 1, página 19). «Esta charchina no larga la mondalera» (Id., tom. II, cap. 5, p. 134).

Charo. dim. de Rosario, nombre de mujer. También Charito.

Cuba. PICHARDO, p. 119; MACÍAS, p. 423.

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Charol. m. Cuero charolado. Unos botines de CHAROL.

Charola. f. Bandeja de metal, pintada y charolada. Muy usado.

«En esto entró la señora seguida de una criada que traía en una gran charola tres pocillos con chocolate, bizcochos, servilletas y vasos de agua» (Astucia, tom. I, cap. 13, página 281). «El capitán tomó unos puros excelentes que había en una charola» (PAYNO, Fistol, tom. I, cap. 26). «Le introdujo á poco rato en una curiosa charola [...] el alimento que había pedido» (ID., ib., tom. I, cap. 28). «Le puso delante una charola china con excelentes puros» (ID., ib., tom. II, cap. 3). «Traía una charola con dos pocillos de chocolate, blanca mantequilla y algunos bizcochos» (ID., ib., tom. II, cap. 8).


«Es cañonazo de leva,
Pues al punto se le lleva
En dos charolas magníficas
Algo que desayunar».


(RODRÍGUEZ GALVÁN, La Señorita)                


«Creo que se llama Carlos: es el que nos vendió los cubiertos y las charolas» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 2). «Aparecieron dos criados del Hotel de Iturbide con una gran charola y trastes» (ID., Ensalada de Pollos, tom. II, cap. 5). «Los limosneros ambulantes armados de alcancías y de charolas» (ID., Chucho, tom. I, cap. 2). «Una charola con copitas de anisete y vinos dulces» (ID., ib., tom. I, cap. 6). «Después apareció una criada con una gran charola con vasos de sangría» (ID., ib., tom. I, cap. 7). «Abriendo de par en par las vidrieras para que pudieran pasar las charolas» (ID., ib., tom. II, cap. 3). «Un criado había llenado las copas, y las presentó en una charola» (ID., Jamonas, tom. I, c. 12). «Pronto quedaron servidas las copas, una docena, que en una charola de imitación japonesa estaban prevenidas para el caso» (DELGADO, La Calandria, XII).

Cuba. PICHARDO, p. 119; MACÍAS, p. 424. En Guatemala dicen charol. BATRES, p. 205.

V. AZUCARERA.

Charro. m. Hombre de a caballo: campirano. Los CHARROS usan traje especial, a veces muy lujoso.

«Vivan los charros contrabandistas de la rama!» (Astucia, tom. I, cap. 7, p. 126).


«Con el sombrero jarano
De alta copa y anchas alas,
El riquísimo zarape
Que sabe llevar con gracia,
La chaqueta y pantalón
Con botones de oro y plata,
Su pistola siempre al cinto
A caballo y con reata,
Tan ducho en el jaripeo
Como en requebrar muchachas,
Es el charro mexicano
Hombre de presencia tanta,
Que imponiendo va á los hombres
Y enamorando á las damas».


(SOMOANO, p. 7)                


CHARRO DE AGUA DULCE, el que en el traje y trato imita a los hombres de a caballo o campiranos sin serlo él.

«Somos charritos de agua dulce; primero nos desayunamos, que ver á nuestros animales» (Astucia, tom. I, cap. 15, p. 327).

En el Diccionario de Autoridades (art. DULCE) hallamos: «Soldados de agua dulce se llaman los que no saben de trabajos, por haber servido siempre en el regalo y quietud de sus patrias». El origen de esta calificación está en Marinero de agua dulce, el que ha navegado poco y en mares bonancibles (Dicc. Marít.).

Chas, chas (Al). mod. adv. Al contado. CHASCHÁS, dice el Diccionario de Autoridades, es «El sonido que resulta de un golpe dado, como el que suena cuando se llama á una puerta ó se da una palmada sobre una mesa. Es formado y así dicho por la figura onomatopeya». Sin duda los que dicen AL CHAS, CHAS por al contado, aluden al ruido que se supone van haciendo, al caer sobre la mesa, las monedas con que se paga.

«Me ha de dar al chas, chas cuatrocientos pesos» (Astucia, tom. I, cap. 9, p. 162).

Chasquearse. pr. Llevarse un chasco: engañarse acerca de lo que se espera, o en el juicio que se tiene formado de alguna persona o cosa.

Perú. ARONA, p. 158. Chile. RODRÍGUEZ, p. 152; SOLAR, p. 44. Guatemala. BATRES, p. 208.

Chasquero, ra. adj. Que acostumbra dar chascos.

«Lo menos que dicen es que son unas locas estafadoras y chasqueras» (PENSADOR, Quijotita, cap. 32).

Chata. f. Nombre cariñoso y familiar que se da a las mujeres, sin atención al tamaño de su nariz. A la niña más mimada de la casa suele llamársele la CHATA. Entre el pueblo es muy usado a manera de requiebro.

  —146→  

«Vamos, chata, no llores: aquí me tienes» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 10, página 164). «Descuida, chatita, que ahora mismo voy» (Astucia, tom. II, cap. 1, p. 44). «Nos atarantan y molestan cuando estamos más contentos celebrando á esta chatilla tan guapa» (Id., tom. II, cap. 5, p. 130). «Esta amiga de confianza se llamaba la chata: así le decían todos, y muchos, por no saber cuál es su nombre de pila, le dicen chatita» (FACUNDO, Jamonas, tom. I, cap. 2).


«Graciosa chata,
Que reciba tu pecho
Sus limpias aguas».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Boleros», p. 252)                


Lo mismo en Cuba. PICHARDO, p. 119; MACÍAS, p. 424.

Guatemala. «No sólo dan por acá el nombre de chato al que tiene la nariz aplastada, acepción castiza por supuesto, sino que en estilo familiar y en son de cariño es frecuente oir ¡Chata linda! por ¡dueño mío! como dicen los españoles» (BATRES, p. 207).

Chato. QUEDARSE CHATO: quedarse alpiste; sin parte en alguna cosa, sin conseguir lo que se esperaba; burlado, chasqueado.

«Las hijas de D. Fermín se han quedado chatas» (Astucia, tom. II, cap. 9, p. 303). «¿Bonitas y con dinero se han quedado chatas (Id., p. 305).

Cuba. PICHARDO, p. 120; MACÍAS, p. 424.

V. DESCOLAR.

Chatre. m. y f. «Vocablo sin padres conocidos. Galán, elegante, lujoso, que está de tiros largos, con todos sus alfileres, de gala, etc.» (CEVALLOS, p. 53). El Diccionario ha admitido este provincialismo del Ecuador, dándole la acepción de: «Ricamente acicalado». Ortúzar le da como prov. de América. También se usó en México, como sustantivo; pero hoy está totalmente olvidado.

«¿Qué le importa á Vd. ó á cualquiera de los muchos censuradores de las damas, que las chatres, currutacas, coquetillas ó como quieran llamarlas, se vistan como más en gana les venga?» (Diario de México, tom. II, p. 47).

Chavaco, ca. adj. Parece significar mezquino, deslucido; probablemente chabacano.

«En fin fué el entierro muy chavaco y muy pobre» (Diario del ALABARDERO, 1786, página 249).

Chayote. (Del mex. chayutli, fruta como calabacilla espinosa por encima, o como erizo. MOL.). Sycios edulis. m. Fruto de la chayotera. Es de la familia de las cucurbitáceas, de cinco a seis pulgadas de largo, señalado longitudinalmente a manera de tajadas, y cubierto de espinas como erizo, no muy recias. Cómese comúnmente cocido, y así suele venderse: es jugoso y casi insípido. Hernández le describe en el libro II, cap. 18.

«Cogen calabazas y otros géneros de batatas, que entre ellos se llaman chayotes, y camotes» (Descr. de los Peñoles, 1579, MS.). «Hay otra fruta que es á manera de erizos de castañas, que en la lengua mexicana se llaman chayotes» (Descr. de Tancítaro, 1580, MS.). «Un puchero de excelente ternera, condimentado con verdura, plátano, calabaza y chayote» (PAYNO, Veracruz, XXI).

Cuba. PICHARDO, p. 120; MACÍAS, p. 425; ARMAS, p. 68. Costa Rica. FERRAZ, p. 43.

En Guatemala significa sandio, bobo, alelado (BATRES, p. 208).

Chayotera. f. Planta cuyo fruto es el chayote. Se extiende mucho, a modo de enredadera.

Cuba. PICHARDO, p. 120; MACÍAS, p. 425.

Chayoteztle. (Del mex. chayutli, y textli, masa de harina?). m. Raíz de la chayotera. Es farinácea y comestible. Según la Farmacopea Mexicana (p. 53), la fécula del CHAYOTEZTLE se usa como sucedánea del arrow-root.


«Ya no se sacrifica el chayotestle».


(Soneto en que la última palabra
de cada verso es mexicana, inserto en
el periódico Panorama de las
Señoritas
, p. 388)
               


Cuba. MACÍAS, p. 425, art. Chayotera. En Jalisco se llama chinchayote (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. XCIII, n. 10).

Check o Cheque. (Del inglés check o cheque). m. Com. Talón (6.ª acep.). Orden o libramiento contra un banco, pagadero a la vista, y por lo común al portador.

RIVODÓ, p. 158. Cuba. PICHARDO, p. 120; MACÍAS, p. 426; ARMAS, p. 87, Guatemala. BATRES, p. 209.

Chelín. (Del ing. shilling). m. Moneda inglesa, que es la vigésima parte de la libra esterlina, y se divide en doce peniques.

Cuba. ARMAS, p. 87.

  —147→  

Chepe, pa. dim. fam. José, Josefa. Hay quienes conviertan a José María en Chema.

«Chepe, vamos á hacer la mañana [...]. Á lo que el Chepe respondió: vaya el maestro al tal» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 3, p. 40).

Cuba. PICHARDO, p. 120; MACÍAS, p. 426; ARONA, p. 159. Perú. ALCEDO, Vocabulario.

Chía. (Del mex. chía o chían, cierta semilla de que sacan aceite. MOL.) f. Semilla de la Salvia chian; hay dos variedades: la una negra y pequeña de que se saca un aceite excelente para la pintura, aunque poco o nada usado; la otra, menos oscura y más gruesa, que puesta a infundir en agua endulzada y con zumo de limón, forma una bebida mucilaginosa, muy usada como refrigerante.

«De lo que resulta un conjunto indescriptible de chía, horchata, piña, limón, tamarindo...» (FACUNDO, Plaza de la Constitución, p. 233).

Costa Rica. FERRAZ, p. 44.

METER CHÍA, suscitar discordias.

Chica. f. En el juego del monte la carta de menor valor comparativo, como el as respecto del dos, éste respecto del tres, etc., hasta llegar al rey que es la mayor. Se hizo la CHICA, ganó la carta de menos valor.

Cuba. PICHARDO, p. 121, art. Chico; MACÍAS, p. 128.

2. Medida para vender pulque.

3. En Veracruz, sinónimo de cuartilla, moneda.

Chicana. (Del francés chicane). f. Palabra muy usada en el foro, por treta, artimaña, recurso de mala ley para entorpecer el curso de un litigio o extraviarle. Ha pasado ya al trato común.

«Sí, sí, ¡viva Astucia! repitieron los demás: no se admiten chicanas» (Astucia, tomo I, cap. 7, p. 130). «Una chicana vale lo que pesa» (Id., tom. II, cap. 2, p. 50). «Me los han echado á rodar [negocios judiciales] con una chicana de mala ley» (Id., tomo II, cap. 13, p. 394). «Sus fincas fueron embargadas, si bien después de las moratorias consiguientes á la chicana» (FACUNDO, Jamonas, tom. II, cap. 12).

Cuervo (§ 771) cuenta a chicana entre las «voces francesas perjudiciales». Rivodó (páginas 67, 171) propone que sea admitida. Batres (p. 209) parece reprobarla.

Chicanear. n. Andar haciendo chicanas.

Chicanero. adj. sust. Que acostumbra hacer chicanas.

Chiclán. m. Ciclán.

Cuba. PICHARDO, p. 125; MACÍAS, Chiclano, p. 428.

Chicle. (Del mex. tzictli. SIM.). m. Gomorresina que fluye del tronco del chicozapote, y se extrae haciéndole incisiones al comenzar la estación de las lluvias. Se vende cuajada en panes. Úsase principalmente como masticatorio, más bien por la satisfacción de oírle tronar entre los dientes, aunque se le atribuye la propiedad de limpiar y afirmar la dentadura. Esta costumbre es propia de mujeres de baja clase, y no se ha extendido aquí; pero sí en otros países, señaladamente en los Estados Unidos, y el chicle ha llegado a constituir un artículo de exportación no despreciable.

Hay chicle virgen, que es una sustancia particular que cubre en parte las semillas de la fruta del chicozapote (Farm. Mex., p. 109); chicle blanco, el que se saca por incisión, y chicle prieto, que es el asfalto o chapopote. (Farm. Mex., p. 31).

«Y si era mujer la que nacía en este signo, también era mal afortunada, no era para nada, ni para hilar ni para tejer, y boba y tocha, risueña, soberbia, vocinglera, andará (decían) comiendo tzictli» (SAHAGÚN, Hist. Gen., libro IV, cap. 28).

Chico. HACER CHICO A UNO es hacerle a un lado, menospreciarle, no tenerle para nada en cuenta.

«Te has propuesto exasperarme. -No. -Hacerme chico. -No» (FACUNDO, Gabriel, tom. II, cap. 6).


«Si me haces chico,
Será porque es ingrato
Tu pecho indino».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Coplas leperuscas», p. 309)                


Chicotazo. m. Latigazo.

«Aunque se rompiera [el carruaje], y los caballos sólo anduvieran á puros chicotazos» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 560).

Chile. RODRÍGUEZ, p. 157; SOLAR, p. 46. Ecuador. CEVALLOS, p. 53. Cuba. PICHARDO, p. 121. Río de la Plata. GRANADA, p. 190.

  —148→  

* Chicote. m. Látigo.

SOMOANO, pp. 51, 91.

Perú. ARONA, p. 159. Chile. RODRÍGUEZ, p. 157; SOLAR, p. 46. Ecuador. CEVALLOS, p. 53. Río de la Plata. GRANADA, p. 190.

2. Punta de cigarro puro: no el cigarro entero, como dice el Diccionario.

Bogotá. CUERVO, § 562.

V. SORBETE.

* Chicotear. n. Dar repetidos azotes con el chicote o látigo.

«Van al trote, con su cochero alegre que da garrote y chicotea» (FACUNDO, Jarabe de pico, p. 277). «Lo espolearon de nuevo, lo chicotearon» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, página 115).

Chicozapote. (Del mex. chictzapotl. CLAV. SIM.) Zapota achras. m. Árbol de la familia de las zapoteas, que se cría en los terrenos calientes y húmedos de ambas Américas. Su fruto, que tiene igual nombre, es del tamaño de un melocotón, de carne color de canela, muy blanda y dulce. Algunos le llaman simplemente chico. Salvá sospecha que el CHICOZAPOTE es el níspero, y se equivoca. Ese error viene de Alcedo. El Diccionario menciona el CHICOZAPOTE en el art. Zapote.

Cuba. PICHARDO, p. 328, art. Sapote; MACÍAS, p. 428, art. Chico.

Chicuace. m. fam. Voz que en lengua mexicana significa seis, y con ella se designa a la persona que tiene seis dedos en la mano.

Chicuite y Chicovite. m. Corrupción de chiquihuite.

«Item, ningún fraile traiga llave en los chicuites y petacas sin licencia in scriptis del P. Provincial» (Cód. Franc., p. 150). «Que un pobre español que va camino ha de llevar por lo menos una petaca de sus vestidos, su cama y un chicovite de comida» (FR. FRANCISCO DE BUSTAMANTE, Carta al Emp., 1551, apud Cód. Franc., p. 209).

Chicha. f. Bebida fermentada originaria del Perú, especie de cerveza. Hácese de maíz, y aquí comúnmente de cebada, azúcar o panocha, clavo y canela; también de piña, que es la más regalada. Ha disminuido mucho el consumo de la CHICHA.


«Las teleras de pan blanco
Los garrafones con chicha».


(G. PRIETO, Poes. fest., «Paseo en canoa», p. 119)                


Cuba. PICHARDO, p. 121; MACÍAS, p. 429. Perú. ARONA, p. 160. Chile. RODRÍGUEZ, página 157. Río de la Plata. GRANADA, p. 190. Guatemala. BATRES, p. 210.

Chichi. (Del mex. chichi, mamar. MOL.) f. vulg. Pecho, teta, ubre.

«¿No fuera mejor que le diera de mamar á ese probe niño, y no á esos perros que tiene colgados de las chichis (PENSADOR, Quijotita, cap. 1). «Necesitan arquilar chichis, como si ellas no tuvieran las suyas» (ID., ib., cap. 13).

Perú. «El chiche ó chichi y también la chicha, son voces que emplean las nodrizas y madres para significar el pecho que dan á mamar al niño» (ARONA, p. 162).

Guatemala. BATRES, pp. 211, 212.

2. Nodriza.

«¿Qué dijera la marquesa Tijereta, la Tremenda y otras señoritas que visitan esta casa, si vieran á Eufrosina criando á su hija como una chichi alquilona?» (PENSADOR, Quijotita, cap. 1). «Y aun nos hemos ofrecido á pagarle la chichi» (ID., ib.).

Por fortuna este feo vocablo casi ha desaparecido.

Chichicaxtle. (Del mex. tzitzicaztli, hortiga. MOL.). m. Especie de ortiga. Dase también este nombre a una lenteja de agua, que propiamente se llama chichilacaxtle. Todas las aguas estancadas del valle de México se cubren muy pronto de esta planta, que sirve de alimento a las aves acuáticas.

En Guatemala, chichicaste (BATRES, página 218). En Cuba chichicate (ARMAS, p. 67). En Costa Rica «hecho un chichicazte, por malquisto, rabioso, refiriéndose al mal humor de una persona» (FERRAZ, p. 46).

Chichicuilote. (Del mex. tzitzicuilotl o atzitzicuilotl. HERN.). m. Avecita acuática que habita en las aguas poco profundas de las lagunas. Es de color gris claro en el vientre, y más oscuro en el lomo; zancuda, elegante y de pico largo y delgado. Se consume gran cantidad de ellas, aunque su carne es grasosa y huele algo a marisco. Otras muchas se traen vivas a la ciudad para diversión de los niños, quienes las enseñan a tirar de pequeños y ligeros carruajitos de papel. Durante su vida en las casas, que es corta, cazan con gran destreza las moscas de que se alimentan.

«La araña y el chichicuilote» (PENSADOR, Fáb. 18, título).

HERNÁNDEZ, Hist. Avium, p. 39, ed. rom.   —149→   OROZCO, Mem. para la Carta hidr. del Valle de México, p. 148.

Chichigua o Chichihua. f. Voz del idioma mexicano, muy usada antiguamente; pero inútil, pues tenemos la castellana nodriza, que ha prevalecido, y desterrado de la buena sociedad a la otra.

«S. E. nombró en la vacante de la plaza de guardavista de dicha casa de moneda á José Burcarón, marido de la chichihua ó ama del señorito su hijo» (Diario de CASTRO SANTA-ANNA, 1756, tom. II, p. 206). «Si vieras qué trabajo me costó imponer á mi marido á que pagara chichiguas para sus hijos» (PENSADOR, Quijotita, cap. 1). «Y hallándose en ella á su madre y á su ama de leche, ó chichigua como acá decimos...» (ID., ib.). «Las madres, las nodrizas ó chichiguas, las ayas ó pilmamas [...] ¿qué hacen sino pervertir el niño desde los principios?...» (ID., ib., c. 11). «Se determinó, némine discrepante, á darme nodriza ó chichigua, como acá decimos» (ID., Periquillo, tom. I, cap. 1, p. 6). «Cada día está más delicado y necesita más de la chichigua» (ESPINOSA, Vida del P. Margil, libro II, cap. 17). «La chichihua no quiso seguirnos, y me resolví á correr un albur, acabando de criar á la chiquilla con té con leche y papilla de bizcochos» (Astucia, tom. II, capítulo 5, p. 128). «Lo bautizó, le buscó chichihua» (FACUNDO, Gentes, tom. I, cap. 4).

Cuba. MACÍAS, p. 431; Guatemala. BATRES, p. 212

* Chichimeca. (Del mex. chichimecatl; plural chichimeca: nombre de interpretación dudosa). m. y f. Individuo de una tribu bárbara que vino a establecerse en Tezcoco, y mezclada con las tribus nahoas que allí habitaban, formó la culta nación acolhua, y fundó el reino de Acolhuacán. Después dieron los españoles el nombre de CHICHIMECAS o CHICHIMECOS a todos los indios bárbaros que habitaban al poniente y norte de México. Ese nombre, reducido por contracción a meco, aún se usa para designar a los indios salvajes.

2. adj. Perteneciente a los CHICHIMECAS.

Chichitle. m. Miner. Agrupación de cristales de un mineral no metálico.

Chiera. (De chía). f. Mujer que vende aguas frescas en puesto ambulante.

«Mientras unas chieras forman grupos con los consabidos amigos, otras cabecean ó se acurrucan por los rincones» (FACUNDO, Plaza de la Constitución, p. 232). «En medio del silencio, sólo interrumpido por [...] la incitante voz de la chiera» (G. OBREGÓN, México viejo, p. 352).

Chifla. f. Mal humor. Estar de CHIFLA.

Chiflar. n. Usamos de este verbo mucho más que de silbar. Este último casi está reservado para las muestras de desaprobación en los espectáculos públicos. Hasta de los pájaros suele decirse que CHIFLAN, y no que cantan. En tal caso suele usarse como activo: Este pájaro sabe CHIFLAR muchas piezas.

QUEDAR COMO EL QUE CHIFLÓ EN LA LOMA; expr. fam.: hacer una tontera; llevarse por torpeza un gran chasco; salir deslucido de un empeño o negocio.

«Al cabo, cuando más contentos estaban, los dejaban como el que chifló en la loma» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 584).

Guatemala. BATRES, p. 212.

HASTA QUE TE CHIFLE EL GUARDA, fr. vulg., descansadamente, cuanto quieras, hasta que otro te lo impida.

«Vive y bebe [...] hasta que te chifle el guarda y menee el farolito» (Diario de México, tomo II, p. 20).

Chifleta. f. Chufeta, chufleta, cuchufleta: indirecta, pulla. Úsase más en plural.

«Se le ha metido el diablo, ha comido gallo, á todos insulta, echa unas chifletas muy picantes» (Astucia, tom. II, cap. 6, p. 163). «Tantísimas chifletas y dichos picante!» (Id., tom. II, cap. 13, p. 387).


«Si me ha de andar con repulgos
Si me sale con chifletas...».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romance», p. 208)                



«Déjese Vd. de chifletas».


(ID., ib., «Contesta de Luisa y Tules», p. 215)                



«De pronto, cuando la lengua
Leperina de su dueño
Le lanzaba una chifleta».


(ID., ib., «Pepa y el tuerto», p. 316)                


Chiflido. m. Así como decimos casi siempre chiflar por silbar, hemos olvidado todavía más a silbo y silbido, que sustituimos con CHIFLIDO.

«Por eso es conocido el chiflido en todas las naciones [...]. Mi intento ha sido hacer ver al Vascongado, que darse á entender por chiflidos ó silbidos no es una costumbre original   —150→   y peculiar de la plebe mexicana» (Diario de México, tom. I, pp. 295, 297).

* Chiflón. m. Viento colado. Quítate de ese CHIFLÓN.

Ortúzar, prov. de América. Perú. ARONA, p. 162. Guatemala. BATRES, p. 213.

2. Canal, canoa o tubo por donde sale el agua que mueve las ruedas hidráulicas.

Ecuador. CEVALLOS, p. 53.

3. Tubo de metal por donde sale el agua del surtidor de una fuente, o de la manguera (tripa decimos acá) de una bomba de riego o de incendio.

«El agradable ruido que hacía una fuente [...] la diversidad de juguetillos que formaban los chiflones de agua» (Diario de México, tom. II, p. 202).

4. Min. Derrumbe de piedra suelta en el interior de una mina.

Chilacayote. (Del mex. tzilacayotli o tzilacayutli). f. El Diccionario trae esta voz con simple referencia a Cidracayote. A este propósito dice Rivodó (p. 188): «CIDRACAYOTE. En nuestro concepto esta voz debiera suprimirse y dejar sólo chilacayote, pues aquel cidra no es más que una corrupción de chila. Chilacayote es un nombre compuesto, de origen indígena mexicano entrambos elementos, y la planta así llamada nada tiene que hacer con la cidra, que es otra totalmente distinta». El justo deseo de Rivodó estaba ya cumplido en el Diccionario de Autoridades, donde se halla la descripción del fruto en el artículo CHILACAYOTE, y no hay Cidracayote.

«Hay unas calabazas lisas, redondas, pecosas, entre verde y blanco, ó manchadas, que las llaman tzilacayutli, que son tan grandes como un gran melón» (SAHAGÚN, Hist. Gen., libro I, cap. 21).

Por lo visto la voz se usa en Venezuela; también aparece en Costa Rica (FERRAZ, página 46), y en Guatemala (BATRES, p. 213).

Chilaquiles. (Del mex. chilli, pimiento, y quilitl, yerba comestible. MEND.). m. pl. Guiso de tortillas de maíz despedazadas y cocidas en salsa de chile y caldo.

En Guatemala llaman chilaquila a otra preparación de las tortillas (BATRES, p. 213).

2. En singular se dice familiarmente de un sombrero viejo y maltratado, que ha perdido su figura.

«Es verdad que el dicho sombrero no pasaba de un chilaquil aderezado» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 11, p. 196).

Chilar. m. Terreno plantado de chile.

V. CORRER. ESPANTAJO.

Chile. (Del mex. chilli, ají o pimiento de las Indias. MOL.). Capsicum. m. Pimiento. Hay infinitas variedades de él, y se consume en cantidades enormes, porque es uno de los principales alimentos de los indios, y le usan generalmente los que no lo son. Del CHILE trata largamente Hernández en el capítulo 153 del lib. III.

Cuba. MACÍAS, p. 433; ARMAS, p. 69.

ESTAR HECHO UN CHILE, expr. fam.; estar muy encolerizado.

«La vieja estaba hecha un chile contra mí» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 11, página 193). «Hecho un chile de ver frustrada la segunda tentativa» (Astucia, tom. II, c. 1, p. 23). «Me puse hecho un chile» (Id., tomo II, cap. 7, p. 192).

PEOR ES CHILE Y EL AGUA LEJOS, ref. con que jocosamente se aconseja la conformidad con un mal, recordando que hay otros peores, como el de comer chile picante, y carecer de agua para refrescar la boca (Diario de México, tom. II, p. 423).

Chilero. m. Nombre despectivo que suelen dar a los dependientes y aun a los dueños, de tiendas de comestibles, en especial si son españoles.

Guatemala. BATRES, p. 214.

Chilmole. (Del mex. chilmulli, salsa o guisado de ají. MOL.). m. Especie de mole ordinario. En el interior chimole.

«Se comían las carnes con chilmole» (BERNAL DÍAZ, Hist. verd., cap. 152). «Mandó á otra que hiciese un poco de chimole, que es un compuesto de tomates y chiles, que en España llaman pimientos» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. XXXV, n.º 5).

En Guatemala, chirmol (BATRES, p. 223).

Chilpotle. (Del mex. chilli, pimiento, y poctli, humo). m. Chile cuaresmeño secado al humo. Empléase en varios guisos, y también se encurte en vinagre. Suele ser muy picante.

  —151→  

«Cuando hubieron apurado [...] una copa grande de tequila para cauterizarse el esófago, escoriado con los chilpotles [...] se dirigieron al hotel» (FACUNDO, Fuereños, XIII).

* Chiltipiquín. Corrupción de Chiltecpin (HERN.). (Del mex. chilli, pimiento, y tecpintli, pulga, por lo pequeño y picante). m. Guindilla: pimiento verde o rojo, del tamaño de una alcaparra o poco más, y muy picante. Por esta última circunstancia se comparan a él las personas valientes, enérgicas o encolerizadas.

«Acompañado de trece mil gallos, valientes y bravos como un chilipiquín [sic]» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 423). «¡Caramba en el ciego, que es peor que un chiltipiquín (ID., ib., p. 469).

En Guatemala dicen chiltepe (BATRES, p. 214).

Chiluca. f. Pórfido traquítico formado en su mayor parte por cristales de feldespato vidrioso, empastados en una masa de base feldespática. Es material de construcción muy estimado; pero no de uso general, por ser de mayor precio que otros, y por la dificultad de labrarlo, a causa de su dureza.

«Se han edificado de tezontle de los cerros de Santa María, de cantería de los Remedios, de piedra dura de tziluca, y de alabastro y jaspe blanco de Calpulalpa, tan suntuosos templos, monasterios y palacios, que...» (Gaceta de México, enero 1736). «Si acaso tiene Vd. el corazón de piedra chiluca, déme el papelito para que pierda la esperanza» (Astucia, tom. II, cap. 5, p. 117). «Por una lápida de chiluca, que se hallaba en lo que hoy es presbiterio, consta que se erigió en capilla pública en 1595» (G. OBREGÓN, México viejo, p. 40).

Chilla. f. fam. Arranquera.


«Ciego que ve, hambriento que mantiene,
Burro en la chilla, en la opulencia mula».


(PLAZA, «El hombre»)                


Chiminea. f. ant. Chimenea. Aún le usa el vulgo.

«Las casas son bajitas y cubiertas de paja, y ahumadas, que no tienen chimineas» (Descripción de Iztepec, 1581, MS.).

«De igual manera en nuestro lenguaje popular [...] la i se asimila la e en chiminea por chimenea» (CUERVO, § 669).

Ecuador. CEVALLOS, p. 53.

Pudiera creerse que en Guatemala se tiene por forma correcta, porque Batres (p. 209) dice: «Con aire de puristas dicen muchos cheminea debiendo decir chiminea»; pero sin duda es errata, por chimenea, porque en la p. 453 pone a CHIMINEA como ejemplo de voces corrompidas; pero de todos modos es prueba de que allá se usa.

Chimotlal. (Del mex. motlali, el que está asentado; tlalia, asentado; ninotlalia, yo me asiento; ximotali, imp. asiéntate). m. Asiento; equipal. Es voz usada en Jalisco.

«Fabrican unos chimotlales ó equipales muy ligeros, de otates, con sus respaldos de unas varillas entretejidas, y el asiento de tule ó palma tejida» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. IV, n. 6).

V. EQUIPAL.

China. f. Encontramos esta palabra en diversos países hispanoamericanos, aplicada siempre a cierta clase de mujeres, que no es la misma en todas partes. En Bogotá le da Cuervo (§ 561) el equivalente de «chica, muchacha, rapaza», y añade (p. 530) que viene del quichua china, hembra de cualquier animal, criada, moza de servicio, y que no tiene masculino. (Acá tampoco). Granada (p. 194) confirma el origen quichua de la voz, y cita autoridades para comprobarle. Allá significa «la india ó mestiza que vive entre las familias del país, ocupándose regularmente en servicios domésticos». Cita a Palma como autoridad de que la voz se usa asimismo en el Perú; mas Arona no la trae. En el Ecuador significa «criada, doméstica, sirvienta» (CEVALLOS, p. 53), en Cuba es término de cariño entre mujeres (PICHARDO, página 122; MACÍAS, p. 437; ARMAS, p. 72), y en Costa Rica simplemente niñera (FERRAZ, p. 50). Lo mismo en Guatemala (BATRES, p. 215). Por Rodríguez (p. 162) sabemos que en Chile chino es el plebeyo, y que la terminación femenina, que es más usada, suele tomarse en mala parte. Confirma el origen quichua; mas si éste es cierto ¿cómo llegó hasta acá la voz?

En Tierrafirme entendían por china «mujer pequeña; ó por mejor decir, desde que sabe andar la india hasta que se casa la llaman china» (FR. P. SIMÓN, Not. hist., glosario).

  —152→  

La CHINA de México era un tipo especial que alcancé, y que ha desaparecido por completo, o a lo menos el traje y modales que la distinguían. La pintura que hace de ella Payno en su Viaje a Veracruz (V), aunque poetizada, es bastante exacta en cuanto a lo externo; mas no era la mujer del lépero, sucia y desharrapada, sino una mujer del pueblo que vivía sin servir a nadie y con cierta holgura a expensas de un esposo o de un amante, o bien de su propia industria. Pertenecía a la raza mestiza, y se distinguía generalmente por su aseo, por la belleza de sus formas, que realzaba con un traje pintoresco, harto ligero y provocativo, no menos que por su andar airoso y desenfadado. Si hoy apareciera en las calles una de aquellas CHINAS, se llevaría tras sí a la gente, y correría peligro de que un gendarme diera con ella en la inspección de policía. Después de haber desaparecido de México las CHINAS permanecieron algún tiempo en Puebla, y de ahí les vino el nombre de poblanas. Actualmente sólo se ve ese tipo en estampas, o en figurillas de cera, trapo o barro. Suele aparecer en la escena cuando se trata de ejecutar bailes nacionales; pero con indispensables adiciones en el traje.

«Al retirarme á la posada reflexioné que dos especialidades sociales componían la mayor parte de la concurrencia del coloquio, á saber, el lépero y la china» (PAYNO, Veracruz, V). «Casi al mismo tiempo que el ciego salía de la casa de D. Pedro, se presentó una china echando unos meneos y usando un taco y un desparpajo, que parecía la dueña de la casa. El portero, quizá fascinado con la pompa, el garbo y el primor con que la china estaba vestida...» (ID., Fistol, tom. II, cap. 12). «Nos entretendremos con la china, con el lépero, con la polla, con la cómica, con el indio, con el chinaco, con el tendero y con todo lo de acá» (FACUNDO, Ensalada de Pollos, tom. I, pról.).


«La linda china poblana
Más linda que las estrellas».


(G. PRIETO, Poes. fest., «El túnico y el zagalejo», p. 82)                



«Era la china garbosa
La linda china poblana».


(ID., ib., p. 83)                



«La china escuchó al meco
Y al fin le dijo...».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Coplas leperuscas», p. 311)                



«¡Oh qué china tan planchada!».


(ID., ib., «Pepa y el tuerto», p. 317)                



«Con su rebozo terciado
Y su falda de sarasa,
Su escotado zapatito
Y su breve andar que encanta:
Es la trigueña chinita
La mujer más resalada
Que en el suelo mexicano
Naciera de sangre hispana».


(SOMOANO, p. 9)                


V. FÍSICO. MARMAJA. MECO.

Chinaca. (Del mex. xinaca, desnudo. MEND. Esta voz no se halla en Molina ni en Siméon). f. fam. Gente desharrapada. Diose este nombre por desprecio a las guerrillas liberales o gavillas de gente de toda broza, no uniformada, que tanto figuraron en la última revolución.

«Supuesto que en el matrimonio no valen papeles, como dice la chinaca, beato el que posee» (FACUNDO, Jamonas, tom. II, cap. 9).

Chinacate. m. Individuo de la chinaca.

«Por eso me gustan los liberales, y es chinacate legítimo, que se le conoce á legua» (FACUNDO, Ensalada de Pollos, tom. II, capítulo 9).

Chinaco, ca. m. Lo mismo que chinacate, y más usado. Todavía se aplican estos nombres a individuos de la hez del pueblo; toma entonces femenino.

«Desde luego se conocía que era un chinaca cualquiera, tan ladino como cobarde» (Astucia, tom. I, cap. II, p. 205).


«Que yo soy chinaca,
Que usté es un señor».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «El Roto y la China», p. 314)                


V. CHINA.

* Chinampa. (¿Del mex. chinamitl, seto o cerca de cañas. MOL.?). f. Terreno de corta extensión en las lagunas vecinas a la ciudad de México, donde se cultivan flores y verduras. Cuando los mexicanos se establecieron entre los carrizales de esas lagunas, carecían de terreno que cultivar, e idearon formarle artificialmente haciendo un tejido de   —153→   varas y carrizos, sobre el cual amontonaban el cieno del lago, y hacían sus chozas. Tales huertos fueron al principio flotantes y mudaban de lugar a gusto del dueño, como una embarcación; mas después, por haber disminuido el agua de los lagos, fueron quedando fijos en el fondo, como hoy se hallan, y presentan el aspecto de un campo cortado en rectángulos por multitud de canales.

«El primero [de los caminos] está sembrado, no de flores, que esas abundan en las chinampas de la Viga y Jamaica, sino de otras cosas de más sustancia» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 57).


«Y al exterior se perciben
Chinampas de tintes ricos».


(G. PRIETO, Poesías festivas, «Paseo en canoa», p. 126)                


Chinampear. n. vulg. Huir el gallo en los momentos de pelear. Por extensión se dice también de las personas cuando rehúyen el cumplimiento de una promesa arriesgada.

«Si la cosa se formaliza, yo no quiero que... repuso otro. -No empecemos con chinampear, agregó Lorenzo» (Astucia, tom. II, cap. 7 bis, p. 258). «¡Pues vaya, amo, cómo no! si chinampearon» (FACUNDO, Gentes, tom. II, cap. 6).

* Chinampero, ra. (De chinampa). m. y f. Que posee o cultiva chinampa.

2. adj. Que se cultiva en ella: clavel CHINAMPERO.

3. (De chinampear). adj. Aplícase al gallo que por su cobardía no es propio para la pelea.

Chinapo. (Del tarasco thzinapu). m. Obsidiana. Dase también este nombre a la lanceta de piedra, fija en un palo, a manera de fleme, que los indios curanderos usan para sangrar.

«Construían y fabricaban [los tarascos] navajas de cierta piedra negra, llamada tzinapo» (BEAUMONT, Crón. de la Prov. de Mich., libro 1, cap. 8). «Emprendiendo difíciles y arriesgadas empresas, tal como torear lagartos, buscar chinapos en el fondo de las pozas» (Astucia, tom. I, cap. 1, p. 8).

Chincual. (¿Del mex. tzinco, en el ano, y atl, agua, orines, humor?). m. Erupción que sale al rededor del ano a los niños recién nacidos.

Chincuete. (¿Del mex. tzintli, parte posterior, y cueitl, enagua?). f. Pedazo de tela con que, en lugar de enagua, se rodean el cuerpo las indias de algunos lugares. A éstas dicen indias enredadas, y es frase injuriosa entre la gente del pueblo.

«Considero más honrada á una india de chincuete con su metlapil en la mano, que...» (Astucia, tom. I, cap. 14, p. 308).

Chinche (La). f. Daba el pueblo este nombre a la antigua cárcel municipal, porque en efecto estaba plagada de esos bichos a un grado increíble.

«Míralas, míralas, decía otro, y van de baile á la chinche» (FACUNDO, Fuereños, XVII). «El caso es que á estas horas están en la chinche. -Mientras ellos están en la chinche, las niñas... pues, se están divirtiendo» (ID., ib., XVIII). «Adiós, dijo el herrero, ya este barrió con los otros á la chinche» (ID., Gabriel, tom. II, página 128).


«Le llama á la prisión chinche ó chirona».


(FACUNDO, «Abuso de la chanza»)                



«Vamos, la chinche os espera».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romance leperusco», p. 220)                



«Y se fué para la chinche
Silencioso y cabizbajo».


(ID., ib., «Romance», p. 297)                



«Aunque los diablos me lleven
Y remanezca en la chinche».


(ID., ib., p. 300)                



«A la chinche me los llevo».


(ID., ib., «Pepa y el tuerto», p. 317)                


2. m. El galán que deja correr largo tiempo sin formalizar su pretensión o retirarse; y en general el que alarga un negocio sin dar muestra de llevarle a término.

3. neol. Clavito corto con cabeza redonda muy grande, que se usa para asegurar, sin pegarlo, el papel o lienzo en que se dibuja o calca.

Cuba. PICHARDO, p. 122; MACÍAS, p. 435

Chinchero. m. Lugar donde hay muchas chinches. Acaso debiéramos decir chinchera, como pulguera, «lugar donde se juntan muchas pulgas» (Dicc.), que también convertimos en pulguero. Ni chinchera ni CHINCHERO están en el Diccionario.

  —154→  

Chinchorrero. m. Dueño de chinchorro.

«De allí salimos á lo cuatro días [...] juntándonos con otros chinchorreros que comerciaban en la rama» (Astucia, tom. I, cap. 8, p. 137).

Chinchorro. m. Recua pequeña.

«Un valecito para que en Púcuaro le fiaran el aguardiente que cargara su chinchorro» (Astucia, tom. I, cap. 4, p. 81). «Pasa revista á los chinchorros, á su jato, que todo esté listo, completo y en buen uso» (Id., tom. I, cap. 7, p. 131). «Fueron conducidos á la villa con todo y chinchorro» (Id., tom. I, capítulo 11, p. 215).

Chinguiñoso, sa. adj. fam. Legañoso, pitarroso.

«Luego que lo vió esa chinguiñosa, dió la cantada» (Astucia, tom. II, cap. 4, p. 101).

Chinguirito. m. Aguardiente de caña. El Diccionario escribe CHINQUIRITO, y no es errata, porque así lo demuestra el lugar que ocupa la palabra en el orden alfabético. Salvá la escribió bien. Ignoro su origen. El CHINGUIRITO fue una de las bebidas prohibidas con mayor rigor, y su fabricación clandestina se castigaba con penas severísimas, hasta que por bando de 7 de diciembre de 1796 quedó permitida, aunque gravada con subidos derechos. En ese bando se dio «por abusivo el nombre de CHINGUIRITO» (SEDANO, Noticias, tom. I, p. 92). En el comercio no se usa ese nombre, sino que se dice aguardiente de caña, o sólo aguardiente. Algunos dicen familiarmente chínguiri.

«Gente que cena sucio y frío, y bebe pulque y chinguirito» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 2, p. 38). «Una botella con chinguirito» (Astucia, tom. I, cap. 11, p. 211). «Con su puro en la boca agota de copita en copita una ó dos botellas de puro chinguirito» (Id., tom. I, cap. 13, p. 285). «Traenos una botella de aguardiente refino de España: ¿lo oyes? No vayas á darnos chinguirito» (PAYNO, Fistol, tom. II, cap. 13). «La base de la embriaguez era el chinguirito» (FACUNDO, Las prosperidades nuestras, III, p. 218). «Resolviendo la difícil disyuntiva entre la frazada y el chinguirito de la manera más victoriosa: chinguirito y frazada» (ID., Dormitorios públicos, p. 95).

En Cuba significa traguito de aguardiente o de otro licor (PICHARDO, p. 122; MACÍAS, p. 436).

V. CHARAPE. ZANGARRO.

Chino. m. Rizo de pelo. Como adjetivo se aplica a quien tiene el cabello ensortijado.


«Sus pestañas remangadas,
Sus chinitos en la frente».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romancito», p. 150)                



«Esos chinos de su frente
Quisiera cuajar de perlas».


(ID., ib., «Romance leperusco», p. 218)                


CHINO LIBRE, la persona que no tiene obligaciones ni superior a quien obedecer.

COBRARSE A LO CHINO. fam. Cobrar de propia autoridad una deuda, deduciendo el monto de ella, cuando por cualquier motivo tiene que entregarse otra mayor al deudor.

* Chipichipi. (Del mex. chipini, gotear o caer gota: chipinia, echar gotas en alguna cosa. MOL.). m. Llovizna continuada. Voz onomatopéyica. En Jalapa, donde es frecuente y dura días enteros, la llaman «la salud del pueblo».

«Cae una lluvia menuda y constante, que aquí llaman chipi-chipi» (PAYNO, Veracruz, XII).

Guatemala. BATRES, p. 219.

Chípil. (Del mex. tzipitl, la criatura que está enferma y desganada, a causa de estar su madre preñada. MOL.). adj. Aplícase al niño que padece malestar, a causa de hallarse en cinta la mujer que le cría.

En Guatemala dicen chipe (BATRES, página 219).

2. Por extensión, niño muy pequeño. (Raro). También se dice chipilín.

«Sólo tenemos dos hombrecitos, que son los chipilitos» (Astucia, tom. II, cap. 3, página 95).

Chipile. (Del mex. chipillin, seu herba fructus sonantis. HERN., lib. V, caps. 138, 139). m. Planta herbácea, vivaz, que se da en las tierras calientes. Sus hojas son comestibles, y el cocimiento de toda la planta se emplea en medicina doméstica como remedio eficacísimo de las hemorroides.

Guatemala. «CHIPILÍN. Planta del género crotallaria vitelina, que se come cocida, á veces con arroz ó con frijoles. La primera agua en que se cuecen los chipilines es muy purgante» (BATRES, p. 219)

  —155→  

Chipote. (Del mex. xipotli, de xipochehua, hacer chichones o torondones. MOL.). m. Chichón, tolondro, bollo, porcino.

En Guatemala, chipuste (BATRES, p. 230).

* Chiqueador. m. Cada una de las rodajas de papel o de hule, como de una pulgada de diámetro, que untadas de sebo o de otra sustancia se pegan, a manera de parche, en las sienes, como remedio casero para el dolor de cabeza. Se usaron antiguamente de carey, como mero adorno mujeril.


«No quiero, amados lectores,
Que retrograden las bellas,
Ni ver á nuestras doncellas
De zorongo y chiquiadores».


(G. PRIETO, Poes. fest., «Un retrato», p. 70)                


Chiquear. a. Mimar con exceso: popar.

«Él me cura, me contempla y me chiquea con la mayor ternura» (PENSADOR, Quijotita, cap. 21). «Tenía tía que me atendiera, y hermana bonita que me chiqueara al pensamiento» (ID., Catrín, cap. 6). «Si no me hubiera chiqueado tanto con su imprudente amor» (ID., Periquillo, tom. I, c. 14, p. 181).

2. pr. Hacerse de rogar.

«Me chiqueaba mucho para salir á hacer una visita fuera del pueblo, y eso cuando me la pagaban bien» (PENSADOR, Periquillo, tomo III, cap. 2, p. 27).

3. Solicitar mimos y caricias: El niño viene a CHIQUEARSE conmigo.

Cuba. PICHARDO, p. 123; MACÍAS, p. 437.

Chiqueo. m. Acción y efecto de chiquear o chiquearse.

«Dejándoles [á las mujeres] las insufribles ansias del dolor, y cogiendo ellos los dulces regazos del chiqueo y de la cama» (GRANADOS, Tardes Amer., p. 109). «No había en mi casa tesoros; pero sí las monedas necesarias para criarme, como se me crió, con el mayor chiqueo» (PENSADOR, Catrín, cap. I). «¿Quién ha de creer que el regalo y el chiqueo son muchas veces los asesinos de los hombres?» (ID., ib., cap. 13). «Por lo común son remedios eficaces para hacer volver á algunas [epilépticas fingidas] los consuelos y los chiqueos de las personas que ellas quieren» (ID., Periquillo, tom. I, cap. 13, p. 161). «El lépero [...] pasa los primeros días de su vida, no entre el chiqueo y el regalo, sino llorando en una mala cuna» (PAYNO, Veracruz, V). «Murió la madre después de sufrir graves padecimientos: acabaron los chiqueos» (Astucia, tomo I, cap. 1, p. 8). «Me acostumbraron á los chiqueos, y soy la mujer más inútil» (Id., tom. II, cap. 5, p. 122).

2. Melindre: delicadeza excesiva para obtener mimos y regalo.

«Llegando á tanto su chiqueo y delicadeza, que...» (GRANADOS, Tardes Amer., p. 196). «Porque todo ha sido un chiqueo de la señorita» (PENSADOR, Quijotita, cap. 22).

Cuba. PICHARDO, p. 123; MACÍAS, p. 437; ARMAS, p. 45.

V. JACALÓN.

Chiqueón, na. adj. Que acostumbra chiquear o chiquearse.

«Y que además tengan la excelente y recomendable circunstancia de no ser chiqueones, y que estén prontos á cualquier hora que se les llame» (Diario de México, tom. III, página 191).

Chiquihuite. (Del mex. chiquihuitl). m. Cesto o canasta de mimbres, sin asa.

«Y luego les toman sus mantas y sus chiquihuites en que tienen sus comidas» (Cód. Mend., tom. I, p. 133). «Le daban de tributo y señorío mantas de algodón, güeipiles, petates, chiquivites, y el servicio personal» (Descr. de Quatlatauca, MS., 1579). «Se me vino encima con un chiquihuite que traía cargado» (Diario de México, tom. I, p. 151). «Se entretenía en sacar sanguijuelas con un chiquihuite en aquellas zanjitas» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. II, p. 184).

Guatemala. BATRES, p. 221.

2. Abobado, inútil.

«No se dé á la pena: no sea chiquihuite; por vida de su madre, y váyase á dormir» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 70). «Las cosas que me suceden no son para vistas: me declaro de deveras chiquihuite» (Id., tom. II, c. 7, p. 186).

HACER A UNO CHIQUIHUITE, hacerle bobo, despreciarle, no tenerle para nada en cuenta.

Chiquihuitera. f. Mujer que hace o vende chiquihuites. Hay en México una calle llamada de las CHIQUIHUITERAS, que desemboca en la plazuela de S. Juan.

Chiquihuitería. f. Tienda o puesto en que se venden chiquihuites. Ya no hay lugares destinados especialmente a este comercio.

«En la plazuela de S. Juan, en la tienda que llaman la de chiquigüitería darán razón» (Diario de México, tom. II, p. 212).

Chirigota. f. Burla, broma, chacota.   —156→   Salvá escribe mal chirigote. Los derivados chirigotear y chirigotero no están acá en uso.

Cuba. PICHARDO, p. 123; MACÍAS, p. 437. Venezuela. RIVODÓ, p. 67, quien dice que esta voz consta en el Glosario de palabras de origen oriental por D. Leopoldo de Eguílaz y Yanguas: así es en efecto, y la deriva del hebreo.

Chiripiento, ta. adj. Chiripero: que logra con frecuencia buenos lances y sucesos favorables, más por fortuna que por destreza.

«Eres muy chiripienta, y todo nos saldrá á pedir de boca» (Astucia, tom. II, c. 2, p. 50).

Chirlo. m. Desgarrón en la ropa.

«Con las enagüitas amarillas hechas un chirlo, muy sucia y enmarañada» (Astucia, tom. I, cap. 16, p. 389).

Chirrión. m. Látigo tosco, largo y grueso, hecho de correas trenzadas o retorcidas, y sujeto a un mango de madera corto. Úsanle especialmente los carreteros.

«El Zurriago peleaba con un chirrión; pero ¡qué chirrión! Alcanzaba hasta donde quería su dueño» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 342).

Bogotá. «Chirrión es carro fuerte que chirría mucho, y no zurriago ó zurriaga» (CUERVO, § 542). Ecuador. CEVALLOS, p. 54. Guatemala. BATRES, p. 221.

VOLVÉRSELE A UNO EL CHIRRIÓN POR EL PALITO, loc. fam. equivalente a la de salirle a uno la criada respondona.

Chirrionazo. m. Azote dado con el chirrión.

«Se ha soltado un cochero con un látigo, soltando chirrionazos, sin saber á quién, dónde, ni cómo» (Diario de México, tom. XVII, p. 563).

Guatemala. BATRES, p. 221.

Chirrionear. a. Dar azotes repetidos con el chirrión.

Chirrisco, ca. adj. Alegre de cascos, amigo de galanteos. Viejo CHIRRISCO, viejo verde.

«Es un viejo chirrisco, decía D.ª Felipa» (FACUNDO, Jamonas, tom. II, cap. 15). «No lo dejes que te enamore. Es muy chirrisco [...] y le gustan mucho las muchachas bonitas» (DELGADO, La Calandria, XI).

Chisgo. m. Agrado, gracia, atractivo, aquel, en las mujeres.

«La señora, que tuvo en sus tiempos muy buenos ojos y cierto chisgo nacional, un tanto provocativo...» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 5). «No era precisamente una hermosura, pero tenía un chisgo y un aquel, que al difunto militar lo volvieron loco» (ID., Chucho, tom. I, cap. 1). «Y luego, que la tal criatura tenga su chisgo y su no sé qué» (ID., Isolina, tom. I, cap. 7).

2. Le oigo emplear también por estilo, semejanza. Una cosa por ese CHISGO.

Chisme. EL CHISME AGRADA, PERO EL CHISMOSO ENFADA, ref. equivalente a la traición aplace, pero no el que la hace (Dicc.). En alguna otra parte he leído la traición aplace, pero el traidor desplace.

«No, mi alma, porque el chisme agrada, pero el chismoso enfada» (FACUNDO, Jamonas, tom. I, cap. 10).

Chispar. a. y pr. vulg. Zafar.

«No hacía más que tirarme de patadas, queriéndose chispar de entre mis piernas» (Astucia, tom. I, cap. 2, p. 36). «Ese maldito caballo Tortuguillo se espantó, y dió tan fuerte rastrillazo, que cogiéndome desprevenido por poco me chispa de la silla» (Id., p. 40). «Vas á dilatar mucho para chisparte la espina» (Id., tom. I, cap. 6, p. 104). «Por amor de Dios, hermanos, chíspenme ese lazo» (Id., tom. I, cap. 7, p. 130). «Casi tengo por cierto que no se han de chispar la espina así no más» (Id., tom. I, cap. 9, p. 167). «Se le olvidó á su pariente pedirme el cachorrito que le chispé de la cañonera» (Id., tom. I, cap. 11, p. 210). «Tiene [el caballo] unos movimientos muy fuertes, y te chispa» (Id., tom. I, cap. 15, p. 343). «Algunas estacas se troncharon ó chisparon» (Id., tom. II, c. 1, p. 6). «Guardó su bayoneta, y me chispó el estribo del pie derecho» (Id., p. 12). «Así todos fueron chispándose, sin que ninguno quisiera acompañarlo» (Id., tom. II, cap. 13, p. 380). «Lo que es por nosotros en cualquier rato nos chispamos» (FACUNDO, Gentes, tom. I, cap. 6). «Ya ni tiempo me dió de la salida tan recia, y que me chispa» (ID., ib., tom. IV, cap. 3).


«¿Tú te vas también? ¡Me chispo!
Dices».


(Don Simplicio, julio 29, 1846)                


Chistosada. f. Chiste insulso y fuera de sazón.

«La veía yo con intenciones de seguir haciendo sus chistosadas» (Astucia, tom. I, c. 9, p. 158).

Chita. f. Tela usada antiguamente, que parece venía de China, y era una especie de percal.

«Pérdida. Una criatura de edad de cuatro años: es güerita, y tiene las enaguas de chita colorada, y un paliacate en la cabeza» (Diario de México, tom. V, p. 76).

  —157→  

Eguílaz y Yanguas, en su Glosario, trae «CHITA. Paño de la India pintado de matiz. Según Sousa, del persa chit, "indiana", en Bergé».

Chito. m. Carne de chivo, después de frita para separar el sebo; esto es, chivo frito en su propio sebo.

«¡Ay! el chito con salsa borracha, que me muero por él, dijo D.ª Rosario» (FACUNDO, Chucho, tom. II, cap. 13). «Apenas en paz los restos venerados, y quieto el estómago, viene el chito y los cacahuates de la Villa» (ID., Los Cacahuates, p. 161).

Chivarras. f. pl. V. CHAPARRERAS.

Chivo. m. Según el Diccionario, CHIVO es sinónimo de cabrito, y éste es el «hijo de la cabra desde que mama hasta que cumple un año». Llamamos CHIVO a todo macho de ganado cabrío, cualquiera que sea su edad, en lo que vamos de acuerdo con el Diccionario de Autoridades, donde se lee que «también se llama así el macho de cabrío». y con Terreros.


«Dicen que han de arrojarme
Al sur, ó helado norte,
Si prosigo cantando
De los chivos barbones».


(IGLESIAS, «Oda XII»; citado por Cuervo, § 187)                


Esos CHIVOS no podían ser cabritos, porque éstos aún no son barbones.

Cuba. «Este nombre es el que únicamente se da á la cabra y cabrón, sea de la edad que fuesen» (PICHARDO, p. 120; MACÍAS, p. 427).

Chocolate. m. Aún no está bien averiguada la etimología de esta voz. El Diccionario la deriva de la mexicana chocolatl. Ésta no se halla en Molina: Siméon la toma de Clavigero (lib. VII, § 64), y también la trae Hernández (lib. VI, cap. 87). Dado que chocolatl sea palabra mexicana, resta saber de qué elementos se forma. El famoso viajero Tomás Gage dice que el nombre en cuestión se compone de la palabra mexicana ate o atle, agua, y de una onomatopeya del ruido que hace el líquido cuando se bate con el molinillo, y parece que repite choco, choco (Viajes, tom. I, p. 355). Mayans (Orígenes, n.º 108) dice que es corrupción de cacahuquahuitl; pero éste es el nombre del árbol del cacao. Monlau, que por lo visto no sabía pizca de mexicano, la saca «de choco, que en la lengua indígena de los antiguos mexicanos significa cacao [!], y de late, agua [!]: agua de cacao. Otros dicen que viene de choco, sonido ó ruido, y atle, agua, porque la pasta del cacao se bate con agua hirviendo» (Dicc. Etim.). Mendoza cree que se deriva de xocoatl («cierta bebida de maíz». MOL.): de xococ, «cosa agra», y atl, agua: bebida agria; lo cual, en verdad no conviene mucho a nuestro chocolate; pero téngase presente que los indios le preparaban de muy diversa manera que nosotros, pues mezclaban el cacao con otra cantidad igual de semilla de pochotl (ceiba) o de maíz, batiéndole hasta levantar mucha espuma. Acaso dejaban fermentar o agriar algo el brebaje, o bien le comunicaban cierta agrura las semillas del pochotl. Nada de esto satisface.

CHOCOLATE DE OREJA llamamos al de clase ínfima.

«Va á mi casa en pos del rico caracas, aunque lo mama de oreja» (Diario de México, tom. V, p. 193).


«Y á los amigos y amigas
Da chocolate de oreja».


(Don Simplicio, tom. II, n. 6)                


2. vulg. Sangre que un golpe hace salir de la nariz.

«Me pegó un cabezazo tan bien dado en las narices, que me hizo ver estrellas, sacándome el chocolate» (Astucia, tom. I, cap. 9, p. 168). «A fuerza de moquetes alzó escobeta, y partió cacaraqueando, limpiándose el chocolate» (Id., tom. II, cap. 1, p. 16).

La tal acepción se halla en el Perú (ARONA, p. 167), y en Chile (RODRÍGUEZ, p. 170); ORTÚZAR, p. 105.

El equivalente español de sacar el CHOCOLATE es hacer la mostaza.

Chochocol. (Del mex. tzotzocolli, cántaro grande de barro. MOL.). m. Botijo grande en que los aguadores acarrean el agua de las fuentes a las casas.

«Ahualulco se puso un casquete y una pechera de cuero, y tomó su chochocol y su cántaro: era un aguador» (PAYNO, Fistol, tom. II, c. 12). «Un arriero que las vió [las bombas] me asegura que son del tamaño de un chochocol de un aguador» (ID., ib., tom. IV, c. 23). «Lleva el agua en una vasija esférica llamada chochocol» (FACUNDO, El Aguador, página   —158→   74). «Fijad vuestras miradas en nuestros mil quinientos aguadores [...] lanzados por el chochocol al embrutecimiento y á la ignorancia» (ID., ib., p. 80). (ID., Comercio y otras cosas, p. 91).

Chole. f. dim. de Soledad. También Chola, aunque menos usado. De este diminutivo sale otro, Cholita. En España Sola, Solita.

SOMOANO, p. 28.

Cuba. Chola. PICHARDO, p. 124; MACÍAS, p. 441.

Chona o Chonita. f. dim. de Encarnación, de Asunción y de Consolación: nombres propios de mujer.

«Vamos á hablar de la Sra. D.ª Encarnación N***, persona conocida con otro nombre convencional que la costumbre se ha empeñado en que sea el mismo; quiere decir, á esta señora le llaman todos Chona ó Chonita» (FACUNDO, Jamonas, tom. I, cap. 8).


«A Chonita su tápalo bordado».


(G. PRIETO, Poes. fest., «Contra el gran tono», p. 91)                


Chongo. m. El cabello retorcido y apretado, a manera de bollo, en la parte posterior de la cabeza.

«La peineta de tres potencias que llevaba en el chongo» (Astucia, tom. I, cap. 8, página 144).

2. Chanza, broma; tal vez corrupción de chunga.

3. pl. Plato de dulce que se hace de pan frito en mantequilla, y cocido en melado o miel prieta de panocha, con queso por encima; otros le preparan de diversa manera, con almíbar. Los CHONGOS son el remate obligado de las tamaladas.

«Vamos á felicitar á D.ª Lola y á obligarle á que nos dé tamales y atole de leche. -No: mejor chongos, dijo una vecina» (FACUNDO, Ensalada de Pollos, tom. II, cap. 9). «No había semana que no se entregaran á los inocentes placeres de una tamalada, de unos chongos, de una merienda casera ó de un bailecito improvisado» (ID., Chucho, tom. II, cap. 7).

VAYA VD. A FREÍR CHONGOS, expr. fam. usada para despedir a uno con enfado. «A esparragar ó á freir espárragos», dice el Diccionario; y hay otra en el 2.º art. de la col. 3.ª de la p. 185, que no quiero copiar.

Chonguear. a. Requebrar por pasatiempo: embromar, dar zumba.

«Les doy esperanzas; pero no más para chonguear y pasar el rato, y no porque los quiera» (PENSADOR, Quijotita, cap. 20). «No llevan á un baile más que dos objetos: divertirse y chonguear» (ID., Periquillo, tom. I, cap. 14, p. 173). «La chongueaba, requebraba y mortificaba hasta que hacían las paces» (Astucia, tom. I, cap. 1, p. 9). «Duele mucho una desconchabada, señor: por eso lo decía irónicamente, para que me chongueara su merced» (Id., tom. I, cap. 3, p. 60). «Trató primero de chonguearla» (Id., tom. I, capítulo 15, p. 333). «Yo nunca corresponderé á un pillo que á todas chonguea» (Id., p. 357).

Chongueo. m. Acción y efecto de chonguear.

«Este chongueo no es más que sus seducciones ó llanezas» (PENSADOR, Periquillo, tom. I, cap. 14, p. 173).

Chonguista. m. y f. Que acostumbra chonguear.

«Hasta en lo chonguista y alegre le da cierto aire» (Astucia, tom. II, cap. 9, p. 296).

Chontal. m. Nombre de una antigua tribu india que pobló principalmente en Tabasco, Guatemala y Nicaragua (OROZCO Y BERRA, Geogr. de las lenguas, p. 127). Los CHONTALES serían muy rústicos y groseros, pues su nombre vino a ser sinónimo de esas cualidades. Salvá trae esta acepción coma provincial de la América Meridional, y hallamos la palabra en Cuervo (p. 536) por inculto, mazorral. El mismo autor, con su acostumbrada erudición, se apoya en varios textos, a saber: Bernal Díaz, cap. 71; Oviedo, pte. III, lib. 4, cap. 1; Herrera, déc. III, lib. 4, cap. 7; déc. IV, lib. 8, caps. 3, 10; Solís, lib. II, cap. 20, y Accedo, Dicc. A éstos añadiremos uno inédito:

«Son tan chontales é ignorantes en estas medicinas, que no procuran curarse con otros remedios» (Descr. de Hueytlalpan, 1589, MS.).

Guatemala. BATRES, p. 227.

Chorcha. f. Taifa (2.ª acep.): grupo, pandilla de gente joven, regocijada y maleante.

«Yo cuento con toda la chorcha: van Miguelito, y D. Cruz y Acevedo» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 2). «Vamos, eso no tiene mucha gracia: hoy ya lo sabrá la chorcha» (ID., Ensalada de Pollos, tom. II, capítulo 1). «Allí está la chorcha haciéndonos señas: allí están Pepe y Alberto» (ID., ib.). «¡Ave María Purísima! si aquí está toda la chorcha (ID., Isolina, tom. II, cap. 4).

Guatemala. «¡Buena chorcha! ¡Qué chorcha!   —159→   se dice de algunos individuos ligeros, vivos, taimados y hasta pícaros y delincuentes» (BATRES, p. 226).

Chorizo. m. Rollo de monedas. V. CARTUCHO.

«Están en el cuarto diez ó doce payos jugando albures; pero ponen los chorizos de pesos» (PENSADOR, Periquillo, tom. III, cap. 1, p. 12).

Chorizón. m. Chorizo. Va cayendo en desuso.


«Vendía antes de contino
Morcillas y chorizones».


(Diario de México, tom. IV, p. 293)                


«Un vaso de aguardiente y un par de chorizones» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, capítulo 9, p. 149). «Mira qué chorizoncitos tan sabrosos» (ID., ib., p. 151). «Entró mi camarada con cigarros, chorizones y aguardiente» (ID., ib., p. 152). «Mandé á mi criado que fuera á comprar una botella de aguardiente, queso, bizcochos y chorizones» (ID., ib., tom. III, cap. 1, p. 13). «Sus raíces son tuberosas y están formadas del modo que vemos dispuestos los chorizones» (ALZATE, Gaceta de Literatura, enero 31, 1792). «Anoche se fueron á cenar fiambre y chorizones al Portal de las Flores, y hoy ya casi están con Jesucristo. -Con razón se murieron: ¡á su edad comer chorizones y fiambre!» (PAYNO, Fistol, tom. II, cap. 14). «Otros tantos figones que prodigan el incitante olor de los chorizones de Toluca» (FACUNDO, Chucho, tom. I, cap. 3).

V. FIAMBRE. PUESTERA. TEPACHE.

Chorizonería. f. Tienda donde se venden chorizones. Desusado ya.

«Ocúrrase á la chorizonería de la calle de Santa Clara» (Diario de México, tom. V, página 336).

Chorreado, da. adj. Sucio, mugriento, lleno de lamparones.

«Quieren ganar en unos malos frisos que apenas les han costado un real y medio, les han servido mucho tiempo, y los dejan muy sucios y chorreados» (Diario de México, tomo III, p. 147). «¡Ay! qué chorreadita estás, chula!» (Astucia, tom. I, cap. 16, p. 391). «Toda ella tan chorreada y enmarañada» (Id., tom. II, cap. 5, p. 120).

Guatemala. BATRES, p. 228.

Chorreadura. f. La materia que escurre de las velas encendidas, y queda pegada en ellas, formando como canelones.

«Pronto aprendí á esconder las chorreaduras de las velas, y aun cabos enteros para venderlos» (PENSADOR, Periquillo, tom. III, capítulo 8, p. 126).

Chorrearse LA VELA: escurrir, por el calor de la llama que la derrite, y a consecuencia del viento o de algún defecto en el pábilo, la materia de que está hecha la vela, formando al principio canelones adheridos a ella, y cayendo después en gotas sobre el candelero.

Chorreón. m. Lamparón, mancha grande en la ropa.

«Lo primero que Pérez se vió al despertar fué el chorreón de chile en el chaleco blanco» (FACUNDO, Chucho, tom. II, cap. 2).

Chucho, Chucha. dim. de Jesús, María de Jesús. Nunca decimos Jesusa; pero sí Jesusita.

SOMOANO, pp. 28, 88.

Chueco, ca. adj. Torcido. Muy usado.


«Tu boca chueca y tu nariz de á vara».


(Don Simplicio, dic. 9, 1846)                


«Aunque ya sé formar algunas letras, son tan grandotas y chuecas, que...» (Astucia, tomo I, cap. 1, p. 20). «Oculta en la manga de la chamarra la mano izquierda, porque tiene todos los dedos chuecos y engarabatados» (Id., tom. I, cap. 12, p. 225). «¡Qué lástima que mis zapatones tengan los tacones chuecos (Id., tom. I, cap. 15, p. 364). «El caballo con el pescuezo chueco» (Id., tom. I, cap. 15, página 112). «Muy chuecos los tacones» (Id., tom. II, cap. 5, p. 112). «Era yo tan conocido por mis botas chuecas, arriscadas para arriba, que no me maravillaba de su confianza» (Id., p. 115).

Hallamos CHUECO por patituerto en Bogotá (CUERVO, § 762), en el Ecuador (CEVALLOS, p. 54), en Chile con esa acepción y la de torcido en general (RODRÍGUEZ, p. 175). Este autor dice que «seguramente de jugarse á la chueca con un palo que termina á manera de garfio por una de sus puntas, vino el llamar chueco á lo que en castellano es torcido». En el Río de la Plata (GRANADA, p. 200) con la acepción general y la particular de aplicarlo al calzado que tiene los tacones chuecos de tanto usarlo. Ortúzar le considera prov. de América.

Chuela. f. Ignoro lo que esta voz significa. Sólo se usa familiarmente en la frase: Ver CHUELA á uno, que equivale a calificarle de bobo, y menospreciarle.

Chulear. a. «Zumbar ó burlar á uno con gracia y chiste» (Dicc.). Aquí se toma más bien por requebrar.

«Quiero decir, la chuleaban y se entretenían con ella, dando á entender que la adoraban» (PENSADOR, Quijotita, cap. 20). «Acompañaba á una de las coquetillas más desenvueltas   —160→   que yo había chuleado antes de entrar al convento» (ID., Periquillo, tom. I, capítulo 12, p. 152).

Los dos ejemplos que siguen corresponden a la acepción española.

«Así me estuvieron chuleando estas madamas toda la noche hasta que fué hora de cenar» (ID., ib., tom. I, cap. 7, p. 78). «Así me chuleaban todos á su gusto» (ID., ib., tomo II, cap. 3, p. 42).

Chulo, la. adj. Esta palabra, que es del estilo familiar, no tiene aquí la fea acepción que en España; significa simplemente bonito, lindo, mono, agraciado; y usada como vocativo se prodiga al extremo, especialmente entre mujeres. El CHULA, que ofendería a una señora española, se toma aquí como expresión de cariño.

«¡Cuántas cosas buenas encierra su chulo trato en las concurrencias!» (Diario de México, tom. III, p. 231). «¡Qué chula anduviera yo tan larga, y saltando y brincando sobre los canapés y sillas!» (PENSADOR, Quijotita, capítulo 2). «Señorita, vea Vd. qué chulo tápalo vende D.ª Fulana, y tan barato» (ID., ib., cap. 34).


«Púsose ojo, hocico,
Manos, orejas, todo,
Chulo el animalito».


(ID., Gato, p. 261)                


«Cada día está más chula el diantre de la muchacha» (ID., Periquillo, tom. I, cap. 12, p. 151). «Sí, hermano; ¡pero si vieras qué tres tan chulo (ID., ib., tom. II, cap. 4, página 68). «Son unas culebras que se enrollan en el brazo, y la culebrita tiene sus ojitos de brillantes. Si están chulísimas» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 500, y 562).

«Pues para mi santiguada,
Tengo chula posición».

(ROD. GALVÁN, El Privado del Virrey, act. III, esc. 1)                


«No hagas berrinches, chula» (Astucia, tom. I, c. 1, p. 9). «Pues ahora verá Vd. mi caballo, qué chulo, señor» (Id., tom. I, cap. 2, p. 23). «Se ha puesto chulísima, hombre, chulísima» (Id., tom. I, cap. 5, p. 9). «Es una muchacha de todo mérito, que está chulísima» (Id., p. 97). «Saca de ahí un peso, chula» (Id., tom. I, cap. 7, p. 129). «Sí, chula: tu tío y muy tu tío» (Id., tom. I, c. 11, página 220). «Yo nada, dijo Camila; tú sí, ¿no, chula (Id., tom. I, cap. 15, p. 355). «¡Ay qué chula canastita!» (Id., p. 360). «No eres, chula» (Id., tom. I, cap. 16, p. 389). «¡Ay! qué chorreadita estás, chula (Id., p. 391). «¿Qué no consigue una chula que suplica, cuando es muchacha?» (Id., tom. II, cap. 1, p. 35). «¿Qué haces, chula (Id., p. 37). «Conque ya no tengo nada que decirte, chula» (Id., tom. II, cap. 2, p. 52). «¡Qué chula estás, Angaripola! dijo Nacha». (Id., tom. II, cap. 4, p. 104). «¡Qué chula es mi mujer!» (Id., tom. II, cap. 5, p. 123). «¿Qué le aflige, chula (Id., tom. II, capítulo 6, p. 150). «Ven, chulo, con razón me simpatizabas» (Id., tom. II, cap. 12, p. 368). «No se incomode, chula, dijo el muchacho, acercándose á la cocinera. Yo soy un pobre muchacho que hago mi diligencia» (PAYNO, Fistol, tom. II, cap. 12). «Son tan chulas las muchachitas, que preferiría yo que me ahorcaran cien veces, á tocarles un pelo de la cabeza» (ID., ib., tom. II, c. 13). «Ven, ven, sube pronto, para que te dé un abrazo, chulita» (ID., ib., tom. II, cap. 14). «Buenas noches, chula, le dijeron á ésta besuqueándola» (FACUNDO, Mariditos, cap. 7). «Me alegraré, dijo otra, porque se pone chulísimo» (ID., Chucho, tomo I, cap. 4). «Conque, chula, se me olvidaba: tengo un encarguito para Vd.» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 82). «¿Qué quieres, chula (ID., ib., p. 182). «Chula [...] si las Pérez les dan copitas, guárdate un pastelito» (ID., ib., p. 185). «Las nueve, chula» (ID., ib., p. 186). «No te apures, chula, no es para tanto» (ID., ib., p. 188). «Mira ese caballito. ¿Ves qué chulo (ID., ib., página 201). «Los soldaditos, ¿ves qué chulos (ID., ib., p. 202).


«Allí la palabra chula
Es flor para la mujer;
Así, por ejemplo, dicen:
¡Qué chulísima es usted!».


«De todo lo que es bonito, se dice allí que es chulo ó chulísimo» (SOMOANO, pp. 67, 92).

Guatemala. BATRES, p. 232.

Chupada. f. Acción y efecto de chupar, y particularmente de aspirar una vez el humo del cigarro o puro.

«Dándole una fuerte chupada al puro, medio alumbró el pálido rostro de la víctima» (Astucia, tom. II, cap. 6, p. 150).

Chupar, por fumar, fue muy usado antiguamente; hoy casi ha desaparecido. El Diccionario en el art. CIGARRO, dice que «se chupa ó fuma».


«Chupa puro muy grueso,
Habla un idioma extraño».


(Diario de México, tom. II, p. 1)                



«Los que de sus botas
Se cubren las piernas,
Los que chupan puros
Y andan como hembras».


(Id., tom. II, p. 1)                


«La causa de la mohina había sido haber encontrado á Pomposita chupando un cigarro»   —161→   (PENSADOR, Quijotita, cap. 5, et passim). «Comí, chupé, tomé chocolate» (ID., Periquillo, tom. II, c. 9, p. 157). «Comí, bebí, cené y chupé todo el día sin que me costara nada» (ID., ib., tom. III, cap. 5, p. 82). «Muerto de hambre, y sin tener un cigarro que chupar para entretenerla» (Astucia, tomo II, cap. 1, p. 15). «Chupa un puro, y esperemos aquí agazapados» (Id., tom. II, capítulo 5, p. 138).

Cuba. PICHARDO, p. 125; MACÍAS, p. 445.

V. AMANEZQUERO.

CHUPAR DE ONCE FINOS, o simplemente CHUPAR, loc. fam., sufrir un duro castigo, derrota, etc.

En el Perú hallamos igual acepción: «De todo el que lleva una tunda ó zurra de azotes, ó una paliza, ó sale derrotado en una refriega, se dice que chupó» (ARONA, p. 173).

Chuparrosa. m. Chupamirto.

«Volátiles aves que se llaman chuparrosas» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, capítulo LXXI, n. 6).

Chupón. m. Muñequilla de trapo que, empapada en agua de azúcar, se da a los niños pequeñitos para que se entretengan en chuparla, y no pidan el pecho con frecuencia.

Guatemala. BATRES, p. 235.

2. Chupetón: acción de chupar con fuerza.

Churripampli. m. No atino con el significado original de esta voz. Como sustantivo era el nombre de un baile con canto que se usó antiguamente.

«El agraciado sonecito del churripampli, por los señores María Guadalupe Gallardo, Cecilia Ortiz, José María Morales y Juan Murani» (Diario de México, 1806, tom. II, página 462). «Baile : el Churripample» (Id., tom. III, p. 420).

Le hallo usado también como nombre propio.


«Churripampli se casa
Con la torera,
Y po eso le dicen Churripamplera.
Y ejto ej tan verdá
Como ver á un borrico volá
Por loj elemento;
Churripampli de mij pensamientos
¿Dónde te hayaré?
Y en la ejquina tomando café,
Y en la ejquina tomando café».


(ESTEVA, El Jarocho)                


Y también como adjetivo.

«Alborotado el cabello, corta la casaca, caída la ala del sombrero, pantalón de farol y zapato churripampli» (Diario de México, tomo III, p. 230).

* Chuza. f. Lance en el juego del boliche y en el del billar, que consiste en derribar todos los palos de una vez con sólo una bola.

2. HACER CHUZA. fig. Acabar con algo: destruirlo por completo.

«Si no se largan de aquí, no digo carambola, sino chuza hago con todos Vds.» (Astucia, tom. II, cap. 1, p. 34).




ArribaAbajoD

Dagazo. m. Golpe dado con daga, y herida que de él resulta.

«Nada les supone darle á Vd. un dagazo como por vía de diversión» (Astucia, tom. II, cap. 11, p. 340).

Damajuana. f. El Diccionario le da por equivalente «CASTAÑA, 2.ª acep.», que es «Vasija ó vaso grande de vidrio ó de barro que tiene la figura de castaña». Castaña y DAMAJUANA no son aquí sinónimos. La primera es un barrilito, y la segunda una especie de botella de vidrio, muy grande, de cuerpo abultado y cuello estrecho, cubierta con un tejido de mimbres. Se importan, por lo común vacías, y se usan mucho para trasportar aguardiente o licores. Es de advertir que el nombre DAMAJUANA pocas veces se oye aquí, y se le llama generalmente botellón o más bien garrafón.

Damasana y damesana dicen en Bogotá (CUERVO, § 687); en el Ecuador (CEVALLOS, p. 55); en Venezuela (RIVODÓ, pp. 140, 241; MEDRANO, p. 33), y en Cuba (PICHARDO, p. 133; MACÍAS, p. 451). Armas (p. 40) dice que es voz marítima; pero no está en el Diccionario especial.

  —162→  

Dar. a. y pr. DAR DADO, dar sin recibir recompensa.


«Le dice: Adiós, D. Rufino,
Que le cueste su trabajo:
Que yo me meto en comercios,
Mas no me gusta dar dado».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romance», p. 137)                



«Petra leyó el papelito
Y dijo: ¡qué bien parlado,
Y qué estilo tan bonito!
Pero siempre es muy maldito
Y siempre yo no doy dado».


(ID., ib., «Carta leperócrata», p. 164)                


2. Emprender una riña o un combate temerariamente, sin probabilidad alguna de triunfar.

DARSE POR BIEN SERVIDO, es recibir un beneficio o regalo, sin creerse obligado a corresponderle de alguna manera. En forma negativa es frase usada para ofrecer un cohecho: NO ME DARÉ POR BIEN SERVIDO, quiere decir estoy dispuesto a dar una cantidad para Vd., si me concede u obtiene lo que solicito.

«Digno es el que trabaja, de que se le pague su jornal de algún modo, y nadie debe darse por bien servido, pues todos comen de lo que trabajan» (PENSADOR, Noches, III, página 39). «Parece muy natural no darse por bien servido, sino corresponder á la manifestación ú obsequio amistoso con tomarse la molestia de hacerse presente á los pocos días» (FACUNDO, Visita de digestión, p. 249).

NO ES DADO, se dice para denotar que alguno es valiente.

DARSE, hablando de frutos, quiere decir que se producen. Allí SE DAN todos los frutos de las tierras calientes.

De deveras. m. adv. «En castellano se dice de veras [...] y no DE DEVERAS» (CUERVO, § 382). Aprovéchense de la corrección los que aquí dicen DE DEVERAS.

«Ahora sí me voy de deveras» (Diario de México, tom. V, p. 192 bis).

V. CHIQUIHUITE.

Deacuatro. m. V. DEADÓS.

Deadós. m. ant. Peseta, moneda equivalente antes á dos reales, y hoy a veinticinco centavos de peso fuerte, que es lo mismo. Corren todavía, pero se ha suspendido su acuñación. DEADÓS por peseta ya no se usa; pero sí deacuatro, por tostón, pieza de cuatro reales o cincuenta centavos. También ha cesado la acuñación de ellas.

«El día 13 se publicó y fijó bando de orden de S. E. [...] por el cual hace saber como S. M. (Q. D. G.) en atención á la instancia que el comercio de Cádiz le ha hecho sobre que se sirva prohibir la fábrica de moneda menuda de deadoses, reales y medios en las casas de Moneda del Perú y México...» (Gaceta de México, julio 1730). «El día 2, de orden de S. E., se publicó y fijó bando [...] por el cual se prohibe el que se comercie con medios, reales y deadoses peruleros, llamados vulgarmente macuquinos» (Id., set. 1730).

Decepción. f. «Engaño» (Dicc.). Es voz que se ha extendido mucho; pero casi con significación opuesta, es decir, con la de desengaño. Oigamos cómo determina Rivodó el sentido que se le da ahora:

«El Diccionario trae á decepción con un valor igual á engaño; mas el uso tiende á establecer diferencia entre estas voces, haciendo á decepción más bien sinónimo de desengaño, con la diferencia de que decepción sea el desengaño cuando se esperaba lo contrario, ó por lo menos una cosa muy distinta; ó bien que el engaño proviene de quien menos se esperaba. Tanto en la decepción como en el desengaño es evidente que se ha descubierto que uno estaba engañado; mas en el último no se quiere significar que no se esperaba lo contrario, y sí en el primero» (p. 289).

En realidad, DECEPCIÓN abarca ambos términos, pues supone engaño y desengaño conjuntamente. El engaño puede ignorarle siempre quien le ha sufrido, y no trae necesariamente consigo el desengaño; mientras que por DECEPCIÓN se entiende haberle sufrido y conocerle después. El desengaño suele producir la satisfacción de haber salido del error á que indujo el engaño; sufrir una DECEPCIÓN es siempre muy doloroso. Por último, el engaño puede caber en asunto de poca monta; pero la DECEPCIÓN se refiere invariablemente a materia grave, y deja profunda huella en el ánimo. El pícaro chalán me engañó vendiéndome un caballo inútil. La infidelidad de mi prometida fue para mí una horrible DECEPCIÓN.

Decepcionarse. pr. neol. Sufrir una decepción; y también llegar a no creer ni esperar nada bueno de la humanidad   —163→   por haber sufrido repetidos desengaños. Estoy ya DECEPCIONADO.


«Tanto se decepciona y desconsuela
El mártir del destino furibundo
Que al perderse la fe, su alma se hiela».


(PLAZA, «Adversidad»)                


Décimo. m. Moneda de plata que vale diez centavos, o sea la décima parte de un peso fuerte.

Dedicación. f. Atención vehemente, asiduidad en el trabajo. El discípulo merece elogio por su DEDICACIÓN continua al estudio. Se ha sacado de la última acepción de dedicar. «Dedicarse á alguna cosa. Es aplicarse á ella con el mayor cuidado y estudio» (Dicc. de Aut.).

Dedo. m. DEDO CHIQUITO. fam. La persona más querida, aquella en quien se tiene mayor confianza, y a quien se fían todas las comisiones delicadas.

«Fué desde la insurrección el dedo chiquito del general Guerrero» (Astucia, tom. II, capítulo 8, p. 274).

COGER A UNO CON LOS DEDOS TRAS DE LA PUERTA: ponerle en tal situación que quede sin defensa, y no pueda negar lo que se le exija.

«Yo no cojo á los hombres con los dedos tras de la puerta» (Astucia, tom. II, c. 5, p. 137).

NO QUITAR EL DEDO DEL RENGLÓN, insistir continuamente en una pretensión o negocio.

«Vd. no quita el dedo del renglón, le contestó» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 73).

Defeccionar. n. Cometer defección.

«Todo el mundo había defeccionado ó huía» (ALTAMIRANO, Clemencia, epíl.).

Ecuador. CEVALLOS, p. 55.

Dejar LA MISA, o solamente DEJAR, da a entender que han cesado de llamar a misa; que se ha dado o se está dando el último toque.

«Luego que de la torre nos vieron, hicieron señas de dejar. Con esto nos apresuramos» (PENSADOR, Quijotita, cap. 15). «No iré á la iglesia hasta que dejen la misa» (DELGADO, La Calandria, XXXIII).

Como neutro, y siempre en frase negativa, se usa de este verbo para afirmar indirectamente lo que expresa el nombre, verbo, etc. que le precede o sigue: como, NO DEJÓ de alarmarme la noticia, esto es, me alarmó algo. NO DEJA de ser impertinente este sujeto. NO DEJA de ser molesto el encargo. NO DEJA de ser tarde.

«Aunque para mis oídos no eran nuevas [tales palabras] no dejaban de escandalizarme» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 7, p. 110). «¿Será muy feo? -Sí, señor, no deja» (Astucia, tom. II, cap. 11, p. 351).

Este uso del verbo es castizo, y hay ejemplo de él en el Quijote: «Y no dejó de parecerle mal la facilidad con que la había hecho pedazos» (Pte. I, cap. 1). Comentando Clemencín este pasaje dice: «Todo lo contrario: no dejó de parecerle bien. Para conservar la palabra mal, era menester decir: y no le pareció mal la facilidad, etc. Por lo demás, la idea es graciosa y oportuna». No sé en qué pensaba Clemencín al escribir estas líneas.

V. CABRESTO; y en BERRENDO la última cita.

NO DEJARSE es no sufrir ancas, no dejarse ensillar, no someterse, no recibir ofensa sin devolverla.

«Tú que te vanaglorías de no dejarte de ninguno, y que hasta con tu tía te pones de tú por tú cuando se ofrece ¿te has abatido tanto á una sirvienta de porra?» (PENSADOR, Quijotita, cap. 23). «Pero ya lo ves, no me dejo: ya te conozco» (DELGADO, La Calandria, XXXIX).

Delantar. m. Delantal o devantal. Tráele Salvá. ¿Han oído alguna vez mis lectores llamar excusalí a un delantal pequeño? Pues en el Diccionario está.

Bogotá. CUERVO, § 685. Ecuador. CEVALLOS, p. 55. Guatemala. BATRES, p. 241. Ortúzar le cree anticuado.

Delubro. (Del lat. delubrum). m. ant. Templo de ídolos. No está en el Diccionario; pero sí en el de Autoridades, en el de Terreros y en el de Salvá. Hállase también en nuestros historiadores antiguos.

«Venía el sacerdote mayor de aquel delubro ó templo, y con una uña de águila y un hueso de tigre [...] le horadaba las narices por cima de las ventanas» (TORQUEMADA, Mon. Ind., lib. XI, cap. 29). «Sucedió que los ministros infernales que servían en los delubros y templos del demonio no cesaban de administrar y servir á los ídolos» (ID., ib., libro XV, cap. 24).

  —164→  

Demasiadamente. adv. de cant. Equivale a demasiado, según el Diccionario, y se abusa igualmente de él, empleándole en vez de mucho, muy.

«Mi padre [...] se incomodaba con estas boberías: era demasiadamente opuesto á ellas» (PENSADOR, Periquillo, tom. I, cap. 1, p. 12).

Demasiado. adv. de cant. Es intolerable el disparatado abuso que se hace de este adverbio tomándole, convenga o no, por muy, mucho, bastante, y no por excesivamente, más de lo debido, en demasía, que es su significación. Los ejemplos siguientes (y podría añadir muchos más) prueban, así lo generalizado del abuso, como los desatinos y aun frases de doble sentido que de él resultan.

«Decía que las maestras [...] deben ser demasiado vigilantes y prevenidas» (PENSADOR, Quijotita, cap. 3). «Si á mí me hubiera sucedido, me habría corrido demasiado» (ID., ib.). «Su conversación siempre me era demasiado agradable, por la instrucción que en ella recibía» (ID., ib., cap. 14). «Los caballeros que nos acompañaban se deshacían en elogios de Pudenciana, cuyo garbo les era demasiado agradable» (ID., ib., cap. 15). «Esa alabanza en otra boca me parecería irónica... mas en la tuya la estimo demasiado» (ID., ib., c. 26). «Pero no es menos cierto que sus frutos [del estudio] son demasiado dulces, é indefectiblemente se perciben» (ID., Catrín, cap. 2).


«Guárdate de él, hijo mío,
Con demasiada cautela».


(ID., Fáb. XXXIX)                


«No creáis que la lectura de mi vida os será demasiado fastidiosa» (ID., Periquillo, tom. I, cap. 1, p. 2). «La inocente de mi madre estaba demasiado placentera» (ID., ib., tom. I, cap. 5, p. 55). «Era demasiado bonita é interesante su figura» (ID., ib., tom. I, capítulo 6, p. 61). «El trato con las señoras ilustra demasiado» (ID., ib., tom. I, cap. 10, p. 116). «Entra con valor á la carrera de los cócoras, que en verdad es demasiado socorrida» (ID., ib., tom. II, cap. 2, p. 27). «Aunque para mis oídos no eran nuevas [tales palabras], no dejaban de escandalizarme demasiado» (ID., ib., tom. II, cap. 7, p. 110). «Esta escasez de justos hace demasiado apreciables á los que lo son» (ID., ib., tom. II, c. 8, p. 127). «Un trompón de estos bien dado [...] es demasiado provechoso para la salud» (ID., ib., p. 142). (ID., ib., tom. II, cap. 9, p. 153; c. 11, pp. 183, 192, 194; tom. III, c. 3, p. 51; cap. 6, pp. 100, 112; tom. IV, cap. 1, p. 6; cap. 6, p. 73; cap. 7, p. 94; c. 11, p. 148). «Unas veces hace presente á su pretenso que su honor ha padecido demasiado, porque sus amigas, vecinas y conocidas han creído que hay algún compromiso ilegítimo entre los dos» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 94). «Sólo se encuentran hoy los vestigios de una retrogradación demasiado rápida, que probablemente la conducirá á su ruina» (ID., ib., p. 214). «Cooperó demasiado para darle á conocer su situación» (Astucia, tom. I, cap. 1, p. 11). «Después de haberme visto ella con demasiado interés» (Id., tom. I, cap. 8, p. 145). «Pepe, con demasiado empeño, emprendió el viaje hasta la casa de Astucia» (Id., tom. I, cap. 15, p. 362). «He dicho que yo amaba á Celeste; pero su inocencia y su virtud me hacían respetarla demasiado» (PAYNO, Fistol, tom. II, c. 2). «La calle de Vergara, las noches en que no hay comedia está demasiado sola» (ID., ib., tom. III, cap. 3). «Este río era para mí demasiado interesante» (ID., Veracruz, cap. 2). «El hacendado se alegró demasiado cuando supo... -Además, ahora volvía con el grado de brigadier, grado demasiado honorífico en aquella época» (D. COVARRUBIAS, Gil Gómez, cap. 3, p. 38). «Les trataban [a los indios] de un modo demasiado cruel y tiránico» (ID., ib., cap. 8, p. 126).

Tanto se ha extendido el disparate, que ha llegado a Guatemala. Batres dice con mucha razón: «Demasiado quiere decir que una cosa tiene demasía ó exceso. He aquí por qué no se puede tomar, como lo hacen muchos, por sinónimo de muy, mucho, bastante, cuando dicen, por ejemplo: Dios es demasiado bueno; Pedro es demasiado honrado; Julia es demasiado virtuosa, porque ni en la infinita bondad de Dios, ni en la honradez, ni en la virtud cabe demasía» (pág. 248).

Demasiarse. pr. Excederse.

«Enviábale gente que en su nombre confesase su culpa, y le rogase se la perdonase, poniéndole delante la ocasión y causas motivas que había tenido para haberse demasiado» (TORQUEMADA, Mon. Ind., lib. XII, cap. 10).

Democratizar. a. Difundir el espíritu democrático: hacer que prevalezca en las ideas, en las costumbres, en las instituciones. Rivodó (p. 22) cuenta este verbo entre los muchos que, a su juicio, se usan generalmente y faltan en el Diccionario. Batres (p. 255) asegura que muchos le usan, aun en periódicos que defienden la pureza de la lengua. Ortúzar le trae.

Dentrífico, ca. adj. Así suele pronunciarse y escribirse aquí este adjetivo (cuya forma correcta es dentífrico), y lo mismo acontece en Bogotá, pues Cuervo (§ 692) dice: «Es comunísimo que se cambie el lugar de la r en dentífrico   —165→   (de fricare, fregar) poniéndola con la t, dentrífico, disparate abominable». Sospecho que en España anda también el dentrífico, porque Salvá le trae (y no el otro) sin nota alguna. Veo por otra parte, que si bien la 11.ª edición del Diccionario escribe Dentífrico, la colocación del artículo fuera del orden alfabético, entre Dentrambos y Dentro, propio lugar de Dentrífico, parece indicar que así quiso escribirse. Verdad es que la palabra viene de dens y fricare; pero puede suceder que el disparate no sea más que una metátesis introducida por el uso para suavizar la pronunciación, echando a rodar la etimología.

En Guatemala dicen también dentrífico. (BATRES, p. 255). Ortúzar le condena.

Dependencia. f. Crédito, en su 2.ª acep. Mas es de advertir que, en el comercio, crédito no significa solamente «Deuda que uno tiene á su favor», como dice el Diccionario. Ése es un crédito activo, y le hay también pasivo, que es lo contrario: cantidad que uno debe. Las DEPENDENCIAS pueden ser también activas y pasivas. Esta voz, muy usada hace años, va cediendo el lugar a crédito.

«Asimismo se encarga, que el sujeto que sepa del paradero de un cuaderno de dependencias activas perteneciente á dicho intestado...» (Diario de México, tom. III, p. 251). «Después de deducidos 6852 pesos 3½ reales de dependiencias [sic] pasivas» (Id., tomo VI, p. 104).

2. Conjunto de los dependientes que sirven en una casa de comercio, fábrica u otra negociación. Es acepción más bien española que mexicana.

Deponer. a. El Diccionario le da por equivalente, en la 5.ª acep., «Evacuar el vientre». Aquí se toma exclusivamente por vomitar, y suele decirse también DEPONER el vientre, en igual sentido.

Lo mismo en Guatemala (BATRES, p. 243).

Depositar. a. Reservar el Santísimo Sacramento.

«A la tarde concurrió de nuevo su rector y claustro [de la Universidad] para depositar al Santísimo Sacramento» (CASTRO SANTA-ANNA, Diario, 1757, tom. III, p. 84). «Depositó el Illmo. Sr. D. Manuel Riojo y Vieira, electo arzobispo de la Santa Iglesia de Manila» (ID., p. 214). «Consagró los Santos Óleos é hizo personalmente los demás oficios, hasta depositar al Santísimo Sacramento» (Gaceta de México, abril 1722). «Marchaban para la iglesia donde estaba el circular, y no volvían hasta que depositaban» (PENSADOR, Quijotita, capítulo 29).

Depósito. m. Reserva, por la acción de reservar el Santísimo Sacramento.

«El chocolate no le impedía concurrir al depósito, al sermón, á los desagravios ó á la novena solemne en alguna iglesia» (FACUNDO, Jamonas, tom. I, cap. 10).

2. También se significa con esta palabra, que el Sacramento permanece constantemente en una iglesia guardado en el sagrario, como en las parroquias; a diferencia de otras capillas o iglesias en que solamente se dicen misas, sin reservar la ofrenda que en ellas se consagra. Es voz muy usada.

«De donde resulta probado que había iglesia parroquial antes de la venida de los franciscanos; que necesariamente había en ella depósito..., etc.» (ALAMÁN, Disertaciones, tomo II, p. 133).

Depreciado, da. (Del francés déprécié). adj. Que tiene un valor, un precio, inferior al que debiera tener o ha tenido antes. La plata está hoy DEPRECIADA. El Diccionario trae el sustantivo Depreciación.

Deque. Sin atender a que daca es un compuesto de da y acá, piensan muchos, al parecer, que es imperativo de no sé qué verbo, y cuando hablan con persona a quien no tutean, se creen obligados a decir DE QUE o DEQUE VD. Van más adelante, porque, si las personas son varias, dicen DEQUEN. No perdería yo el tiempo en señalar tal desatino, si no fuera porque corre mucho, aquí y en otras partes. Cuervo (§ 260) anatematiza el DEQUE; pero nos descubre que no es invención nuestra, sino que se halla en Lope de Vega.

«Deque presto, ó mataréla».15

(Los Locos de Valencia, act. I, esc. 3)                


Derramamiento. m. ant. Acción y efecto de derramarse, o distraerse del cumplimiento de sus obligaciones.

  —166→  

«No tengamos particular amistad de pláticas ni tratos con algunos de ellos [los españoles], porque nos acarrean mucho derramamiento y perjuicio» (Cód. Mend., tom. I, página 95). «Apartarlos de la distracción y de derramamiento de costumbres en que viven los libres y desahogados» (GRANADOS Y GÁLVEZ, Tardes Americanas, p. 122).

Derramadero. m. ant. El Diccionario le da por único equivalente VERTEDERO, «sitio ó lugar adonde ó por donde se vierte». Pero se halla además con acepción semejante a una de las de DERRAMARSE, que es «Esparcirse, desmandarse por varias partes con confusión y desorden», de donde DERRAMADERO es lugar en que las personas se distraen con olvido de sus obligaciones y relajación de la disciplina a que deben estar sujetas.

«Y en ninguna manera los envíen [a los frailes] recién venidos á los derramaderos, ni suplan con ellos las casas que andan cojas» (Cód. Mend., tom. I, p. 72). «La cual razón no corre en las [casas] de tierras calientes y derramaderos» (Id., p. 78).

Derrumbar. a. Según el Diccionario, es precipitar, despeñar. Entendemos aquí por DERRUMBAR, echar abajo un edificio; y usado como pronominal, venirse la fábrica al suelo. Ayer comenzaron a DERRUMBAR los arcos. Perecieron tres hombres en la casa vieja que SE DERRUMBÓ. Anoche SE DERRUMBÓ un techo.

Derrumbe. m. Derrumbamiento: acción y efecto de derrumbar o derrumbarse, en el sentido que damos a este verbo. La voz no está en el Diccionario. Tráela Salvá como término de mineros.

Hállase en el Perú (ARONA, p. 181) y en Chile (Rodríguez, p. 183); pero como equivalente a derrubio.

Desacomedido, da. adj. Lo contrario de acomedido.

Bogotá. CUERVO, § 677, p. 467. Perú. ARONA, p. 8.

V. ACOMEDIRSE.

Desacuñar. a. Aflojar o quitar cuñas.

Guatemala. Batres (p. 251) dice que el verbo es bien formado, pero no castizo. Convenimos en lo primero y no en lo segundo, aunque falta la voz en el Diccionario.

Desagravios. m. pl. Ejercicios piadosos que se practican en binchas iglesias durante el mes de septiembre, con el fin de reparar, por medio de ellos, los agravios que hacen a Dios los pecadores.

V. DEPÓSITO.

Desaguar. n. El Diccionario dice:«r. fig. Exonerarse por vómito ó cámara, ó por ambas vías». Acá se toma solamente por orinar. Es de poco uso, y no entre gente culta.

«Fingiendo que salía á desaguar, tomé el camino del bodegón» (PENSADOR, Periquillo, tom. III, cap. 5, p. 77). «Mas habiendo salido á desaguar...» (ID., ib., tom. IV, capítulo 8, p. 113).

Con motivo del equívoco a que da lugar este verbo, ha sido materia de burla el uso que hizo de él, en sentido recto, uno de nuestros principales poetas. Refiere en un soneto la conocida historia del niño que a vista de S. Agustín se empeñaba en agotar el agua del mar sacándola con una conchita, y acaba con este verso:


«Y siguió desaguando el inocente».


Desaire. m. CORRER UN DESAIRE, fr. muy usada por hacer un desaire; desairar.

«Temía que al pedirle que saliera con él á bailar le corriera un desaire» (Astucia, tomo I, cap. 15, p. 321).

Desapartar. a. El vulgo usa este verbo como sinónimo de apartar, cuando en realidad, por la añadidura de la preposición inseparable des, viene a significar lo contrario. Pero este disparate es antiguo y no de nuestra cosecha, sino que nos vino del vulgo de España. En el Diccionario de Autoridades leemos: «DESAPARTAR. v. a. Lo mismo que apartar. Es voz bárbara, y usada entre la gente rústica». Y en Terreros: «Voz rústica. V. Apartar».

«Hacía yo cuanto estaba de mi parte por desapartarlos» (PENSADOR, Periquillo, tomo II, cap. 10, p. 180) .

V. DESBORRAR.

Desarrollarse. pr. Como pronominal no tiene en el Diccionario otra acepción que la de «Adquirir gradualmente   —167→   los animales y vegetales incremento y vigor»; pero en realidad significa tomar creces lo que lleva en sí mismo el germen de su incremento, ya pertenezca al orden físico, ya al intelectual o al moral.

«De España cundían á toda Europa estos inapreciables dones de la civilización que se desarrolla en la Península» (A. DE LOS RÍOS, Hist. Crít. de la Lit. Esp., intr., p. LXXXI).

Desarticular. a. Descoyuntar. Úsase también como pronominal. Ortúzar dice que Salvá lo admite, mas yo no le hallo.

2. Amputar un miembro, cortándolo por la articulación.

Desatacar. a. Soltar o desenganchar el atacador a los animales de tiro, para que puedan bajar la cabeza y descansar.

Desaterrar. a. Quitar la tierra que cubre el pie de las plantas, u obstruye un conducto abierto, como los surcos o desagües de un campo.

Desatierre. m. Acción y efecto de desaterrar.

Desatorar. a. Zafar, poner en corriente lo que estaba atorado.

Desatornillador. m. Destornillador. Habiendo incluido la Academia (en el Suplemento) a Desatornillar por Destornillar [o Desentornillar], parece no haber inconveniente para que entre también nuestro DESATORNILLADOR.

Ortúzar, p. 116.

Desbarrancadero. m. Precipicio, despeñadero.

Desbarrancar. a. Arrojar a un barranco.

2. pr. Caer en él. Muy usado.

«He visto muchos que han muerto desbarrancados» (Diario de México, tom. I, p. 348). «La noche estaba muy oscura, y era muy probable que alguna mula se desbarrancara» (Astucia, tom. II, cap. 1, p. 3). «Cada cual fué procurando salvar el pellejo desperdigándose, dejándose desbarrancar, ó como podían» (Id., p. 6). «Ó caen en las puntas de nuestras armas ó se desbarrancan» (Id., tom. II, cap. 8, p. 285). «Cuatro, huyendo de la espada de Astucia, se dejaron desbarrancar, matándose del golpe» (Id., p. 286). «Los ganados eran ya diariamente dispersados por la aparición y los gritos del amo; las reses se desbarrancaban, y los vaqueros ajustaban sus cuentas y se despedían» (R. BÁRCENA, Noche al raso, V, p. 83).

3. fig. Caerse de algún lugar alto.

«Al empuje de subir la pierna se desbarrancó [de la cerca] con todo y piedras» (Astucia, tom. II, cap. 15, p. 350).

En el Diccionario tenemos abarrancar, por meter en un barranco, y desabarrancar, por sacar de él. Salvá pone el DESBARRANCARSE como equivalente de despeñarse.

Guatemala. BATRES, p. 244. Perú. ARONA, p. 193. Chile. RODRÍGUEZ, p. 183. Rivodó (p. 22) cuenta nuestro verbo entre los que faltan en el Diccionario, y son usados generalmente.

Desboronar. a. El Diccionario le califica de anticuado por DESMORONAR. Salvá lo mismo, y añade que se halla también como recíproco. En una y otra forma es todavía muy usado por la gente baja.

«Y para este efecto comenzaron á plantar la cepa, que hoy día tiene al parecer de planta un tiro de ballesta, con haberse desboronado y deshecho mucha parte de ella» (MENDIETA, Hist. Ecles. Ind., lib. II, cap. 7).

Según Cuervo (§ 680), se usa hoy en Bogotá, en Chile asegura lo mismo Rodríguez (p. 184), y en Guatemala, Batres (p. 244). Ortúzar le cree anticuado.

Desborrar. a. Lo mismo que borrar. Le usa el vulgo. Sobre la añadidura de ese prefijo des, dice Cuervo: «Ha sido natural en castellano la tendencia á agregar el prefijo des, que viene á ser pleonástico ó confirmativo, como en desmenguar, que vale tanto como menguar: "Aunque os roguemos seáis escaso, seréis liberal, principalmente en esta mercancía, en que con la liberalidad no se desmengua el caudal" (Diálogo de la Lengua). Lo mismo se observa en desnudar, comparado con el latino nudare» (§ 746).

Descalzo, za. adj. «Que trae desnudas las piernas ó los pies, ó aquéllas y éstos», dice el Diccionario; mas en el uso común se entiende por DESCALZO el que trae desnudos los pies; y si se quiere expresar que también la pierna va desnuda, hay que decir DESCALZO de pie y pierna. Este uso se apoya en el Diccionario de Autoridades, donde la definición de DESCALZO es «el que trae   —168→   desnudos los pies, sin zapatos ni otro calzado». Y luego dice: «DESCALZO DE PIE Y PIERNA. El que no sólo trae el pie desnudo y sin calzado, sino también la pierna sin media ó calza».

«¿Cuántos zaragates habrá en México descalzos de pie y pierna (Diario de México, tom. I, p. 23).

Descansado, da. adj. Que da poco trabajo. Oficio, destino DESCANSADO.

Descarrilar. La Academia le califica de neutro. En México se usa como pronominal. Se DESCARRILÓ el tren.

Cuba. PICHARDO, p. 129; MACÍAS, p. 462.

Descogollar. «a. Quitar los cogollos» (Dicc.). En forma neutra le usamos, con significación casi opuesta, por echar cogollo la caña de azúcar.

Descolada. f. fam. Acción y efecto de descolar.

«Porque después de la descolada que le dieron los malditos indios de Tula ya no he vuelto á saber de Vd. para nada» (PENSADOR, Periquillo, tom. IV, c. 6, p. 80). «Partió muy cabizbajo, no quedando menos todos de la descolada que llevaron» (Astucia, tom. II, cap. 11, p. 346).

Descolar. a. fam. No hacer caso de una queja o aviso; tratar con desprecio; desairar, despedir con una negativa áspera.

«¿Por qué [...] entre la gente decente te descolan (Diario de México, tom. II, p. 19). «Todos quedaron, como vulgarmente se dice, chatos ó descolados» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 334). «Ya no quisieron cantar, sino que descolados y cabizbajos se fueron yendo para sus casas respectivas» (ID., ib., p. 373). «Él se fué á defender á Santa-Anna contra Vidaurri, y éste lo descoló. Se pronunció con Haro en San Luis Potosí, y también quedaron descolados» (ID., ib., p. 574). «La niña descolada se fué á decírselo al tata» (Astucia, tom. I, cap. 9, p. 174). «Voy á darle con las puertas en la cara, para que descolado se vuelva por el camino que trajo» (Id., tomo II, cap. 7 bis, p. 236). «Me alegro que te descolen, dijo la vieja chocolatera» (FACUNDO, Jamonas, tom. I, cap. 6).

Descolgada. f. fam. Acción y efecto de descolgarse.

«Éntre en relaciones, trabe amistades, dése sus descolgadas por el real» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 68).

Descolgarse. pr. Presentarse inesperadamente; dejarse caer.

Descolón. m. fam. aum. de descolada.

«D. Juan, que había sabido que Camila le había dado varios descolones al español D. Manuel...» (Astucia, tom. I, cap. 15, p. 331). «Para que lleve un descolón» (Id., p. 353).

Desconchabada. f. Acción y efecto de desconchabarse.

«Duele mucho una desconchabada, señor» (Astucia, tom. I, cap. 3, p. 60).

Desconchabarse. pr. Dislocarse, luxarse una coyuntura. Se me DESCONCHABÓ un pie.

2. Desconcertarse, desavenirse: opuesto a conchabarse.

Desconchinflado, da. adj. fam. Mal guisado, con mala salud, desarreglado.

«¿Cómo está el gobierno? ¿No ha tenido novedad? ¿No está desconchinflado como yo?» (Astucia, tom. II, cap. 8, p. 277).

Desconocida. f. fam. Pérdida del respeto o temor que habitualmente se tiene a una persona o cosa.

«El [dependiente] que era hábil sabía darle sus desconocidas al cajón» [Esto es, robaba el dinero del cajón] (PENSADOR, Periquillo, tom. IV, cap. 14, p. 181). «Le han dado su desconocida los tecuanes que andan con el manco Rubio» (Astucia, tom. I, cap. 7, página 121).

Descuadrar. n. Desagradar, no convenir: usado siempre con negación para afirmar embozadamente.

«No me descuadra esta costumbre de tu tierra» (PENSADOR, Periquillo, tom. IV, capítulo 4, p. 54). «No me descuadraba que me regalaran las orejas con el título» (ID., ib., tom. IV, cap. 6, p. 74).

Descuajaringarse. pr. fam. Por primera vez apareció este verbo en la 12.ª edición del Diccionario, definido así: «Relajarse las partes del cuerpo por efecto de cansancio. Úsase sólo hiperbólicamente».

De tiempo atrás andaba en las Américas. Cuervo (§ 744, 2.ª ed., 1876) le cuenta entre las «Voces [usadas en Bogotá] que se derivan de raíces castellanas, y no lo son ellas mismas», con el equivalente desvencijarse. En la 3.ª edición (1881) dijo lo mismo; en la 4.ª le omitió, por haberle visto ya en el Diccionario.

En el Perú, Arona (p. 181) no pone   —169→   más que el participio o adjetivo Descuajaringado, que significa (dice) «desarmado, desencuadernado, hablando de un individuo negligente en su traje y ademanes, desvaído, desgarbado, desmazalado. Cuando se refiere á puerta ó cosa parecida, es propiamente desvencijada».

Cevallos (p. 56) da testimonio de que descuajeringado se usa en el Ecuador. Separa, como Arona, el adjetivo y el verbo: el primero es desmadejado; el segundo desvencijarse.

Granada, en el Río de la Plata (página 204), sigue a Arona; mas como ya se había publicado la 12.ª edición del Diccionario, copia la definición de éste y añade: «Hablando de objetos que están armados en vago, desvencijarse, deshacerse. Llévalo con cuidado: no vaya á descuajaringarse». Este autor dice que también se usa en Chile, con la variante descuajeringarse, y se refiere a Solar; mas en la obra de éste no encuentro la voz.

Múgica (p. 28) pone a descuajaringado como perteneciente al dialecto montañés.

Acá, cuando se aplica al cuerpo, entendemos lo que la Academia; cuando a objetos, le tomamos por desvencijarse.

Notemos cuánto tiempo anduvo el DESCUAJARINGARSE por América, y aun por provincias de España, con la mala nota de provincialismo o disparate, antes de entrar con patente limpia en el Diccionario.

Descuido. EN UN DESCUIDO. Usamos mucho de esta frase con significación de «cuando menos se piense sucederá tal cosa», «es de temerse que suceda», refiriéndose siempre a algo desagradable. EN UN DESCUIDO, llueve.

«¿Qué mano que en un descuido se nos meten aquí quince ó veinte de su cuadrilla?» (Astucia, tom. I, cap. 8, p. 140).

Desde abinicio. m. adv. Como muchos dicen así, bueno será copiar lo que acerca de esta disparatada frase dice Cuervo (§ 395): «Son notoriamente pleonásticas las expresiones desde abeterno, desde abinicio, puesto que ab significa desde (desde la eternidad, desde el principio)».

Chile. RODRÍGUEZ, p. 185. Ecuador. De abinicio. CEVALLOS, p. 55.

Desde, o Dende, queaque. Frase del ínfimo vulgo: desde hace mucho tiempo (desde que ha que).

«¿Ha tenido Vd. relaciones amorosas con ella alguna vez? -Sí, señor: desde queaque» (Astucia, tom. II, cap. 1, p. 16). «Sí, ya pasaron, señor amo, dende queaque» (Id., tomo II, cap. 4, p. 105). «¡Qué! ¿conoces á ese caballero, Chepe? -Toma, le contesté, dende queaque somos amigos viejos» (Id., tomo II, cap. 5, p. 115). «Hemos jurado dende queaque servir á nuestro coronel como si fuéramos sus perros» (Id., tom. II, cap. 11, p. 352).

Desebar. a. Desensebar, por quitar el sebo a un animal muerto.

Era común en otros tiempos, y no sé si todavía lo es en alguna parte, apoderarse de una res alzada, sin curarse de cuya fuese, matarla y quitarle el sebo para hacer velas, dejando todo lo demás en el campo. Hoy se encontró un toro DESEBADO. Como fui muchas veces víctima de tal industria, conozco bien el verbo.

Desecha. (De desechar). f. HACER LA DESECHA. fam. Disimular, despreciar con afectación lo que se desea. Dícese especialmente de cuando alguno desea comprar una cosa, y para obtenerla a menor precio finge que no tiene empeño en ello, y se va retirando después de haber hecho una oferta que no fue aceptada por el vendedor; pero conservando la resolución de comprar.

Desembrocar. a. Sacar los panes de azúcar de los moldes o formas para ponerlos a secar al sol, luego que está terminada la purga.

Desembroque. m. Acción y efecto de desembrocar los panes de azúcar.

2. El conjunto de los panes desembrocados. El DESEMBROQUE de hoy salió malo.

Desempachar. a. met. y fam. Extraer del cañón de un candelero los restos de vela que le obstruyen.

Desempolvarse. pr. fam. Recobrar con el estudio o ejercicio la pericia   —170→   que se tenía anteriormente en alguna ciencia o arte.

Desencuartar. a. Desencabestrar, «sacar la mano ó el pie de la bestia que se ha enredado en el cabestro» (Dicc.). Como este accidente ocurre por lo común en las bestias de tiro, las cuales suelen sacar un pie fuera del tirante, y éste en los carros es una soga de cuero llamada cuarta, hemos formado el verbo desencuartar, olvidando el castellano desencabestrar, que no tiene uso.

Desenchinchar. a. Quitar las chinches: DESENCHINCHAR una casa, una cama.

Guatemala. BATRES, p. 252.

Desengañado, da. adj. En lenguaje de rancheros significa fogoso, atrevido, valiente, que ha perdido el miedo.

«¡Ah qué cuaco tan desengañado (Astucia, tom. I, cap. 15, p. 347).


«Había entre los concurrentes
Muchachos aficionados,
Que aunque en México educados,
Podían jugar un tapado
Al ranchero más mentado,
Pues eran desengañados».


(Chamberín, p. 34)                


Desenraizar. a. Desarraigar, arrancar de raíz.

«De suerte que el río subió hasta derramarse por sus vegas, tanto cuanto bastó á surcar la tierra y desenraizar sus frondosos árboles, llevándoselos» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. IX, n.º 12).

Guatemala. BATRES, p. 251.

Desenroscar. a. Deshacer las vueltas de lo que está enroscado: DESENROSCAR un cable. Úsase también como pronominal: SE DESENROSCÓ la culebra.

Guatemala. BATRES, p. 252.

Desentoldarse. pr. Aplicado al cielo, desaparecer las nubes que le cubrían, desencapotarse: despejarse, serenarse el tiempo.

Desenzolvar. a. Quitar el enzolve.

«Tuve que sufrir los costos de desensolvar la mina del Tlalsapo» (ALZATE, Gaceta de Literatura, mayo 3, 1791).

Desfiguro. m. Cosa extravagante y ridícula. No hagas, no digas, o no te pongas DESFIGUROS.

«¡Qué desfiguros, Dios mío!» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 165).

Perú. ARONA, p. XVI.

Desfogar. fig. Conforme al Diccionario es dar salida o puerta al fuego, y manifestar con vehemencia una pasión. Mas también se aplica a otras cosas, siempre en el sentido de dar salida, desahogar. La atarjea DESFOGA en el canal.

Desfogue. m. Agujero por donde se descarga el agua de un conducto cubierto. Los DESFOGUES de las atarjeas.

Desfrutar. a. El Diccionario le da como anticuado por DISFRUTAR. El de Autoridades y Terreros no le ponen tal nota. Corre todavía mucho entre el vulgo.

«No los desfruta el poseedor más opulento» (ALZATE, Gaceta de Literatura, julio 31, 1792).

Desgarrar. a. Arrancar (3.ª acep.), hacer salir la flema, arrojándola por la boca; expectorar, gargajear.

DESGARRAR SANGRE, arrojarla en corta cantidad por la boca, mezclada con la flema.

Cuba. PICHARDO, p. 133; MACÍAS, p. 461. Bogotá. CUERVO, § 629. Chile. RODRÍGUEZ, p. 186; SOLAR, p. 50. Ecuador. CEVALLOS, p. 56. Guatemala. BATRES, p. 245.

Desgaste. m. Acción y efecto de desgastar o consumir poco a poco parte de una cosa material.

Desgavilado, da. adj. Desvaído, desairado, falto de gracia y de vigor. Cuando usamos de este adjetivo, que no está en el Diccionario, no hacemos más que seguir a notables escritores andaluces.

«Arias ¡qué desgavilado te has vuelto!» (FERN. CABALLERO, La Gaviota, part. II, capítulo 7). «Partióse el inflexible alcalde llevándose á su hijo, que era un varal desgavilado» (ID., Lágrimas, cap. 21). «Le voy á ofrecer á Vd. para ese desgavilado paseante en corte de su hijo una regencia» (ID., ib., capítulo 24). «Está seca, desgavilada: ella que tenía un cuerpo tan airoso, tan elegante» (COLOMA, Pequeñeces, lib. II, cap. 6).

Desguanzado, da. adj. fam. Desfallecido, sin fuerza ni vigor.

Desguanzo. m. fam. Falta de fuerza y vigor.

  —171→  

Desguargorrarse. pr. ant. Parece que equivalía a desgañitarse.

«Viso.-
Grita, grita tú por mí.
Gusto.-
¿No ves que me desguargorro?».

(GONZÁLEZ DE ESLAVA, col. IX)                


Deshobachar. (De hobacho). a. Hacer andar las caballerías, cuando están muy gordas y descansadas, para que se acostumbren poco a poco al trabajo, y en la jornada que se previene no se cansen y sofoquen.

Cuba. MACÍAS, p. 462. Pichardo (p. 133) dice Desjobachar.

Desilusionarse. pr. Perder las ilusiones, desengañarse. Rivodó (p. 22) pone a DESILUSIONARSE e ilusionarse entre los verbos que faltan en el Diccionario y se usan generalmente. Batres (p. 248) condena el DESILUSIONARSE. He oído y leído éste; mas no el otro. Aún no están bastante extendidos para que deban aceptarse.

Desinquieto, ta. adj. Lo mismo que inquieto. La gente vulgar agrega a esta palabra, y a otras, el prefijo des, como intensivo. El caballo está muy DESINQUIETO. Según Cuervo (§ 746, nota) en portugués se dice también DESINQUIETO, y Pichardo (p. 133) le pone entre las voces corrompidas. Macías (p. 462) le reprueba, y con razón.

V. DESBORRAR.

Deslave. m. Deslavadura: acción y efecto de deslavar. Es ahora voz muy usada, hablando del daño ocasionado por las lluvias o crecientes que carcomen o arrebatan los terraplenes de los ferrocarriles. La línea está interrumpida por los DESLAVES.

Desmamparado, da. (De mamparo, trinchera, defensa). adj. vulg. Abandonado, solitario, indefenso, sin abrigo ni protección.

«Yo vivo junto á Salaya en una hacienda la más sólida [sola] y desmamparada» (Diario de México, tom. II, p. 49 bis).

Desmañanarse. pr. fam. Madrugar mucho, contra la costumbre, y hallarse molesto por esa causa. Estoy DESMAÑANADO.

Desmechado, da. adj. Que tiene el cabello revuelto y sin peinar: desgreñado. Úsase más en femenino.

Desmechar. a. fam. Arrancar puñados de cabellos; mesar. Úsase también como pronominal.

«En un abrir y cerrar de ojos me desmecharon, arañaron la cara, é hicieron tiras mi ropa» (PENSADOR, Periquillo, tom. IV, cap. 7, p. 101). «Otra [vez] me desmecharon unas coscolinas» (ID., ib., tom. IV, cap. 9, p. 119). «Mi tía se puso hecha una leona [...] se desmechó solita, renegaba...» (Astucia, tom. I, cap. 2, p. 38). «No se ande desmechando, ni se dé á la pena» (Id., tom. II, cap. 3, p. 70). «Se desmechaba solito» (Id., tom. II, capítulo 13, p. 391).

Guatemala. BATRES, p. 252.

Desmelar. a. Significa «quitar la miel á la colmena», y también recoger la miel que los panes de azúcar han arrojado durante la purga, y ha quedado en los porrones.

Desmocha. f. Úsase aquí en la segunda acepción que le da el Diccionario de Autoridades, omitida en el Vulgar: «Se llama también la diminución ú destrucción de gran parte de alguna cosa; y así se dice comunmente: fiera desmocha ha habido de soldados, de ministros; de oficiales, etc.».

Desmoralizar. a. y pr. Es «corromper las costumbres con malos ejemplos ó doctrinas perniciosas»; pero le usamos además para dar á entender que alguien se ha desconcertado, ha perdido la fuerza moral, la confianza en sí propio, la fe en el buen éxito. Ese accidente imprevisto le DESMORALIZÓ. Aplícase particularmente a la tropa, cuando se introduce en ella el desaliento y la creencia de que será vencida. Se DESMORALIZÓ el ejército.

Ecuador. CEVALLOS, p. 57. Guatemala. BATRES, p. 255. Según cita de este último escritor, nuestra acepción se usa en Chile también, aunque Rodríguez no la trae.

Ortúzar dice que ejército DESMORALIZADO «es cuanto cabe en punto á barbarismo». Quiere que se diga «desorganizado, indisciplinado, insubordinado». No es lo mismo.

Desmorecerse. pr. fam. Perecerse (últ. acep.): sentir con violencia un afecto o pasión. DESMORECERSE de llanto,   —172→   de risa, es llorar o reír con exceso, en términos de turbarse la respiración. Zerolo asegura que en Andalucía dicen esmorecerse.

«Dando el pobre angelito unos gritos que hasta se desmorecía» (PENSADOR, Quijotita, cap. 1). «El baile lo inventó el hombre en el primer momento en que se desmoreció de gusto» (FACUNDO, Chucho, tom. I, cap. 6). «Pérez y el del arpa tocaron diana, los muchachos gritaron á reventar, y todos se desmorecieron de gusto, porque llegaba la hora de la colación» (ID., ib., tom. I, cap. 12). «La comadre se desmoreció: se rió á reventar» (ID., Las Posadas, II). «La señora se soltó riendo hasta desmorecerse» (ID., ib., IV). «Mi amigo se desmoreció de risa, hasta el grado de tener que salirse al corredor» (ID., Gentes, tom. I, cap. 1).


«Los ancianos se remozan,
Las viejas la frasca atizan,
Se desmorecen los pollos,
Los chicos saltan y brincan».


(G. PRIETO, Poes. fest., «Paseo en canoa», p. 119)                



«Y vamos, y mi consorte
Se desmorece en gorjeos».


(ID., «Carta de un novio tímido», Mon. Rep., 16 oct., 1891)                


Perú. ARONA, p. 182. Cuba. PICHARDO, p. 130; MACÍAS, p. 462. Canarias. ZEROLO, p. 59.

Desnudar. a. V. DESVESTIRSE.

Despacho. m. Título para desempeñar un empleo. Recibió el DESPACHO de contador, de capitán.

Despegar. a. Desenganchar: quitar de un carruaje las caballerías del tiro.

2. pr. fig. Caer mal una cosa por inferioridad fisica o moral de la persona que la tiene o lleva: como se le DESPEGA el traje, el título, etc.

Despejo. m. Por antonomasia se llamaba así el que antiguamente hacía la tropa en las plazas de toros, antes de la corrida, y tenía por objeto desembarazarla de la gente que paseaba en ella. Era costumbre que para eso hiciera la tropa diversas evoluciones o figuras, a toque de tambor o de corneta. Alcancé el DESPEJO (que los había famosos); pero hace muchos años que cesaron (lo mismo que el paseo en el coso), porque el pueblo, impaciente por ver destrozos, solía fastidiarse y silbar a la tropa, cuando se alargaba el DESPEJO.

Despepitar. a. Quitar las pepitas de algún fruto: DESPEPITAR algodón. El Diccionario sólo da la forma pronominal, con significaciones muy diversas.

Despercudido, da. adj. fam. Se aplica especialmente a las personas de color más claro que el propio de su raza.

«No pasaban las Machucas de ser unas trigueñitas un poco despercudidas, y nada más» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 3). «Virginia es la más despercudida de los hijos de D.ª Lugardita» (ID., Mariditos, cap. 4).

Desperdicios DE LOS RICOS SON AUMENTOS DE LOS POBRES: refr. que por sí mismo se explica, y que suele usarse para aconsejar a los ricos que den a los pobres lo que ellos malgastan o dejan perder.

Despernancarse. pr. fam. Esparrancarse; abrirse de piernas, separarlas.

2. Lastimarse las piernas por haberlas separado con exceso: despatarrarse.

«Te estrellaste los cascos, ó á buen componer te despernancaste» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 131).

Perú. ARONA, p. 184. Cuba. PICHARDO, p. 130; MACÍAS, p. 464. Este último autor cree que son sinónimos DESPERNANCARSE y despernarse, cansarse, estropearse por andar. Nunca he oído DESPERNANCARSE en tal sentido. La acepción que da la Academia a despernar «cortar ó estropear las piernas», se acerca a la segunda que atribuimos a DESPERNANCARSE; aunque éste toma la forma pronominal y aquél no. Rivodó dice (p. 240) que DESPERNANCARSE y DESPERNANCADO son voces más analógicas que despatarrarse y despatarrado, porque en las definiciones de éstas no se hace mención de las patas, sino de las piernas.

Guatemala. BATRES, p. 242.

Despido. m. Despedida. «El acto de despedirse los que se separan» (Salvá).

«¿Quién era, que con sola una palabra de despido hacía derramar abrasado llanto de aquellos ojos?» (D. COVARRUBIAS, Gil Gómez, capítulo 2).

Desplante. m. Para el Diccionario, sólo es término de danza y esgrima. Le tomamos también por audacia, descaro.


«Si de ponerse de mí delante
Algún imbécil tiene el desplante».


(R. BÁRCENA, Combates en el aire)                


  —173→  

Desplatear. a. Quitar la plata que cubre un objeto de otro metal.

2. fam. Sacar dinero. Úsase exclusivamente en la frase Como no me DESPLATEEN, aunque me desdoren, que se funda en un juego de vocablos, y significa Como no me saquen dinero, poco importa que me desacrediten.

«Ríete de eso, hija, respondía mi padre: como él no los desplatee, poca fuerza les hará que los desdore» (PENSADOR, Periquillo, tomo I, cap. 3, p. 36).

Despolvorear. a. Quitar o sacudir el polvo; pero nunca se oye en ese sentido, sino en el de espolvorear o polvorear, que es lo contrario. DESPOLVOREAR azúcar sobre un bizcocho.

Bogotá. CUERVO, § 746. Chile. RODRÍGUEZ, p. 188. Guatemala. BATRES, p. 246.

Desporrondingarse. pr. Despilfarrarse, echar la casa por la ventana; y DESPORRONDINGADO llaman también al que no tiene orden ni método para nada.

Bogotá. Cuervo (§ 778) coloca a desporrondingarse entre los «adefesios que se oyen en Bogotá».

Guatemala. «Desporrondingado. Con esta larguísima palabra llaman en Bogotá, lo mismo que nosotros, al que echa el bodegón por la ventana, al que no tiene arreglo ninguno, ni método para vivir» (BATRES, p. 246).

Despostilladura. f. Hueco, portillo, que deja el pedacito que falta en el borde o canto de una cosa.

«En la porcelana tiene una despostilladura chica» (Diario de México, tom. VII, p. 24).

Despostillar. a. y pr. Es de uso general por desportillar.

«Tengo vistas muchas antigüedades mexicanas labradas con esta especie de piedra, la que sin duda preferían á otras, porque es muy dócil y no se despostilla al labrarla» (ALZATE, Gaceta de Literatura, 31 julio, 1792). «Una pileta de agua bendita de Puebla despostillada» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 1, p. 20). «Subida la escalera con cuidado, para no romperse la crisma en los altos y despostillados escalones» (S. POLO, Cuarto Poder, cap. 4). «En dorado marco de estilo plateresco, á trechos ennegrecido y despostillado» (DELGADO, La Calandria, I, 1.ª ed.).

Despredicar. a. Predicar lo contrario de lo que antes. Verbo pintoresco de que sólo un ejemplo he hallado.

«Los religiosos tuvieron necesidad de despredicar las limosnas que habían persuadido se hiciesen á los hospitales» (Cód. Franc., p. 75).

Desprestigiar. a. Desacreditar, quitar el prestigio. Muy usada por los políticos.

«A proporción que va perdiendo terreno el gobierno se va apretando el ataque, hasta desprestigiarlo enteramente y dar con él en tierra» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 10). «Esto es faltar al respeto al gobierno, desprestigiarlo» (ID., ib., p. 217).

También se halla como pronominal, cuando la pérdida del prestigio es por culpa del mismo que le pierde. Con tales medidas SE DESPRESTIGIAN los gobiernos.

Rivodó (p. 22) cree que este verbo es uno de los que faltan en el Diccionario. Batres (p. 252) opina que no es castizo.

Desprestigio. m. Pérdida del prestigio o consideración favorable de que antes se gozaba.

Despulsarse. pr. El Diccionario le califica de anticuado y le da dos acepciones: «Agitarse demasiado por una pasión de ánimo», y «Apasionarse por una cosa, amarla y apetecerla con vehemencia». No le usamos en ninguna de ellas, sino en la de afanarse, trabajar hasta rendirse por alcanzar algún fin.

«Por lo que mira al estilo, á la decencia, al aire de taco, al tono, y todas aquellas cosas que debe saber una señorita de su clase que algún día ha de hacer su papel, ya Vd. ha visto que me he despulsado por enseñárselas» (PENSADOR, Quijotita, cap. 6). «Será bravo dolor que después de despulsarme por quedar bien, no tenga agora ni que darles de comer á estos señores» (ID., ib., cap. 15). «Los muy bobones se endrogan, se despulsan y se sacrifican, pero traen lo que una quiere» (ID., ib., capítulo 20).

Desquebrajar. a. Lo mismo que esquebrajar y resquebrajar. Es más usado como pronominal.

Bogotá. «En el Diccionario se encuentran los verbos esquebrajar, resquebrajar, pero no desquebrajar, usual, á pesar de eso, en España y en Colombia: "Es preciso apisonar la éra con un gran rodillo y amasarla con la mano, endureciéndola con pegajosa greda para que no nazca hierba en ella, ni se desquebraje con la fuerza de la sequía", dice D. Eugenio de Ochoa en su traducción de Virgilio (Georg., lib. I); si bien no aseguramos que ésta no sea una de las infinitas erratas que hormiguean en dicha obra» (CUERVO, § 684).

  —174→  

Venezuela. «Es tan bueno como esquebrajar y resquebrajar» (RIVODÓ, p. 141).

Guatemala. «Tal verbo de cuño nuestro úsase por romper ó quebrar algo con violencia y estrépito» (BATRES, p. 247).

Ortúzar dice que es vocablo bien formado, y tan usual en España como en América.

Destapar. n. Echar a correr, ponerse en fuga. Se entiende siempre del que está a caballo, o de bestias sueltas.

«La mula destapó para atrás, y Pepe arrancó tras ella para atajarla» (Astucia, tom. I, cap. 11, p. 221). «¿Por qué no nos hiciste alguna seña y destapaste para el zacatonal?» (Id., p. 221). «Y brincándole en pelo á su caballo, destapó cortando camino» (Id., tomo II, cap. 1, p. 3). «Volteando caras, destaparon para el puente azotando á sus caballos» (Id., tom. II, cap. 4, p. 103). «Y como Dios nos dé á entender, destapamos» (FACUNDO, Gentes, tom. I, cap. 6). «Y luego, que los otros destaparon» (ID., ib., tom. I, cap. 17). «Los mozos destaparon, y destaparon esos señores» (ID., ib., tom. III, cap. 9).

2. pr. Descubrirse, desarroparse.

Destiladera. f. Piedra hueca porosa que se usa generalmente en las casas para destilar o filtrar agua. El Diccionario la llama destilador.

DESTILADERA se halla en el Perú (ARONA, p. 184), en Chile (RODRÍGUEZ, p. 190), en Guatemala (BATRES, p. 245) y en Canarias (ZEROLO, p. 59). Ortúzar le cree común a la América.

Destorlongado, da. adj. fam. Que hace las cosas sin orden ni concierto.

Destorlongo. m. fam. Desorden, desconcierto, despilfarro: falta de gobierno y de economía.

Destorrentarse. pr. Desorientarse, extraviarse, perder la brújula. También atropellar todo respeto.

«Se sentía infeliz en medio de una sociedad que no supo comprender á Acuña, y de la cual dijo pestes sobre pestes el destorrentado Plaza» (DELGADO, La Calandria, VIII).

En Guatemala, destorrentado es manirroto, desarreglado (BATRES, p. 248).

Destripar. n. fam. Dejar un estudiante sus estudios, antes de terminarlos, para tomar otra carrera o ninguna.

«A la mitad del curso destripaste para seguir la carrera de empleado» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 2). «Estudiantes que destripan, comerciantes que no pueden adquirir en otra parte sino exiguo salario» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 140).

Destroncar. a. Descuajar; arrancar plantas, o quebrarlas por el pie.

2. Cansar con exceso a los animales. Úsase también como pronominal. SE ME DESTRONCÓ el caballo.

«Como primera jornada necesitamos no destroncar á los animales» (Astucia, tom. I, capítulo 7, p. 134). «Se paró la res un tanto destroncada» (Id., tom. I, cap. 12, p. 238).

En Chile significa inutilizarse el caballo por vejez (RODRÍGUEZ, p. 190).

Destronque. m. Acción y efecto de destroncar o descuajar plantas.

Desvergüenza. f. Lo mismo que palabra obscena.

«¿Será Vd. aficionado á las burlas y chanzas, de modo que pueda Vd. soltar algunas palabrillas de esas que los escrupulosos llaman desvergüenzas (Diario de México, tom. I, p. 227). «Sus primeras palabras fueron desvergüenzas» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 3, p. 39). «Todo eran desvergüenzas, gritos, porrazos y desórdenes» (ID., ib., tom. II, cap. 10, p. 181). «Aquí el ebanista agregó una desvergüenza con toda la expresión de un odio terrible» (DELGADO, La Calandria, XVII). «¿Y quién convidó al baile á ese...? Y aquí repitió la desvergüenza» (ID., ib.).

Desvestirse. pr. Este verbo no aparece en el Diccionario, y sería conveniente admitirle para evitar lo indecoroso de ciertas frases en que se emplea desnudar, a falta de otro. Desnudar, desnudarse, debieran servir para expresar que se quita todo vestido; y DESVESTIRSE para dar a entender que se quita solamente el vestido exterior. De la persona que vuelve a su casa y deja el vestido de calle o de ceremonia para ponerse otro más sencillo y cómodo, diríamos que SE DESVISTIÓ, así como decimos que se viste el que toma traje de calle. Cuando el sacerdote se pone los ornamentos sagrados, se reviste; mas cuando los deja no nos atrevemos a decir que se desnuda, porque sobre no ser exacto sería indecoroso, y apelamos a algún rodeo: digamos, pues, que SE DESVISTE. Por fortuna, no se trata de introducir palabra nueva, sino de resucitar una antigua. La prodigiosa erudición del Sr. Cuervo nos proporciona el texto que abajo hallará el lector. Veamos ahora una muestra de los equívocos a que puede dar ocasión el uso de desnudar.

«En cuanto entró le dijo mi amo [a la nueva criada]: anda, hija, desnúdate y vete con nana   —175→   Clara, que ella te impondrá de lo que has de hacer» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 10, p. 178).

Hubo de dar choz al editor el pasaje, y le puso esta nota: «En aquella época [y aun ahora] sólo la gente muy infeliz carecía de ropa más decente ó aseada para salir á la calle, y así es que por desnudarse se entendía [y se entiende] quitarse esa ropa, y quedarse con la de dentro de casa». Sería de ver, en efecto, que una criada hiciera a la cordobana las faenas domésticas.

DESVESTIRSE comienza a usarse de nuevo, y claro es que lo aplaudimos.

«En un momento se desvistieron los jóvenes, y con toda prisa se pusieron los [vestidos] que habían de lucir en ese gran baile» (G. VIGIL, Cuentos, p. 177). «Me arrojé al lecho sin desvestirme» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 74).

Bogotá. «A este propósito es de observarse que con más lógica decimos nosotros desvestir [por desnudar], y acaso con más miramiento; pero mal hemos escrito nosotros, pues esta es voz antigua española: "Et se [...] el clérigo non ovier comenzado la sagra, desvístase, et non diga la misa" (Concilio de León, año de 1267). Como se ve, aquí es lo contrario de revestirse» (CUERVO, § 746).

Venezuela. Rivodó (p. 22) incluye a DESVESTIRSE entre los verbos que faltan en el Diccionario. Más adelante (p. 35) opina que van descaminados los que no quieren que se diga DESVESTIRSE sino desnudarse. Por último (p. 68) dice que DESVESTIRSE es un verbo «perfectamente formado, y que expresa la idea de despojarse, ó quitarse el vestido, con más claridad y propiedad que desnudarse». Añade que «tiene además á su favor la circunstancia de aparecer como más eufémico y delicado».

Michelena se expresa así: «Los franceses y los ingleses se visten y se desvisten: los españoles y los americanos se visten y se desnudan, incurriendo en un contrasentido. Nudo quiere decir sin vestido, y con el prefijo des, que significa contrariedad, se forma el compuesto desnudo, que debiera ser lo contrario de nudo, es decir, vestido, mientras que nudo y desnudo son sinónimos. De desear es que la Academia nos permita desvestirnos como nos ha permitido hasta ahora desnudarnos» (página 25). Acerca de lo que Michelena dice de nudo, véase supra el art. DESBORRAR.

Por lo visto, los respetables escritores sudamericanos citados opinan que DESVESTIRSE debe sustituirse por completo a desnudarse. A pesar de la mala o impropia formación de éste, creo, por las razones expuestas, que deben conservarse ambos, cada uno con su propia acepción, con lo cual se enriquecería la lengua y podría darse mayor claridad al discurso.

Guatemala. Batres opina en sentido contrario. «Existiendo el verbo desnudarse, no hay necesidad de que forjemos nosotros el desvestirse, de que se hace uso frecuente» (página 247).

Desyerbar. a. Acá nadie dice desherbar, por «quitar ó arrancar la hierba», sino DESYERBAR, así como nunca se dice ni escribe hierba, sino yerba.

«Desde que el Diccionario ha admitido la forma yerba al igual de hierba, es consecuencia natural decir también desyerbar lo mismo que desherbar» (RIVODÓ, p. 141).

Guatemala. BATRES, p. 242. Cuba. MERCHÁN, p. 240. Bogotá. Cuervo pone la palabra entre las que andan adulteradas (§ 708).

Deteger. (Del lat. detegere). a. Averiguar, descubrir, aclarar.

«Detegióse la causa, y se averiguó la provocación, en cuya vista fué Villasana absuelto» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, capítulo XXIX, n. 7).

Devisar. a. ant. Divisar. El pueblo retiene todavía esta forma anticuada.

«Está [...] en un lugar algo alto de donde se devisa la dicha laguna» (Descr. de Pázcuaro, 1581, MS.). «Es que nos han devisado» (FACUNDO, Gentes, tom. II, cap. 16). «Mucho antes devisamos como un bulto» (ID., ib., tom. IV, cap. 3).


«Me siento como volando
Cada vez que te deviso».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Décimas», p. 166)                


Devolverse. pr. Por volverse -ME DEVOLVÍ de la esquina- es un disparate que anda aquí y en otras partes de América. DEVOLVER, dice el Sr. Cuervo, sólo es sinónimo de volver en el sentido de restituir.

Bogotá. CUERVO, § 467. Maracaibo. MEDRANO, p. 34.

Diabetis. f. Es comunísimo dar este nombre a la enfermedad que en castellano se llama DIABETES.

Lo mismo en otras partes. Bogotá. CUERVO, § 675 b. Chile. RODRÍGUEZ, p. 191. Guatemala. BATRES, p. 249. Cuba. MERCHÁN, p. 240.

Diablo. m. Ignoro de dónde ha venido la idea de que empeora la aviesa   —176→   condición de los diablos cuando usan corona. Acaso queremos dar a entender que esos son los jefes de aquella malévola legión, y como tales, más poderosos y más dañinos que los de clase inferior. El caso es que con la añadidura del adjetivo representan un gran conjunto promiscuo de personas o cosas pésimas.

«Ingleses, franceses, alemanes, polacos, italianos, americanos del norte y diablos coronados, todos no tienen otras miras que ver la tarascada que pueden dar á la riqueza de la República» (MORALES, Gallo Pitagórico, página 243).

Diagnosticar. n. Declarar el médico cuál es la enfermedad del paciente. El doctor aún NO DIAGNOSTICA. Como activo: Ya DIAGNOSTICÓ tifo.

Diagnóstico. m. Calificación que el médico hace de la enfermedad, conforme a los signos que advierte.

Diciembre. m. La Academia dice que es el duodécimo mes del calendario que actualmente usa la Iglesia y muchas naciones de Europa. Se olvidó de la América, y aun de las otras partes del mundo, porque en todas hay pueblos que usan ese calendario.

Dictaminador, ra. adj. Que dictamina; que debe dar, da o ha dado dictamen. Comisión DICTAMINADORA.

Dictaminar. n. Dar o presentar dictamen.

«Pasó á una comisión para que dictaminara» (Astucia, tom. II, cap. 7 bis, p. 243). «Otra comisión que dictaminará sobre reformas de la ley de propiedad literaria» (FACUNDO, Vistazos, p. 121).

Este desgraciado verbo, lejos de haber entrado en el Diccionario, ha sido anatematizado expresamente dos veces en la Gramática de la Academia (1880): la una en la p. 279, donde le incluye entre los «vocablos nuevos, contrarios á la analogía y á la índole de nuestra lengua»; y la otra, con más dureza aún, en la p. 280, donde leemos: «Dictaminar, rechácese como invención moderna, á todas luces reprensible». Sea de ello lo que fuere, me toca decir que es usadísimo de este lado del mar. El vocablo no es muy nuevo, pues hace medio siglo que Salvá le puso en su Diccionario como provincial de América, y en el Prólogo opinó ser conveniente que se generalizase. Algo habría que decir acerca de esa calificación de provincial de América (adoptada también por el Diccionario), porque hoy tiene un si es no es de chusco declarar provincia de España a toda la América española, y calificar de provincial una voz usada por la mayoría de los que hablan el castellano: más exacto sería llamarla propia de América. Pero oigamos a dos escritores hispanoamericanos que dirán mejor que yo lo que hace al caso.

Chile. «El Sr. Salvá pone á esta voz la nota provincialismo de la América Meridional [dice sólo de América]: dar dictamen, aseveración confirmada por el silencio que acerca de ella guarda el Diccionario de la Academia. De desear sería que se procediese cuanto antes á otorgarle carta de ciudadanía; pues es lo cierto que si se eliminase, no quedaría, para expresar la idea, más arbitrio que recurrir al circunloquio dar dictamen, y sabido es que nunca debe desterrarse un vocablo correctamente formado, aunque sea nuevo, para servirse de circunloquios ó de frases» (RODRÍGUEZ, p. 191).

Venezuela. «Faltan en el Diccionario multitud de verbos que pueden formarse por derivación de sustantivos y adjetivos corrientes que constan en el propio Diccionario. Esta formación está en la naturaleza misma de las cosas, y para ello ofrece la lengua muchos y variados recursos en su rico caudal de prefijos y subfijos, valiéndose especialmente de los prefijos a, en, y de los subfijos ar, ear, izar» (RIVODÓ, p. 22). En la lista de los verbos a que se refiere el autor está dictaminar.

Guatemala. BATRES, p. 250. Ortúzar le tiene por voz de América.

Dichoso, sa. adj. Ninguna de las acepciones que el Diccionario da a este adjetivo conviene al sentido especial en que se usa con frecuencia. Da a entender que la persona o cosa de que se trata tiene ya adquirida cierta notoriedad, y de ordinario se emplea con referencia a lo que ha dejado recuerdo desagradable. Así, al decir el DICHOSO negocio, la DICHOSA fiesta, ya se declara que el negocio y el festejo fueron de malas consecuencias. Quizá algo semejante quiso expresar el Diccionario de Autoridades en esta vaga definición: «Se usa en nuestro castellano con cierto tonillo;   —177→   y así tiene una significación sumamente expresiva, según la materia y el sujeto á que se aplica, la cual no es fácil explicar con otro término: y algunas veces suele ser ironía».

«Ya sabrán de la figurante nuestra compañera, la dichosa Isolina» (FACUNDO, Isolina, tom. II, cap. 7). «Ahora vamos á decir cómo se formó la dichosa Academia [de Letrán]» (G. PRIETO, en la Rev. de Letr. y Cienc., tomo I, p. 5).

No es acepción propia nuestra: la hallamos asimismo en España.

«En la dichosa casa había más de cien criados» (FERN. CABALLERO, La Gaviota, parte II, cap. 11). «Haciendo benéfico uso de la dictadura que le había legado la revolución [...] suspendió en Junio de 1875 la dichosa base 5.ª por medio de un decreto» (CÁNOVAS DEL CASTILLO, Problemas contemporáneos, tom. III, p. 394).

Y me sospecho que también anda en los otros países hispanoamericanos, porque un distinguido escritor chileno dice:

«Precisamente en la sala de espera contigua á aquella en donde se examinaba el dichoso traje» (ALB. DEL SOLAR, Rastaquouère, p. 131).

Dieciseisavo. adj. Ya que la Academia, en los artículos Cuarto, Octavo, Dozavo, se refiere al tamaño de los libros, parece que debiera hacer lo mismo en DIECISEISAVO y dieciochavo.

Dientazo. m. vulg. Herida o señal hecha con los dientes.

«¿Cuál fué tu marca, Pepe? -Un dientazo en la cabeza del águila [de un peso fuerte]» (Astucia, tom. I, cap. 7, p. 129).

Diente. TENER BUEN DIENTE o SER DE BUEN DIENTE, ser gran comedor.

PELAR EL DIENTE. vulg. Coquetear fingiendo sonrisitas.

DIENTE DE PERRO. El grano de maíz cuando aún no acaba de cuajar en la mazorca, y está muy tierno. Esta milpa está en DIENTE DE PERRO. Un anónimo poseedor de mi ejemplar del Diccionario de Autoridades añadió este artículo al margen.

Dieta. f. Sueldo que perciben los diputados. Úsase más en plural.

Dificultoso, sa. adj. Que a todo opone dificultades.

Digerir. a. Falta en este artículo del Diccionario la acepción correspondiente a la 2.ª de DIGESTIÓN. Está en el Diccionario de Autoridades: «En términos químicos, vale cocer algunos zumos ú otras materias por medio de un calor lento, semejante al del estómago, dándole á esta operación este nombre por semejanza».

Dilatar. n. Hacemos notable y frecuente abuso de este verbo en la acepción de tardar.

«Conozco que vas á dilatar mucho» (Astucia, tom. I, c. 6, p. 104). «No dilato: ya vuelvo» (Id., tom. II, cap. 3, p. 89). «No dilato, señor gobernador» (Id., tom. II, c. 11, p. 338). «Tres meses dilató mi curación» (PAYNO, Fistol, tom. I, cap. 5). «Durante tres ó cuatro días que Vd. dilate en hacer esto, yo habré trabajado ya mucho» (ID., ib., tom. II, c. 3). «El objeto de aquella reunión, en la cual sólo Miguel faltaba y otro amigo de la gobernadora, que no dilataría en llegar, era la celebración de un recuerdo feliz» (S. POLO, La Gran Ciencia, cap. 20).

V. CUICO.

Úsase mucho como pronominal.

«Como me dilaté en la vivienda de Eufrosina, me extrañó el coronel, y preguntó el motivo» (PENSADOR, Quijotita, cap. 11). «Dame este gusto: no te dilates» (ID., Noches, I, p. 13). «Por fortuna él se ha dilatado el tiempo necesario» (ID., ib., III, p. 46). «Yo, que sabía muy bien que era mortal y que ya había vivido mucho, no me dilaté en creerlos» (ID., Periquillo, tom. IV, cap. 15, p. 204). «Conque allá nos veremos; ya me he dilatado» (Astucia, tom. I, cap. 2, p. 39). «No se dilate, por vida suya» (Id., tom. I, cap. 3, página 50). «No me dilato» (Id., tom. I, c. 14, p. 299). «Anda á llamarme á D. Agapito; que venga luego: no te dilates» (Id., tom. II, cap. I, p. 48).


«Si se busca á una persona,
Contestan, si no está en casa:
Espere, señor, tantito
Que ya mero no dilata».


(SOMOANO, p. 25)                


Chile. «Dudamos mucho que en esa acepción [de demorar] pueda usarse reflejamente, como cuando preguntamos al criado que se demora más de lo justo en volver de la calle: ¿por qué te has dilatado tanto (RODRÍGUEZ, p. 192). SOLAR, p. 51.

Guatemala. «Cuando decimos al criado ¿por qué te has dilatado tanto? deberíamos usar demorado» (BATRES, p. 250).

V. BIROTE. ENTOMPEATAR.

  —178→  

Dinamo. (Del gr. du/namij, fuerza). m. Máquina para producir corrientes eléctricas inducidas, por la acción de un electroimán sobre un circuito metálico cerrado.

Dintel. m. No faltan entre nosotros ejemplos del desatinado uso de DINTEL por umbral. Dejamos la palabra a Cuervo.

«De algún tiempo á esta parte es increíble el número de hombres que se han convertido en moscas ú otros gusarapillos semejantes, porque siempre oímos que hay quien pise los dinteles de las puertas ó se siente en ellos [...]. Es excusado llamar dintel, que significa la parte superior de las puertas y ventanas que carga sobre las jambas, al umbral, que es la parte inferior ó escalón por lo común de piedra, y contrapuesto al dintel en la puerta ó entrada de cualquier casa» (§ 472).

Rodríguez (p. 192) transcribe todo el pasaje de Cuervo, y le endereza «á los escribidores, copleros y traductores zarramplines».

Vayan ahora los ejemplos de casa:

«Se destaca en el fondo de la recámara casi oscura, parada [de pie] en el dintel, una joven cubierta con un vestido chillante [chillón] y desgarrado». «La vecina de enfrente [...] sentada en el dintel de la puerta de su cuarto». «Sentáronse Estefanía y Sotomayor en el dintel de una puerta» (Escritor contemporáneo).

Guatemala. BATRES, p. 253.

Dios. TENTAR A DIOS DE PACIENCIA: provocar su enojo con repetidas ofensas, o exponerse temerariamente a peligros.

«Marqués, no tiente Vd. á Dios de paciencia» (R. BÁRCENA, Noche al raso, VI, p. 125).

DIOS HACE RENGLONES DERECHOS CON PAUTAS TORCIDAS, es como decir que la Providencia conduce todo acertadamente, a veces por caminos que a nuestra corta inteligencia parecen extraviados.

«Yo me acuerdo [de] haber oído decir que Dios hace renglones derechos con pautas torcidas» (PENSADOR, Periquillo, tom. I, cap. 11, p. 130).

AMAR A DIOS EN TIERRA AJENA, fr. fam. que equivale a ser tratado con rigor; pasar muchos trabajos.

«Ahora verán lo que es amar á Dios en tierra ajena: tírenle recio [al monte]» (PAYNO, Fistol, tom. II, cap. 13).

Un escritor la usa jocosamente, en circunstancia particular, cambiando ajena en propia.

«Patentizar así á S. M., que esta grey estaba todo lo más esquilmada posible, y que seguía amando á Dios en tierra propia» (FACUNDO, El Correo, p. 86).

DIOS CASTIGA SIN PALO NI CUARTA, refrán con que se advierte que Dios, para castigar, no necesita valerse de instrumentos materiales.

«Dios castiga sin palo ni cuarta» (Astucia, tom. II, cap. 1, p. 15).

El Diccionario trae el refrán de estos dos modos: Dios castiga sin palo ni piedra, o no a palos; y le explica así: «refrs. que advierten que Dios muchas veces castiga al malo, de modo inesperado é incomprensible».

DIOS PAGUE LA CARIDAD Y AUMENTE LA DEVOCIÓN, expr. que se usa, en estilo jocoso y familiarmente, para agradecer algún pequeño obsequio y manifestar el deseo de recibir otros semejantes.

SI DIOS QUIERE. Fórmula piadosa muy usada antes para manifestar que nada hay seguro, sino que todo depende de la voluntad de Dios. Es o era de uso muy general entre los andaluces, quienes la tomaron de los árabes. Al despedirse por la noche, siempre les oía yo decir: Hasta mañana, SI DIOS QUIERE.

«Es muy poco avisado, á mi entender, el hombre que con una loca arrogancia dice: mañana haré esto, emprenderé tal cosa, sin añadir estas palabras si Dios quiere, porque es necesario contar con esa soberana voluntad para toda s nuestras operaciones» (PENSADOR, Quijotita, cap. 24).

DIOS Y LIBERTAD. Fórmula con que, después de establecida la república y durante mucho tiempo, fue uso terminar las comunicaciones oficiales, en vez de la antigua Dios guarde a vd. muchos años. En la guerra de Reforma se sustituyó con otras, y hoy rige la de Libertad y Constitución. Ya que no se quiera restaurar la antigua, tan piadosa, cortés y caritativa, mejor fuera suprimirlas todas, porque en estos tiempos de paz han venido a ser una añadidura superflua y trasnochada. Como la de DIOS Y LIBERTAD se usó tanto en épocas de continuas   —179→   revueltas, y los oficios en que aparecía ese grito revolucionario eran por lo común nuncios de exacción, tropelía o maltrato en grado superlativo, llegó a tomarse como sinónimo de desorden, de cosa rematadamente mala. Se armó una de DIOS Y LIBERTAD quería decir, por ejemplo, que se había armado un tumulto, una gran riña.

«Después de un grandísimo sermón, me dió [mi padre] una tranquiza de Dios y Libertad» (Astucia, tom. I, cap. 13, p. 277).

Diputación. f. Nombre que todos dan a las Casas Consistoriales o Palacio Municipal de México.

«Pensó dispararse sobre la cabeza el par de pistolas que llevaba en el bolsillo y que le quitaron llegando á la puerta de la Diputación» (PAYNO, Fistol, tom. III, cap. 2). «Yo mismo anduve tomando informes en la Casa de Diligencias, en la Diputación» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 85). «Se providenció remitirlo á la Diputación» (Id., p. 87). «Ve á la Diputación. Con este nombre distinguen algunos el Palacio Municipal de México» (FACUNDO, Ensalada de Pollos, tom. II, cap. 3). «La Diputación descuella Ornada de azul y blanca, Con paisajes los balcones, De una belleza extremada» (Don Simplicio, 16 set., 1846).

V. CUICO.

Discretorio. m. En algunas comunidades religiosas, el cuerpo que forman los discretos, y el lugar en que se reúnen. Está en Terreros.

«El lugar adonde todos ellos [los discretos] se congregan para tratar de las cosas que conviene se llama discretorio» (Cód. Franc., página 136).

V. la portada de las Constituciones de la Provincia de San Diego, en la lista de autores citados.

Disenteria. f. Así pronunciamos todos sin excepción, y así se halla la palabra en todas las ediciones del Diccionario, hasta la 11.ª, en Terreros y en Salvá. Mas la Academia, en la última edición, escribe disentería. Cuervo, en el § 36, escrito antes de la publicación de aquélla, incluyó entre los yerros de pronunciación disentería por DISENTERIA. Luego (§ 779), cuando ya tenía á la vista la nueva edición, discutió el punto con su acostumbrada maestría, y se afirmó en que, a pesar de la variación de la Academia, la pronunciación correcta y más generalmente adoptada es DISENTERIA. Ignoro por cuál razón, Rivodó (p. 221) incluyó la voz entre las que «convendría usarse con dos acentuaciones diversas». Amunátegui (p. 144) se inclina a la acentuación adoptada ahora por la Academia. Por último, Batres (p. 246) se limita a declarar que «debe decirse disentería». Apoyado en el uso más general y en la autoridad de Cuervo, opino que podemos conservar nuestro DISENTERIA sin incurrir en mal caso gramatical.

Disgustado, da. adj. vulg. Muy difícil de contentar: que nada encuentra de su gusto. La señora es muy DISGUSTADA.

En inglés fastidious.

Disímbolo, la. adj. Diverso, diferente, desconforme.

Un escritor sudamericano criticó el uso de esta palabra en México, calificándola de disparate. En efecto, el Diccionario no la trae; pero se encuentra en el de Autoridades, en Terreros y en Salvá.

«DISSYMBOLO, LA. adj. Dessemejante, y muy diferente en la naturaleza ó propriedades» (Dicc. de Aut.). Cita pasaje del León Prodigioso de Gómez de Tejada, que data de 1636. «DISSIMBOLO, desemejante» (TERREROS).

«Los disculpo por haber tenido que coordinar en sus historias generales tantos y tan disímbolos sucesos» (BEAUMONT, Crón. de la Prov. de Mich., pte. I, lib. 2, c. 18). «Nos ensartó tantos y tan disímbolos chascos que le pegara al pobre hambriento, que...» (Diario de México, tom. VII, p. 228). «La concurrencia aquella era hasta cierto punto disímbola, porque no todos se conocían mutuamente» (FACUNDO, Gentes, tom. II, c. 1). «Sin embargo, existen lenguas tan disímbolas como el otomí y el nahoa» (OROZCO Y BERRA, Hist. Ant., tom. II, p. 449) «Así vienen á explicarse las semejanzas entre las civilizaciones yucateca y mexicana, tan disímbolas en las épocas anteriores» (ID., ib., tom. II, p. 521). «Aquí hay un mito religioso concretado de elementos disímbolos» (ID., ib., tom. III, página 54). «En el patio se movía una multitud caprichosa que parecía un sueño fantástico por lo disímbolo de sus trajes» (G. VIGIL, Cuentos, p. 72).

  —180→  

«Así se explica muy bien
Lo disímbolo del plan».


(Don Simplicio, agosto 15, 1846)                


Disparada. f. Acción y efecto de disparar o dispararse, por partir con precipitación.

Río de la Plata. GRANADA, p. 205.

Disparejo, ja. adj. fam. Desigual. Aplícase comúnmente a superficies no lisas, y a lo que no forma pareja. El piso está DISPAREJO. Estos guantes son DISPAREJOS.


«Tiene el pelo á la Tito
De almizcle perfumado
El fleco disparejo
Hasta las cejas largo».


(Diario de México, tom. I, p. 335)                


Úsase en Bogotá (CUERVO, § 596), en Guatemala (BATRES, p. 251), en Chile (RODRÍGUEZ, p. 194) y en el Perú (ARONA, p. 187). Este último autor se expresa así: «Tenemos el sentimiento de participar á nuestros lectores, que este adjetivo que tanto usamos no se encuentra en el Diccionario. Allí sólo figura desparejo, y todavía con esta desdeñosa despedida: adjetivo anticuado: desigual».

Ni DISPAREJO ni desparejo están en el Diccionario (ed. 11.ª y 12.ª). La cita de Arona corresponde al Diccionario de Salvá. La Academia da solamente Desemparejar, desigualar lo que estaba o iba igual y parejo; y Desparejar, deshacer una pareja.

Rivodó (p. 67) opina que ambos pueden usarse indistintamente.

Disperso. m. Soldado que en un encuentro se separa de la formación y abandona su bandera. Recoger los DISPERSOS. Nuestra pérdida fue de cien hombres, entre muertos, heridos y DISPERSOS.

Distraído, da. adj. vulg. Roto, mal vestido; menos que desharrapado.

«Mi asiento estaba enfrente del de aquella mujer tan distraída [...] que aunque aseada, estaba de enaguas viejas, rebozo lo mismo» (Astucia, tom. I, cap. 8, p. 145).

Disvariar. n. Desvariar, delirar.

Bogotá. CUERVO, § 708. Cuba. PICHARDO, p. 134. Guatemala. BATRES, p. 253. Rivodó (p. 142) le considera tan correcto como desvariar.

Diurno. m. Guardas DIURNOS se llamaban los individuos de un antiguo cuerpo de policía que sólo durante el día estaba de servicio; pero el público no les daba más nombre que el de DIURNOS. Fueron reemplazados por los gendarmes, y con gran ventaja.

«Los diurnos hacen lo mismo que los antiguos policías que llamaban aguilitas» (PAYNO, Fistol, tom. I, cap. 19, p. 257 nota). «Me convierto en un asesino vulgar que tiene que temblar ante el más asqueroso diurno que se me pare delante» (FACUNDO, Jamonas, tom. II, cap. 14).

Doblar. a. fam. Derribar a uno, muerto o herido, de un balazo.

«Tacho desde luego dobló á uno de un balazo» (Astucia, tom. I, cap. 15, p. 363). «A este tiempo salió Pepe, que al oir el tiro y ver valonearse á su hermano, se figuró que lo habían doblado» (Id., tom. II, cap. 5, p. 139). «Ya no tuvo más tiempo para pensar, sino que doblando al primero que se le acercó, aventó la carabina» (Id., tom. II, c. 7 bis, p. 203). «Yo quería ir á buscar mi tercerola para ver si lograba doblar siquiera uno» (PAYNO, Fistol, tom. II, cap. 6).

Docilitar. a. Convertir en dócil al que no lo era. Más usado como pronominal: Al fin SE DOCILITÓ a hacerlo que yo quería. Cevallos (p. 58) corrige esta palabra, y pone docilizar. Ninguna de las dos está en los Diccionarios de la Academia, ni en Covarrubias, Terreros y Salvá. Hallo únicamente docilizar (rendre docile) en el Diccionario español-francés de este último autor (1856); mas no puede saberse si es suyo o del adicionador.

Doctitud. f. Calidad de docto.

«Tanta era la satisfacción que tenían de su doctitud, que sin más instancia ni apelación se ejecutoriaban las más de sus determinaciones» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, capítulo LV, n.º 1). «Todos regnícolas y de especial opinión en orden á doctitud, discernimiento y veracidad» (BEAUMONT, Crón. de la Prov. de Mich., pte. I, lib. 2, cap. 20).

Doctrina. f. «En América, curato colativo servido por regulares. || En América, pueblo de indios convertidos, cuando todavía no se ha establecido en él parroquialidad ó curato». Estas acepciones del Diccionario merecen la nota de anticuadas, porque ya no existen tales DOCTRINAS, aquí a lo menos.

Doctrinero. m. «Párroco regular que en América tiene á su cargo un curato   —181→   ó doctrina de indios» (Dicc.) Ya no hay DOCTRINEROS.

Domiciliar. a. Hablando de cartas, poner en la cubierta de ellas cuál es el domicilio de la persona a quien van dirigidas.

Dominguejo. m. Dominguillo. Salvá le trae.

Chile. RODRÍGUEZ, p. 195 (en otra acepción). RIVODÓ, p. 69.

Domingo. SALIR CON UN DOMINGO SIETE, fam., salir con un desatino; con una pata de gallo. Salvá le da como propio de algunas partes de América.

«No luego salgamos con un domingo siete» (D. COVARRUBIAS, Gil Gómez, cap. 4).

Domínico, ca. adj. No hay aquí quien se atreva a pronunciar dominico, por dominicano, religioso de la orden de Santo Domingo, sino DOMÍNICO.

Bogotá. «Dícese dominico, por dominicano, á diferencia de domínico, adjetivo que significa lo propio del Señor» (CUERVO, § 12). Perú. ARONA, p. 187. Ecuador. CEVALLOS, p. 58. Chile. AMUNÁTEGUI, p. 148.

Donde. «En esta frase: Cuando lo vi ¿dónde iba á figurarme que estaba para morirse? el dónde ha usurpado el oficio de cómo. Parece corrupción ó arcaísmo en lugar de de donde. ¿Dónde sabes que el león es así como tú dices? (Calila é Dymna (CUERVO, § 393).

Lo mismo observan Batres (p. 259), Pichardo (p. 134), Macías (p. 475) y Merchán (p. 240). Aquí es muy común ese uso del DONDE, que el pueblo convierte a menudo en onde.

«No; ¡qué ha de decir! Ni onde va á echar de menos una botella» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 7).

V. ADONDE.

Aun tiene otro uso vulgar, bien extraño, como frase de encarecimiento, en vez de ahí tiene Vd., o además de eso.

«Yo no sé si nos debíamos ir, decía una fregatriz [...] onde que ha fregado una todo el día, que todos mis trapos los tengo empapados» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 7). «¡Qué calor! ¿no, mialmas? No hay gota de sombra [...]. Donde, que vengo desde lejísimos [...]. Donde que después tuve que ir al Sagrario» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, páginas 79, 80).

Ese onde o DONDE, sirve a menudo, entre el vulgo, para indicar que sobreviene de improviso algo desagradable. Estábamos platicando, y ONDE que llega D. Sinforiano y nos encuentra.

Dragona. f. Adorno que se ponía en la abertura de la manga, o sea en la bocamanga. Consistía en un ruedo, por lo común de terciopelo, ya circular, ya con diversos recortes, y orlado de fleco.

«Robo. El día 10 del corriente [...] una manga morada con dragona verde, fleco y galón de oro» (Diario de México, tom. III, p. 56). «Concluyendo este lujo con una famosa manga de paño azul con dragona carmesí y fleco de oro» (PENSADOR, Quijotita, cap. 15). «El último me dió una famosa manga de paño de grana, con su dragona de terciopelo negro, guarnecida con galón y flecos de plata» (ID., Periquillo, tom. IV, cap. 9, p. 123). «Una magnífica manga morada con su dragona verde de terciopelo con flecos y muy buenos bordados de oro y galones» (Astucia, tomo II, cap. 8, p. 275).

Dragonear. n. fam. Ejercer a veces alguna profesión u oficio que no es el propio. DRAGONEA de médico, de maquinista. Acaso este uso del verbo viene de que en la milicia los dragones, aunque son soldados de caballería, pelean también en ciertos casos a pie, como infantería. El verbo no está en el Diccionario; pero sí en Terreros, quien le define así: «DRAGONEAR ó GARZONEAR, en la milicia es hacer el soldado oficio de cabo de escuadra; éste de sargento; y un oficial el de ayudante».

Bogotá. Cuervo (§ 762) le da los equivalentes darla, echarla, mangonear. Chile. RODRÍGUEZ, p. 198; SOLAR, p. 53. Ecuador. CEVALLOS, p. 58. Guatemala. BATRES, p. 261. Rivodó (pp. 36, 70) le tiene por castizo y propone su adopción.

Draque. «m. p. Méj. Aguardiente muy aguado». Así Salvá. Macías (página 477) dice: «Aguardiente con azúcar. Bebida refrescante hecha con agua, azúcar y aguardiente, á la que algunos le agregan zumo de limón». Medrano (p. 35) escribe: «Drague. Así llaman al aguardiente de caña aguado, á veces endulzado; lo que suele aplicar el empirismo como remedio para algunos males de estómago. Draque trae el Diccionario   —182→   [de Salvá] como voz usual en México».

No sé si antiguamente correría aquí la palabra: lo que es hoy nadie la conoce.

Droga. f. Trampa, fullería. Esta acepción de la voz está en el Diccionario y es corriente aquí; pero le damos además la de deuda. Contraer DROGAS, llenarse de DROGAS, y más comúnmente endrogarse, es adeudarse, entramparse.

«Este sencillo labrador le dió mil gracias por tantos favores, sintiendo al mismo tiempo la droga que á su parecer tenía contraída con el cura» (PENSADOR, Quijotita, cap. 15). «No hacía más que gastar, contraer drogas y callar» (ID., ib., cap. 31). «Y esto sin trabajar en nada ni contraer drogas» (ID., Catrín, cap. 12). «Fuérase de droga, de limosna, ó como se fuese, ella la alimentó» (ID., Periquillo, tom. II, cap. 1, p. 17). «A costa de mil drogas y mil bochornos» (ID., ib., página 18). «Además tenía mil drogas personales que la señora se excusaba á pagar» (Astucia, tom. II, cap. 6, p. 174).

HACER DROGA no es sólo adeudarse, sino estafar, dejar de pagar lo que se debe: Le vendí un ropero, y me le HIZO DROGA; es decir, jamás me pagó el precio.

«Si uno anticipa dinero para los materiales de la obra, lo juegan, lo beben, y lo que es peor, lo hacen droga» (Diario de México, tom. I, p. 238). «La miseria me obligó á hacer algunas drogas» (PENSADOR, Catrín, cap. 7). «Ha tenido varios atrasos de drogas que le han hecho» (Astucia, tom. I, cap. 11, p. 215). «Los percances comunes de pérdidas de animales, drogas de algunos marchantes, etc., no es fácil poderlos evitar» (Id., tom. II, capítulo 6, p. 146).


«Aquí yace Blas Quiroga.
¡Hasta el entierro hizo droga!».


(PLAZA, «Epigramas»)                



«Vivía el infelice
Haciendo más drogas,
Que las que almacenan
Las boticas todas».


(ID., «Talento en las corvas»)                



«A las deudas llaman drogas,
Y al que las tiene droguero!
¡Ay, qué hermosa droguería
Podría abrir nuestro gobierno!».


(SOMOANO, p. 67)                


Perú. ARONA, p. 190. Chile. RODRÍGUEZ, p. 198; SOLAR, p. 54.

Droguero, ra. adj. Tramposo, fullero, mal pagador. Úsase mucho como sustantivo.

«Por eso vemos tantos drogueros, tantos rufianes» (PENSADOR, Periquillo, tom. I, c. 9, p. 100). «Al lenón y al droguero le son útiles sus disimulos» (ID., ib., tom. IV, cap. 4, p. 53). «Los mariditos, los petardistas, los drogueros» (FACUNDO, Mariditos, concl.).

Perú. ARONA, p. 190.

V. DROGA.

Duce. m. y f. DUCE por dulce suele oírse todavía entre el pueblo, y es forma anticuada.

«Es un género [el mezquite] á manera de algarroba, muy duce y sano». «Cirgüelas amarillas y coloradas, duces». «Guayaba es una fruta redonda y con pepitas duces» (Descr. de Ameca, 1579, MS.). «Grande abundancia de fuentes muy apacibles á la vista, todas de agua duce» (Descr. de Iztapalapa, 1580, MS.). «De lo que han sembrado de Castilla, se dan muy bien, que son naranjas duces y agras [...] cañas duces de Castilla» (Descr. de Mizantla, 1579, MS.). «Ciruelas y cañas duces y otras cosillas». «Cañafístola y higos y cañas duces» (Descr. de Teozacualco, 1580, MS.). «Tiene dos esteros de agua duce» (Descr. de Zacatula, 1580, MS.).


«Con tan feliz y con tan duce hartura,
Que aunque saciados, al estar bebiendo,
Beber aun más y más están queriendo».


(Diario de México, tom. I, p. 127)                


Bogotá. Cuervo (§ 761, p. 521, nota 2) dice que Valbuena usa duce en la Grandeza Mexicana, cap. 6.

El pasaje es éste:


«Entre amapolas rojas se trasluce
Como granos de aljófar en la arena
Por el limpio cristal del agua duce».


Dulces cubiertos llamamos a los que en España dulces secos. Pera CUBIERTA, durazno CUBIERTO. Los fabricantes dicen CUBIERTO, cuando se trata del conjunto de diversas frutas cubiertas. Tres libras de CUBIERTO.

Durmiente. m. En sentido especial, «TRAVIESA: cada uno de los maderos que se atraviesan en una vía férrea para asentar sobre ellos los rieles» (Dicc.). Comienzan ya a usarse de acero.

Guatemala. BATRES, p. 263.