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ArribaAbajoCanto IV

[Gradaso]




Yo no soy ni tan topo ni tan lince,
que a decir qué es Amor me desvergüence;  1945
no sé si fuerza, resistencia, esguince,
consejo, ardid, lo vence o no lo vence.
Autores he leído más de quince
en latín y en romance y en vascuence.
Llámanle aquí virtud y allá pecado.  1950
Unos piensan así, y otros asado.
¿Diremos que es Amor hado preciso,
dura necesidad, que cuando ataca
de firme a un corazón, humano aviso
de donde se atrinchera, no le saca?  1955
O mirando las cosas a otro viso,
¿decidiremos que su fuerza es flaca
con la de la razón, y que en efeto
al arbitrio del hombre está sujeto?
   Cuando uno ve dos toros en el prado  1960
por una vaca hacerse cruda guerra
o con fiero colmillo acicalado
dos perros combatir por una perra,
se encuentra a colegir necesitado
—236→
que Amor es un principio en cuanto encierra  1965
pecho (?) vital, que organizado vibra
y que de su poder no hay quien se libra.
   Por otra parte al ver que esta manía,
ciego instinto, o carnal concupiscencia
se cura con moral, filosofía,  1970
ocupación, ayuno y penitencia,
que no es amor violenta tiranía,
parece necesaria circunstancia,
y que uno es, según quiere, esclavo u horro
y se le pone o quita como el gorro.  1975
   Pero después de todo lo que han dicho
tantos sobre el amor, en verso y prosa
yo no tengo, señores, el capricho
de examinar cuestión tan espinosa;
y concluyo diciendo que es un dicho,  1980
un encanto, una cierta cosicosa,
que trabuca la cholla a los cristianos;
y Dios nos libre a todos de sus manos.
   He aquí dos que se tiran, no al codillo
(así lo quiso amor) sino al degüello;  1985
ni vale la ocasión medio cuartillo,
—237→
pues la princesa que es la causa dello
huye, y de más a más lleva el anillo
puesto en la boca; y sin volver el cuello
corre medrosa por la selva oscura  1990
que aun invisible no se cree segura.
   La fiesta va a durar toda una octava
si no hay quien a apartarlos se entremeta.
Ventaja el uno al otro no se daba
todo siguiera en igualdad perfeta;  1995
cuando una dama por allí pasaba
que aderezada a guisa de estafeta,
dice: poniendo piernas al caballo:
«¿Dónde estás, primo mío, que no te hallo?».
   Lloraba la infeliz, cuanto podía,  2000
y como fuera en todo extremo hermosa
bañada en tierno llanto parecía,
lo que en el campo aljofarada rosa.
La cara Ferraguto descubría
y ella, teniendo el paso con graciosa  2005
reverencia saluda al conde y ruega
se suspenda un instante la refriega.
—238→
   «Aunque, por ser desconocida, creo
que estimes necia mi demanda y ruda,
el valor (dice) que en tus obras veo  2010
de que la otorgues no me deja duda.
Vengo señor de allende el Pirineo
en estos paños tristes de viüda
en busca de este pobre caballero,
y que le dejes ir conmigo espero».  2015
   «Contento soy, dio el conde por respuesta,
que era la flor de toda bizarría,
y aun mi persona está a serviros presta
si fuere menester más compañía».
«Te doy las gracias (respondió modesta  2020
la dama) por tan noble cortesía;
pero mi primo sólo me acompañe
que a ti, señor, más alto empleo atañe».
   Y vuelta a Ferraguto: «¿Has conocido
dice, a la sin ventura Flordespina?  2025
—239→
Pasas el tiempo en justa divertido,
¡mísero! y ni aun sospechas la ruïna
de que a darte las nuevas he venido.
Arde toda la España en repentina
guerra; tu padre está cautivo. ¡Ay triste!  2030
y el enemigo a Barcelona embiste.
   «Acaba de llegar un rey Gradaso,
que se llama señor de Sericana
y avasallada el Asia, hoy al ocaso
sujetar quiere a su soberbia insana.  2035
No hace la tempestad mayor fracaso
cuando sembrados y árboles allana:
todo le es uno al bárbaro tirano,
español y francés, moro y cristiano.
   «Viene con él un turbïón espeso  2040
—240→
de gentes inhumanas y malvadas.
Marsilio dicen que ha perdido el seso;
el pobre rey se da de bofetadas;
y viendo a Falserón, tu padre, preso,
sus esperanzas tiene en ti fundadas.  2045
Ven pues a España a reportar victoria
que más honor te dé, más lustre y gloria».
   Estaba el moro atónito escuchando
lo que su cara prima le decía;
y dos o tres instantes vacilando  2050
entre deber y amor enmudecía.
«Con Dios os quedes, dice, conde Orlando;
mañana volveré o esotro día
a componer la diferencia nuestra;
eres valiente, y dello has dado muestra».  2055
   Para dejarle al conde que se ausente
poco de intercesiones necesita,
antes a la Fortuna interiormente
las gracias da, que estorbo tal le quita.
Cambió Roldán ti guerra antecedente  2060
por la de afectos que a su pecho agita;
y tras la fugitiva mueve el paso
mientras va el moro en busca de Gradaso.
—241→
   Convoca en tanto Carlos a gran prisa
el su Consejo, y sobre el mal que aflige  2065
al occidente, en puridad se avisa;
y de este modo razona: «Lo que exige
de Nos la tempestad que se divisa
en la vecina España se colige
de aquestas dos premisas; la primera,  2070
que el rey Marsilio es nuestro deudo, y fuera
   «Mancilla, que el honor francés no admite,
en conflicto tamaño abandonalle
y la segunda que si Dios permite
que a España el fiero bárbaro avasalle,  2075
sin aguardar licencia ni convite
sobre la Francia se vendrá, y ahorralle
el viaje es convenible y cumplidero;
pues da dos veces el que da primero.
   «Y pues la fe y valor os es patente  2080
del invicto señor de Montalbano,
nombrarle hemos juzgado conveniente,
capitán del ejército cristiano».
Habiendo dicho así, solemnemente
el militar bastón le puso en mano.  2085
Arrodillado el paladín lo aceta,
y una oración pronuncia asaz discreta.
—242→
   Carlos le dice: «Bajo tu estandarte
cincuenta mil irán, gente de brío;
y para más cumplidamente honrarte,  2090
y hacer notorio cuanto en ti confío,
quiero también Gobernador nombrarte
de Lenguadoc, y cuanto baña el río
Garona; obedeciéndote Burdeos,
y el Rosellón y montes Pirineos.  2095
   «Mira, añadió, abrazándole, hijo caro,
mira que te encomiendo mi corona».
Respóndele Reinaldos: «El amparo
de los cielos me falte, si ambiciona
premio mi pecho más ilustre y claro,  2100
que el consagrar mi espada y mi persona
a tu gloria, y que ceda, mientras vivo
en honor tuyo el que de ti recibo».
   Dice, y los pies besa, y se despide;
todos a darle van la enhorabuena.  2105
Él lo cortés con lo valiente mide,
y a todos honra y de favores llena.
Con la celeridad que el caso pide
lo necesario a la partida ordena.
Incontinenti pónese en camino  2110
de Ivón acompañado y de Angelino.
   Todo el que sabe de armas y de guerra,
luego que esta salida se pregona,
deja por ir con él su casa y tierra
—243→
como a quien tanto su gran nombre abona.  2115
Pasado han ya lo estrecho de la sierra,
y en poco tiempo llegan a Gerona
do el medroso Marsilio se ha encerrado
dando a Grandonio el cargo del Estado.
   Que teniendo cercada en crudo asedio  2120
a Barcelona la enemiga hueste
de salud le parece único medio,
en el estado de las cosas, éste
y cuando ya esperanza de remedio
duda el mísero rey que alguna reste,  2125
y está a dos dedos el trato de entrega
llega Reinaldos; Ferraguto llega.
—244→
   Cual en una borrasca al marinero,
mudado el viento, el ánimo revive,
cuando casi sucumbe a octubre fiero  2130
y ya la tabla naufragar percibe,
cual lámpara que al dar el postrimero
destello, nuevo pábulo recibe;
tal a Marsilio entonces la abatida
moribunda esperanza torna a vida.  2135
   Llegan casi a un tiempo Balugante,
Isolero, Espinela, Matalista,
y Serpentino, y el fuerte rey Morgante
a repeler la bárbara conquista.
El califa de España, el almirante  2140
y Falserón, con otra larga lista
de nombres que por no cansar no escribo,
cuál era muerto y cuál era cautivo.
   Porque Gradaso, aquel desaforado
rey de la populosa Sericana  2145
habiendo las dos Indias sujetado
y aquella ínsula grande, Trapobana,
los persas y los árabes domando
y de los negros la región lejana,
y la mitad del mundo finalmente,  2150
desembarcó en España con su gente.
   Multitud de naciones conquistadas
le siguen, belicosas y salvajes,
imagen

Plaza del Polygon, Londres, con la iglesia de San Aloysius,
donde fueron bautizados los hijos de Bello. Grabado de la época.   -[245]-  

blancas, rojas, morenas y tiznadas,
de varios climas, lenguas, armas, trajes.  2155
Príncipes solo y testas coronadas
le sirven de lacayos y de pajes.
Era valiente, impávido, altanero,
cuanto pundonoroso caballero.
   Inunda a toda España la avenida  2160
de tanta gente bárbara y sañuda.
Grandonio, que la ve casi perdida,
no sabe a qué lugar primero acuda,
Barcelona misma es combatida
de tal manera que salvarse duda  2165
pues día y noche el sitiador la estrecha
y se halla a punto de batirla en brecha.
   A Ferraguto el viejo rey Marsilio
recibe haciendo extremos de locura.
«Aunque abierta está mi sepultura,  2170
dice, con el vivir me reconcilio
—246→
que tengo la victoria por segura
con tu venida y el cristiano auxilio».
Ferraguto le da respuesta breve:
que hará lo que acostumbra y lo que debe.  2175
   Mientras de la defensa apura el arte
Grandonio, con la cruz la media luna,
forma alentado ejército, que parte
a probar en el campo la fortuna.
En brigadas la gente se reparte;  2180
señálanse caudillos a cada una;
y guía Serpentino la primera
que combatientes quince mil numera.
   Cincuenta mil conduce a la pelea
Reinaldos; no le falta un solo infante;  2185
Matalista después capitanea
veinte mil y con él va el rey Morgante;
luego otros veinte de hosca raza y fea
gobiernan Isolero y Balugante:
—247→
y va tras éstos la guerrera banda  2190
de treinta mil que Ferraguto manda.
   Dirige el rey Marsilio la postrera
de treinta y cinco mil bravos peones;
la fuerza tal, y tal el orden era
de los seis coligados escuadrones.  2195
El sol en los arneses reverbera:
de polvareda espesos nubarrones
álzanse; y en el polvo y los reflejos
los conoció Gradaso desde lejos.
   A cuatro reyes llama de corona,  2200
Brutaroca, Grancoda, Urnaso y Berra.
«¡Hola!, dice, batidme a Barcelona:
cuidado que hoy sin falta venga a tierra;
no hay que dejar a vida una persona;
solamente a Grandonio en esta guerra,  2205
vivo me cogeréis; metedle en hierros;
que a lidiar quiero echarle con mi perro».
   Cada cual de estos reyes conducía
de los campos del Indo y los del Ganges
bárbara innumerable infantería,  2210
de arcos armada, y de hondas, y de alfanges,
—248→
y cierran en lugar de artillería
uno y otro costado a las falanges
doscientos elefantes nada menos
que altos castillos cargan, de indios llenos.  2215
   Cual ondas forma con el raudo viento
la grama de una vasta pradería,
empieza a rebullir el campamento
y con el polvo se oscurece el día.
El rey Gradaso dice: «En el momento  2220
quiero que venga a la presencia mía
ese gigante, rey de Trapobana,
que monta una jirafa por alfana».
   No se vio rostro de tan fiera guisa
como el de este jayán, nombrado Alfrera.  2225
«Ea, dice Gradaso, date prisa.
¿No ves, bribón, aquella azul bandera
que recamada de oro se divisa?
¿Sabes, si no la traes, lo que te espera?»
y encarado a otro rey que cerca estaba  2230
y Faraldo de Arabia se llamaba,
   «Hazme al barón de Montalbán cautivo,
dice, y el estandarte galicano,
y en él haz modo de envolverle vivo
—249→
y de traerme su corcel a mano.  2235
No dejes que Bayardo fugitivo
se te escabulla, malandrín villano,
pues sabes que salí de Sericana
por solo ese caballo y Durindana».
   Luego a Framarte, rey de Persia, ordena  2240
que a Matalista pille y a Morgante.
Al rey de Nubia, Orgón, que tiene llena
de verrugas la cara, y es gigante,
«ensartarásme en una gran cadena
con Isolero, dice, a Balugante».  2245
Al cual Orgón la carne recia y dura
servía de vestido y de armadura.
   Al gigante Balerza luego manda
(que tiene el morro media cuarta grueso
y monta un elefante) ir en demanda  2250
de Ferraguto, y que lo traiga preso.
El pueblo sericán sin armas anda,
como en expectativa del suceso
que con él solo y solamente en caso
de gran peligro va a la lid Gradaso.  2255
—250→
   La franca en tanto y la española gente
provoca al enemigo a la batalla
y marcha, a sus caudillos obediente
en orden tal, que es un placer miralla
El vasto campo que se muestra enfrente  2260
cuajado está de bárbara canalla
hasta la mar, y apenas uno sabe
cómo es que allí la que va entrando cabe.
   Uno y otro enemigo es sarraceno,
menos el buen señor de Montalbano,  2265
y el uno está del otro tan vecino
que se pueden herir, tirando a mano.
Baja con Espinela, Serpentino,
primera división que pisa el llano
y de ambas partes, disonante, horrenda  2270
alharaca preludia a la contienda.

  —251→     -[235]-  

1949-1950:



   en español, latín, griego y vascuence.
   Llámanle unos virtud, otros pecado.


   Pero sobre este punto delicado

1957:



   diremos que es su fuerza endeble y flaca

1962:



   o cuando ve con diente acicalado

  -[236]-  

1965-1975:



   que Amor es un principio que se encierra
   en todo pecho que palpita y siente,
   y que el amar es ley de lo viviente.
   Mas al considerar que esta manía,

V    (o llámese carnal concupiscencia)
   la pone a raya la filosofía,
   y que la cura ocupación, o ausencia,
   que no es amor violenta tiranía;
   parece necesaria consecuencia,

X    y que uno es, según quiere, esclavo u horro
   y se le pone y quita, como el gorro.

iv



Pero si tiene a raya esta manía

1976-1983:



   En cuanto a mí, fuera necio capricho
   enfrascarme en cuestión tan espinosa,
   mayormente después de lo que han dicho
   tantos hombres de bien en verso y prosa.
   Sí diré, que es amor un duende, un bicho,
   un enigma, una cierta cosicosa,
   que trabuca la cholla a los cristianos;
   y Dios nos libre a todos de sus manos.

i-ii



No presumáis que tenga yo el capricho
de enfrascarme en cuestión tan espinosa

1984-1991:



   He aquí dos que se tiran, no al codillo
   sino a la muerte; y si en razón se pesa,
   todo el asunto no vale un cuartillo,
-[237]-
   que es una moza la que se atraviesa.

V Ambos desde la frente hasta el tobillo
   magullados están; ni el uno cesa
   ni el otro; antes redoblan de manera
   que el uno al otro golpe no se espera.

iv-vii



pues mientras ellos lidian, la princesa
huye, y de más a más lleva el anillo
puesto en la boca; ni Orlando cesa,
ni el moro; antes redoblan de manera,

1991-1999:



   La fiesta va a durar toda una octava
   si alguno acaso no hay que se entremeta,
   que el uno al otro no se aventajaba
   y todo sigue en igualdad perfecta;

V cuando una dama oyeron que gritaba,
   vestida a manera de estafeta,
   cabalgando un prestísimo caballo:
   «¿Dónde estás, Ferraguto, que no te hallo?».

2001:



V   y como que era por extremo hermosa,

2004-2007:



   Ferraguto la cara descubría,
   y ella llegando en acitud graciosa
   a Orlando saludó, y con blando acento
   le ruega...

  -[238]-  

2008-2015:



   «Aunque, por ser desconocida, entiendo
   juzgarás mi demanda torpe y ruda
   mas el alto valor que en ti comprendo
   de que la otorgues no me deja duda.

V    Voy por el mundo mísero corriendo
   en estos paños tristes de viüda
   y busco al que contigo aquí combate,
   y te suplico que de paz se trate».

i-ii



«Bien que no conociéndome sin duda
juzgarás, dice, extraño el ruego mío

2016-2023:



   Orlando que es la misma cortesía
   «bella dama, responde, soy contento;
   y aun si es menester más compañía
(bien que la oferta es de ningún momento)

V también te ofrezco la persona mía».
   Ella con un pulido complimiento,
   le dice: «A vos empleo más noble atañe.
   Basta que Ferraguto me acompañe».

iv



(bien que la oferta es de poco momento)

ii



«que me place, responde, soy contento


«bella dama, responde, soy contento;


«enhorabuena, dice, soy contento,


«sea en buena hora, el conde le contesta.

2024-2028:



   Y vuelta a Ferragú: «¿Me has conocido?»
   dice, soy Flordespina, tu pariente.
-[239]-
   Tú el tiempo pierdes con fatal descuido
   en Francia, combatiendo ociosamente,



   y no sospechas en qué horrenda sima
   de duelo y de aflicción hemos caïdo

   y de tu patria ignoras la ruïna


   no sabes qué en tu patria ha sucedido

2030:



   guerra; cautivo está tu padre triste;


   guerra; gime en prisión tu padre triste;

2032-2039:



   «Ha llegado a la España un rey Gradaso,
   que dicen que es señor de Sericana,
   y después que el oriente deja raso
   jura un desierto hacer la tierra hispana.

V No hace la tempestad tanto fracaso
   cuando las mieses y árboles allana:
   que todo es uno al bárbaro tirano,
   español y francés, moro y cristiano.

i



«Ha llegado, señor, un rey Gradaso.

ii



señor, de yo no sé qué gente extraña


señor, de no sé qué nación [extraña]

iv



jura un desierto hacer la tierra España


la España toda en destruïr se afana

v



No hace la tempestad igual fracaso

2040:



   «Va una hueste con él, un pueblo avieso


   «Una hueste lo sigue, un pueblo avieso x

  -[240]-  

2042:



   Marsilio juzgo que ha perdido el seso

2047:



   que más fruto te dé, más honra y gloria».

2048-2063:



   Está el pagano atónito escuchando
   lo que a su amada patria le acontece,
   amor, honor, piedad contrapesando.
   Suspenso un breve rato permanece.

V    «Queda con Dios, le dice, en fin, a Orlando:
   mañana volveré, si te parece,
   o vencido Gradaso, a la palestra.
   Eres valiente, y dello has dado muestra».
   Partir lo deja el conde cortésmente,

X   pagarle no pensó en igual moneda.
   Uno a levante, otra va a poniente,
   con cara el conde triste; el moro, aceda.
   Cambió Roldán la guerra antecedente
   por la de afectos que en su pecho queda;

XV y tras la fugitiva mueve el paso
   mientras va el otro en busca de Gradaso.

2057:



   y poco de plegarias necesita.

  -[241]-  

2064-2071:



   Carlomagno entre tanto, ya informado
   de la calamidad que a España aflige,
   el su Consejo convocó de Estado,
   y en él así razona: «Lo que exige

V    de Nos el grave caso que ha llegado
   a la noticia nuestra, se colige,
   de aquestas dos razones: la primera
   que el rey Marsilio es nuestro deudo, y fuera

i-ii



Carlomagno entre tanto que informada
está del grave mal que a España aflige

v



de Nos la triste nueva que ha llegado

2072-2073:



   «Mancha, que nuestra fama en sí no admite


   «Cobarde mengua que el honor no admite
   en tamaño peligro abandonalle;

2077-2078:



   visitarnos querrá; con que quitalle
   este trabajo, si os parece, quiero;

2083-2087:



   y nuestro general lugarteniente».
   Y esto dicho, el bastón le puso en mano,
   el cual, con una arenga asaz discreta,
   arrodillado el paladín lo aceta.

  -[242]-  

2087:



   y pronuncia una arenga asaz discreta

2088:



   Carlos le dice: «En torno a tu estandarte

2096:



   «Mira, dice abrazando, hijo caro,

2098-2099:



   Reinaldos dice: «Así el divino amparo
   jamás me falte, como no ambiciona

2106:



   y a todo el mundo de agasajos llena

2110-2111:



   y en compañía de Ivón y de Angelino
   incontinenti se pone en camino

2113:



   luego que este armamento se pregona,

  -[243]-  

2118-2119:



   donde Marsilio estaba retirado


   donde Marsilio estaba encerrado
   que a Grandonio la suerte ha encomendado.


   que la defensa a Grandonio ha fiado

2120-2127:



   De Barcelona, contra el crudo asedio
   que puesto le ha la sericana hueste,
   de salvación no alcanza otro remedio
   y aun pocas esperanzas funda en éste.

V    En continua tristeza vive, y tedio;
   y cuando ya no hay caso que le preste,
   y cerca ve su exterminio absoluto
   hete a Reinaldo aquí y a Ferraguto.



   A Barcelona en formidable asedio
   estrecha ya la sericana hueste
   y era de salvación el solo medio
   en el estado de las cosas, éste.

Va    Vive en continua pesadumbre y tedio
   y cuando cree que poco tiempo reste
   a la fatal inevitable entrega
   llega Reinaldo y Ferraguto llega.

   De salvación no alcanza otro remedio,
   y no es gran cosa lo que espera en éste.
   A Barcelona en formidable asedio
   estrecha ya la sericana hueste.

Vb    Vive en continua pesadumbre y tedio
   y cuando cree que poco o nada reste
   y cerca ve su exterminio absoluto
   hete a Reinaldo aquí y a Ferraguto.

ib-ivb



Ese de salvación el solo medio
en el estado de las cosas éste;
pues tiene a Barcelona en duro asedio
la innumerable sericana hueste

  -[244]-  

2128-2135:



   Cual un propicio viento al marinero
   en la tormenta el ánimo revive,
   a tiempo que sucumbe a octubre fiero
   y la náufraga tabla ya apercibe

V cual lámpara, que dando el postrimero
   destello, nuevo pábulo recibe;
   tal a Marsilio al ver esta avenida
   la difunta esperanza torna a vida.

vii



tal a Marsilio en tan feliz venida

2136:



   Primero habían llegado Balugante

2144-2146:



   Porque Gradaso, aquel rey desalmado
   después que hubo dejado a Sericana
   había todo el mundo conquistado


   había todos las Indias conquistado

2148:



   y la Persia, y la Arabia que está al lado

  -[245]-  

2158-2159:



   Su poder, su soberbia y bizarría
   excede a toda humana fantasía.


   Que en igual grado fue que osado y fiero
   leal y generoso caballero.

2160-2167:



   A Gibraltar llegó y de una corrida
   casi toda la España a saco mete.
   Marsilio que la cuenta por perdida
   con presta fuga en Gerona se mete.

V Y Barcelona tanto es combatida
   que ya a Grandonio le suda el copete;
   pues noche y día el sitiador la estrecha
   y abierta tiene en las murallas brecha.



   Cubre la triste España la avenida
   de tantos pueblos repentina y cruda.
   Marsilio que la ve toda perdida
   no sabe a qué lugar primero acuda;

Va y Barcelona misma es combatida
   de tal manera que Grandonio suda,
   pues día y noche el sitiador la estrecha
   y en la muralla tiene abierta brecha.

2168-2175:



   A Reinaldos Marsilio ha recibido
   haciendo casi extremo de locura,
   y a Ferraguto dice: «Hijo querido,
   ¡qué de males me cuesta y de amargura
-[246]-

V tu ausencia! Mas supuesto que has venido
   tengo ya la victoria por segura».
   Ferraguto le da respuesta breve:
   que hará lo que acostumbra y lo que debe.

i-iv



Marsilio o Ferraguto ha recibido
haciendo extremos casi de locura.
«¡Cuánto dolor, le dice, hijo querido,
tu ausencia me costó! ¡Cuánta amargura!

  -[246]-  

2175-2183:



   Disponen que marchara al día siguiente
   a Barcelona el ejército aliado
   pues con señales incesantemente
   Grandonio avisa estar muy apretado.

V   En escuadras divídese la gente;
   los que han de gobernarla se han nombrado;
   y la primera Serpentino guía
   que veinte mil infantes comprendía

i-ii



A socorrer a Barcelona parte
prontamente, el ejército aliado



   Mándase que al rayar del sol siguiente
   a Barcelona marche el (ileg.) aliado;
   que con señas Grandonio auxilio pide
   dejando ver estar muy apretado.

Va    En sus brigadas la gente se reparte,
   caudillo a cada cual se ha señalado,
   y la primera Serpentino guiaba
   que veinte mil infantes numeraba.

2184-2191:



   Cincuenta mil conduce a la pelea
   Reinaldos; sin faltar un solo infante;
   tras éste, treinta mil capitanea
   Matalista, y con él va el rey Morgante;

V    y después veinte mil a la pelea
   conducen Isolero y Balugante
-[247]-
   y de seguida va otra fiera banda
   de treinta mil que Ferraguto manda.
   Marsilio la primera dirigía,

X que eran cincuenta mil bravos peones.
   La coligada hueste se movía
   separadas las varias divisiones
   vistosamente el aura descogía
   al claro sol banderas y pendones;

XV con que de lejos fueron percibidos
   y por el rey Gradaso conocidos.

ix-x



Marsilio a la postrera gobernaba
que eran cincuenta mil bravos infantes

xii



partían en seis gallardos escuadrones

2198-2199:



   y del brillante acero a los reflejos
   los divisó Gradaso desde lejos

2204-2205:



   no hay que dejarme a vida una persona;
   solo a Grandonio, el que os da tanta guerra,

2208-2223:



   Era la sobredicha reyería
   toda de indios de acá y de allá del Ganges
   y lleva innumerable infantería
   armada de broqueles y de alfanges.
-[248]-

V Además una recua conducía
   (que los flancos cubre o sus falanges)
   de dos mil elefantes nada menos,
   que con castillos van, de tropas lleno.
   Empieza a rebullirse el campamento,

X y se arma una estupenda greguería,
   de voces y de lenguas más de ciento,
   diremos que un infierno parecía.
   El rey Gradaso, sin perder momento
   comparecer a su presencia hacía

XV a un gran gigante, rey de Trapobana
   que monta una jirafa por alfana.

2225-2228:



   como el de aqueste rey, llamado Alfrera.
   «Hola, dice Gradaso, date prisa.
   ¿No ves, traidor, aquella azul bandera

2229:



   tráemela al punto, o mal año te espera».

2232-2239:



   «Ve, píllame a Reinaldos (dice esquivo)
   y la bandera del rey Carlomano.
   En ella haz modo de envolverle vivo,
-[249]-
   y su caballo me traerás a mano.

V Cuidado que Bayardo fugitivo
   no se te escape, malandrín villano,
   pues sabes que salí de Sericana
   por solo este caballo y Durindana».

ii



y la bandera real de Carlomano

  -[249]-  

v



Guárdate que Bayardo fugitivo

2240-2247:



   Luego a Framarte, rey de Persia ordena
   que a Matalista coja y a Morgante;
   y a un rey de Macrovia, que tiene llena
   la cara de verrugas, y es gigante,

V dice: «Ensartados en una cadena
   a Isolero me traes y a Balugante».
   Al cual Orgón la carne recia y dura
   servía de vestido y de armadura.

ii



que a Matalista prenda y a Morgante

2248-2255:



   Luego Gradaso otro gigante manda
   (que el morro de un palmo tiene grueso
   y se llama Balerza) ir en demanda
   de Ferraguto, y que lo traiga preso.

V Sólo la chusma sericana infanda
   como en expectativa del suceso,
   queda en su tienda, porque sólo en caso
   de grave angustia (ileg.) el rey Gradaso

i



Gradaso luego a otro gigante manda

  -[250]-  

2256-2263:



   Viene en tanto Marsilio con su gente
   bajando a la campiña, que atestada
   está de modo, que probablemente
   me lo tendrán por cosa exagerada,

V y sin embargo es claro y evidente
   que toda de gentuza está enjambrada
   hasta la mar, y apenas uno sabe
   cómo es que allí la que va entrando cabe.

v



y con todo ello es claro y evidente

2265:



   exceptuando Reinaldos que es cristiano,

2270-2271:



   y de una y otra parte una algazara


   y de ambas partes, una grita horrenda


   y de ambas partes, una gresca horrenda


   y de ambas partes, alharaca horrenda
   el principio anuncia la contienda


   preludiar se oye a la fatal contienda.