Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

  —83→  

ArribaAbajoRelación de la inundación que hizo el río Mapocho de la ciudad de Santiago de Chile

En el monasterio de Carmelitas, titular de San Rafael

El día 18 de junio de 1783

Escrita en verso octosílabo por una religiosa del mismo monasterio, que la remitió a su confesor, que se hallaba ausente, de cuyas manos la hubo un dependiente de la Autora, quien la da a la estampa.




Romance


¡Qué confuso laberinto,
qué Babilonia de afectos,
qué océano de congojas,
qué torrente de tormentos,
combaten mi corazón,  5
queriendo sea mi pecho
nueva palestra de penas,
de martirios teatro nuevo,
al relacionar el caso
más lastimoso y más tierno,  10
que en el asunto menciona
en sus anales el tiempo!
Mas debiendo obedecer,
que es indispensable hacerlo;
y así, dad, cielos, valor,  15
dadme voces, santo cielo,
para narrar un asunto,
en que desfallece el eco,
en que en trémulos suspiros,
agonizando el aliento,  20
respira sólo pesares,
anima sólo tormento.
Pero si expresando penas,
se minora el sentimiento
por la ajena compasión,  25
que en parte lo hace más lento,
os impartiré noticia
—84→
con legal razonamiento,
de lo que Dios permitió
sucediese en mi convento  30
día diez y seis de junio,
de ochenta y tres, que violento
el aire rompiendo montes
con altivo movimiento,
con armados huracanes,  35
mostraba que en un momento
desquiciaba de sus ejes
el globo, y más desatento,
presentó al cielo batalla,
y viniendo a rompimiento,  40
en mutua lid disputaban,
con recíproco ardimiento,
por cual de los dos quedaba
el campo del vencimiento:
por fin quedaron triunfantes,  45
las nubes, y huyendo el viento,
quedaron con altivez,
satisfaciendo su intento.
Parecía que Neptuno
dejando su antiguo puesto,  50
se difundía en las nubes,
sin mirar en su respeto,
y liquidando los mares,
juzgó, que del firmamento
llover océanos hizo  55
para nuestro sentimiento,
pues de este modo se hacía,
más caudaloso y violento,
el gran Mapocho, que corre
a la frente del convento,  60
el cual compitiendo ya,
con rápido movimiento,
con Euros, y Manzanares,
y al Nilo aún llevando resto,
su sonido era aterrante  65
al más impávido aliento;
¿Qué temor no causaría,
en quienes sabían de cierto
que se hallaban indefensas,
cercadas del elemento?  70
La mañana así pasamos,
sin saber el detrimento,
que ya causaban las aguas
en la muralla y cimientos,
porque nada nos decían,  75
atendiendo al sentimiento,
que era regular tener
—85→
en riesgo tan manifiesto.
A la una y media del día,
con más que casual intento,  80
subieron dos a la torre,
y al correr la vista, es cierto,
que cubrió sus corazones
mortal desfallecimiento,
viendo que el río arrancaba,  85
las tajamares de asiento;
y con ímpetu batía
sin defensa en el convento.
Se encontró para el arbitrio
sin margen el pensamiento,  90
y tocando las campanas
a plegaria con intento
de que nos favoreciesen,
no se veía movimiento,
de que hacerlo procurasen,  95
pues estaban muy de asiento
en el puente y la ribera
con pávido desaliento,
mas de cinco mil personas,
que con clamor y lamento,  100
causaban mas confusión,
que alivio a nuestro tormento.
Mas haciendo la plegaria,
al llegar un caballero48
no pudo contener brioso,  105
o compasivo su pecho,
y sin poderlo estorbar,
las que improbaban su intento,
se votó fogoso a la agua
con riesgo tan manifiesto,  110
que todos los circunstantes
lo vociferaban muerto;
mas dándole paso franco
el amor, o el buen deseo,
pudo tomar nuestra orilla  115
sin el menor detrimento,
y con grande vigilancia
hizo picasen de presto
unos cuartos que a la diestra
hacían calle al convento,  120
en que represaba el agua;
pero cayendo con esto,
tomó rápida corriente
con menor peligro nuestro.
El toque de las campanas  125
—86→
sirvió, para que al momento
diez, que enfermas en las camas
y algunas con crecimientos
de calenturas, se hallaban,
tuvieran conocimiento  130
del inminente peligro,
en que se veía el convento.
El susto solo les fue,
activo medicamento,
para recuperar fuerzas,  135
y corroborar aliento,
y tomando sus vestidos,
para ponerse a cubierto,
enderezaron sus pasos
con trémulo movimiento  140
al coro, donde esperaban
fuese su fallecimiento.
Allí sólo se escuchaba,
en murmullo descompuesto,
suspiros, llantos, clamores,  145
con profundo rendimiento,
a que se verificase
en todo el alto decreto.
Sólo dábamos las quejas
al divino Sacramento,  150
de permitir se atreviese
aquel túrbido elemento.
A inundar su templo santo,
sin atención, y respeto
a la inmunidad sagrada.  155
Debida a su acatamiento,
difundíamos el alma,
como el agua, a nuestro dueño
deseando ser por su amor
holocausto de su fuego,  160
antes que fuesen las vidas
de la inundación trofeo.
Mas aquel Dios de piedades,
a favorecer propenso,
que puso a Isaac en el monte,  165
por probar su rendimiento,
y sin descargar el golpe,
le fue el sacrificio acepto,
ordenó que sobornados
tres hombres con el dinero,  170
y también de compasivos,
no reparasen el riesgo,
y arrojándose a las aguas,
surcando mares de hielos,
aportasen al compás;  175
—87→
pero allí se vieron prestos
casi ahogados por las aguas,
que recogida en centro
mas de dos varas en alto
estorbaban entrar dentro:  180
y así su propio peligro
industrió su entendimiento,
para entrarse por el torno,
y practicando el intento,
de allí, los votó el impulso,  185
que batía con extremo;
por fin rompieron el torno,
y con ímpetu violento
les ayudó a entrar el agua,
y hallándose en salvamento,  190
discurrieron por los claustros
dando voces y diciendo,
que nuestro ilustre Prelado49,
nos imponía precepto,
y nos mandaba salir  195
sin escusa ni pretexto.
Salimos todas del coro,
al oír el intimamiento,
mas sin corazón salimos,
porque se quedó en su centro.  200
Avistamos nuestros claustros,
que hechos lagunas de cieno
no daban margen alguno,
para transitar sin riesgo.
Enderezamos los pasos  205
hacia la huerta, creyendo,
que su mucha elevación
favoreciese el intento;
pero también encontramos,
inundado aquel terreno,  210
pues no cesaban las aguas,
de descuadernar el cielo.
Viendo en este estado el caso,
y que entreteniendo el tiempo
se acercaba más la noche,  215
y el peligro iba en aumento;
arbitraron taladrar
la muralla, con intento,
de que huyendo por allí
tomásemos mejor puesto.  220
Ejecutose al instante
el discreto pensamiento,
—88→
pero con la precisión,
fue el taladro tan pequeño,
que al salir, más que aceituna,  225
se nos aprensaba el cuerpo.
No sacamos con nosotros,
más que a nuestro dulce Dueño,
que pendiente de la cruz
nos daba a sufrir ejemplo.  230
Apenas salimos fuera,
cuando ya nuestro convento
lo robaban sin reparo,
y con tal atrevimiento,
que no podrá reponerse  235
lo perdido en mucho tiempo;
pero es lo menos sensible,
comparándolo al tormento,
que toleramos al ver
el gentío tan atento,  240
cuando en brazos de los peones
nos trasportaban sin tiento;
y a unas las tomaban mal,
y a otras echaban al suelo,
y algunas bien embarradas,  245
eran de la risa objeto.
De este modo nos pasaron,
con tumultuoso ardimiento,
a una quinta que contigua
se hallaba más del convento.  250
Allí estuvimos un rabo,
pero era con igual riesgo,
porque las altivas olas
estremecían el suelo.
En este breve intervalo  255
atravesó nuestro pecho
nueva saeta de dolor,
que rompiendo el sufrimiento,
hizo liquidar el alma
en un raudal tan violento,  260
que pudo quizá igualar
al expresado elemento,
por ver que ya la Custodia
con ligero movimiento
la llevaba un sacerdote  265
sin otro acompañamiento,
que pocas luces que hallaron
con milagroso portento,
ardiendo sobre las aguas,
que (respetando el intento,  270
con que fueron encendidas,
cuando en nuestro encerramiento
—89→
clamábamos a la Madre
de piedad, por valimiento).
Se estaban en el blandón,  275
Sin ceder al movimiento,
con que batían las olas;
y siguiendo el barlovento
de la venerable imagen,
a quien el fiel elemento  280
llevaba sobre su faz
con pasmoso rendimiento,
al entrar el sacerdote
le salieron al encuentro,
para servir en el culto  285
del divino Sacramento.
El que acometió a la empresa
llevado de ardiente celo,
de sacar a la Deidad
antes que corriese riesgo,  290
fue un hijo de san Francisco,
Religioso recoleto50,
que con la agua a la cintura,
y por las rejas rompiendo,
sacó Custodia, y viril,  295
y las llevó a su convento;
propia acción de tales padres
que en todo acontecimiento
de piedad y devoción.
No miran su detrimento,  300
y que quedará grabada
e indeleble en nuestro pecho,
para perpetua memoria,
y tierno agradecimiento
y volviendo a la estación  305
donde estábamos cuando esto,
se determinó dejarla,
y buscar seguro puesto,
clamando al Señor nos diese
gran paciencia y sufrimiento  310
para seguir un certamen
de tanto padecimiento
mas, el Padre de piedades,
que siempre acredita el serlo,
determinaba clemente,  315
minorar el desconsuelo
y prevenir el alivio,
a proporción del tormento.
Se vio esto verificado,
pues estando en el aprieto,  320
—90→
de no hallar situación fija,
llegó luego un mensajero
de parte del padre prior
de la Observancia, diciendo
que teníamos muy pronto  325
su magnífico convento,
y con grande cortesía,
igual a su entendimiento,
fue en persona por nosotros,
llevando para el intento,  330
el carruaje necesario,
que pudo aprontar más presto.
Seguimos nuestra derrota
con más esforzado aliento
al ver que Dios nos franqueaba  335
aquel Moisés verdadero,
que sin temor a las ondas
las dominaba él primero,
abriendo segunda senda
como el otro en el Bermejo.  340
Mas, no faltaron desgracias
si acaso pudieron serlo
los trabajos de los justos;
mas, quiero decir en esto,
que se continuó el crisol,  345
y pruebas de nuestro dueño;
pues como el llover seguía,
era indispensable efecto,
que los carros se calasen
de aguas de cielo, y de suelo,  350
y penetrasen agudas
a las de su furia, objeto
que a no informarlas amor,
se transformasen en hielo.
A más de esto se quebraban  355
los carros por el gran peso,
siendo preciso acuñarlos
en medio del elemento.
Otras que en cabalgaduras
venían, traían de lleno  360
toda la inclemencia, y otras
mas penoso aditamento
de la lobreguez privando
de uno aún al más experto;
y si algunos compasivos  365
daban luz en tal aprieto,
se espantaban los caballos
y ponían en más riesgo.
En fin, entre esta borrasca,
llegamos al feliz puerto  370
—91→
de la casa de Belén;
llamose así este convento,
de hijos de Santo Domingo,
donde guardan lo perfecto
y puro de su instituto  375
con prontitud y desvelo;
y como fuimos entrando
a este retrato del cielo
conocimos lo habitaban
ángeles en térreo cuerpo;  380
que con grande prontitud
al imperio de un solo eco
y a veces a una mirada
servían al pensamiento.
Nos dieron tal hospedaje,  385
que el más cabal desempeño.
Será omitirlo la pluma,
y remitirlo al silencio,
pues si explanarlo pensara,
haciendo narración de esto,  390
en mayor golfo se viera
náufrago mi entendimiento,
que en el que se halló mi vida,
cuando lo estaba mi cuerpo;
mas omitir no podré  395
y todo lo diré en esto,
que el prelado de esta casa
es el más cabal sujeto
que han producido las Indias,
y en este acontecimiento  400
se ha excedido él a sí mismo,
porque ha echado todo el resto
y ha hecho fray Sebastián Díaz,
lo que él sólo hubiera hecho.
Nos pusieron en un claustro  405
separado largo trecho,
de los que ellos habitaban;
y aunque no era nada estrecho
tenía sólo trece celdas,
de que hecho el repartimiento  410
en oficinas precisas,
quedaron sólo de resto
nueve para veinte y ocho,
que éramos en surtimiento,
entre monjas y criadas;  415
siendo menester por esto,
acompañarse de a cuatro,
y cinco en cada aposento.
Empezamos a buscar
modos de secar de presto  420
—92→
la ropa, porque pegada
las más traían al cuerpo;
excepto algunas, que quiso
dio, favorecer en esto,
pues ni aún en las alpargatas  425
recibieron detrimento;
pero a otras les fue preciso,
el andar por algún tiempo,
con zapatos de los padres,
hasta que fueron haciendo.  430
Se estableció la observancia
con puntualidad y arreglo,
tocándose campanilla
a oración, coro y silencio,
refectorio y de más actos,  435
y todos a su hora y tiempo.
La clausura la guardamos,
Haciendo el adagio cierto
de ser en cuatro paredes
víctimas del sufrimiento.  440
Allí nos decían misa,
en oratorio bien puesto,
y en día de comunión,
consagraba el prior para esto;
mas, nos quedaba el dolor,  445
de no tenerlo allí expuesto,
para hallar con su presencia
mayor consuelo y aliento.
Mas, así lo disponía
el artífice más diestro,  450
para pulir a las almas,
quitando el sensible afecto,
y como había privado
de lo acomodado al cuerpo,
acrisolar el espíritu,  455
de aquello menos perfecto;
y para hacerlo mejor,
y lograr más bien su intento,
quiso darnos nueva mano,
con enfermarnos de nuevo,  460
y muy pocas se exceptuaron,
de no estarlo en este tiempo,
y vino a coronar la obra
una criada muriendo.
Aquí pasamos tres meses,  465
gastándose mucho tiempo,
en componer unos claustros
en forma de monasterio;
cuya composición hecha,
nos pasó el prelado luego,  470
—93→
donde nos hallamos ahora
con comodidad y aseo.
En tres claustros bien labrados
con muy delicioso huerto
oficinas necesarias,  475
y sobre todo el recreo
del recreo su capilla,
que aunque esto es algo pequeño,
encierra la Majestad
que contiene todo el cielo.  480
Aquí estamos asistidas
de los padres, cuyo celo
atiende a lo espiritual,
y temporal con desvelo,
sin dispensar su cuidado  485
lo ínfimo ni lo supremo,
porque el lince de su prior
se hace Argos en nuestro obsequió,
pues su grande caridad,
y su magnánimo genio,  490
lo hacen ejecutar ahora,
lo que ejecutó primero;
y juzgo que sin mudanza
siempre seguirá lo mesmo,
pues hombres de su estatura,  495
lo acaban todo perfecto.

   Explanar el grande estrago,
que hizo el río en mi convento
fuera detenerme mucho;
mas, no siendo ese mi intento,  500
diré sólo lo inundó
todo, y parte votó al suelo.
Lo restante se está ahora,
con firmeza componiendo
para mudarnos allá  505
y edificarlo de nuevo,
retirando el edificio,
cuanto se pueda hacia adentro,
y murallarlo de cal
y ladrillo, porque esto,  510
dicen basta a preservarnos
y ponernos a cubierto.
El Señor lo determine
si es su voluntad hacerlo,
y de no se cumpla en todo  515
su beneplácito eterno.



  —94→  

ArribaAbajoBreve compendium

hostium haerethicum olandesium adventum in Valdiviam, explotato rem missum: & narrationem ejus, fugam illorum cum pacto redeundi: providas dispositiones prorregis: classim expeditam ad conditum ejus cum rebus necessariis, & alia continens.


Cubernante exc. D. D.

Petro a Toleto & Leyva prorrege.

Regnante Philipo IV. Hispaniarum rege

Studio et labore

Didaci Núñez Castaño presbyteri

Limae Anno 1645




Ad oblationen libri decima


Gratis, atque voluntate,
non rei, nec pretextus honoris,
librum, nec modo favoris
trado, nec aviditate;
sed, sana sinceritate:
quem Deo, qui est trinus et unus
offero; quia cum amore
fuit cura, studio et labore
factus ad rem oportunus.

Aprobación del Doctor Antonio Maldonado y Silvay, Catedrático de Decreto en esta Real Universidad de los Reyes del Perú.

Por mandado de Vuestra Excelencia he visto un libro pequeño, si bien de asumpto grande, compuesto por el licenciado Diego Núñez Castaño intitulado: Breve compendium olandesium hostium haereticorum adventum, etc y reconozco que emprendió materia a quien no pudo sobrepujar la obra; mas por ser ella de grandeza insuperable, que por falta de esfuerzo de la pluma; y que advertido con destreza   —95→   y valentía de arte, pintó sólo sola la uña del más real y valiente León en esta historia de la población y fortificación de Valdivia: empresa tantas veces advertida, como osada pocas, y esta sola llevada al cabo para opresión del enemigo doméstico, terror y espanto del extranjero; con que por esta parte han quedado el Perú y Chile inexpugnables, y sin los ordinarios miedos de sus invasiones, y si bien de antes el vigilante cuidado de Vuestra Excelencia ha tenido prevención en los puertos, y en el de Arica una importante fortaleza, y armas repartidas por el Reino, y ejercitada la milicia, y fabricados galeones, de quien con verdad y experiencia se dice que son para ofensa y defensa de bronce, y para navegar pájaros del agua.

Cuenta el autor las prevenciones y aparatos de guerra para Valdivia, y sus castillos; no con menor presteza que madurez de consejo por Vuestra Excelencia deliberando, y cuya providencia fue admirable; y dos mil soldados, que sólo el imán atractivo de la afabilísima condición y cariño de Vuestra Excelencia pudiera conducirlos: y el mar hecho una selva de árboles de bajeles en su presidio, que miró nunca y admiró agora: por remate el breve y dichosísimo Veni, Vidi, Vinci del señor don Antonio de Toledo; juntando en vistoso y agradable maridaje lo dulce, numeroso y consonante del metro español con lo grave y universal de la lengua latina, para hacerlo común a todos; pero a dos visos plausible a los naturales, formidable a los extranjeros.

Dejó con advertencia en silencio lo incomparable de la grandeza de ánimo de Vuestra Excelencia y lo heroico de las domas sus cosas hechas para más largo tiempo y lámina mayor, que consagrar a la eternidad; porque en la verdad, como dijo Apeles, quien para ella pinta, más tarde pinta, si bien desde luego se venían a las manos, campeando como la torre de Fato, sus segundas maravillas, y a emulación de Semíramis, los muros de este Puerto y de Artemisa, el mausoleo de la Reina N. S., que Dios tiene; y de las pirámides de Egipto, los estribos y columnas de Guancabelica, monte de plata líquida, tan caduco por sus ruinas e injurias del tiempo, como por golpes del trabajo y labor continua, no sólo cavado, sino acabado; pero ya por singular industria de Vuestra Excelencia restituido a una juventud florida, y más preciosas y seguras esperanzas que su antigua y primera posesión; y los envíos del tesoro del Tarsis destas. Indias al destas al rey grande siempre grandes, pero en cada un año mayores como si creciesen por edad; y las costumbres corregidas, y la religión y culto restaurado en su primer fervor, que por Numa, y mejor, que por Trajano a su constante entereza la justicia, los lugares fríos o de nuevo hechos, o sumptuosamente reparados. Las doncellas nobles, y pobres con estado, y con premio los méritos de la virtud y estudios; obras, en fin, de un héroe de tantas dotes del alma que se halla cual asimismo se pudiera haber hecho, Vuestra Excelencia las ha hecho en menos de seis años, no se podrán decir en ciento, no se olvidarán en mil; estos debieran ser los de su gobierno.

El libro puede y debe imprimirse, y quedarán sus letras siempre gloriosas en lo inmortal de la materia que escriben. Guarde Dios a Vuestra Excelencia para presidio de este reino, para asilo de sus armas, y descanso de sus pueblos.

El menor criado de Vuestra Excelencia que sus pies besa.

Antonio Maldonado de Silva

Censura del padre Maestro fray Miguel de Aguirre, Difinidor del Orden de Nuestro Padre San Agustín, Calificador del Santo Oficio, Catedrático de Prima de Teología escolástica en la Real Universidad de los Reyes.

Por comisión del señor Provisor y Vicario general de este arzobispado, he visto este libro intitulado Breve compendium olandesium. El compendio es   —96→   breve, pero no corto; pues comprehende asumpto grande, objeto hermoso, materia fértil, y empresas muchas, cuyo concurso fue necesario para lograr tan glorioso fin; y que cada una en sí pareció tan difícil e impracticable antes de la felicidad de este tiempo, que lo juzgaron los políticos y la rehuyeron los superiores por imposible: galeones del Perú, que ya no tienen, antes ocasionan envidia a los celebrados de Europa; ejército naval, que en número, esfuerzo, aparato y prevenciones no sólo pudo resistirse, sino aun fue a desafiar el poder de Oolanda; la restauración y fortificación de Valdivia, que se ven hoy y apenas hubo quien las mirase posibles ayer; y siendo tantas las cosas y universalmente deseadas de toda la monarquía, vienen a ser más y mayores las conveniencias. Alejandro Magno decía que aquellas cosas deseaba hacer, que habiéndolas conocido por grandes y convenientes los príncipes más sabios ninguno llegó a alcanzarlas. Luego no es corto, aunque breve el compendio, que agrega esas grandezas, ni menos tiene cosa disonante a la honestidad y pureza de nuestra Santa Fe católica antes será siempre agradable a los fieles obra, que dulcemente refiere que a los herejes se les cerró ya el puerto, que más a su salvo y comodidad buscaban para introducir sus errores; y que al gentil idólatra chileno se le puso ya el freno con que acabará de domarse la obstinación de su bárbara fiereza. No es demérito de su ingenioso artificio la diminución de su nativa luz; pues fue tan cauto della el mejor de los poetas Homero; de quien dijo Platón que lo que le faltaba de luz en el sentido, la sobraba en el ingenio; y siendo el motivo del autor escrebir en idioma latino; encaminando la noticia a naciones extranjeras, libre está de la nota de lisonjero; pues desengañado, e independiente con el impedimento en tan madura edad denota, que sólo le mueve el celo de la verdad, y conoce que fuera en vano el fin de adulación, pues las primeras personas interesadas y autoras de estas gloriosas empresas nunca ponen, ni pusieron su gusto en ser alabadas de los hombres, sino en hacer obras dignas de alabanza, rindiéndolas piadosa y devotamente, dando la gloria a sólo Dios supremo y verdadero arbitrio de la conservación y gobierno universal del orbe, y que en recompensa de rectas y puras intenciones, da siempre felicidades y dichosos sucesos de gloria militar. Oculi Domini contemplantur super universam terram, & praebent fortitudinem iis qui in corde perfecto credunt in eum. 2 Paralipomenon, cap. 16. Este es mi parecer, que el libro puede imprimirse y correr. En el colegio de San Ildephonso de los Reyes, & 19 de mayo de 1645.

Fray Miguel de Aguirre.


ArribaAbajoMetro hispanicum epigramma

Dom. D. Lope de Figueroa, ad authorem libelli mimesis




Antarctos tractus: qua tranasse dices
australis gazas Tethyos ad humantes
auriuoram, et nomen usurpantes
quondan glebas et urbibus foelices:

   quo appulere Boreali ab axe altrices  5
haeresum gentes, Heroque bellantes,
pro Salo, et Solo, Caelo renuntiantes
natrices fidei, qui Orco pendent vices,
—97→

   redivivos tutoque ab his Antonii
dextra: Monarchae Patris Ope; quorum  10
Caxtor Polluxque idquisque est Jovis genus

non Daedala facundia, non Meonii
ore Vatis, sed mente instar Sophorum
en canit Alcibiadis Silenus.




ArribaAbajoBacalaurei Joannis de Torres Villa Real ad authorem



Soneto


   Mira nec miror, celebrande Maro,
quod Juval alter carmine describas
nec, quod dulcis Parnasii limphas bibas,
fitienti labro, vel cum stilo raro,

   contuso tamen dulci cum amaro  5
(licit condensam tenebris praescribas
lucem) miror, quod calamo praelibas
amara suavi, vel obscura claro.

   Quid ni? jugi feris ictu fontes
latini Oris torrentis, cujus undae  10
supernatant Hispanae linguae pontes:

   Consonet ergo utrumque idioma abunde
el murmuse aures, calamoque frontes,
hostium Valdiviae, Didace, retunde.




ArribaAbajoDel bachiller Juan de Torres Guerrero al autor



Soneto


   Mande a su prelo (sic) la impresora fama
memorables, eternos caracteres
del penicilo, alado con que hieres
sutil la vena de tu musa dama.

   Gámulo el pajarillo si en la rama  5
gorjeados solemniza sus haberes,
y entre lisonjas, gozos y placeres
peinada pluma a su ambición inflama.

   De las Musas, o tú, cisne canoro,
plausible acento de tu gloria entona;  10
pues con plateada pluma y pico de oro
—98→

   Del Príncipe matizas la corona,
que en Valdivia ha librado su decoro,
fama y renombre, optando su persona.




ArribaAbajoDe don Juan de Landecho al autor



Soneto


   En propia lira el Mantuano canta
materno idioma, que de la vencida
en opacas cenizas nueva vida,
Troya en sus ruinas la cerviz levanta.

   ¡Oh! Dulce cisne, en cuya heroica planta  5
de la Clío español la no seguida
cadencia en lo latino construida
en número se ve de gloria tanta.

   Escuche Marte el nuevo Apolo indiano,
verá a Vandalia y la soberbia Roma  10
en una unión, en un acorde acento:

   Rizar la pluma en tipo soberano
donde el pirata su soberbia doma:
nuevas las voces, nuevo el instrumento.




ArribaAbajoAl autor

Soneto




   Dando al metro español latino el arte
tan dulce el canto y son, Castaño, ordenas
que publicas victorias de un Mecenas
cantándole el varón en armas Marte.

   Tu musa que tan suave se reparte,  5
el enemigo bando oyendo apenas,
viendo que con tus ecos tanto suenas
abatirá sin duda el estandarte.

   Tu clara lira da a tu voz aliento,
y el ánimo suspende a las naciones,  10
pues con la novedad del instrumento

   A todo contrapunto te antepones;
que nunca oyó jamas el firmamento
el modo de cantar de tus canciones.



  —99→  

ArribaAbajoLos holandeses en Valdivia

Al excelentísimo señor don Pedro de Toledo y Leyba, marqués de Mancera, señor de las cinco villas y su jurisdicción, comendador de Esparragal, en el Orden de Alcántara, gentilhombre de la Cámara de Su Majestad, de su Consejo de guerra, Virrey, Lugarteniente, gobernador y Capitán general en estos Reinos y Provincias del Perú, Tierrafirme y Chile, etc.

Excelentísimo Señor:

Muchas serán, sin duda, las plumas que ya en éste, o en otro estilo hayan porfiado a celebrar las acciones, que en período de cinco años de su dichoso gobierno ha hecho Vuestra Excelencia en servicio de su Rey y en utilidad del bien público; a cuyo inmortal renombre continuas serán siempre las prensas. Pero a todas estas voces sólo falta la mía, no por más suave sino por menos dichosa; que la mayor señal que dio de sus obras Jesucristo fue decir, Joannis 7 cap. Caeci vident; son tan grandes mis maravillas que los ciegos las ven. Tan prodigiosas han sido, señor, las de Vuestra Excelencia (aléjese de mi pluma toda lisonja) tan singular la desta armada a Valdivia, que aún mi flaca vista la está señalando a los que ven. En lenguas estruendosas de fino bronce retumbe el fuego las glorias de Vuestra Excelencia, con que previniendo con su prudente y superior gobierno y experiencias los futuros contingentes, mandó guarnecer al puerto del Callao con aquel prodigioso edificio que inquietó en fundamentos la tierra, para seguridad de toda ella, y para el seguro de nuestras costas, fabricar aquellos fuertes, y ligeros galeones, que pueden con las cumplidas alas, que el cuidado de Vuestra Excelencia tejió en algodón desde que le goza este reino, competir con las mayores que navegan la aguas inquietas del norte; y asimismo en la presente ocasión de enemigos mandó cargar sobre los anchos hombros del mar tanto vaso, tanto estruendo e instrumento militar, con tantos leones de España tan armados, como bravos y diestros al despedir la pelota, que con segura ganancia pueden dar quince y falta a cualesquier contrario. Estos efectos, Señor, con su causa, contiene este breve tratado en versos, aunque de humilde parto, si bien latinos; y porque ninguno se contenta de sus obras, por ser las fuerzas del hombre tan limitadas, que (a su entender) no queda satisfecho dellas; de donde (si no me engaño) tuvo principio dedicarlas a algún Príncipe, o persona ilustre, para el seguro de su humilde reconocimiento y desconfianza; por tanto, Señor, estos esperan hoy el amparo de Vuestra Excelencia a cuyo valor (porque ellos lo tengan) los ofrezco y dedico, para que alguno se atreva a contravenir la verdad que contienen, o ya por su particular o por querer decir que están en lengua no común a todos, no advirtiendo, lo uno, que para más buen oído del letor tienen mesuras, cadencias y consonancias en nuestro metro español; lo otro, que siendo como es la lenguna latina tan general a todas las naciones del mundo, podrán plumas curiosas darle vuelo hasta cualesquier gentes, para que por ellos sepan la venida de los herejes enemigos holandeses a poblar en Valdivia, con intención de infestar estos reinos; como se volvieron a Holanda dejando hecho pacto con los indios chilenos de volver a poblar con fuerza de armas y gente, por haber sentido la mucha que Vuestra Excelencia cuidadoso, diligente y apresurado en breve tiempo previno para su seguridad y defensa, y como también el acertado despacho de tan cumplida armada, gobernando su imperio militar su señoría el señor don Antonio de Toledo y Leyva, florida rama de Vuestra Excelencia, que fue a dar a Dios los primeros frutos en aquella inculta selva, que en ningún tiempo tuvo esperanza de verse fortalecida, y acompañada de valerosos cristianos, y adornada de templos, religiones y hospitales, ganando premios espirituales y glorias temporales sin duda; porque si los mentidos dioses con estrella de nobleza y buenas victorias premiaban a los que con cultos y veneraciones les erigieron aras; aquel verdadero Dios que tan cuidadoso se desvela aún a pequeñas atenciones nuestras, ¿qué premios, qué dichas, de qué felicidades no llenará a aquel ilustre, esclarecido y dichoso general, que fue a exaltar Su Santa Fe, dándole restauradas almas sin número perdidas,   —100→   cerrando las puertas al tirano hereje? Y con que deja levantados eternos monumentos, para que a Vuestra Excelencia y a toda su posteridad le sobrevivan dichosos. Guarde Dios a Vuestra Excelencia en la grandeza, que le suplico, &. Siervo de Vuestra Excelencia y su capellán.

Diego Núñez Castaño.




ArribaAbajoAd Holandesium haereticorum hostium adventum in Valdiviam


Post Flandriae rebellionem
bella geruit rebelles contra Leonem:
holandeses sunt isti
   servantibus aversi Fidem Christi,
qui ab Europa semoti  5
   inquirunt nostra, nos damnari moti;
sunt enim adversarii,
   qui libetque damnificant contrarii:
Leonemque51 suum negantes
   in illum fingunt se gallos cantantes;  10
leo vero fortis, rugiens
   quaerit et circuit illos nunquam fugiens.
Hi per maria vagando.
   et procellas ventorum supportando
ad unam navim audent  15
   atque videre plures nunquam gaudent;
et si regias videndo
   disperguntur per aequora fugiendo,
aliquibus in diebus
   tamen forte frui solent ullis rebus.  20
Iste denique audaces
   et cupidi, quia forte sunt rapaces,
capiunt longum per52 mare.
   Sursum gradat in53 altum singulare,
ut postea descendentes  25
   portum obtineant Sur mare appetentes:
quo pupibus sepulti
    repente tandem advenere occulti,
Valdiviamque introivere54,
   ubi damna cavendo se instruxere  30
cum aliquis castellis
   ut secuti essent ibi a nostris tebis.
Gens inimica tonuit
   per Surque adverituin ejus tuba sonuit;
quando pro defendendo  35
   patrias nostras, et hostes offendendo
dux nobis Protex datus
   ad curam belli vigilans paratus,
expertus gobernator
—101→
   Toleto a Leyvaque Petrus bellator  40
hispanos, armat leones
   ad ejiciendo advenas colones.
Et navibus constructis
   nautisque cum militibus instructis
ad melius succedendum  45
   exploratorem missit ad videndum:
ducem legit Muxicam.
   Calidum valde in gentem inimicam
qui portum exploravit
   Valdiviae, indeque tres hostes postravit,  50
et dixit: tres portatos
   inter silvas mansisse a suis fugatos,
his dictis facie ad faciem
   fustes belli desperauit55 dux per aciem,
et festinans conatur  55
   res disponere ut classis expediatur,
ut cum redierint hostes
   Valdiviae bene clausos videant portes,
et ibi non referiant
   amicos suos, qui portum eis aperiant,  60
inanesque tunc redeant,
   in gurgiteque vasto fame pereant:
et pro victoria tanta
Christiane aeternas Xpo. laudes canta.




ArribaAbajoSonetus ad Idem



   Valdiviam desolatum Chilenis
Antea conditam urbem56 Hispanorum
classis demo condenda infestorum
de insulis venit rebellione plenis.

   Quia jam, obtento portu sine poenis  5
ut ab armis defensi essent nostrorum
inire cum Principibus Indorum
amicitiam curarunt datis phrenis,

   Quando confugiunt omnia deferentes
quae incepta ab illis erant tan inania  10
a leonibus hispanis panescentes

   Qui rugiebant in illos ad immania:
ex nuncque mittit illam custodientes
e Lima conditores nostra Hispania.



  —102→  

ArribaAbajoAd expeditionem classis, et eorum quae pertinent ad conditum Valdiviae57

Cantus



   In Valdivia infestata
ab advenis rebellibus Olandriiae
quo, ex una parte Flandriae
   ausi fures venere cum armata,
Hispana gens cum duce  5
   ex Albae domo Antonio generali,
comisione regali,
   decrevit arces instrui coeli luce:
ut reversi Sinnones
   Castella, armaque videant et leones.  10
Ex ipsa domo Pater
   Prorex tradidit, Petrus ipsi filio,
quos dedit Lima anxilio
   militum turbam: altrix eorum, Mater:
haec, ut caput regnorum,  15
   ex qua sunt providenda necessaria,
debet terram et maris
   hominum vi defendere, et armorum,
sui mandato Proregis
   in totum obediendi, jussu Regis  20
Prorrex, cujus58 officium
   datum est illi, ut regat providenter,
aliquando violenter
   conficere etiam debet beneficium:
quia sui commoda amantes,  25
   ad bella necessaria dessunt multi,
qui, pro occasione occulti,
   aut timent, aut sunt homines vagantes;
quos, justum est, violentia
   a Principe compelli sua potentia.  30
Alios, vitis imbutos
   ad latrocinia furtaque inclinatos,
decet esse aligatos,
   et ad bellicas pugnas absolutos:
de quibus liberata  35
   jam exultavit gaudio omnis creatura,
et ab illis secura
   erit Proregi beneficio grata;
etiamque clausae portae
   a clavibus non erunt falsis tortae.  40
Quis est insane agressus
   loqui de impositione tributorum?
cum rex inimicorurn
   tot bellis est necessitate opressus:
haec occassione urgente  45
—103→
   hostium Hispaniam. Indosque infestantium,
hominum est errantium
   excusare se velle sine mente:
dare est melius christiano,
   quam, expoliari in totum a tirano,  50
si ad tempus, Princeps forte,
    aliquid petit pro necessitate,
vobismet59 petit, date,
   Et fruimini libenter bona forte;
quia nova construendo,  55
   in vestrum adiutotium valde intendit.
vosque et vestra defendit
   futura contingendi precavendo:
si altas puppes videtis
   portum arces, et alia, quare fletis?  60
Minora militaria
   per terram, arma, portus defendendo
dispersit; et construendo
   Castellum in Arica; tormentatia:
pro armorumque exercitiis  65
   omnibus annis festis ipse in foris.
ad usum boni moris
   agminibus vos instruit in militiis,
ne hostes deventurii
   militiae vos expertis sint victuri.  70
Siquidem probae actiones
   duriora corda movent ad amorem,
sui servando decorem.
   Vestite in sanas vestras intentiones,
et illi estote grati,  75
   ne incidatis in vestrae culpae poenas,
locutionumque habenas
   comprimite, quia eritis damnati:
quoniam qui damnum praebet,
   aequo jure subite poenam debet.  80
Corde, et animo bona
   esse facta censetis a Prorege;
set vestri sunt in grege,
   qui ferunt aspere ad juvamen dona:
isti vero sunt pauci,  85
   qui clara contraveniunt rei judicia,
sed tanta pro malitia
   erunt ab aliis aestimati nauci:
quia facile loquaces
   veritate capiuntur, ut mendaces,  90
si in volatilium foro
   aves consonant Solem coeli amantes,
ubi ei gesticulantes
   tamen victi coraces sunt in choro,
vulgo in pejore humano  95
—104→
   quid mirum, quod gesticulentur ulli?
et Principii nonnullii
   aversi sint indicio valde insano?
Sed quid de his, ut fatuae
   noctuae, manebunt apud gentes statuae.  100
Immortali in memoria
   Proregem Regna Suris haec tenebunt,
et gentes non delebunt
   Valdiviae conditum pro vera historia:
et tempora futura  105
   mira gestorum ejus indicabunt,
laudeque eum cumulabunt
   boni, atque mali pro vigilia, et cura;
quia se inveniunt defensos,
   hostiumque ab inanitione non offensos  110
quae sine Deo moventur?
   Aguntur, fiunt, et corde cogitantur?
Quae sine Deo operantur?
   Omnia sub voluntate Dei tenentur:
tributa regum mundi,  115
   jure animaque belli ad occasiones,
et Principum actiones,
   Coelum, terram, et omnes res profundi
regit, atque gubernat
   Dominus Deus, qui super omnia regnat.  120
imperium belli gerens
   Antonius ferro valens, et famosus,
juvenis bellicosus
   turbam traditam classi secum ferens,
tensoque signo regio,  125
   Suris undas vigore naviumque rumperes
atque ventos dirumpens
   salvit et portu cum conatu egregio:
ad Valdiviam condendam,
   jectis castellis, templisque munienda.  130
Divina providentia
   armata ingenium navium fuit provisa
vero illustri commissa
   Experti cum Proregis assistentia:
ratis duodecim fortes,  135
   constructae militaribus tormentis,
cum aliis instrumentis
   Atque bis mille militis consortes,
quibus est fama et decor,
   Chillenum. navigando incutiunt aequor.  140
Non invocant favorem
   Deorum (ut antiqui figarabant)
omnes, enim, portabant
   Cordibus fidem, atque Dei decorem;
haereticaeque Harpiae  145
—105→
    In posterunt valebunt vil in nostra60,
quia nostrum navium rostra
   subemergent sues juvamine Mariae;
et milites caelestes
   damnificas Dei jussu, extinguet pestes.  150
non fuit in oblivione
   fratres61 mitti ad necesse, vigilante
duce, et multa parante,
   Joannis a Deo nova e Religione
cujus viri excelentes,  155
   chirurgique famosi in civitate
amore et charitate
   sucurrunt semper languidos dolentes:
et sua chirurgia utendo
    infirmos levant a dolentia ungendo.  160
Juvant ad opus bonum
Francisci pauper humilis Religio,
quae cum Christi vestigio
   docet, adipiscendo coeli donum:
doctique e societate  165
   Patres Jesu perfectae vitae exempla.
Ad continuanda templa
   Pro comitatu vadunt voluntate,
ut doceautur Christiani
   vincinturque armis Fideii Luterani.  170
Istae duae Religiones
   symbola secum portant ad pendenda,
ut ad Dei sacra audienda
   pulsetur et pro tempore, ad sermones;
satisque ornamentorum.  175
   cum calicibus fenent, et hateis,
arcisque caereis plenis,
   ad oblationem, Dei sacrificiorum;
ut quae antea silva inculta
   ornata maneat a Christianis culta,  180
quo casu singulari
   E incommodis, et Indi refugientes
amicitiam cupientis
   diligent Regem, qui est dignus amari;
etiam et noster Princeps  185
mare securum ab infestatione,
damno, et altrectatione
   abebit Regnaque opulenta deinceps:
pro queis detur victoria
Limae, Proregi laurus, Deoque gloria.  190



  —106→  

ArribaAbajoSonetus ad idem



   Valdiviam inficiente infesto grege
jam ad vindicta Hispanorum grex
arma paravit, etiamque Prorex
quia pendet tanta cura de Prorrege:
 5
   in illos qui sunt usi mala lege
Christiana dat juvamen bona lex,
Hispanusque Valdiviae locum Rex
condi jussit, divino annuente Rege:

   ad hoc parata Lima Regni motrax  10
classim expediens fortera de matrice,
bis mille viros fortes gubernatrix

   illuc dimissit pro gubernatrice,
Chillenaque nostrorum patria amatrix
co62 recepit illos pro amatrice.  15




ArribaAbajoAd conditum Valdiviae cum arcibus et omnibus necessariis

Cantus



   Cantum novum cantemus,
sunt enim porta nova maravilia,
   pro curaque et vigilia
Antonio duci lautum etiam demus;
   qui juvenile aetate  5
imitans Albae domus duces claros,
   gubernatorum phatos,
omnia adimplevit cum maturitate:
   mari, terraque fecit
mandata patris, miraque perfecit.  10
    Valdiviae; generalis
digne a Prorege patre dux electus,
   ab omnibus dilectus,
portum obtinuit, ferro Marti aequalis.
   Vix vasa tuta accedunt,  15
prius quam sint harpaginibus ligata,
   tonant praeludunt grata
tormentis militaribus, non laedunt:
   et milites suo more
tonant, praeludunt armis cum clamore.  20
   Sed vocibus ligatis
in portu tutis, ac securis pridie
—107→
descenderunt postridie
ex eis ad terram, gratibus Deo datis,
gaudo et exultatione,  25
omnes pleni conveniunt ad concilia,
et concernendo utilia
castella incipiunt sive cunctatione;
ne deventuri extranei
invadaus intro ad classim subitanei.  30
Omnia quam necessaria
ut minora sint illis detrimenta
et commoda instrumenta
quam plurima portarunt operaria;
nemine discrepante,  35
pariter omes juvant et laborant,
dum sacerdotes orant,
Antonio generali vigilante,
multaque praeveniente,
ad opus super illos intendente.  40
Manechiante hac occasione,
princeps erat Indorum, qui Christianos
a suis amari Hispanos
conabatur verissimo sermone;
unde in cum seditiones  45
repentinae inter illos ortae fuere,
tellaque paravere
aliquos excitando contentiones:
quae fuit audacia vana,
quia venit super illos gens Hispana.  50
paucos esse tenebant
nostros Indi; et praetextu amicitiarum,
super rem incidiarum
dolis captionibusque intelligebant:
sed Dux ad rem intendem,  55
festinans valde, exercitum componens,
arma in castellis ponens,
etiamque aliquos ibi comprendens,
jussit illos torqueti,
si nolint planum veri confiteri.  60
Isti prebendi ad faciem
cotam omnibus fantur, occultorum,
quatuor millia virorum
inter silvas manere Indorum aciem:
etiamque bipartitos  65
fortes juvenes esse insidiatores,
peritos captatores,
lanceis, et aliis bene armis munitos,
impetum faciendi ergo
subitaneum, non facie, sed a tergo:  70
quibus dictis, solvuntur,
et flentes isti ad insidiantes pergunt.
—108→
Lachrymasque non tergunt,
sed perterriti ad illos sic loquuntur:
vidimus Hispanorum  75
valdiviae turbas; quid ergo facietis?
Copias eorum tenetis,
atque praestantias virium et armorum:
diligite Christianos,
et mittite in Letheum luteranos.  80
Ibis auditis, noluere
invadere pro tunc in adunatos,
sed solum disparatos
ullos capere visos decrevere;
quia a sua natione tota  85
jam ex antiquis noscitur Hispana,
quae ab alia gente humana
armis etiam, roboribusque est nota;
impetusque essent vani
invasionum, quia multi erant Hispano,  90
pro quo casus trophaeo
multis diebus nostri celebrantis
festa, et sacra cantantes,
gratias iterum omnes agunt Deo:
clerici et religiosi  95
ibi super doctrinam animarum,
et salutem illarum
ntelligunt soliciti, ac studiosi;
sacramenta exercendo,
in contionibusque etiam edocendo.  100
Postea tenera tendens
Caesar in factis, save dux benignus,
toli nomine dignus.
Fortia per campos agmina protendens,
sub Hispaniarum rege  105
condendae urbis, ad tempus, locum legit,
et juramentum egit,
solito more Hispano coram grege,
quamvis difficultates
dabant hyemales, pluviae et tempestates,  110
corral portum construxit,
refugium navium, forticum castello
armis onusto, et bello
quo fatis numerosam turbam duxit:
insula in Constantina  115
castellum, aedes, templaque levavit,
copiasque ibi aplicavit,
ne viri imbriuni algerent cum pruina:
quoddusque, annuente Deo,
perficiantur in vere omnia trophaeo.  120
In rudeto contiguo
juxta aquas, Bonifacii antiquo Morro,
—109→
non praetermitam porro
silentio arces dispositas pro ambiguo;
quas pro eventu quocumque  125
judicio jussit erigi maturo,
ut, tempore futuro,
venientem feriant nostri hostam utrumque;
conditusque Hispanorum
permaneat contra audacias aversorum.  130
Non solum contra hostes
castella in portu foris sunt munita,
secura et bipartita,
ut in posterum maneant clausi portes.
Sed contra naturales  135
in terra continenti sunt formata
armis alia gravata;
quia cuncti sunt aversi capitales:
tutiusque est diligenter
vivere, cauteque, quam confidenter.  140
Noscuntur Holandeses63,
qui sunt ad latrocinia et furta proni,
et nunquam fuere boni
damnificando Hispanos philipenses;
Cupidineque moti  145
ultra mare copiesi quaerunt nantes
pauces longe habitantes,
qui ab Hispaniae sappetiis sunt remoti,
quia semper fuere victi
armis aequis, a vostris, seu conflicto  150
Indique etiam noscuntur,
qui, factis amicitiis cum Hispanis,
utuntur verbis planis,
simulque etiam captionibus utuntur;
qui, et quam vis non acerbi,  155
sed pacifici nostri se obtulere,
receptique ab eis fuere,
tamen cogniti sunt diri, et superbi:
oblataque occasione,
in amicos invadunt pro occasione  160
totis in diebus illis,
nostri se occupaveri edificando,
rebusque operam dando
munimen confeccere in luna aprilis
cuadragesimo quinto  165
hoc anno sexcentesimo cum mille,
in opulento Chille,
regni Hispanorum copiis circumcineto;
quia portus occupari
ab hostibus non possit terra, et mari.  170
O silva inculta, felix64!
Te conditurus venit Hispanus,
—110→
ne haereticus tirannus
possideat te, nec jam indus infelix:
religioque christiana  175
elevat templum Christum publicando,
incolasque advocando
invitat illos cum doctrina sana,
ut ea salvificentur,
et non sua pertinacia condernnentur.  180
O milites felices!
o Antonii generali felix quoque!
Qui cuncti ab hoste utroque
patrias ambas defenditis matrices:
o felix etiam Lima!  185
Quae obediendo in mandatis tuo Prorregi
fuisti fidelis regi
juvamina offerendo; mundi prima,
et opposita audaciis
hostium, nos liberasti a suis fallaciis.  190
O Rex Fidem defendens!
Qui haeresiis extinguendo improbitatem,
Indorum caecitatem.
Illuminas cum Christo, non offendens;
o Prorrex perulensis!  195
Qui, cum conatu, studio atque labore,
et animi vigore,
posuistis in silvis regia arma condensis:
vos omnes possideatis
Dei gloriae proemia, quae desideratis.  200
Jam militum quam satis
in Valdivia, quamplurimumque armorum
et abunde ciborum
remanet tandem omnibus paratis:
cum subito tonando  205
ductrix levat harpagines; et vento
tendit vela elemento,
vasamque illam sequntur navigando;
et Hector vir cum lauro
Aricam petit regio pro thesauro.  210
Puppes venti vigore
juvat; recedunt longe inde procellae:
non pluit, sed patent stelae,
tonantque alibi fulgora furore:
nunquamque a solis ortu  215
talem usque ad occasum brevitate,
coelique claritatem
viderant nati Aricae in fruendo portu,
ubi argentum recepit,
laetusque Limam versus viam incepit.  220
Non contraria fortuna,
sed favorabili adeo felix venit,
—111→
et breviter invenit
portum, favere Deo, solemque, luna:
videmus eum ovantem  225
reversum e Valdivia; spiritalia
proemia, atque temporalia
apud Deum, Regem, patremque lucrantem,
qui est dignus destimari,
et laudibus et proemiis cumulari.  230




ArribaAbajoSonetus ad idem



   Flos porti domus Albae, signo Crucis
viridi ornatus, nullus sibi aequalis,
Antonins cura imperio generalis
aestimans inimicos praetio nucis;

   Cum comissione generalis ducis  5
Valdiviam petit vi classis regalis;
et, ubi numquam visus casus talis,
fecit mira splendore coeli lucis:

   Portuque obtento jam, nostri repente
tradunt labori se; qui praestantiores  10
viribus juvant reliqua cum gente;

   Ibi antecedent caeteris juniores;
et bene arces munitas, Deo volente,
conatu confecere conditores.


 
 
FINIS