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ArribaAbajoEl truque

Truque

Situada la niña en el punto, coloca con la mano una piedra en el cuadro del lunes, y, a la pata coja -como dicen las niñas,- da un salto, de tal modo, que con la planta del pie libre, sujete la piedra. Dentro ya del cuadro, empuja la piedra con la punta del pie para sacarla del cuadro del lunes, en dirección al punto de partida, dando después un salto para colocarse en dicho punto.

Tanto al entrar como al salir, ha de colocarse la planta del pie sobre la piedra, al saltar, aun cuando ésta se salga por un costado del truque. Si cayó muy distante y no puede pisarla de un salto, tiene que empezarse el juego.

Lo mismo ocurrirá: 1.º Si la piedra, al ser empujada, toca alguna raya. 2.º Si la jugadora pone los dos pies en los cuadros. Y 3.º Si la piedra no sale del cuadro.

Situada otra vez en el punto de partida, echa con la mano la piedra al cuadro del martes, y saltando en la misma forma, y de raya en raya, pasa del lunes al del martes y desde aquí empuja otra vez la piedra al punto de partida.

De igual manera continúa el juego por el miércoles hasta llegar al jueves.

En este cuadro puede descansar todo el tiempo que guste y poner los dos pies en tierra.

Continúa así el juego, partiendo del jueves hasta que se llega al domingo: el viernes, se ejecuta en igual forma que los demás   —90→   días, y se puede volver a descansar en el jueves; pero con respecto al sábado y al domingo, se tendrá presente que en vez de entrar de raya en raya en los cuadros, ha de ser de dos en dos rayas, sin pisarlas.

Terminada de hacer la semana sin caer en ninguna falta, se coloca la jugadora en el punto de partida, pone con la mano la piedra frente a la punta del pie, y con éste la lanza para que caiga precisamente en el jueves.

-Salta después de dos en dos rayas, llega al jueves, y en este cuadro puede detenerse el tiempo que guste.

Al saltar desde el lunes al jueves en la forma ya indicada, ha de pisar la piedra en este último cuadro.

Desde el jueves, empuja de nuevo la piedra, siguiendo la columna del viernes, sábado y domingo, para volver al punto de partida.

Esta segunda parte del juego, se repetirá por lo menos tres veces.

-La niña que hizo el juego por completo, tiene derecho, al final, a que al pie del truque se dibuje un círculo, en el que se pondrá la inicial de su nombre, y en el mismo se irán señalando los juegos que gane.

El lugar de este círculo lo marca la jugadora, dando un paso a partir del cuadro del lunes, todo lo más largo que pueda ser.

Si durante el juego la piedra sale demasiado distante al darle el empuje, pero sin caer dentro del círculo, la jugadora tiene la ventaja de colocarse de un salto en dicho círculo y desde allí dar otro salto para alcanzar y pisar la piedra, como recompensa por haber ganado las dos primeras partes del juego.



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ArribaAbajoLas manitas


 

Se coloca una niña, que hace de directora, en el centro del círculo que forman todas las que toman parte en el juego, y colocan sus manos sobre el regazo de la directora. Ésta les va dando pellizcos en las manos, diciendo a la vez:

 


ArribaAbajo    Pinto, pinto,
gorgo, rito,
cuenta, las vacas,
son, veinte y cinco.
¿Por qué, lugar?
Por, Portugal.
¿Por qué, calleja?
Por, Moraleja.
Esconde la mano,
que viene la vieja.
 

Al decir la vieja, la niña que le toca ser pellizcada, esconde la mano, y en esta forma continúa el juego, hasta que todas esconden sus manos. Entonces dice la directora:

 


    -¿Dónde están las manitas?
 

Todas las niñas contestan:

 


    -Nos las comió la gatita.
    -¿Dónde están las manazas?
 

Contestan todas:

 


    -Nos las comió la gataza.
 

Dice la directora:

 


    -Ir a buscarlas.
 

Todas las niñas enseñan enseguida sus manos, y dirigiéndose a la directora, dicen:

 


    -Aquí están.
La gatita nos las volvió a dar.
 

Y con esto termina el juego.

 



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ArribaAbajoAntón perulero

Se sientan las niñas, formando un círculo, y en medio se coloca una que hace de directora.

La directora señala un oficio a cada una, y hecho esto, todas cantan, colocando el índice en los labios:


ArribaAbajo    Antón, Antón,
Antón, Perulero,
cada, cual,
atienda a su juego,
y la que, no lo atienda,
pagará, una prenda.

La directora, al terminar el cantar, imita un oficio. Por ejemplo, el de costurera, y la que lo tiene señalado, ha de hacer enseguida lo mismo que haga la directora. Si se descuida paga una prenda.

Las prendas pagadas por las niñas las va guardando la directora, y cuando están reunidas todas, las tapa, y pregunta a una niña:

-¿Qué me das por la prenda que tengo en la mano?

La niña preguntada contesta:

-Que la dueña de la prenda haga tal cosa.

La que resulte ser propietaria ejecuta la sentencia, y cumplido que sea, esta niña sentencia a su vez a la dueña de la nueva prenda que saque la directora.

Una vez sacadas todas las prendas y cumplidas las sentencias, se termina el juego.



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ArribaAbajoLa banda

Reunidas las niñas, se designa una entre todas, que es la que se queda. Se sitúan las demás en varios sitios, y la que se quedó empieza a perseguirlas al visto, hasta que logra alcanzar a una. Una vez detenida, ésta le da la mano, y juntas persiguen a otra niña, y en esta forma se continúa el juego hasta que han sido todas alcanzadas menos una.

Al terminar el juego, resultarán todas las niñas cogidas de las manos, o sea formando la banda.

La que se quedó sola, sin ser detenida, ocupa el lugar de la que se quedó al empezar el juego.




ArribaAbajoLos colores

Se colocan las niñas en hilera, y una, separada de la fila, hace de directora. Ésta separa a dos niñas, que hacen una de Ángel y otra de Demonio. Después, la directora da un nombre de un color a cada una de las niñas, diciéndoselo al oído para que las demás no sepan el color que les ha dado.

Hecho esto, la directora llama al Ángel, que está separado del grupo: el Ángel se acerca, y simulando que llama a una puerta, dice:

Tan, tan.

La directora contesta:

¿Quién es?

El Ángel dice:

El Ángel con su cruz.

Dice la directora:

¿Qué quiere el Ángel, con su cruz?

  —94→  

Responde el Ángel:

Un color.

Replica la directora:

¿Qué color?

Y a esta pregunta el Ángel, designa un color, hasta tres veces, y se lleva tantas niñas cuantos son los colores que ha acertado. Si no acierta ninguno, vuelve a ocupar su puesto que es la Gloria.

Entonces la directora llama al Demonio, y éste dice:

Tan, tan.

La directora contesta:

¿Quién es?

El Demonio replica:

El Demonio con su tenedor.

Dice la directora:

¿Qué quiere el Demonio con su tenedor?

Responde el Demonio:

Un color.

Dice la directora:

¿Qué color?

Y el Demonio contesta, señalando tres colores, y llevándose las niñas designadas con los colores que acertó.

De este modo continúa el juego hasta que el Ángel y el Demonio aciertan los colores y se llevan a sus compañeras.

Terminada esta parte del juego, las niñas se colocan, respectivamente, detrás del Ángel y del Demonio, agarradas por la cintura.

El Ángel y el Demonio, que se colocan a la cabeza de cada bando, se cogen de las manos, y empiezan los bandos a tirar hacia atrás hasta que uno vence al otro, con lo cual se da por terminado el juego.



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ArribaAbajoEl costal de paja

El grupo de niñas que toman parte en el juego forman en una fila.

La directora está sentada aparte del grupo y otra niña vuelta de espaldas se apoya en su regazo.

La directora pone nombres a todas las niñas, menos a la que la acompaña, que debe ignorar todos los de las demás.

Una vez terminada la nominación, dice la directora:

-Que venga, CLAVEL.

La niña que tiene este nombre se acerca de puntillas, y a la que está vuelta de espaldas le da en ellas una palmada y se retira a su puesto en la fila.

Entonces todas las niñas dicen a coro, dando palmadas:

-Chocolate por la mañana y por la tarde.

La niña que está vuelta, de espaldas se dirige a la fila, elige a una y la lleva a cuestas a la directora; ésta dice:

-¿De dónde traes este costal de paja?

Contesta la niña:

-Del molino.

Si es la misma niña que le dio antes la palmada, dice la directora:

-Tráelo, que es mío.

Si no lo es, entonces le dice:

-Llévalo, que no es mío.

Y la vuelve a conducir a la fila, ocupando otra vez el mismo puesto, y repitiéndose el juego en la misma forma, hasta que acierta con la niña que le dio la palmada.



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ArribaAbajoLas cuatro esquinas

Las niñas que toman parte en el juego se colocan separadamente en varios puntos, cerca unas de las otras.

Una de las niñas, que se queda de non, ocupa el centro del lugar en donde se hace el juego.

Colocadas todas en sus puestos, la del centro se dirige a una niña y la dice:

-¿Me das un poquito de lumbre?

La interrogada le contesta, señalando a otra niña:

-Por allí rebullen.

Entonces la del centro se dirige a pedir a otra la lumbre, y cuando da la vuelta, las niñas cambian de puesto entre sí, y si la del centro coge un puesto, la que queda de non ocupa su lugar, y se repite el juego.




ArribaAbajoEl uveletero


 

Forman dos hileras, cogiéndose las niñas de las manos, y se coloca una fila enfrente de la otra. Las de la primera cantan:

 


ArribaAbajo    Uvás, traigo de vender,
de, Valdomí,
de, mi amor,
de vos, a ti.
 

En la fila de enfrente, que llamaremos segunda, las dos niñas de la cabecera forman un arco levantando los brazos, y contestan:

 


¿A cómo, nos dais la libra,
de las, de Valdomí,
de mi, amor,
de vos, a ti?
—97→
 

Contesta la primera fila:

 


A cuarenta, y a cincuenta,
van las, de Valdomí,
de mi, amor,
de vos, a ti.
 

Replica la segunda fila:

 


Deme usted, una media libra,
de las, de Valdomí,
de mi, amor,
de vos, a ti.
 

Contestan las de la primera fila:

 


Pasaremos, la corrida,
de las, de Valdomí,
de mi, amor,
de vos, a ti.
 

Y replican las de la segunda fila, que están formando el arco:

 


Por aquí, podéis pasar,
la de Valdomí,
de mi, amor,
de vos, a ti.
 

Y al pasar las dos últimas de la fila, las que forman el arco las detienen, para que ocupen su lugar, repitiéndose el juego.

 



  —98→  

ArribaAbajoDe codín, de codán


 

Una niña está sentada y otra apoya en su regazo la cabeza para no ver a las demás. Las niñas que toman parte en el juego rodean el grupo, y dándole palmadas en la espalda a la que está vuelta, dicen:

 


ArribaAbajo    De codín,
de codán,
de la vera,
vera, van,
del palacio,
a la cocina,
¿cuántos dedos
hay encima?
 

Al llegar aquí señala una 2 o 3 dedos, por ejemplo, y si la que está vuelta de espaldas acierta el número de dedos, se queda en su lugar la que los puso. Si no acierta, cantan todas:

 


    Si hubieras dicho... tantos,
no tenías que quedar,
como no has acertado,
      de codín, de codán,
      etcétera.
 

Y se repite el verso, hasta, que se acierta el número.

 




ArribaAbajoZaramacatín

Sentada la directora, todas las niñas ponen las manos en su regazo, y pellizcándoselas, va cantando:


ArribaAbajo    Pin, pin,
zaramacatín,
vino la portilla,
con su sabanilla,
sábana redonda,
vino por la polla,
polla de arenal,
yo tengo un mozo,
que sabe arar,
y carcajar,
y dar la vuelta,
a la redonda,
esa mano,
que se esconda.

  —99→  

Cuando ya todas, al ser pellizcadas al final del canto, escondieron sus manos, dice la directora:

-Sacar las manitas.

Y contestan todas:

-No queremos, que nos las comerá la gatita.

Dice la directora:

-Sacar las manazas.

Y contestan todas:

-No queremos, que no las comerá la gataza.

Dice la directora:

-Sacarlas, sacarlas, que mal no os harán.

Todas enseñan sus manos y termina el juego.




ArribaAbajoAmagar y no dar


 

Una niña hace de directora y está sentada. Otra niña apoya la cabeza en el regazo de la directora. Las niñas que toman parte en el juego rodean a las dos, y dando todas palmadas en la espalda de la que está vuelta, cantan:

 


    Aceitera,
vinagrera,
ras, con ras,
amagar, amagar
y no dar.
 

Al decir esto, hacen la indicación de darle en la espalda, pero sin tocarle. Si alguna lo toca, se queda en su lugar, y la que está vuelta de espaldas toma parte en el juego con las demás niñas.

 
—100→
 

Después de hecho esto, todas las niñas van diciendo:

 


    Dar sin duelo
 

y le dan un golpecito en la espalda

 


que se murió
mi abuelo.
Dar sin hablar
 

y repiten el golpe sin hablar

 


que se murió
mi tío Baltasar.
Dar sin reír
 

y repiten el golpe sin reírse

 


que se murió
mi tío Crispilín.
 

La niña que hable o se ría ocupa el lugar de la que está vuelta de espaldas. Por último, la directora dice:

 


Un pellizquito
 

todas pellizcan a la que está vuelta de espaldas

 


y echar a volar.
 

Para dar tiempo a que todas las niñas se escondan, la directora cuenta: una, dos, tres... hasta veinte, y al llegar a este número suelta a la niña que está vuelta de espaldas, la cual va en busca de otra niña, y la primera que coge ocupa su lugar.

 
 

La directora puede continuar siendo la misma, o bien sustituida por otra niña.

 



  —101→  

ArribaAbajoPuño, puñete

Las niñas que hacen el juego, cierran las manos, y alternando todas, van colocando una su mano derecha y otra su izquierda. La directora dice:


Puño, puñete,
cascabelete,
¿qué hay aquí?

Y dicen las niñas:

-Una arquita.

Dice la directora:

-¿Qué tiene dentro?

Contestan las niñas:

-Oro y plata.

Dice la directora:

-¿Quién la guarda?

Contestan las niñas:

-La gatita parda.

A medida que se van haciendo estas preguntas y dando estas respuestas, la niña que tiene el puño cerrado debajo de todas, lo coloca encima, y así se continúa hasta llegar a la contestación: La gatita parda. Entonces dice la directora:


    Arriba, sobre,
la chimenea,
hay una olla,
de cocos llena.
La que se ría primero,
que se los coma.

Y dicen todas, haciendo como si devanaran hilo, pero con pausa:


    Uh, uh, uh,... ovillos,
uh, uh, uh,... madejas.

Y al decir madejas, hacen como si devanaran con mucha prisa, y añaden:


    Uh, uh, uh,... ovillos,
uh, uh, uh,... madejas.

Y al hacer esto, la que se ría primero, pierde el juego, y ocupa el lugar de la directora.



  —102→  

ArribaAbajoLa herradura

Cogidas de las manos, las niñas forman un corro, quedando una en el centro, que figura estar prisionera. Ésta dice:


-Herradura,
para la mula;
clavo, clavo,
para el caballo;
cinta de oro,
para el moro;
cinta de plata,
para la infanta;
tu-tu-ru-tú,
que te vayas tú.

Al decir esto señala una niña del corro: ésta se esconde, y así continúa el juego hasta que todas han sido señaladas y se han escondido, menos la última.

Ésta se sienta, y la prisionera se coloca delante y oculta la cabeza entre las rodillas de la que está sentada, que hace de guardiana de los conejos. Le tira de las orejas a la prisionera, y dice:


-Conejitos a la huerta,
que la zorra se me suelta.

Las niñas se van acercando al grupo.


¡Que se me va!...
¡Que se me va!...
¡Ya se me ha ido!...

Al decir esto, suelta la guardiana a la prisionera, y ésta echa a correr detrás de los conejos, quedando libres todas las que consiguen tocar el tronco del árbol a cuyo pie estaba sentada la guardiana, y la que cae en poder de la prisionera, ocupa su lugar40.



  —103→  

ArribaAbajoLos ladrones


 

Se forma el corro de niñas, y en el centro se colocan dos, una de las cuales se tapa la cara con la falda. El corro, remedando el ruido, dice:

 


    u... u... u...
. . . . . . . . . . . . . . .
¿Qué ruido es ese,
que, anda por ahí,
que, de día y de noche,
no nos deja, dormir?
 

La niña que está en el centro con la cara tapada, contesta:

 


    Somos, los ladrones,
que venimos, a robar,
a la señora, Doña Ana,
Doña Ana, ¿en dónde está?
 

Contesta el corro:

 


    Doña Ana no está aquí,
que está en el jardín,
cogiendo las flores,
de Mayo y Abril.
 

La niña que está en el centro acompañando a la tapada, dice:

 


    Tapemos este bulto,
que vemos por aquí.
 

Todas las niñas del corro se acercan a la tapada y la cubren con sus faldas, diciendo a la vez:

 


    A esconder, a esconder,
porque los ladrones,
nos van a coger,
y a la que cojan,
quedarse le toca.
 

Inmediatamente echan todas a correr y a esconderse, y las dos niñas que estaban en el centro, van en su busca, y al detener a dos, éstas ocupan sus puestos.

 





  —104→  

ArribaAbajoCombas


ArribaAbajo   Por el camino nuevo,
tres palomitas van,
y la que va en el medio,
hija es de un capitán,
sobrina de un alférez,
nieta de un coronel;
soldado de a caballo,
retírate al cuartel,
que si no te retiras,
le diré al coronel,
que te encierre en un cuarto,
y nunca salgas de él,
y te mande a la guerra,
a la guerra de Argel.
Qué llores, qué cantes,
que dejes de llorar,
tus ojos y los míos,
a la guerra se irán.
Que una, que dos,
que tres; salte, niña,
que vas a perder.


ArribaAbajo   Palomita blanca,
reblanca,
dime la verdad,
Soledad.
Yo te la diré,
dueño mío,
yo te la diré,
ven acá.
Palomita blanca,
quítate de ahí,
llévame a mi tierra,
donde yo nací.
Aunque te vuelvas,
culebra,
y te arrojes,
a la mar,
y te escondas,
en la arena,
mis ojos,
te han de buscar.


ArribaAbajo   Una, dola,
trela, catola,
quina, quineta,
vino, la Reina,
con su, peineta,
cuadrín, cuadrón,
cuéntalas, bien,
que las veinte son.

  —105→  
ArribaAbajo   Hombre, chiquitín,
embustero, y bailarín.
Hombre, grande,
patas, de alambre,
cayole, un teja,
y no, se hizo sangre.
Ajo, perejil,
cuatrocientos, mil.
Viva, la calle Mayor,
con, ventanas y balcones,
viva, la Reina Isabel,
Reina, de los españoles.
Carta, del Rey, ha venido,
para, las niñas, de ahora,
que, se vayan, a la guerra,
a defender su, corona.
-Quédate, con Dios, pichona.
-Dame, la mano, paloma.


ArribaAbajo   Mi padre, es capitán,
me enseña, la instrucción,
me da, para comer,
pan, de munición,
pan, de munición.


ArribaAbajo   Soy la Reina, de los mares,
ustedes, lo van a ver,
tiro mi, pañuelo al suelo
 

(lo tira saltando)

 
y lo vuelvo a recoger.
 

(lo recoge, saltando).

 


ArribaAbajo   Té, chocolate, y café,
para, mi tío, Manuel,
una, dos, y tres,
pluma, tintero, y papel,
para, escribir, una carta,
a mi, hermanita, Isabel.


ArribaAbajo   La espada, de un cadete,
dicen que la tengo yo,
la tiene, una amiga mía,
clavada en el corazón.
Salga usted a bailar, manola,
con un rico, marinero,
que vale usted más pesetas,
que estrellitas, tiene el cielo.
Ojos de color de cielo,
azules, como los míos,
no pierdas, las esperanzas,
que yo no las he perdido.


ArribaAbajo   Por ser aplicadita,
me dio mi papá,
cuatro duros en plata,
los quise gastar,
uno en una pulsera,
y dos en un collar,
y una vela a la Virgen,
      de la Soledad,
para que me conserve,
a papá y a mamá41.

  —106→  
ArribaAbajo   Una,
duna,
tena,
catena,
quina,
quinete,
estando,
la Reina,
en su,
gabinete,
vino Gil,
apagó,
el candil,
candil,
candón,
cuéntalas,
bien,
que las veinte,
son.


 

Las niñas que dan a la comba, cantan:

 


ArribaAbajo   Soy Hilarión.
 

Salta la niña, y continúan diciendo:

 


    Tolón, tolón.
Soy sacristán,
talán, talán.
De chiquitín,
tilín, tilín.
Era un pillín,
tilín, tilín.
Ya soy mayor,
tolón, tolón.
Pero, por fin,
tilín, tilín.
Soy sacristán,
talán, talán42.


ArribaAbajo      Uni
      doli,
      treli
      catoli,
      quine
      quinete,
estaba la Reina,
en su gabinete.
Dijo el Rey,
vamos a misa.
Dijo la Reina,
no tengo camisa.
Dijo el Rey,
yo tengo cuatro.
Dijo la Reina,
préstame una.
Dijo el Rey,
no te presto
ninguna.


ArribaAbajo   Al pasar, la barca,
me dijo, el barquero,
las niñas, bonitas,
no pagan, dinero.
La volví, a pasar,
me volvió, a decir,
las niñas, bonitas,
pasan, por aquí.
Por una, peseta,
se va, en el vapor,
se come, y se bebe,
y ve, la función,
y el que, no la tiene,
no va, en el vapor,
ni come, ni bebe,
ni ve la función.

  —107→  
ArribaAbajo   Vamos, a la iglesia,
que hay, mucho que ver,
que se casa, un hombre,
con una, mujer.
La mujer, es ciega,
y el hombre, no ve,
vaya un, casamiento,
que vamos, a ver.


ArribaAbajo   Iba por un camino,
cansado de andar,
y a la sombra de un árbol,
me puse a descansar.
Estaba descansando,
y por allí, pasó,
una niña bonita,
que me enamoró.
Rubia de cabellos,
blanca de color,
delgada de cintura,
así la quiero yo.


ArribaAbajo   Me seguía, un perro chino,
y un señor, me lo compró,
por un poco, de dinero,
y unas botas, de charol.
Me quisieron, meter monja,
monja, de la Caridad,
para cuidar, los enfermos,
que llegan, al hospital.


ArribaAbajo   Pasan, por el patio,
muchas, colegialas,
y la mayor, parte,
pasan, escapadas.
¡Ay si, las verán!
¡Ay si, las verán!
Pobrecitas, niñas,
como, correrán.
Y en el cuadro, negro,
las, apuntarán,
vendrán, sus familias,
y no las, verán.
¡Ay que, pena da!
¡Ay que, pena da!
Pobrecitas, niñas,
cómo llorarán.
Tocan, las campanas,
cierran, los conventos,
pobres, colegialas,
que se quedan, dentro.


ArribaAbajo   Una, dos, tres,
      chó.
   Una, dos, tres,
      có.
   Una, dos, tres,
      lá.
   Una, dos, tres,
      té.
Cho... co... la... te,
cho... co... la... te43.



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