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ArribaAbajoAnálisis del discurso de Gracián en El Criticón

Ana-Jimena Deza Enríquez


Universidad Nacional de Educación a Distancia

Siempre que nos enfrentamos al estudio del análisis del discurso, participamos de un panorama teórico ciertamente problemático, debido a la gran proliferación de enfoques metodológicos y epistemológicos.

Dicho análisis aparece, hoy en día, centrado en lo que se ha dado en llamar semiótica (Kristeva, 1978; Bobes, 1979), ciencia que, surgida de las investigaciones de Peirce (CP, 1958)76 y de la lógica simbólica moderna, se vale de planteamientos de carácter lógico, con los que pretende, ante todo, alcanzar la exactitud y la verdad. Por su parte, la semántica lingüística también participa de la lógica, (Husserl, 1982; Wingenstein, 1957), que, a su vez, se ocupa de las   —162→   leyes del pensamiento y sus formas en conjunción con los sistemas de símbolos adecuados, valiéndose de silogismos.

Posiblemente el marco teórico más fidedigno para esta clase de análisis es la semántica filosófica (Wingenstein, 1953), siempre atenta al hallazgo del verdadero referente que corresponde a un significado concreto (adecuación del signo al objeto que le pertenece). Aunque la semántica del lenguaje de la filosofía, cuyo instrumento es el conocimiento, topa con un obstáculo bastante común: la confusión entre significante y cosa significada, lo cual tergiversa el mecanismo de la conceptualización y provoca la mayor parte de las ambigüedades.

En el campo del discurso, cuya investigación inició a fondo Z. Harris (1952), inventor del «discurso conectado», tiene especial relevancia el análisis practicado por los franceses. Nos referimos a los que componen la Escuela francesa de análisis del discurso, quienes progresan, desde la concepción del texto como producto, es decir, encerrado en sí mismo, de Harris, a la del texto como proceso, que abarca, sin posibilidad de fisuras, el sujeto, el contexto y la situación enunciativa.

Conceptos tan conocidos como enunciado, enunciación, significación y sentido son fundamentales a la hora de encarar cualquier estudio del discurso. La enunciación o situación de discurso según Todorov (1970: 4) y que para Benveniste supone la transformación de la lengua por un acto individual en molde discursivo (1970: 12), en cuyo centro reside la semantización, conforma ese cuadro general en el que se produce el discurso, ya que una frase en situación enunciativa se convierte en un discurso con una significación específica.

Partiendo, pues, de que el discurso es el enunciado más las circunstancias de comunicación, ambas premisas resultan ser piezas claves en el proceso enunciativo (Jakobson, 1966: 32). Ya en 1929, Voloshinov se expresaba así sobre la función comunicativa del lenguaje:

La verdadera realidad del lenguaje no es el sistema abstracto de formas lingüísticas, ni el habla monologal aislada, ni el acto psicofísico de su realización, sino el hecho social de la interacción verbal que se cumple es uno o más enunciados. El enunciado, por muy amplio y crucial que pueda ser, sólo es un momento en el proceso continuo de la comunicación verbal.


(1976: 118)                


A la hora de aplicar el análisis del discurso, son imprescindibles el corpus y el método:

Todo análisis lingüístico supone la constitución de un corpus, es decir, de   —[163]→   un conjunto determinado de textos a los que se aplica un método determinado. [...] Conviene que el corpus se presente con las propiedades que le dan validez. Así, de la totalidad de enunciados de una época, de un hablante, de un grupo social, que constituyen el universal del discurso, se extrae un conjunto de enunciados limitados en el tiempo (homogeneidad sincrónica) y en el espacio (homogeneidad de la situación de comunicación). Entonces se considera que ese corpus es representativo del conjunto de discursos.


(Dubois, 1969a: 117)                


El corpus que hemos seleccionado es un pasaje de El Criticón de Gracián, rico, entre otras cosas, en razonamientos lógicos, y, como decía Dubois, representativo de un conjunto de discursos y de toda una época, de la que es prototipo.

En cuanto al método de trabajo, es de capital importancia dar con el adecuado al tipo de texto que se examine. El que hemos elegido y que más se ajusta al modo de escribir de Gracián pone el acento sobre dos aspectos esenciales del autor: el semantismo y la deducción argumentativa.


1. Un método de análisis del discurso

Centrándonos en el propio discurso en tanto descripción, reconocemos en él dos polos: objetivo y subjetivo.

1) El objetivo es el propósito, el contenido semántico-conceptual-constativo del enunciado.

2) El subjetivo es la situación enunciativa en su doble formulación externa e interna.

Nuestro método de análisis consistirá el desarrollo y la puesta en práctica de estos dos polos, que señalan dos partes del discurso: el código narrativo y el cuadro argumentativo.

1.1. Formulación externa del discurso

Consiste en ver quién toma la palabra dentro de un texto y examinar sus puntos de vista. Consta de dos partes:

a) Los puntos de vista del hablante:

- Externo: discurso objetivo o constativo.

- Interno: discurso subjetivo.

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Este primer tipo de formulación manifiesta explícitamente los puntos de vista del YO mediante categorías formales. Por ejemplo, en el enunciado Yo pienso que él esté equivocado, la marca es doble:

- El empleo del pronombre personal yo, por el que el hablante se enuncia como tomando-posesión de la palabra, y se coloca como figura-origen frente al interlocutor.

- El empleo del verbo pensar en unión con el subjuntivo, que da cuenta de la modalidad de duda.77

Pero no interesa fijarse en los criterios morfosintácticos, cuanto en los semántico-funcionales.

Así, pues, los puntos de vista de esta formulación serán:

a) Punto de vista polémico o relación YO-TÚ.78

b) Punto de vista situacional y relación YO-ÉL.79

1.2. Formulación interna del discurso

Este segundo tipo de formulación manifiesta implícitamente los puntos de vista del YO mediante la llamada técnica del discurso. Se trata de elegir la forma de expresión del discurso desde el punto de vista enunciativo del YO. Por ejemplo: Yo no pienso opuesto a yo dudo.

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En esta clase de formulación se encuentran todos los procedimientos que piden la conversión de una sustancia del significado en forma y que se concretan en una clase de retórica general, aunque no se trata de una retórica de la delimitación (réthorique de l'écart),80 sino de una retórica de elección y de sujeción en relación a la intención de comunicación. En este sentido, y para evitar confusiones con la retórica de la delimitación proponemos para aquélla el nombre de técnica del discurso. Algunas de estas figuras o técnicas son metáforas, metonimias, hipérboles, antítesis, paradojas, polisemias, etc.

La formulación interna consiste en el hallazgo de sus tres componentes:

1. Los actantes.

2. Los esquemas lógico-semánticos.

3. La relación de razonamiento entre los esquemas.

Estos tres índices nos conducirán al descubrimiento del contenido semántico.

1.2.1. Los actantes o la reducción actancial

Pottier afirma que la actancia es la relación que existe entre los diferentes actantes de un enunciado (1968: 99-100):

A1 = agente

A2 = paciente

A3 = destinatario

A4 = beneficiario

En el ejemplo:

Pedro da a María un libro para Pablo

A1 A3 A2 A4

los actantes Pedro, María, libro, Pablo realizan una función semántica en el enunciado, marcada por un relacionante (a, para), o por cero.

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1.2.2. Los esquemas lógico-semánticos o la reducción sémica.

Permiten averiguar la etiqueta semántica que resume el contenido del enunciado. Así, la etiqueta sémica de Miéle sabe que esto es tan importante como emplear las últimas técnicas, es:

imagen

La etiqueta sémica es, por lo tanto, la estructura de base de cada enunciado.

1.2.3. La relación-razonamiento entre los esquemas

Todo discurso de tipo demostrativo (que intenta demostrar algo) entraña un razonamiento y dos procesos: de deducción lógica81 y de persuasión.

El razonamiento es la articulación lógica entre los enunciados. En cuanto a la persuasión, es una característica de discurso didáctico, del que El Criticón es modelo.82 Dubois, a propósito de esta clase de   —167→   discurso, dice que es: «un conjunto de aserciones presentadas como objetivamente «verdaderas». El sujeto de enunciación desaparece a fin de permitir al lector que se identifique con él; no se trata de convencer (como en el discurso político) sino de dar esa persuasión como hecha [...] El discurso didáctico «enseña», es decir, formula aserciones que no se oponen a otras; no hay enfrentamiento, sino más bien un vacío enunciativo en el lector, que debe integrar a su propio discurso» (Dubois, 1969b: 120).

Por su parte, Ducrot, al referirse al lenguaje y a los procesos lógicos, admite que entre determinados enunciados del lenguaje ordinario existen relaciones de inferencia, de tal manera que si se admiten unos, hay que admitir forzosamente los otros. Y arguye que no se puede tener por verdadero «algunos hombres son pícaros» sin reconocer «algunos pícaros son hombres» (Ducrot, 1966: 3). En este caso hablamos de relaciones de inferencia lógica.




2. Puesta en práctica del método de análisis

2.1. El código narrativo o la formulación externa

Lo fundamental en esta primera parte del análisis es localizar quién habla y cuales son sus puntos de vista. En este pasaje de Gracián83 hay un narrador (N) y dos personajes.

2.1.1. El narrador

2.1.1.1. Actante.

YO: el narrador.

: el lector.

ÉL: el primer personaje, los grandes hombres, el hablar, la presentación del segundo personaje.

Puntos de vista del narrador.

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2.1.1.2. Externo

Mediante un discurso constativo, señala la evidencia de una comprobación y corresponde a las zonas descriptivas del texto.

El narrador habla en este pasaje de un náufrago antes y después de arribar a tierra, siguiendo procedimientos objetivo-constativos:

«Desta suerte hería los aires con suspiros, mientras azotaba las aguas con los brazos...»

«pareció ir sobrepujando el riesgo...»

«Fluctuando estaba entre uno y otro elemento... cuando un gallardo joven... alargó sus brazos para recogerle en ellos...»

«en saltando en tierra selló sus labios en el suelo... y fijó sus ojos en el cielo...»



Como puede apreciarse, el discurso objetivo supone todo lo exterior a una persona: herir los aires, azotar las aguas, fluctuar, sobrepujar, alargar los brazos, sellar los labios, fijar los ojos, en fin, todo lo que implica una acción.

2.1.1.3 Interno

Realizado por un discurso interpretativo, es un procedimiento subjetivo bajo aspecto de juicio deductivo o inductivo, hecho a partir de premisas o de una observación previa. Suele ser el resultado de un razonamiento implícito:

«... que a los grandes hombres los mismos peligros o les temen o les respetan»

«... que como andan encadenadas las desdichas, unas y otras se introducen...»

«... gallardo joven al parecer y mucho más al obrar»



Dentro del interpretativo caben también las comparaciones, las metáforas y toda clase de calificaciones dadas a las cosas:

«... duras entrañas de su fortuna...» (los escollos)

«Tántalo de la tierra...» (el náufrago)

«amarras de un secreto imán...» (los brazos)



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2.1.1.3.1. Apreciativo

La apreciación va marcada por un juicio que nadie puede verificar. Así, al comienzo de su discurso, el narrador exclama:

«Mas ¡ay!, que como andan encadenadas las desdichas...»

(¡ay! equivale a ¡cuidado!, es un consejo, una recomendación.)

«... acompañando la industria con Minerva»84

«amarras de un secreto imán...» (al referirse a los brazos)



2.1.1.3.2. Aproximativo

Es una variante del anterior. La apreciación va marcada por un juicio de aproximación. Es el caso de más o menos, aproximadamente, casi, si se puede decir...: «si acaso viviría destituido de aquellos dos criados del alma, el uno de traer y el otro de llevar recados...»

2.1.1.3.3. Juicio de valor

Siempre es una reflexión de carácter general. Es el caso de los proverbios y máximas,85 que llenan El Criticón:

a) «tanto pueden la costumbre y la crianza». Este enunciado es una conclusión o generalización a partir de dos premisas:

1ª: imitaba con propiedad los bramidos de las fieras y los cantos de las aves

2ª: se entendía mejor con los animales que con las personas

conclusión: tanto pueden la costumbre y la crianza.

b) «que donde no media el artificio, toda se pervierte la naturaleza»:

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1ª: brillaba la vivacidad de su espíritu

2ª: trabajaba el alma por mostrarse

conclusión: si no hay arte, se deprava la naturaleza.



2.1.2. Discurso del primer personaje

El autor hace hablar al primero de sus personajes: el náufrago.

2.1.2. 1. Actantes

YO: el autor en el pensamiento del primer personaje

: el lector

ÉL: la vida, la muerte, la naturaleza, la malicia humana, el primer hombre, El Catón, la acción humana, la fortuna.

2.1.2.2. Objetivo-constativo

El náufrago le habla a la vida:«No hay cosa más deseada ni más frágil que tú eres, y el que una vez te pierde, tarde te recupera».

«... la audacia de los hombres halló puentes para trasegar su malicia».

«Todo cuanto inventó la industria humana ha sido perniciosamente fatal y en daño de sí misma».

Sin embargo, en esta parte son más abundantes los razonamientos, los trozos subjetivos:

2.1.2.3. Interpretativo

- «Muy propio es de la ignorancia pueril el llamar a todos los hombres padres y a todas las mujeres madres».

- «y del modo que tú hasta una bestia tenías por tal, creyendo la maternidad en la beneficencia, así el mundo... a cualquier criatura la llamaba padre y aun le aclamaba dios».

En el discurso del primer personaje aparece una nueva categoría: el estimativo, procedimiento por el que declara su posición respecto a una información dada. El algo que se piensa o se cree:

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- «Madrastra se mostró la naturaleza con el hombre, pues lo que le quitó de conocimiento al nacer, le restituye al morir...».

- «¡Oh tirano mil veces de todo el ser humano aquel primero, que con escandalosa temeridad fió su vida en un frágil leño al inconstante elemento!».86

- «En vano la superior atención separó las naciones con los montes y los mares...».

- «Desde hoy te estimaría como a perdida» (refiriéndose a la vida).



2.1.3. Discurso del segundo personaje

En cuanto al P2, hay un gran equilibrio entre los modos objetivo y subjetivo, ya que tan pronto describe su encerramiento en el monte, los cuidados de la fiera y sus estratagemas para salir de él, como cae en un soliloquio, el monólogo de sus pensamientos en alto sobre su esencia y su existencia. Es común en este personaje la colocación de objetivo + subjetivo, es decir, el hecho externo e inmediatamente detrás un razonamiento:

- «Me salteó de repente un tan extraordinario ímpetu de conocimiento (objetivo), que volviendo sobre mí comencé a reconocerme» (interpretativo).

- «O bien: «¿Soy bruto como éstos?» (objetivo). «Pero no que observo entre ellos y entre mí palpables diferencias» (interpretativo).



2.2. El cuadro argumentativo o la formulación interna

Ésta es la parte fundamental de nuestro método de análisis. En 1.2.1. se vieron los actantes y la reducción sémica. Aquí sólo añadiremos un esquema concreto para analizar los distintos enunciados y una ampliación o explicitación del razonamiento.

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2.2.1. Resumimos en un cuadro el funcionamiento de las entidades y los comportamientos según Pottier:87

imagen

En todo propósito hay un elemento conceptual (entidad): ,○ que sirve de base a otra esfera conceptual que se combina con el primer elemento: □

En lengua hay tres comportamientos:

imagen

2.2.2. Ampliación del razonamiento

Los modos que vamos a desarrollar seguidamente son:

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1. Asertivo

  • - Presupositivo
  • - Evidencial
  • - Intensivo
  • - Implicativo
  • —— Explicativo final
  • - causal
  • —— analógico comparativo semejanza
  • —— diferencia
  • —— metafórico
  • - Contrastivo
  • - Consecuencial

2. No-asertivo

  • —— Hipotético-supositivo
  • —— Restrictivo

2.2.2.1. Asertivo

La aserción, junto con la interrogación y la apelación, es una de las formas sintácticas condicionadas por la enunciación. Trata de comunicar una certeza, y los instrumentos específicos que la expresan son los adverbios o no; por eso sus dos variantes son afirmar o negar, propias de las frases declarativas. Dentro de la aserción caben discursos iniciados con «yo pienso que», «yo afirmo que», o «yo no creo que».

Entre las clases del asertivo se cuentan:

El presupositivo: el caso de la presuposición. Presuponer es «suponer la existencia o realidad de algo como base para desarrollar un argumento o para actuar de cierta manera» (María Moliner: t. II, 838): presumo que me imagino que. Frente a éste, el evidencial se da cuando el hecho no deja lugar a dudas, y va iniciado por un «no es de sorprender que», «no es de extrañarse».

En el intensivo entran todos los procedimientos de puesta de relieve, de realce de lo dicho: «hay que señalar que», «es necesario notar, subrayar que», e incluso el «pues», no causal sino ilativo. El implicativo encierra el esquema «si... entonces», que es puramente conceptual,   —174→   es decir, que no aparece en la forma sino en el contenido. Por ejemplo: «pregunte su precio y quedará sorprendido» (si usted pregunta su precio, (entonces) quedará sorprendido» (X provoca Y).

Opuesto al implicativo está el explicativo con sus tres variantes:

a) El causal es el más representativo. La explicación se da por medio de un pues, porque, puesto que u otro nexo equivalente, o simplemente el que causal. La causa va siempre detrás, en la segunda proposición, y el fin, delante. Ejemplo: no me atrevo a decirle el precio, porque quizá Vd. es de los que no comprarían.

) Final: lleva la causa delante y el fin detrás. Se introduce con «para que, a fin de que», y variantes como «esto es por lo que», «de aquí es que», etc., próximas a indicar consecuencia.

c) Analógico: Supone una identidad entre los términos, expresada:

· Con relator. Es el caso de la comparación: «Dientes como perlas»

· Sin relator. Es el caso de la metáfora: «Mi asistenta es una perla»

El contrastivo, opuesto a la identidad, funciona por oposición: «Pedro es alto, Luis es bajo». El razonamiento contrastivo es el caso de la antítesis.

2.2.2.2. No-asertivo

Si la aserción era la afirmación o la negación, la no-aserción es la duda, la incertidumbre, la restricción.

Subclases: El hipotético-supositivo88 indica suposición, hipótesis: «admitamos que», «supongamos que». El restrictivo supone contraste, por lo que es muy cercano al contrastivo, aunque no incluye oposición como aquél: «nos ceñiremos a, nos contentamos con», y también el uso del pero adversativo.



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3. Casos prácticos de análisis89

1. Era ya real corona suya la mayor vuelta que el sol gira por el uno y otro hemisferio, brillante círculo, en cuyo cristalino centro yace engastada una pequeña isla, o perla del mar o esmeralda de la tierra.

- Actantes:

A1 = vuelta

A2 = corona

- Esquema lógico-semántico:

imagen

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- Tipo de razonamiento:

F. E.90 = constativo + interpretativo + constativo + interpretativo

F. I. = explicativo - causal

R. = metáforas:

isla= perla de mar

= esmeralda de la tierra

vuelta = brillante círculo

= hipérboles = real corona suya la mayor vuelta (del sol)

= en cuyo centro yace, engastada una isla.

2. ¡Oh vida, no habías de comenzar, pero ya que comenzaste no habías de acabar!

- Esquema lógico-semántico:91

[Vida no-comenzar = ¡ojalá no comenzaras!, no debías de comenzar, pero ya que vida comenzar, entonces vida no-acabar = no debías terminar].

- Razonamiento:

F. E. = estimativo + interpretativo

F. I. = restrictivo + causal + contrastivo

R. = antítesis: comenzar/acabar

3. Parecíale a la muerte teatro angosto de sus tragedias la tierra y buscó modo cómo triunfar en los mares, para que en todos elementos se muriese

- Esquema lógico-semántico:

[Muerte creer que tierra <- teatro de tragedias <- angosto, y (= por eso) muerte triunfar (locución espacial: en el mar) para muerte reinar en todas partes]

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- Razonamiento:

F. E. = interpretativo

F. I. = consecuencial + final

R. = metáfora:

tierra= teatro

= prosopopeyas:

parecíale a la muerte

la muerte buscó modo cómo triunfar...

4. ¡Oh suerte, oh cielo, oh fortuna, aún creería que soy algo, pues así me persigues, y cuando comienzas no paras hasta que apuras!

- Esquema lógico-semántico:

[Náufrago creer ser algo (locución temporal: todavía), pues fortuna perseguir náufrago (locución nocional: así), y si fortuna comenzar, entonces fortuna no-acabar (locución nocional: hasta apurar].

- Razonamiento:

F. E. = interpretativo + interpretativo

F. I. = causal + implicativo

R. = paronomasia: no paras hasta que apuras

5. Desta suerte hería los aires con suspiros, mientras azotaba las aguas con los brazos, acompañando la industria con Minerva

- Esquema lógico-semántico:

[Náufrago + herir - aires + con suspiros, náufrago + azotar - aguas + con brazos (ACCIÓN) -náufrago + acompañar- industria (acción)92 + con Minerva (pensamiento) (PENSAMIENTO)].

- Razonamiento:

F. E. = objetivo + apreciativo

F. I. = contrastivo

R. = antítesis: aires / aguas, brazos / suspiros, industria / Minerva, pensamiento / acción

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6. Discurrió más el discreto náufrago: si acaso viviría destituido de aquellos dos criados del alma, el uno de traer y el otro de llevar recados: el oír y el hablar. Desengañole presto la experiencia, pues al menor ruido prestaba atenciones prontas, sobre el imitar con tanta propiedad los bramidos de las fieras y los cantos de las aves, que parecía entenderse mejor con los brutos que con las personas.

- Esquema lógico-semántico:

[Náufrago discurrir (suponiendo) isleño destituido (privado) del oír y el hablar; oír y hablar, criados del alma; experiencia desengañar naufrago, pues isleño + prestar atención, (percibir) - ruidos, isleño + imitar - bramidos de fieras, isleño + imitar - cantos de aves, tanto que isleño entenderse con brutos +, isleño entenderse con personas-]

- Razonamiento:

F. E. = aproximativo + objetivo + interpretativo + juicio de valor

F. I. = hipotético-supositivo: ausencia de expresión verbal en isleño + restrictivo + causal (imitaba bramidos y cantos) + consecuencial: isleño, expresión verbal hacia animales + comparativo + contrastivos

R. = metáfora: (oír y hablar) = criados del alma

= antítesis: oír / hablar, traer / llevar, fieras / aves, bramidos cantos, brutos /

personas

= comparación: entenderse mejor con los brutos que con las personas

7. Comenzó por los nombres de ambos, proponiéndole el suyo, que era el de Critilo, imponiéndole a él el de Andrenio,93 que llenaron bien el uno en lo juicioso, el otro en lo humano

- Esquema lógico-semántico:

[Náufrago nombrarse a sí mismo Critilo y nombrar Andrenio a joven, Critilo porque + juicioso, Andrenio porque - humano]

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- Razonamiento:

F. E. = objetivo + interpretativo

F. I. = causal + contrastivo

R. = antítesis: Critilo / Andrenio

juicioso / humano94

8. Tú, Critilo, me preguntas quién soy y yo deseo saberlo de ti. Tú eres el primer hombre que hasta hoy he visto y en ti me hallo retratado más al vivo que en los mudos cristales de una fuente, que muchas veces mi curiosidad solicitaba y mi ignorancia aplaudía

- Esquema lógico-semántico:

[Andrenio retratarse en Critilo + Andrenio retratarse en fuente - -que- curiosidad solicitar e ignorancia aplaudir]

Mas si quieres saber el material suceso de mi vida, yo te lo referiré, que es más prodigioso que prolijo.

- Esquema lógico-semántico:

[Mas si tu quieres saber vida material mía, entonces yo contar vida mía a ti, vida prodigiosa mía, vida prolija (larga) mía].

- Razonamiento:

F. E. = apreciativo + apreciativo + objetivo

F. I. = restrictivo + causal + comparativo + implicativo + contrastivo + restrictivo

R. = prosopopeyas:

mudos cristales

mi curiosidad solicitaba

mi ignorancia aplaudía

= paronomasia: más prodigioso que prolijo

= antítesis: tú / yo

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= comparaciones: en ti me hallo retratado más al vivo que en los mudos cristales de una fuente

más prodigiosa que prolija (la vida de Andrenio)

9. A los principios no sentía tanto aquel penoso encerramiento; antes con las interiores tinieblas del ánimo desmentía las exteriores del cuerpo y con la falta de conocimiento disimulaba la carencia de la luz, si bien algunas veces brujuleaba unas confusas vislumbres que dispensaba el cielo, a tiempos, por lo más alto de aquella infausta caverna.

- Esquema lógico-semántico:

[Andrenio soportar encerramiento - penoso, loc. temporal: al principio, porque Andrenio + desmentir (negar) - las tinieblas del alma con las del cuerpo, porque Andrenio + disimular (ocultar) - la falta de luz (falta de conocimiento), pero + brujulear vislumbres (descubrir reflejos), loc. temporal: (algunas veces) por lo más alto de la cueva, vislumbres que el cielo + dispensar (derramar), loc. temporal: a tiempos (de vez en cuando)]

- Razonamiento:

F. E. = objetivo + objetivo

F. I. = causal + constrastivo + restrictivo + contrastivo

R. = antítesis: encerramiento / vislumbres, tinieblas del ánimo / tinieblas del cuerpo

carencia de luz / ímpetu de conocimiento

= prosopopeya: que dispensaba el cielo

10. Una cosa puedo asegurarte: que con que imaginé muchas veces y de mil modos lo que habría acá afuera, el modo, la disposición, la traza, el sitio, la variedad y máquina95 de cosas, según lo que yo había concebido, nunca atiné con el orden, variedad y grandeza desta gran fábrica que vemos y admiramos.

- Esquema lógico-semántico:

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[Critilo concluye poder asegurar algo: aunque imaginó, loc. temporal: muchas veces, la disposición y máquina (variedad) de las cosas, no atinó (acertó) con el orden y la grandeza, (loc. temporal: nunca), del grande y admirable mundo.

- Razonamiento:

R. E. = objetivo + objetivo

F. I. = intensivo + contrastivo

R. = metáfora: (máquina = universo)

= antítesis: imaginar / no atinar




Conclusiones

Las pautas teóricas y la aplicación del método al corpus nos lleva a poder construir el perfil razonativo del autor a través de los razonamientos más frecuentes.

1. Conclusión sobre las clases de razonamiento.

Éste es el recuento numérico sobre los diez casos examinados:

  1. Objetivo-constativo: 10
  2. 2. Subjetivo:
    • Interpretativo: 6
    • Apreciativo: 3
    • Aproximativo: 1
    • Estimativo: 1
    • Intensivo: 1
    • Juicios de valor: 1
    • Implicativo: 2
    • Explicativo Causal: 6
    • Final: 1
    • Consecuencial: 2
    • —182→
    • Comparativo Semejanza: 3
    • Contrastivo: 9
    • Total del subjetivo: 41
  3. 3. No-asertivo:
    • Hipotético: 1
    • Restrictivo: 5

Por orden de prioridad y abundancia:

1º Interpretativo: 41

Los tres primeros 2º Constativo: 10

3º Restrictivo: 5

Conclusión de esta parte: mayor frecuencia del subjetivo, y dentro de éste, del contrastivo, El causal, el apreciativo y el comparativo también juegan un papel importante.

2. Conclusión sobre los procedimientos retóricos:

Antítesis: 17

Metáforas: 6

Prosopopeyas: 5

Comparaciones: 3

Hipérboles: 2

Paronomasias: 2

3. Si sumamos las clases de razonamientos con las técnicas de discurso, la jerarquía es como sigue:

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imagen

Es decir, hallamos en Gracián un claro predominio de lo subjetivo, y dentro de éste, de oposiciones y metáforas sobre el constativo.

En Gracián, el procedimiento que engloba al resto es el argumentativo, de carácter subjetivo, ya que, de hecho no existe, lingüísticamente, modo objetivo de desarrollar una argumentación. La elección de las diferentes proposiciones, su articulación y su formulación retórica son relativas al YO y, por tanto, subjetivas. Es el caso de Gracián y discursos del XVII hasta el positivismo del XIX.

En definitiva, el procedimiento argumentativo es el que configura, en líneas generales, los discursos de tipo didáctico, como el de El Criticón, y, en esa medida, constituye una pauta a seguir en el ámbito de los procesos lógicos del razonamiento.




Referencias bibliográficas

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  • BOBES, M. C. (1979). La semiótica como teoría lingüística. Madrid: Gredos.
  • DUBOIS, J. (1969a). «Énoncé et énonciation». Langages 13, 100-110.
  • —— (1969b). «Léxicologie et analyse de l'énoncé». Cahiers de Léxicologie XV, 115-126.
  • DUCROT, O. (1966). «Logique et linguistique», Langages 2, 3-30.
  • GRACIÁN, B. (1971). Baltasar Gracián. El Criticón. Madrid: Espasa Calpe (Clásicos Castellanos), 3 vols.
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