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ArribaAbajo Sonetos

Juan Aymerich





ArribaAbajoAl mirar este cuadro


ArribaAbajo Al mirar este cuadro, este sutil paisaje
mi alma medita y sueña. Hay un poco de bruma
entre los negros árboles. El ambiente se ahúma
y el crepúsculo emprende su taciturno viaje.

Aún brilla en el poniente polícromo celaje.  5
Hay un lago y un cisne que parece de espuma,
y allá, en último término, una barca se esfuma
como si acaso huyese del borroso paraje.

Cierro los ojos... Miro en mi cámara interna
flotar el mismo cuadro, que un suave difumino  10
traza al través de una niebla de lejanía.

Y me sorprende entonces la afinidad fraterna
de imprecisos paisajes que a veces imagino
y los cuadros de ensueño que forja el alma mía.

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ArribaAbajoCuando abrí tu joyero


ArribaAbajo Cuando abrí tu joyero me inundó la fragancia
que exhalaba la fina seda de tus pañuelos,
y otra vez a mi lado, para calmar mis duelos,
surgiste en la penumbra de mi desierta estancia.

Evoqué largamente nuestra florida infancia,  5
mis rimas encendidas de eróticos anhelos,
tus ojos en que ardía la fiebre de los celos
y de tu amado cuerpo, la plástica elegancia.

Fue nada más que un sueño. La sombra traicionera
disipó de mi lado la visión hechicera.  10
Quedaron mis miradas en tu joyero fijas...

Y sólo un tenue rayo de la luna naciente
hiriendo la vidriera, venía dulcemente
a quebrarse en las gemas de tus áureas sortijas.

Córdoba.